Los edificios donde están ubicados nuestros hogares suelen ser lugares en apariencia apacibles y, en donde rara vez, suele ocurrir nada. Pero el cine de terror y algunas obras literarias enmarcadas en este género, nos han hecho ver que no es así y que, en ocasiones, los peores monstruos viven entre nosotros tras la apariencia de amables ancianos o educados hombres. Precisamente es en un edificio con secretos donde se ubica la reseña de hoy, la cual ha sido posible gracias a que fui el afortunado ganador de un sorteo que realizó el autor. Así pues veamos que historias alberga el Secret Garden, lugar donde tiene lugar la trama de la entrada de hoy.
Escrito por Carlos Navas, en el que es su debut en la novela larga tras haber coordinado las antologías Esta noche conectaremos con el infierno y Dejen morir antes de entrar la trama nos cuenta como en una tormentosa noche, los inquilinos del edificio Secret Garden vivirán una noche difícil de olvidar. Lo que pasó en el interior lo conocerán los lectores a través de llamadas telefónicas interceptadas por la policía, así como de los informes policiales que ayudan a esclarecer lo que allí ocurrió.
Dentro del libro los lectores se encontrarán con tres partes diferenciadas, además de las dos primeras arriba citadas y que hacen referencia a las llamadas y mensajes, luego nos encontraremos con dos epílogos en el que dos protagonistas principales tendrán una última conversación antes de, teóricamente, despedirse hasta una próxima ocasión. La forma en la que están narradas cada una de estas partes, o episodios por así decirlo, es original y arriesgado. Me explico, en un principio puede parecer algo engorroso el estar leyendo conversaciones telefónicas como si se tratara de un guión escrito para cine o teatro, pero nada más lejos de la realidad. En eso radica principalmente el encanto de la obra, en que los lectores sean participes del juego que les propone el escritor.
Como si se tratará de un rompecabezas que acabamos de abrir, el autor nos va proporcionando las piezas que irán encajando poco a poco. Y es que aunque al principio pueda parecer todo un poco caótico, de forma progresiva iremos conociendo a los inquilinos y conociendo los secretos que no se han atrevido a confesar a otras personas. Los lectores de esta forma actúan como una especie de vigilantes, observando de forma neutra como los acontecimientos se van sucediendo y siendo conscientes de que algunos de los habitantes del inmueble merecen el final que el destino les tiene deparado para ellos.
A medida que les vamos conociendo, los lectores comienzan a empatizar con algunos de los inquilinos, puesto que sus historias poco a poco se van entrelazando, hasta llegar a una sangrienta conclusión, la cual se nos desvelará en los informes policiales donde se nos explicará el destino de algunos de los habitantes que albergaban terribles secretos.
Es en esta segunda parte donde el autor deja salir su faceta más salvaje y violenta. Y es que el autor, no se corta un pelo a la hora de describir como fueron encontradas las víctimas que aparecen en los informes policiales. Aquí se pueden encontrar algunos guiños a la saga cinematográfica Saw e incluso Seven. Y es que el asesino, que luego se desvelará como una especie de justiciero que acude para resolver entuertos de manera harto expeditiva, utiliza su imaginación a la hora de dar su merecido a aquellos que, por sus crímenes y secretos, merecen morir. Se podría decir que este vengador es el hijo que Jigsaw y John Doe hubieran criado, y viendo los resultados no hay duda de que ha tomado buena nota de las lecciones de sus progenitores.
El lenguaje utilizado por el autor aquí es bastante explicito. Uno no puede sino visualizar las torturas y muerte llevadas a cabo por el misterioso justiciero, e imaginarse las mismas plasmadas sobre la pantalla, ya sea cinematográfica o televisiva.
En lo que respecta a los dos epílogos, los lectores podrán conocer algo más acerca del justiciero, y de su relación con uno de los habitantes del edificio. Aquí es donde el autor ofrece a los lectores con un giro inesperado y que, sin duda, puede sorprender a más de uno. Y es que desvela un momento en apariencia insustancial para la trama, pero que se desvela como vital en el devenir de los acontecimientos. Como si se tratara de una partida de póker, el escritor tenía oculto su as bajo la manga para obtener la mano ganadora con la que terminar de satisfacer a los lectores de su novela.
En el tramo final de la obra las redes sociales cobran una importancia capital. Y es que es a través de las mismas, por las que el vengador conoce los secretos que ocultaban sus víctimas. Como si se tratara de un cazador, las observa, va aprendiendo sus costumbres, y una vez tiene los datos suficientes pone su venganza en marcha. Hoy día parte de nuestra vida privada queda reflejada en estos sitios web, donde contamos parte de nuestras vidas a los que son nuestros amigos, sin ser conscientes de que cualquiera puede usar esa información para usarla en nuestra contra.
El libro es un thriller simpático, entretenido y que se disfruta de principio a fin. La obra cumple con el objetivo para el que fue escrita, que no es otro que el de ofrecer momentos de evasión a todos aquellos que se acerquen a ella. Si sois voraces lectores, os la podréis acabar en un par de horas. Ya que a pesar de contar con poco más de 200 páginas, el volumen se lee en un suspiro.
En estas fechas aparecerá la segunda parte, pero cambiando el lugar de la acción a un avión. Sin duda será interesante ver que nuevas maldades ha imaginado el autor para esta ocasión. Y ojalá que aquí volvamos a encontrarnos con nuestro justiciero particular.
Si os gustan los thrillers que están contados de forma distinta a lo habitual, o si disfrutáis de cintas ubicadas en edificios con Rec, Jungla de Cristal, La comunidad o La semilla del diablo no lo dudéis y dadle una oportunidad al libro. Seguro que no os arrepentiréis.
miércoles, 19 de diciembre de 2018
martes, 18 de diciembre de 2018
libro: el club de los kakamonstruos. Que viene Mr. Bully
Se acerca la Navidad, época de amor, paz y felicidad. Y nada como traeros una recomendación para los más pequeños de la casa para que se inicien en el maravilloso mundo de la lectura, con la secuela de un libro que ya apareció por aquí y del que ahora os traigo la correspondiente reseña. Así pues veamos que nuevas aventuras les deparan al club de los kakamonstruos.
Escrito de nuevo por Ana Coto Fernández e ilustrado por Kike Alapont, la secuela arranca con el inicio del nuevo curso en donde nos volveremos a encontrar con Alex, Gonzalo, Cristina, Estrella y Marco, el club de los kakamonstruos a quienes ahora se incorporan dos nuevos compañeros, Vampi, antigua amiga de Estrella, y Lucas. Juntos tendrán que resolver el misterio que se esconde tras la inquietante figura de Mr. Bully.
Tras su buena experiencia y colaboración en el club de los kakamonstruos y superhéroes high school los autores vuelven a unir sus fuerzas, creatividad y talento para traernos la segunda parte de una aventura que, hasta ahora, no ha parado de dar alegrías a ambos. En esta ocasión el tema sobre el acoso escolar queda en un segundo plano, a pesar de que haga su aparición en un par de instantes a lo largo de la trama, y la escritora ha preferido centrarse en el valor de la amistad y de la importancia de tener amigos, como hará Alex en el decisivo final.
Tal y como he expresado en el párrafo anterior, aquí la escritora basa el libro en la amistad y de la importancia de tener amigos, además de familia por supuesto, para que nos ayuden a superar las diversas dificultades que nos encontramos en nuestra vida. Y es que éstos siempre van a estar ahí, dispuestos a ayudar y hacernos sentir que no estamos solos, aunque a veces como le pasa a Estrella, nos de por pensar eso por la intromisión de otras personas.
Y es que aquí Estrella se erige como la protagonista de una trama que nos habla de los malos pensamientos y miedos que todos tenemos. La niebla verde, de gran importancia en el devenir de los acontecimientos, se puede interpretar como la presencia física de todo lo que nos asusta. La misma nos envuelve, nos quita la luz que hay dentro de todos nosotros y nos quita la alegría y esperanza, hasta hacernos sentir invisibles al resto del mundo.
También en el libro Ana Coto, a través de su alter ego literario Eleancot, nos habla de que no hay que dejarse guiar por las apariencias. Que lo creemos que es una cosa, acaba por convertirse en otra distinta. Para juzgar a una persona hay que conocerla primero, así una vez que se ha hablado con ella ya podemos construir nuestro propio juicio sobre ella. Algo que se puede aplicar a Lucas, cuya apariencia tosca chocará en un principio a nuestros amigos, para más tarde ver que se trata de un gran amigo y aliado.
Es Eleancot la que narra dos cuentos dentro del libro, los cuales serán de gran importancia y apoyo para la historia principal. Y es que estas narraciones irán ligadas a la trama del libro, y sirven como enlace a la misma. En especial la segunda, donde el enemigo principal hará acto de aparición y con su historia, los protagonistas aprenderán como derrotar a tan temible adversario.
Si ya en la primera parte la autora creó al personaje de Culitrón, ahora se saca de la manga a tres personajes adorables, tres bolitas de pelo con los nombres de Pin, Pan y Pun. Huelga decir que el aspecto que les ha dado el dibujante son muy bonitos, y dan ganas de adoptarlos y tener tus propios Pin, Pan y Pun. Al leer este tipo de volúmenes mi niño interior vuelve a la superficie y querer achuchar a estas bonitas bolas de pelo, a pesar de contar con una edad para leer lecturas destinadas al público infantil. Pero en esto radica el encanto de esta saga, que los adultos pueden también leerla y disfrutar de la misma.
Pero si las palabras de la autora son muy buenas, no lo son menos las ilustraciones llevadas a cabo por Kike Alapont. Una vez más el dibujante consigue transformar en imágenes parte de las palabras creadas por la autora. De esta forma podemos ver como son las bolitas de pelo antes mencionada, o vislumbrar el verdadero aspecto del adversario a derrotar por nuestros protagonistas.
Para dar vida a las imágenes el ilustrador se vale de dibujos con estética de dibujo manga, y de la utilización de vivos colores, aunque en un par de ocasiones prescinda de los mismos para ofrecernos un par de dibujos que, a pesar de estar destinados al público infantil, consigan dar miedo. No por mostrar violencia o sangre, sino por lo que los mismos sugieren.
El final del libro, que por supuesto no voy a desvelar, lo deja abierto para futuras continuaciones. Sobre todo teniendo en cuenta que aquí quedan un par de cabos sueltos sin resolver, que espero se resuelvan en una más que posible tercera entrega. Si mantiene el nivel mostrado hasta ahora, ya que esta segunda parte llegó a gustarme más que la primera y rompiendo el famoso dicho que hay que empezar a desterrar de que "segundas partes nunca fueron buenas" ya sea en cine o literatura, será más que bienvenida.
Con este nuevo libro la editorial Palabras de agua demuestra su diversidad a la hora de ofrecer variedad de libros, ya sean destinados al público infantil, adulto o juvenil. Ya que en la variedad está el gusto como se suele decir. Y es que además abarca también la fantasía, la poesía o ensayos. De todo y para todos.
Si os gustó la primera parte, no lo dudéis y haceros con la segunda. Seguro que nos arrepentiréis.
Escrito de nuevo por Ana Coto Fernández e ilustrado por Kike Alapont, la secuela arranca con el inicio del nuevo curso en donde nos volveremos a encontrar con Alex, Gonzalo, Cristina, Estrella y Marco, el club de los kakamonstruos a quienes ahora se incorporan dos nuevos compañeros, Vampi, antigua amiga de Estrella, y Lucas. Juntos tendrán que resolver el misterio que se esconde tras la inquietante figura de Mr. Bully.
Tras su buena experiencia y colaboración en el club de los kakamonstruos y superhéroes high school los autores vuelven a unir sus fuerzas, creatividad y talento para traernos la segunda parte de una aventura que, hasta ahora, no ha parado de dar alegrías a ambos. En esta ocasión el tema sobre el acoso escolar queda en un segundo plano, a pesar de que haga su aparición en un par de instantes a lo largo de la trama, y la escritora ha preferido centrarse en el valor de la amistad y de la importancia de tener amigos, como hará Alex en el decisivo final.
Tal y como he expresado en el párrafo anterior, aquí la escritora basa el libro en la amistad y de la importancia de tener amigos, además de familia por supuesto, para que nos ayuden a superar las diversas dificultades que nos encontramos en nuestra vida. Y es que éstos siempre van a estar ahí, dispuestos a ayudar y hacernos sentir que no estamos solos, aunque a veces como le pasa a Estrella, nos de por pensar eso por la intromisión de otras personas.
Y es que aquí Estrella se erige como la protagonista de una trama que nos habla de los malos pensamientos y miedos que todos tenemos. La niebla verde, de gran importancia en el devenir de los acontecimientos, se puede interpretar como la presencia física de todo lo que nos asusta. La misma nos envuelve, nos quita la luz que hay dentro de todos nosotros y nos quita la alegría y esperanza, hasta hacernos sentir invisibles al resto del mundo.
También en el libro Ana Coto, a través de su alter ego literario Eleancot, nos habla de que no hay que dejarse guiar por las apariencias. Que lo creemos que es una cosa, acaba por convertirse en otra distinta. Para juzgar a una persona hay que conocerla primero, así una vez que se ha hablado con ella ya podemos construir nuestro propio juicio sobre ella. Algo que se puede aplicar a Lucas, cuya apariencia tosca chocará en un principio a nuestros amigos, para más tarde ver que se trata de un gran amigo y aliado.
Es Eleancot la que narra dos cuentos dentro del libro, los cuales serán de gran importancia y apoyo para la historia principal. Y es que estas narraciones irán ligadas a la trama del libro, y sirven como enlace a la misma. En especial la segunda, donde el enemigo principal hará acto de aparición y con su historia, los protagonistas aprenderán como derrotar a tan temible adversario.
Si ya en la primera parte la autora creó al personaje de Culitrón, ahora se saca de la manga a tres personajes adorables, tres bolitas de pelo con los nombres de Pin, Pan y Pun. Huelga decir que el aspecto que les ha dado el dibujante son muy bonitos, y dan ganas de adoptarlos y tener tus propios Pin, Pan y Pun. Al leer este tipo de volúmenes mi niño interior vuelve a la superficie y querer achuchar a estas bonitas bolas de pelo, a pesar de contar con una edad para leer lecturas destinadas al público infantil. Pero en esto radica el encanto de esta saga, que los adultos pueden también leerla y disfrutar de la misma.
Pero si las palabras de la autora son muy buenas, no lo son menos las ilustraciones llevadas a cabo por Kike Alapont. Una vez más el dibujante consigue transformar en imágenes parte de las palabras creadas por la autora. De esta forma podemos ver como son las bolitas de pelo antes mencionada, o vislumbrar el verdadero aspecto del adversario a derrotar por nuestros protagonistas.
Para dar vida a las imágenes el ilustrador se vale de dibujos con estética de dibujo manga, y de la utilización de vivos colores, aunque en un par de ocasiones prescinda de los mismos para ofrecernos un par de dibujos que, a pesar de estar destinados al público infantil, consigan dar miedo. No por mostrar violencia o sangre, sino por lo que los mismos sugieren.
El final del libro, que por supuesto no voy a desvelar, lo deja abierto para futuras continuaciones. Sobre todo teniendo en cuenta que aquí quedan un par de cabos sueltos sin resolver, que espero se resuelvan en una más que posible tercera entrega. Si mantiene el nivel mostrado hasta ahora, ya que esta segunda parte llegó a gustarme más que la primera y rompiendo el famoso dicho que hay que empezar a desterrar de que "segundas partes nunca fueron buenas" ya sea en cine o literatura, será más que bienvenida.
Con este nuevo libro la editorial Palabras de agua demuestra su diversidad a la hora de ofrecer variedad de libros, ya sean destinados al público infantil, adulto o juvenil. Ya que en la variedad está el gusto como se suele decir. Y es que además abarca también la fantasía, la poesía o ensayos. De todo y para todos.
Si os gustó la primera parte, no lo dudéis y haceros con la segunda. Seguro que nos arrepentiréis.
sábado, 15 de diciembre de 2018
libro: Demons, la pesadilla retorna
En los años 90, la llegada de las televisiones privadas supuso el desembarco de unas cuantas series, como Caballeros del Zodíaco o Campeones, o programas, como La Ruleta de la fortuna, que hoy todavía se recuerdan. También había espacio para emisiones dedicadas a un tipo de género determinado, de esta forma el programa Noche de lobos emitido por Antena 3, emitió un buen número de cintas para los aficionados al terror. Una de las películas que programó fue Demons, film mítico dirigido por Lamberto Bava, hijo del realizador Mario Bava, y que causó un gran impacto en el autor del ensayo que hoy se analiza, él cual pertenece a la editorial Applehead bajo el sello Noche de lobos, en modo de homenaje al programa antes citado.
Escrito por Pedro José Tena y con un prólogo a cargo de Luigi Cozzi, famoso director y guionista italiano en cuyos títulos encontramos Cuatro moscas sobre terciopelo gris o Starcrash, choque de estrellas, el libro supone un completo y ameno ensayo acerca del film dirigido por Bava. A través de sus páginas, los lectores no solo podrán conocer más acerca de esta cinta mediante entrevistas a algunos de sus responsables ya sea delante o detrás de las cámaras, sino que también conocerán de primera mano lo que la película significa para el autor.
Este libro no solo supone una buena ocasión para acercarse a una cinta que, si bien no pasará a la historia del cine como una gran producción de terror, si que tiene la condición de título de culto y cuenta con una buena legión de fans entre quienes me incluyo. Precisamente fue gracias al programa antes citado que pude descubrir Demons, y desde que la vi me gustó. No solo por su interesante planteamiento, sino por poseer diversas secuencias y momentos los cuales han quedado grabados en mi memoria de cinéfilo.
Dentro del volumen, dividido en un prólogo, una introducción, siete capítulos y entrevistas a los responsables antes citados entre los que se encuentran Lamberto Bava, el responsable de efectos especiales Sergio Stivalleti, actores como Urbano Barberini, nuestra Fabiola Toledo o el gran Bobby Rhodes, y el compositor de la primera parte de la saga Claudio Simonetti, los lectores conocerán más acerca de los detalles y anécdotas que rodearon a ambas producciones. Y de los recuerdos que los que participaron en las dos partes tienen de las mismas.
Dentro del apartado de entrevistas, se echa de menos las de dos de los participes del éxito de las mismas. Por un lado la del productor Dario Argento, por el otro la del realizador Michele Soavi, que participó como actor y que, de forma posterior, acabaría dirigiendo la que, se suponía, sería la tercera parte de Demons, la fallida El engendro del diablo. A pesar de los intentos por parte del autor de contactar con ambos, los resultados no fueron satisfactorios. Sin duda hubiera sido bastante interesante el conocer sus opiniones, así como de la protagonista principal de Demons Natasha Hovey. Pese a ello, el resto de los entrevistados consiguen que, la falta de estas personas, se supla con creces y los aficionados a estas cintas conozcan de primera mano la opinión de quienes participaron en ellas.
Es precisamente por las entrevistas a los arriba citados, además de otros que he dejado fuera, lo que hace que el libro gane enteros y recomiende su compra. Y es que la labor llevada a cabo por el autor ha sido ardua, no solo a la hora de localizar a sus responsables, sino también a la hora de que accedieran a ser entrevistados. Pero sin duda el esfuerzo ha merecido la pena, y desde aquí no me queda sino darle mi más sincera enhorabuena.
El autor ofrece dos caras dentro del libro. Por un lado la del fan de ambas cintas, aquí es donde se deja guiar más por lo que ambas producciones significaron para él y así se acerca más a los lectores del libro. Por otro tenemos la faceta más crítica y seria, en la que analiza las cualidades y defectos de ambas películas. De esta forma, ambas facetas se complementan lo que sin duda favorece a la lectura del presente volumen.
Además el libro se encuentra profusamente ilustrado, no solo con diversas fotografías y carteles de ambas producciones, así como de sus responsables, sino también de las continuaciones no oficiales de la misma. En este aspecto hay que agradecer que el autor nos ofrezca una breve sinopsis y la opinión de las mismas.
Cuando uno lee un libro de cine, al menos en mi caso, le entran ganas de revisar o descubrir las producciones de las que se hablan en sus páginas. Eso es lo que me ocurrió una vez acabé la lectura de este ensayo. El de volver a ver la cinta que hacía tiempo que no veía. Y esta vez la pude disfrutar más, no solo porque es una película que me encanta, sino también porque gracias a este libro pude apreciar algunos detalles que se comentan en el mismo.
Con este nuevo libro la editorial Applehead vuelve a dar muestras de su buen olfato, a la hora de ofrecer a los aficionados al cine que crecieron en la época de los videoclubs la oportunidad de conocer más detalles acerca de las producciones con las que crecieron y aprendieron a descubrir el mundo del cine.
Escrito por Pedro José Tena y con un prólogo a cargo de Luigi Cozzi, famoso director y guionista italiano en cuyos títulos encontramos Cuatro moscas sobre terciopelo gris o Starcrash, choque de estrellas, el libro supone un completo y ameno ensayo acerca del film dirigido por Bava. A través de sus páginas, los lectores no solo podrán conocer más acerca de esta cinta mediante entrevistas a algunos de sus responsables ya sea delante o detrás de las cámaras, sino que también conocerán de primera mano lo que la película significa para el autor.
Este libro no solo supone una buena ocasión para acercarse a una cinta que, si bien no pasará a la historia del cine como una gran producción de terror, si que tiene la condición de título de culto y cuenta con una buena legión de fans entre quienes me incluyo. Precisamente fue gracias al programa antes citado que pude descubrir Demons, y desde que la vi me gustó. No solo por su interesante planteamiento, sino por poseer diversas secuencias y momentos los cuales han quedado grabados en mi memoria de cinéfilo.
Dentro del volumen, dividido en un prólogo, una introducción, siete capítulos y entrevistas a los responsables antes citados entre los que se encuentran Lamberto Bava, el responsable de efectos especiales Sergio Stivalleti, actores como Urbano Barberini, nuestra Fabiola Toledo o el gran Bobby Rhodes, y el compositor de la primera parte de la saga Claudio Simonetti, los lectores conocerán más acerca de los detalles y anécdotas que rodearon a ambas producciones. Y de los recuerdos que los que participaron en las dos partes tienen de las mismas.
Dentro del apartado de entrevistas, se echa de menos las de dos de los participes del éxito de las mismas. Por un lado la del productor Dario Argento, por el otro la del realizador Michele Soavi, que participó como actor y que, de forma posterior, acabaría dirigiendo la que, se suponía, sería la tercera parte de Demons, la fallida El engendro del diablo. A pesar de los intentos por parte del autor de contactar con ambos, los resultados no fueron satisfactorios. Sin duda hubiera sido bastante interesante el conocer sus opiniones, así como de la protagonista principal de Demons Natasha Hovey. Pese a ello, el resto de los entrevistados consiguen que, la falta de estas personas, se supla con creces y los aficionados a estas cintas conozcan de primera mano la opinión de quienes participaron en ellas.
Es precisamente por las entrevistas a los arriba citados, además de otros que he dejado fuera, lo que hace que el libro gane enteros y recomiende su compra. Y es que la labor llevada a cabo por el autor ha sido ardua, no solo a la hora de localizar a sus responsables, sino también a la hora de que accedieran a ser entrevistados. Pero sin duda el esfuerzo ha merecido la pena, y desde aquí no me queda sino darle mi más sincera enhorabuena.
El autor ofrece dos caras dentro del libro. Por un lado la del fan de ambas cintas, aquí es donde se deja guiar más por lo que ambas producciones significaron para él y así se acerca más a los lectores del libro. Por otro tenemos la faceta más crítica y seria, en la que analiza las cualidades y defectos de ambas películas. De esta forma, ambas facetas se complementan lo que sin duda favorece a la lectura del presente volumen.
Además el libro se encuentra profusamente ilustrado, no solo con diversas fotografías y carteles de ambas producciones, así como de sus responsables, sino también de las continuaciones no oficiales de la misma. En este aspecto hay que agradecer que el autor nos ofrezca una breve sinopsis y la opinión de las mismas.
Cuando uno lee un libro de cine, al menos en mi caso, le entran ganas de revisar o descubrir las producciones de las que se hablan en sus páginas. Eso es lo que me ocurrió una vez acabé la lectura de este ensayo. El de volver a ver la cinta que hacía tiempo que no veía. Y esta vez la pude disfrutar más, no solo porque es una película que me encanta, sino también porque gracias a este libro pude apreciar algunos detalles que se comentan en el mismo.
Con este nuevo libro la editorial Applehead vuelve a dar muestras de su buen olfato, a la hora de ofrecer a los aficionados al cine que crecieron en la época de los videoclubs la oportunidad de conocer más detalles acerca de las producciones con las que crecieron y aprendieron a descubrir el mundo del cine.
jueves, 13 de diciembre de 2018
libro: Al final del bosque
Ah el bosque, lugar donde se desarrollan bonitas escenas bucólicas, espacio donde tienen cabida pasajes románticos, donde uno puede encontrarse bonitos animales para fotografiarlos o cazarlos, y también buscar setas. Pero también donde se desarrollan ambientes de pesadilla y de terror, tal y como ocurre en varias cintas y libros de terror, como el de la entrada de hoy escrito por uno de los autores que está viviendo una época dulce en lo que a publicar horror se refiere. Así pues viajemos a Estados Unidos para ver que nuevas maldades ha pensado para sus protagonistas.
Escrito por Tony Jiménez, con prólogo a cargo de Emilio López, un postfacio a cargo de Tamara López y unas increíbles ilustraciones interiores obra de Juan Alberto Hernández, que se ocupa también de la portada, la obra nos cuenta como los Emerson, padre e hijo, acuden a la que fue localidad de su progenitor Bluefield en Virginia Occidental, para un fin de semana de caza con un antiguo amigo del progenitor junto con dos conocidos más. Pero lo que se suponía una jornada tranquila, no tardará en volverse una pesadilla a medida que se internen en el bosque, donde nada es lo que parece.
Una vez más el autor vuelve al género de terror, donde se ha desarrollado su carrera literaria, para ofrecer a los lectores una obra en la que los sucesos se van desarrollando poco a poco, así como la violencia y la sangre, para ir preparando a los leyentes ante lo que está por venir. Mientras tanto nos va presentando a los personajes, y vamos conociendo las motivaciones y las relaciones que tuvieron en el pasado.
En ese aspecto tanto Douglas Emerson, el protagonista, así como Joseph Garland, el amigo que propone el fin de semana de casa, son los personajes que están mejor construidos y desarrollados a lo largo de la novela. A medida que avanza la acción, el autor introduce pequeños flashbacks en los que conocemos como se conocieron ambos personajes y como su relación fue cambiando a lo largo de los años, en un suceso que hizo que su amistad se viera puesta a prueba y que perdieran el contacto hasta que se reencuentran en este fin de semana.
Los otros personajes no están tan bien desarrollados, y se limitan a ser meros comparsas de los dos protagonistas principales. El autor nos da un par de pinceladas acerca de ellos, lo justo para conocer lo suficiente sobre los mismos y hacer que llegamos a tenerles cierto aprecio. Aún así su papel será relevante en el devenir de los acontecimientos, sobre todo en el tercio final de la obra. Donde el autor pisa el acelerador a fondo, y pone toda la carne en el asador para ofrecernos un espectáculo de violencia, sangre y locura que hará las delicias de los aficionados al terror..
A estas alturas, no descubro nada a los seguidores del escritor de su aprecio no solo a Stephen King, autor al que rinde homenaje de manera más o menos constante a lo largo de su carrera literaria, sino también a otros novelistas como Clive Barker o Lovecraft, aquí más presente que nunca sobre todo en los instantes finales. Donde las criaturas que aparecen, parecen salidas de la imaginación del oriundo de Providence.
Pero no solamente hay guiños u homenajes a los escritores arriba citados, sino también al mundo del comic, con el personaje de un militar llamado Adrian Chase como el protagonista del comic de DC Vigilante, los videojuegos, esa misteriosa niebla a la que se hace referencia en un momento determinado de la acción y que es la puerta a otro mundo tal y como ocurría en Silent Hill, o el cine. Y es que no resulta complicado ver como el lugar donde se desarrolla la acción, guarda no pocas similitudes con cintas como La cabaña en el bosque o Posesión infernal. Lugares en apariencia tranquilos, pero que albergan en su interior verdaderos horrores capaces de acabar con la cordura de cualquiera que se atreva a introducirse en sus dominios.
A medida que se desarrolla la trama, el autor va dando pequeñas pistas de lo que está ocurriendo en el lugar, como de lo que ocurrió entre los dos protagonistas principales, y de lo que puede acabar pasando como finalmente ocurre. Es en los instantes finales donde el autor da rienda suelta a su lado más salvaje, y nos ofrece no pocos instantes cargados de hemoglobina y violencia. Aquí nos demuestra que nadie está a salvo de sus instintos asesinos. Tal vez esto haga soltar algún que otro improperio al ver ciertas muertes, tanto por lo inesperado por como se cometen, pero esto es algo que caracteriza a este autor.
Las ilustraciones que acompañan a la obra son, tal y como he dicho hace unos párrafos, simplemente impresionantes. Y ayudan a los lectores a visualizar mejor el aspecto de algunas de las criaturas que se han descrito de forma anterior. Al ver los dibujos, no pude evitar acordarme de las portadas de Historias de la cripta o de los falsos comics de Creepshow, a los que el ilustrador rinde su particular homenaje a la hora de crear estor retratos de horror.
En cuanto al prólogo y postfacio son el perfecto acompañamiento a la obra, y tanto el uno como el otro sirven para preparar al lector ante lo que está por venir, como de los diferentes campos en los que el bosque ha formado parte de la obra, ya sea cinematográfica o no.
Un libro ideal para esta época del año, ya sea para regalar o autoregalarse y que supone una autentica gozada para los aficionados al terror.
Escrito por Tony Jiménez, con prólogo a cargo de Emilio López, un postfacio a cargo de Tamara López y unas increíbles ilustraciones interiores obra de Juan Alberto Hernández, que se ocupa también de la portada, la obra nos cuenta como los Emerson, padre e hijo, acuden a la que fue localidad de su progenitor Bluefield en Virginia Occidental, para un fin de semana de caza con un antiguo amigo del progenitor junto con dos conocidos más. Pero lo que se suponía una jornada tranquila, no tardará en volverse una pesadilla a medida que se internen en el bosque, donde nada es lo que parece.
Una vez más el autor vuelve al género de terror, donde se ha desarrollado su carrera literaria, para ofrecer a los lectores una obra en la que los sucesos se van desarrollando poco a poco, así como la violencia y la sangre, para ir preparando a los leyentes ante lo que está por venir. Mientras tanto nos va presentando a los personajes, y vamos conociendo las motivaciones y las relaciones que tuvieron en el pasado.
En ese aspecto tanto Douglas Emerson, el protagonista, así como Joseph Garland, el amigo que propone el fin de semana de casa, son los personajes que están mejor construidos y desarrollados a lo largo de la novela. A medida que avanza la acción, el autor introduce pequeños flashbacks en los que conocemos como se conocieron ambos personajes y como su relación fue cambiando a lo largo de los años, en un suceso que hizo que su amistad se viera puesta a prueba y que perdieran el contacto hasta que se reencuentran en este fin de semana.
Los otros personajes no están tan bien desarrollados, y se limitan a ser meros comparsas de los dos protagonistas principales. El autor nos da un par de pinceladas acerca de ellos, lo justo para conocer lo suficiente sobre los mismos y hacer que llegamos a tenerles cierto aprecio. Aún así su papel será relevante en el devenir de los acontecimientos, sobre todo en el tercio final de la obra. Donde el autor pisa el acelerador a fondo, y pone toda la carne en el asador para ofrecernos un espectáculo de violencia, sangre y locura que hará las delicias de los aficionados al terror..
A estas alturas, no descubro nada a los seguidores del escritor de su aprecio no solo a Stephen King, autor al que rinde homenaje de manera más o menos constante a lo largo de su carrera literaria, sino también a otros novelistas como Clive Barker o Lovecraft, aquí más presente que nunca sobre todo en los instantes finales. Donde las criaturas que aparecen, parecen salidas de la imaginación del oriundo de Providence.
Pero no solamente hay guiños u homenajes a los escritores arriba citados, sino también al mundo del comic, con el personaje de un militar llamado Adrian Chase como el protagonista del comic de DC Vigilante, los videojuegos, esa misteriosa niebla a la que se hace referencia en un momento determinado de la acción y que es la puerta a otro mundo tal y como ocurría en Silent Hill, o el cine. Y es que no resulta complicado ver como el lugar donde se desarrolla la acción, guarda no pocas similitudes con cintas como La cabaña en el bosque o Posesión infernal. Lugares en apariencia tranquilos, pero que albergan en su interior verdaderos horrores capaces de acabar con la cordura de cualquiera que se atreva a introducirse en sus dominios.
A medida que se desarrolla la trama, el autor va dando pequeñas pistas de lo que está ocurriendo en el lugar, como de lo que ocurrió entre los dos protagonistas principales, y de lo que puede acabar pasando como finalmente ocurre. Es en los instantes finales donde el autor da rienda suelta a su lado más salvaje, y nos ofrece no pocos instantes cargados de hemoglobina y violencia. Aquí nos demuestra que nadie está a salvo de sus instintos asesinos. Tal vez esto haga soltar algún que otro improperio al ver ciertas muertes, tanto por lo inesperado por como se cometen, pero esto es algo que caracteriza a este autor.
Las ilustraciones que acompañan a la obra son, tal y como he dicho hace unos párrafos, simplemente impresionantes. Y ayudan a los lectores a visualizar mejor el aspecto de algunas de las criaturas que se han descrito de forma anterior. Al ver los dibujos, no pude evitar acordarme de las portadas de Historias de la cripta o de los falsos comics de Creepshow, a los que el ilustrador rinde su particular homenaje a la hora de crear estor retratos de horror.
En cuanto al prólogo y postfacio son el perfecto acompañamiento a la obra, y tanto el uno como el otro sirven para preparar al lector ante lo que está por venir, como de los diferentes campos en los que el bosque ha formado parte de la obra, ya sea cinematográfica o no.
Un libro ideal para esta época del año, ya sea para regalar o autoregalarse y que supone una autentica gozada para los aficionados al terror.
lunes, 10 de diciembre de 2018
libro: El caballero del viento
Siempre es un placer leer relatos de autores que uno viene siguiendo. En estas historias cortas, los escritores han de condensar lo máximo posible la idea que les ronda en la cabeza y darle forma en una extensión breve de páginas a una historia concreta. En el caso de la entrada de hoy, son 16 cuentos breves los que conforman el presente libro, cuyo tono varía del drama a la comedia. Así pues veamos que nos depara este volumen.
Escritos por Alberto Caliani, el presente volumen supone una recopilación de relatos que el autor ceutí ha ido escribiendo desde que debutase en 2013. Como es norma habitual en el blog haré un pequeño resumen de cada uno de los relatos, y expresaré mi opinión acerca de los mismos:
- El taxista del infierno: un hombre realiza una llamada al taxista del infierno, para que le consiga una cierta cantidad de droga. Pero nada es lo que parece. Con este relato duro da comienzo la presente antología, con un relato que se va recrudeciendo a medida que se acerca a su final. Una historia breve pero dura, en el que el autor ceutí da muestras que con pocas páginas también es capaz de crear una historia en el que la violencia hace acto de presencia en las últimas páginas.
- La peor cena de mi vida: escrito en primera persona, el narrador nos cuenta su experiencia en Londres como estudiante y lo que ocurrió cuando pidió para cenar una tortilla de patatas. Con este relato el autor ceutí nos dibuja una sonrisa en la cara, y sirve para que haga gala de su peculiar sentido del humor y mala baba. Una historia bastante divertida, sobre todo cuando se revela a los lectores el particular método de la madre inglesa a la hora de cocinar un plato tan español.
- El caballero del viento: de nuevo escrito en primera persona, y que tiene lugar a lo largo de varios años, el narrador Fred nos cuenta su relación de amistad con el piloto alemán Peter a quien conoce siendo adolescente, y quien le hará descubrir su pasión y talento a la hora de volar. Historia muy bonita y con un final sorprendente. Aquí sorprende ver la faceta más tierna del autor, pero no será la primera vez que deja ver a los lectores esta cara capaz de emocionar. Puesto que en otros relatos también será capaz de conseguirlo, e incluso conseguir que se nos ponga un nudo en la garganta.
- La tiza de Samuel Zimmermann: ambientado en la segunda guerra mundial, pocas páginas le bastan al autor para conseguir emocionar a los lectores en un relato que recuerda, a pesar de su crudeza, a La vida es bella. Sobre todo en el tratamiento que hace de los campos de concentración, y del trato que allí recibieron los judíos. Relato duro pero que a pesar de su crudo final emociona y hace dulce un final que es bastante crudo y amargo.
- Recordando al héroe: a la residencia de Santa Hermenegilda llega Luis Ribalta para asistir al funeral de su amigo Tonio. Allí le contará a Jesús, el jefe de celadores, la historia de amistad entre ambos hombres. De nuevo el autor ceutí consigue emocionar con un relato que supone un canto a la amistad, entre dos personas tan diferentes como son Luis y Tonio. Un relato que vuelve a conseguir emocionarnos y vuelve a mostrar la faceta más tierna del autor ceutí.
- Una mala idea: a veces el querer sorprender a tu pareja y querer ser romántico puede traer funestas consecuencias, tal y como podrá comprobar el protagonista de este divertido relato. Después de tres relatos cuyo objetivo era emocionar, se agradece que el autor brinde un pequeño respiro a los lectores ofreciéndoles un relato con mucha mala baba, y que seguro conseguirá arrancar un par de carcajadas en su parte final.
- Morir cada día: tras perder a su anciano padre, una hija se hace cargo del cuidado de su madre enferma de Alzheimer. Relato muy duro, en el que autor presenta a los lectores la cara más cruda de esta enfermedad degenerativa, y como han de hacerla frente las personas que conviven con ellas. Me resultó bastante triste el ver como la hija ha de contar a su madre una y otra vez que su marido ha muerto, para volver a hacer lo mismo al día siguiente ya que no se acuerda de que se lo han contado y pasar de nuevo por la experiencia de derramar lagrimas por el ser querido que ha muerto.
. El síndrome de Ana Rosa: una mujer madura le expresa a su pareja sus deseos de quedarse embarazada, a pesar de las reticencias del hombre. Para ello acudirá a una clínica de fertilidad, pero a veces no explicarse bien puede traer divertidas consecuencias tal y como podrá comprobar nuestro protagonista. De nuevo el autor vuelve a conseguir dibujar una sonrisa en el rostro de los lectores, con una historia no exenta de mala leche y de cierta crítica a la telebasura.
- Jugada maestra del destino: un matrimonio anciano acude a una entrega de premios en la que interviene su hijo. Mediante un flashback, el hombre recuerda como por azares del destino conoció a la que es hoy su esposa. Bonito relato que nos cuenta como a veces el destino parece colocar a las personas, en un momento y lugar determinado para que su vida cambie. Historia sencilla y con un final que, esperemos, se haga realidad algún día.
- El beso más largo que jamás he dado: de nuevo escrito en primera persona, el narrador, un asesino a sueldo, nos cuenta como quiere abandonar su profesión. Tal vez en su última misión su sueño se haga realidad e incluso sea capaz de conocer el amor. Uno de los relatos que más me gustó, tal vez por el aprecio que le tengo al thriller y a las cintas con sicarios como protagonistas, y que recuerda a The Mechanic, ya sea el original con Charles Bronson o el remake con Jason Statham, en el golpe que tiene lugar a mitad del relato. Un buen ejemplo de literatura noir, la cual espero que el autor vuelva a retomar ya que tiene buen ritmo y no se le da nada mal.
- Mi abuelo: relato con tintes autobiográficos en donde el autor ceutí nos revela como fue el encarcelamiento de su abuelo durante la Guerra Civil en Ceuta. Sin duda el relato que más me gustó de la presente antología, una historia muy bonita y tierna y en donde Caliani revela a los lectores una historia de su infancia, y que le narraron tanto su madre como su tía. Aquí el autor no carga las tintas acerca de los bandos ni se posiciona, su postura es neutral y hace ver que en ambos bandos se cometían atrocidades, pero no todos eran tan malos y eran capaces de dejar de lado sus diferencias para apoyar a aquellos que eran amigos antes de que el conflicto estallase.
- Pánico en el cajero: un joven se dispone a sacar dinero, pero delante suyo hay una viejecita que pondrá a prueba su paciencia. Una vez más el autor deja salir su faceta más gamberra y con mala baba, para ofrecer a los lectores una historia que todos, en alguna u otra ocasión, hemos sufrido a la hora de retirar efectivo en el banco y más cuando andamos con prisa. Una historia que nos mantiene con una sonrisa permanente en el rostro, y que no nos abandona en ningún momento.
- La dama del estrecho: dos marineros trabarán amistad en Ceuta, la cual se volverá más estrecha cuando la tragedia golpee a uno de ellos. En un volumen que se ha caracterizado hasta entonces por el tono realista de la mayoría de los relatos, sorprende e incluso gusta ver como la magia y la fantasía hacen acto de presencia en una historia en el que el amor y la amistad van de la mano. De nuevo, el autor vuelve a conseguir emocionar a los lectores con un cuento en el que los sentimientos y la fraternidad se mostrarán en los instantes finales.
- El precio de la cobardía: escrito en primera persona, la narradora nos cuenta como hace tres años no tuvo valor para hacer una llamada o ayudar a su vecina Inés, y las consecuencias que se derivaron de ello. Relato que asusta debido a la realidad en la que está basado, y que no para de aparecer en las noticias. Una historia muy dura y cruda acerca de los malos tratos que sufren las mujeres, y de como buscan escapar de los mismos, ya que lo único que les separa de seguir sufriéndolos es una simple llamada. Puesto que ya cuentan con el apoyo de sus familiares y amigos que conocen la situación por la que están atravesando.
- Demasiado viejo para esto: ambientado en el futuro, un hombre acude a ver a su nieto recién nacido mientras que rememora los avances que ha sufrido esta sociedad futura, la cual permite vivir más tiempo mediante componentes robóticos. Interesante relato que plantea a los lectores, si los avances en algunos campos de la ciencia no puede suponer un paso atrás en según que situaciones. Una historia de ciencia ficción en la que el autor nos presenta una sociedad en apariencia feliz, tal y como nos cuenta el protagonista principal de la obra.
- La última navidad de Todd Banning: tras una guerra, un anciano enfermo hará todo lo posible para proteger a su nieto de una sociedad que se ha vuelto salvaje. Una historia en donde los buenos sentimientos y la ilusión están presentes a lo largo de sus páginas. Un relato que a pesar de presentar un futuro nada halagüeño, es capaz de ser lo suficientemente esperanzador tal y como se puede ver en los instantes finales.
Muy interesante recopilación de relatos y que, salvo los ejemplos citados, tiene un carácter bastante realista y da muestra del talento del escritor a la hora de alejarse del campo del género de aventuras y terror, en donde ha transcurrido hasta ahora su carrera literaria. Con estas historias el autor nos ofrece ejemplos de su versatilidad a la hora de contar a los lectores historias sin apenas sangre o violencia.
Con esta antología la editorial Palabras de agua vuelve a dar en la diana, a la hora de ofrecer a los lectores una colección de notables relatos y que nos muestran la faceta más tierna del autor ceutí, la cual me sorprendió. Ya que si bien conocía su faceta más guasona y gamberra, no supuse que sería capaz de emocionarme como hizo con algunas de las historias que aquí se han reseñado.
Si os gustan los relatos alejados de la fantasía y del terror, o si bien habéis seguido al autor en su periplo como escritor, no lo dudéis y haceros con el libro.
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Escritos por Alberto Caliani, el presente volumen supone una recopilación de relatos que el autor ceutí ha ido escribiendo desde que debutase en 2013. Como es norma habitual en el blog haré un pequeño resumen de cada uno de los relatos, y expresaré mi opinión acerca de los mismos:
- El taxista del infierno: un hombre realiza una llamada al taxista del infierno, para que le consiga una cierta cantidad de droga. Pero nada es lo que parece. Con este relato duro da comienzo la presente antología, con un relato que se va recrudeciendo a medida que se acerca a su final. Una historia breve pero dura, en el que el autor ceutí da muestras que con pocas páginas también es capaz de crear una historia en el que la violencia hace acto de presencia en las últimas páginas.
- La peor cena de mi vida: escrito en primera persona, el narrador nos cuenta su experiencia en Londres como estudiante y lo que ocurrió cuando pidió para cenar una tortilla de patatas. Con este relato el autor ceutí nos dibuja una sonrisa en la cara, y sirve para que haga gala de su peculiar sentido del humor y mala baba. Una historia bastante divertida, sobre todo cuando se revela a los lectores el particular método de la madre inglesa a la hora de cocinar un plato tan español.
- El caballero del viento: de nuevo escrito en primera persona, y que tiene lugar a lo largo de varios años, el narrador Fred nos cuenta su relación de amistad con el piloto alemán Peter a quien conoce siendo adolescente, y quien le hará descubrir su pasión y talento a la hora de volar. Historia muy bonita y con un final sorprendente. Aquí sorprende ver la faceta más tierna del autor, pero no será la primera vez que deja ver a los lectores esta cara capaz de emocionar. Puesto que en otros relatos también será capaz de conseguirlo, e incluso conseguir que se nos ponga un nudo en la garganta.
- La tiza de Samuel Zimmermann: ambientado en la segunda guerra mundial, pocas páginas le bastan al autor para conseguir emocionar a los lectores en un relato que recuerda, a pesar de su crudeza, a La vida es bella. Sobre todo en el tratamiento que hace de los campos de concentración, y del trato que allí recibieron los judíos. Relato duro pero que a pesar de su crudo final emociona y hace dulce un final que es bastante crudo y amargo.
- Recordando al héroe: a la residencia de Santa Hermenegilda llega Luis Ribalta para asistir al funeral de su amigo Tonio. Allí le contará a Jesús, el jefe de celadores, la historia de amistad entre ambos hombres. De nuevo el autor ceutí consigue emocionar con un relato que supone un canto a la amistad, entre dos personas tan diferentes como son Luis y Tonio. Un relato que vuelve a conseguir emocionarnos y vuelve a mostrar la faceta más tierna del autor ceutí.
- Una mala idea: a veces el querer sorprender a tu pareja y querer ser romántico puede traer funestas consecuencias, tal y como podrá comprobar el protagonista de este divertido relato. Después de tres relatos cuyo objetivo era emocionar, se agradece que el autor brinde un pequeño respiro a los lectores ofreciéndoles un relato con mucha mala baba, y que seguro conseguirá arrancar un par de carcajadas en su parte final.
- Morir cada día: tras perder a su anciano padre, una hija se hace cargo del cuidado de su madre enferma de Alzheimer. Relato muy duro, en el que autor presenta a los lectores la cara más cruda de esta enfermedad degenerativa, y como han de hacerla frente las personas que conviven con ellas. Me resultó bastante triste el ver como la hija ha de contar a su madre una y otra vez que su marido ha muerto, para volver a hacer lo mismo al día siguiente ya que no se acuerda de que se lo han contado y pasar de nuevo por la experiencia de derramar lagrimas por el ser querido que ha muerto.
. El síndrome de Ana Rosa: una mujer madura le expresa a su pareja sus deseos de quedarse embarazada, a pesar de las reticencias del hombre. Para ello acudirá a una clínica de fertilidad, pero a veces no explicarse bien puede traer divertidas consecuencias tal y como podrá comprobar nuestro protagonista. De nuevo el autor vuelve a conseguir dibujar una sonrisa en el rostro de los lectores, con una historia no exenta de mala leche y de cierta crítica a la telebasura.
- Jugada maestra del destino: un matrimonio anciano acude a una entrega de premios en la que interviene su hijo. Mediante un flashback, el hombre recuerda como por azares del destino conoció a la que es hoy su esposa. Bonito relato que nos cuenta como a veces el destino parece colocar a las personas, en un momento y lugar determinado para que su vida cambie. Historia sencilla y con un final que, esperemos, se haga realidad algún día.
- El beso más largo que jamás he dado: de nuevo escrito en primera persona, el narrador, un asesino a sueldo, nos cuenta como quiere abandonar su profesión. Tal vez en su última misión su sueño se haga realidad e incluso sea capaz de conocer el amor. Uno de los relatos que más me gustó, tal vez por el aprecio que le tengo al thriller y a las cintas con sicarios como protagonistas, y que recuerda a The Mechanic, ya sea el original con Charles Bronson o el remake con Jason Statham, en el golpe que tiene lugar a mitad del relato. Un buen ejemplo de literatura noir, la cual espero que el autor vuelva a retomar ya que tiene buen ritmo y no se le da nada mal.
- Mi abuelo: relato con tintes autobiográficos en donde el autor ceutí nos revela como fue el encarcelamiento de su abuelo durante la Guerra Civil en Ceuta. Sin duda el relato que más me gustó de la presente antología, una historia muy bonita y tierna y en donde Caliani revela a los lectores una historia de su infancia, y que le narraron tanto su madre como su tía. Aquí el autor no carga las tintas acerca de los bandos ni se posiciona, su postura es neutral y hace ver que en ambos bandos se cometían atrocidades, pero no todos eran tan malos y eran capaces de dejar de lado sus diferencias para apoyar a aquellos que eran amigos antes de que el conflicto estallase.
- Pánico en el cajero: un joven se dispone a sacar dinero, pero delante suyo hay una viejecita que pondrá a prueba su paciencia. Una vez más el autor deja salir su faceta más gamberra y con mala baba, para ofrecer a los lectores una historia que todos, en alguna u otra ocasión, hemos sufrido a la hora de retirar efectivo en el banco y más cuando andamos con prisa. Una historia que nos mantiene con una sonrisa permanente en el rostro, y que no nos abandona en ningún momento.
- La dama del estrecho: dos marineros trabarán amistad en Ceuta, la cual se volverá más estrecha cuando la tragedia golpee a uno de ellos. En un volumen que se ha caracterizado hasta entonces por el tono realista de la mayoría de los relatos, sorprende e incluso gusta ver como la magia y la fantasía hacen acto de presencia en una historia en el que el amor y la amistad van de la mano. De nuevo, el autor vuelve a conseguir emocionar a los lectores con un cuento en el que los sentimientos y la fraternidad se mostrarán en los instantes finales.
- El precio de la cobardía: escrito en primera persona, la narradora nos cuenta como hace tres años no tuvo valor para hacer una llamada o ayudar a su vecina Inés, y las consecuencias que se derivaron de ello. Relato que asusta debido a la realidad en la que está basado, y que no para de aparecer en las noticias. Una historia muy dura y cruda acerca de los malos tratos que sufren las mujeres, y de como buscan escapar de los mismos, ya que lo único que les separa de seguir sufriéndolos es una simple llamada. Puesto que ya cuentan con el apoyo de sus familiares y amigos que conocen la situación por la que están atravesando.
- Demasiado viejo para esto: ambientado en el futuro, un hombre acude a ver a su nieto recién nacido mientras que rememora los avances que ha sufrido esta sociedad futura, la cual permite vivir más tiempo mediante componentes robóticos. Interesante relato que plantea a los lectores, si los avances en algunos campos de la ciencia no puede suponer un paso atrás en según que situaciones. Una historia de ciencia ficción en la que el autor nos presenta una sociedad en apariencia feliz, tal y como nos cuenta el protagonista principal de la obra.
- La última navidad de Todd Banning: tras una guerra, un anciano enfermo hará todo lo posible para proteger a su nieto de una sociedad que se ha vuelto salvaje. Una historia en donde los buenos sentimientos y la ilusión están presentes a lo largo de sus páginas. Un relato que a pesar de presentar un futuro nada halagüeño, es capaz de ser lo suficientemente esperanzador tal y como se puede ver en los instantes finales.
Muy interesante recopilación de relatos y que, salvo los ejemplos citados, tiene un carácter bastante realista y da muestra del talento del escritor a la hora de alejarse del campo del género de aventuras y terror, en donde ha transcurrido hasta ahora su carrera literaria. Con estas historias el autor nos ofrece ejemplos de su versatilidad a la hora de contar a los lectores historias sin apenas sangre o violencia.
Con esta antología la editorial Palabras de agua vuelve a dar en la diana, a la hora de ofrecer a los lectores una colección de notables relatos y que nos muestran la faceta más tierna del autor ceutí, la cual me sorprendió. Ya que si bien conocía su faceta más guasona y gamberra, no supuse que sería capaz de emocionarme como hizo con algunas de las historias que aquí se han reseñado.
Si os gustan los relatos alejados de la fantasía y del terror, o si bien habéis seguido al autor en su periplo como escritor, no lo dudéis y haceros con el libro.
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domingo, 2 de diciembre de 2018
libro: Casa de sombras
En estos días de frío no hay nada como quedarse en casa, y aprovechar las tardes para ponerse al día con aquellas películas, series o libros que teníamos pendientes. Es lo que ha ocurrido con la entrada de hoy, un libro de extensión breve y que se lee en un suspiro si sois ávidos lectores. Así pues viajemos a Darkgate City, una ciudad donde está lo peor de lo peor en cuanto a crímenes se refiere, pero que está a punto de presenciar un enfrentamiento definitivo entre las fuerzas del bien y del mal.
Escrito por Tony Jiménez, la trama nos sitúa en los años 40 en Darkgate City, una ciudad donde el crimen campa a sus anchas y presidida por la oscura mansión Dekreta, en donde cuatro jóvenes se internarán en busca de aventuras. Lejos están de imaginar que pasarán a formar parte del enfrentamiento definitivo entre un sádico asesino en serie, el vigilante que lo encerró y de los oscuros seres que viven entre las sombras de la casa.
Tal y como se puede ver en las líneas generales del argumento, no hay nada nuevo bajo el sol. Y ahí radica parte del encanto del libro. El autor visita lugares comunes utilizados en el terror, ya sea en literatura, series o libros, para llevarlos a su propio terreno introduciendo elementos de comic, no resulta complicado ver en el vigilante Dark una mezcla entre Batman, Constantine y La sombra y añadiendo ligeros toques u homenajes a otros grandes escritores del terror como Lovecraft o Barker.
Si hubiera una palabra para poder definir a este libro sería piloto. Y voy a explicarme del porque he decidido usar este vocablo. Según la forma en que está escrito, parece el piloto de una serie de televisión, puesto que parece el avance de una serie que está por venir. Ignoro si la intención del autor es seguir con futuras entregas ambientadas en Darkgate City con el vigilante Dark como protagonista, pero desde luego si decide hacer más será más que bienvenido.
Y es que el libro no decae en diversión en ningún momento, ya desde sus primeras páginas consigue engancharnos a la historia. Nos da la mano y no nos suelta hasta que hemos acabado la lectura, o paramos para tomarnos un pequeño respiro.
Al tratarse de una historia de terror donde la sangre y la violencia abundan, el escritor no se corta a la hora de mostrar y narrar a los lectores escenas desagradables, y hay unas cuantas a lo largo de sus páginas. Al estar ambientada en la década de los cuarenta, el autor se vale de parte de la inocencia que había en aquella época para ubicar las peripecias de los protagonistas y del asesino. Él cual no duda en asesinar a todo aquel que se pone por su camino, precisamente valiéndose de la buena fe de las personas tal y como ocurre con su primera victima cuando le conocemos por primera vez.
Si algo ha caracterizado la carrera del autor hasta la fecha, es la cantidad de referencias, guiños u homenajes, táchese lo que se prefiera, al terror y cine que ha ido mamando desde su más tierna infancia. Pero no solo a autores consagrados dentro del horror, sino también a series que hoy día son clásicos dentro del terreno del terror, ciencia ficción o fantasía. Así basta citar como ejemplos Sobrenatural o Buffy cazavampiros como los primeros ejemplos que el autor cita que le sirvieron de inspiración a la hora de crear la que es, hasta la fecha, su último trabajo publicado.
No se me olvide destacar las ilustraciones que acompañan a la obra, algunas libres de derechos pero otras creadas expresamente para la ocasión por Jorge J. Alonso, Marco Gómez Gómez y José Raúl Orte. Tanto unas como otras son el acompañamiento perfecto a la trama, y ayuda a visualizar mejor a los lectores partes de la misma.
Un libro en formato bolsilibro que hará las delicias de aquellos fanáticos del terror, o que simplemente quieran evadirse durante un par de horas y que disfruten de los textos de autores como King, Lovecraft, cuya sombra es bastante alargada sobre todo desde el instante en el que la acción se traslada a la casa, o Barker.
Escrito por Tony Jiménez, la trama nos sitúa en los años 40 en Darkgate City, una ciudad donde el crimen campa a sus anchas y presidida por la oscura mansión Dekreta, en donde cuatro jóvenes se internarán en busca de aventuras. Lejos están de imaginar que pasarán a formar parte del enfrentamiento definitivo entre un sádico asesino en serie, el vigilante que lo encerró y de los oscuros seres que viven entre las sombras de la casa.
Tal y como se puede ver en las líneas generales del argumento, no hay nada nuevo bajo el sol. Y ahí radica parte del encanto del libro. El autor visita lugares comunes utilizados en el terror, ya sea en literatura, series o libros, para llevarlos a su propio terreno introduciendo elementos de comic, no resulta complicado ver en el vigilante Dark una mezcla entre Batman, Constantine y La sombra y añadiendo ligeros toques u homenajes a otros grandes escritores del terror como Lovecraft o Barker.
Si hubiera una palabra para poder definir a este libro sería piloto. Y voy a explicarme del porque he decidido usar este vocablo. Según la forma en que está escrito, parece el piloto de una serie de televisión, puesto que parece el avance de una serie que está por venir. Ignoro si la intención del autor es seguir con futuras entregas ambientadas en Darkgate City con el vigilante Dark como protagonista, pero desde luego si decide hacer más será más que bienvenido.
Y es que el libro no decae en diversión en ningún momento, ya desde sus primeras páginas consigue engancharnos a la historia. Nos da la mano y no nos suelta hasta que hemos acabado la lectura, o paramos para tomarnos un pequeño respiro.
Al tratarse de una historia de terror donde la sangre y la violencia abundan, el escritor no se corta a la hora de mostrar y narrar a los lectores escenas desagradables, y hay unas cuantas a lo largo de sus páginas. Al estar ambientada en la década de los cuarenta, el autor se vale de parte de la inocencia que había en aquella época para ubicar las peripecias de los protagonistas y del asesino. Él cual no duda en asesinar a todo aquel que se pone por su camino, precisamente valiéndose de la buena fe de las personas tal y como ocurre con su primera victima cuando le conocemos por primera vez.
Si algo ha caracterizado la carrera del autor hasta la fecha, es la cantidad de referencias, guiños u homenajes, táchese lo que se prefiera, al terror y cine que ha ido mamando desde su más tierna infancia. Pero no solo a autores consagrados dentro del horror, sino también a series que hoy día son clásicos dentro del terreno del terror, ciencia ficción o fantasía. Así basta citar como ejemplos Sobrenatural o Buffy cazavampiros como los primeros ejemplos que el autor cita que le sirvieron de inspiración a la hora de crear la que es, hasta la fecha, su último trabajo publicado.
No se me olvide destacar las ilustraciones que acompañan a la obra, algunas libres de derechos pero otras creadas expresamente para la ocasión por Jorge J. Alonso, Marco Gómez Gómez y José Raúl Orte. Tanto unas como otras son el acompañamiento perfecto a la trama, y ayuda a visualizar mejor a los lectores partes de la misma.
Un libro en formato bolsilibro que hará las delicias de aquellos fanáticos del terror, o que simplemente quieran evadirse durante un par de horas y que disfruten de los textos de autores como King, Lovecraft, cuya sombra es bastante alargada sobre todo desde el instante en el que la acción se traslada a la casa, o Barker.
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