El pasado viernes, se estrenó la que, con toda seguridad, sea la última cinta como realizador de Clint Eastwood. Un film de temática judicial, género al que el director no es ajeno. Baste recordar Medianoche en el jardín del bien y del mal y, en menor medida, Ejecución inminente. Una vez más, Eastwood da muestras de su buen hacer tras las cámaras y nos trae una producción bastante sobria y que tiene en los intérpretes, y en su guion, su mejor baza.
Dirigida por Clint Eastwood, y escrita por Jonathan Abrams, la trama nos cuenta como el joven Justin Kemp, Nicholas Hoult, en proceso de recuperación debido a sus adicciones es convocado para ser parte de un jurado en el que se juzga a James Sythe, Gabriel Basso, acusado del asesinato de su pareja Kendall, Francesca Eastwood. A medida que avanza el juicio, Justin se dará cuenta que tal vez el acusado sea inocente y él haya sido el culpable de la muerte de Kendall. Lo que causará no pocas dudas en la fiscal Faith Killebrew, Toni Collette.
Dentro del reparto también nos encontramos con J.K. Simmons en el rol de Harold, otro de los miembros del jurado; Kiefer Sutherland dando vida Larry Lasker, abogado y amigo de Justin y a Zoey Deutch como Ally, la esposa de Justin.
Impresionante, no me se ocurre otra forma de definir al film. Lo bueno que tiene es que, una vez acabado su visionado, y con mi acompañante, estuvimos hablando de la conclusión del mismo. Final que, por supuesto, no voy a desvelar. Si ésta es la última cinta de Clint, tan solo queda darle las gracias por habernos regalado esta producción con 94 años.
A medida que va avanzando el metraje, los espectadores ven como la duda razonable empieza a formarse en sus mentes. Ya que, pese a que todas las evidencias apuntan a la culpabilidad de Justin, la misma nunca acaba de quedar clara del todo. En este aspecto, el guionista ha sido inteligente al no mostrar todas las cartas y dejar que debatan una vez acabada la proyección, tal y como hicimos mi acompañante y yo, tal y como he dicho en el párrafo anterior.
La cinta supone una crítica, hacia el sistema judicial no solo estadounidense, sino también en general. Ya que pese a que hay pruebas, que no quedan del todo claras y que pueden ayudar a esclarecer el misterio, un testigo, bien sea por miedo o por agradar, con su testimonio podía haber echado una mano al acusado.
A Justin, desde que empieza a recordar los hechos de la noche en la que murió Kendall los remordimientos no paran de comerle la conciencia. En este aspecto, tanto Clint como el guionista, nos muestran a un personaje con conciencia, y que intentará salvar al acusado, a la vez que intentará desviar la atención sobre su persona.
Uno de los aspectos más interesantes del film, es cuando a poco de iniciarse el juicio diversos testigos explican lo que vieron la noche fatídica. No tarde mucho en darme cuenta del guiño, u homenaje, táchese lo que se prefiera, a Rashomon la obra maestra de Kurosawa. Pero además, también nos encontramos con un thriller y unas gotas de drama. Por lo que el conjunto queda bastante equilibrado, y que, sin duda, hará las delicias de todos aquellos aficionados al cine de juicios.
Los intérpretes están de dulce, sobre todo Hoult y Collete. El primero nos ofrece una muy interpretación, con un personaje al que los remordimientos no paran de torturarle. En cuanto a Collete, su personaje es alguien que no parará hasta que el acusado de con sus huesos en la cárcel, pese a que, a medida que va investigando y acercándose a la verdad, se dará cuenta que la ambición no lo es todo a la hora de ganar el caso.
La única pega, por así decirlo, es que los personajes de Simmons y Sutherland están desaprovechados. En el caso del primero, parece que va a tener cierta importancia en la resolución del caso, pero luego su personaje no vuelve a aparecer. Lo que es una pena, puesto que tenía bastante chicha. En lo que respecta a Sutherland, aparece poco. Pero, por lo menos se ha dado el gustazo de trabajar con Clint, y eso siempre es bueno.
Id a verla, ya que por lo menos en Estados Unidos, la Warner la ha retirado rápido de la cartelera. Lo que es una verdadera lástima, puesto que cuenta con no pocos elementos para ser una candidata a los premios de la Academia, sobre todo en el apartado de dirección y guion. Además, que es Clint coño, una figura clave en la historia del cine, ya sea en su faceta de actor o realizador.
Tanto si os gustan las pelis de temática judicial como si os gusta Clint, no la dejéis pasar. Seguro que no os arrepentiréis.
A continuación, el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.