domingo, 8 de octubre de 2023

película: The Creator

La semana pasada, se estrenó la nueva cinta de Gareth Edwards, director de Rogue One: una historia de Star Wars. Si bien el tráiler me dejó indiferente, a tenor de los buenos comentarios oídos por Facebook, decidí darle una oportunidad. Debí de haber hecho caso a mi instinto. Menuda decepción.


Dirigida por Gareth Edwards, que además se encarga del guión junto a Chris Weltz, la trama nos cuenta como Joshua Taylor, John David Washington, un antiguo agente recibe el encargo de dar con el paradero del misterioso Creador, constructor de un arma que puede poner fin a la guerra entre humanos y máquinas. Pero, cuando descubre que la misma es Alfie, Madeleine Yuna Voiles, hará que el espía se replantee su objetivo.

Además de los intérpretes arriba citados, nombrar la aparición de Ken Watanabe en el rol de Harún, un aliado inesperado para Joshua; Gemma Chan dando vida a Maya, el antiguo amor del agente y Alison Janney como el Coronel Howell, superior del protagonista.

Tal y como se puede ver por el argumento, no hay nada nuevo bajo el sol. La historia que aquí se nos cuenta, la hemos visto en no pocas ocasiones dentro del género de la ciencia ficción. El problema está, en como lo cuentas, y en el ritmo que le des a tu film, lo que hace que sea más o menos entretenido.

No tengo nada en contra, en que un realizador me cuente una historia mil veces vista. Pero, si lo haces, dale otro estilo o tu toque personal. Lo que no puedes hacer, es que tú cinta mezcle de forma aleatoria, y por nombrar algunas influencias bastante apreciables para el cinéfilo de pro, Apocalypse Now, Inteligencia Artificial, o Blade Runner  por citar los ejemplos más claros al tuntún, quedándote con lo más destacado de cada una, metiéndolo en la batidora y que salga el sol por Antequera.

El resultado final es una película sin alma ninguna. En no pocas ocasiones llegó a aburrirme, y eso, tratándose de un film de ciencia ficción es pecado. Si quieres hacer una cinta filosófica, adelante. Pero no puedes pretender hacerla así, y luego meter secuencias de acción. Es como si en Hamlet, pones al famoso príncipe a contar chistes en mitad de su monólogo.


De nuevo, Washington vuelve a ser de lo más flojo de la producción. Puede haber heredado el apellido de su progenitor Denzel, pero, lo que está claro es que le falta mucho para llegar al talento que tiene su padre. 

Es un tío muy soso, sin carisma. Parece que en vez de actuar, esté recitando su guión. No me importaba lo que le pasaba a su personaje,  algo que no ocurre con la niña androide, lo mejor de la cinta junto con Watanabe.

Los efectos especiales están bien, pero eso no  basta para un filme bastante fallido, y al que le cuesta encontrar el tono.

Tampoco ayuda su duración, cercana a las dos horas y diez, cuando la misma se podía haber contado en veinte minutos menos. Hay escenas que sobran y que no aportan nada.

Menos mal, que, tal y como he mencionado antes, Voiles y Watanabe salvan el día. La pequeña consigue que su personaje te importe. Sabe darle el toque adecuado para que la audiencia empatice con ella.
De Watanabe poco hay que decir que no se haya dicho ya. Su interpretación es bastante sobria y, junto con Janney, consiguen ser, además de Voiles, lo mejor de la cinta.

Es una pena que, el resultado final, haya sido tan decepcionante. Lo tenía todo para gustar, pero se queda en tierra de nadie.

Si os gustan las películas de ciencia ficción que quieren ir de profundas, adelante. Pero, para todos aquellos que, como un servidor, queráis algo más, no os la recomiendo. 

A continuación, el tráiler:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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