sábado, 26 de febrero de 2022

película: Uncharted

El mundo de los videojuegos está viviendo una edad de oro, por lo que no es de extrañar que Hollywood le eche el ojo a alguno de los más populares. Y la entrada de hoy fue un proyecto largamente acariciado hasta que, por fin, se ha hecho realidad. Un film entretenido, y que apenas concede un respiro a los espectadores. Bienvenidos a la aventura, bienvenidos al mundo de Nathan Drake.

Dirigida por Ruben Fleischer, realizador de Venom o Bienvenidos a Zombieland, y escrita por Rafe Judkins, Art Marcum y Matt Holloway la trama nos cuenta como tras la misteriosa desaparición de su hermano Sam, el joven Nathan Drake, Tom Holland, se embarcará en una aventura junto al cazatesoros Victor "Sully" Sullivan, Mark Wahlberg, para encontrar un gran tesoro. Para ello recorrerán el mundo en busca de pistas para conseguir su objetivo.

Muy entretenido film de aventuras que supone la puesta al día de las aventuras del arqueólogo más famoso del mundo. Pese a que conozco los videojuegos en los que se basa la película, no he jugado a ninguno de ellos, por lo que los guiños, que seguro que los hay, se me habrán pasado por alto. Por ello voy a dar mi opinión sobre la producción, y no sobre el original. Y la verdad es que, como entretenimiento, cumple de sobra. Nada que ver con la última, y aburrida, Tomb Raider de hace un par de años.

Como toda cinta de aventuras, y de búsqueda de un tesoro, cumple el ABC de este tipo de filmes: presentación de los personajes, búsqueda de pistas alrededor del mundo siendo perseguidos por los villanos, y posterior llegada al destino y enfrentamiento final contra los malosos. En este aspecto no es nada novedoso, pero el modo de contarlo resulta interesante. No inventa la Coca-Cola, ni lo pretende, ya que está casi todo dicho. Pero es como lo hace lo que resulte entretenido o no a los espectadores.

Tom Holland demuestra carisma, algo que ya hizo en la saga de Spider-man, y su química con Wahlberg es más que evidente. Ambos se complementan y se lo pasan en grande, mientras van de un lado a otro del globo en busca de pistas, visita a Barcelona incluida. Y eso es algo que consiguen transmitir a los espectadores, al menos en mi caso, ya que les gustaría estar allí y ayudarles a conseguir su objetivo.

Como toda producción de aventuras, las fantasmadas no pueden faltar. Algunas más creíbles que otras, todo hay que decirlo. Pero en eso consiste la magia del cine, y de este tipo de filmes, el mostrar a la audiencia proezas imposibles de conseguir. Aquí vemos un par de ellas, la primera nada más empezar la película, y que consigue que entremos en el juego, nunca mejor dicho, que nos proponen sus máximos responsables.

El único punto en contra, por así decirlo, es lo señalado en el párrafo anterior. No todos los espectadores puedan aceptar este tipo de momentos. Yo soy el primero que se echa a reír o a aplaudir, ya que me lo paso genial, pero la audiencia más sesuda puede no entrar en el juego. Parece ser que desde la quinta entrega de A todo gas, quieren llegar al más difícil todavía, y ver quien la hace más gorda e increíble para sorprender. 

Por lo demás la cinta se pasa en un suspiro. Los villanos cumplen con su cometido, liderados por un Antonio Banderas pasándolo en grande, y las mujeres aquí demuestran estar a la altura de los protagonistas. Ya han dejado de ser las damiselas en apuros, y en no pocas ocasiones les pondrán en apuros, o incluso yendo algún paso por delante de los mismos.

El final, que por supuesto no voy a desvelar, lo deja abierto a una secuela que, a tenor de las cifras en taquilla, no creo que tarde mucho en llegar. Puesto que aún quedan videojuegos que adaptar, por lo que parece que aún tendremos más aventuras de Nathan Drake y compañía.

Si queréis pasar un par de horas entretenidos, no lo dudéis y vedla. Seguro que no os arrepentiréis.

A continuación en tráiler:



miércoles, 23 de febrero de 2022

libro: De Blancanieves a Kurosawa. La aventura de ver cine con los hijos

Ver cine es una pasada, ya sea del género que sea. Se disfruta mucho de mayor, o siendo adolescente, pero la experiencia se multiplica por el doble o el triple al ser niño. El descubrir por primera vez ciertos títulos con tus padres, es algo que siempre se recuerda. Precisamente la entrada de hoy nos habla de eso, de esos filmes que forman parte de la vida cinematográfica de todos nosotros. 


Escrito por Javier Ocaña, el libro se divide en 15 capítulos, en los que el crítico de cine de El País, nos desvela una serie de títulos que compartió con sus hijos, y la experiencia que suposo para ellos y para el autor del libro el visionado de los mismos.

Libro muy interesante y ameno, que te mantiene con una sonrisa permanente en el rostro. Ya que a medida que se avanza en los capítulos, y los títulos van apareciendo ante los ojos de los lectores, uno va diciendo: Ostras es verdad, me acuerdo de... O: Ay va, si está película yo también la vi con la edad de los hijos de Javier.

El libro supone un viaje a nuestra infancia, adolescencia y años adultos, puesto que el autor va desgranando tanto filmes infantiles, como otros más adultos. Y es que para empezar a ver cine, nada como iniciarse con los dibujos animados, tal y como hemos hecho la mayoría de nosotros. 

A partir de ahí, y como si se tratase de un videojuego, poco a poco hay que ir subiendo de nivel. Y los niveles que se van desvelando, los hemos pasado todos los que tenemos cierta cultura cinematográfica.

La selección de cintas hecha por Javier es, sin duda, impresionante. E incluso me ha permitido descubrir algún que otro título del que desconocía su existencia y que, según cuenta Javier, dan ganas de verlo.

Algo que me chocó, tal y como comenté al autor en la presentación que tuvo lugar en Guadalajara hace unos días, fue la ausencia de determinados títulos. Pero, tal y como me dijo, los títulos que nombre forman parte de mi nostalgia, no de la suya. Pese a la falta de títulos como los de animación de Astérix o las cintas protagonizadas por Bud Spencer y Terence Hil, o la primera aventura de Indiana Jones, los que aparecen aquí nombrados en el libro son esenciales a la hora de aventurarse en según que género.

El libro nos recuerda a tardes de lluvia, o de sábado, con nuestros padres en el sofá y nosotros con ellos viendo desfilar ante nuestros ojos al coyote, a un joven Sherlock Holmes o a un tiburón haciendo de las suyas en un pacífico pueblo.

La distribución de capítulos, así como los títulos nombrados, es bastante acertado. Un breve resumen de los mismos, así como las anécdotas que surgieron a través del mismo con sus hijos, hace que uno se acuerde de cómo fue verlos por primera vez.

Libro escrito con mucho cariño, y que se transmite a aquellos lectores que se acerquen al mismo. El texto nos recuerda por que amamos el cine, y más si lo descubrimos siendo niños. Desde ese momento se convierte en una adicción, de la cual resulta difícil escapar y de la que cada vez uno quiere descubrir nuevas experiencias.

Si os gusta el cine, este sin duda es un libro para leer si o si.

jueves, 17 de febrero de 2022

libro: El universo de Óliver

 De un tiempo a esta parte, la nostalgia, sobre todo en lo que respecta a los años 80, ha llegado a nuestras vidas, y sobre todo en el aspecto cultural. Ya sea en formato cinematográfico, como la primera parte de It; de serie, Stranger Things, o, como en el caso de la entrada de hoy, literario. Desde aquí dar las gracias a Nostromo, por hacerme llegar un ejemplar de prensa a la hora de hacer la reseña.


Escrito por Miguel Ángel González Carrasco, la trama nos cuenta como Óliver, un niño de ocho años en la década de los ochenta, está afectado de una rara enfermedad que le hace entrar en un mundo onírico en los que tendrá visiones premonitorias de sus seres queridos.

Interesante propuesta que mezcla varios géneros, como el drama, el suspense, el terror, y unas gotas de comedia. Siendo el primero de ellos el que está más presente a lo largo de la historia.

Además de los géneros arriba mencionados, la fantasía, la astronomía y la mitología también juegan un papel determinante en el desarrollo de los acontecimientos, puesto que el abuelo del protagonista es un gran admirador de lo mencionado unos renglones atrás.

Los personajes están bien constituidos, y no resulta complicado cogerles cariño, sobre todo al protagonista, y, en menor medida, a aquellos que le rodean. Especialmente a su hermano, su abuelo y su pandilla de amigos, en la que seguro los lectores verán a alguien que formó parte de su cuadrilla de colegas, o incluso sentirse identificado con alguno de ellos.

Ambos mundos, el onírico y el real resultan bastante interesantes, y los dos están cargados de momentos increíbles, pero también dolorosos para nuestro protagonista, tal y como irá descubriendo a medida que se va desarrollando l historia.

Si bien la historia está bien escrita, hubo momentos, sobre todo un instante hacia el final de la novela, en el uno se puede llegar a perder, puesto que en no pocos instantes la trama viaja de adelante hacia atrás en el tiempo, pillandote por sorpresa en no pocas ocasiones. No estoy en contra de estos momentos en absoluto, pero a veces estás leyendo una cosa y de repente te salta a otra totalmente distinta, lo que puede llegar a confundir a los lectores.

Otro de los aspectos que tampoco me acabó de convencerme, fue que deja el origen del gran enemigo del protagonista y su hermano en el aire. No te explica de donde viene, o si su amenaza es tan grave como parece en un principio. Eso sí, tengo que reconocer que sus apariciones resultan de lo más terroríficas cada vez que hace acto de presencia.

El libro permite viajar a los lectores a una época ya pasada, a esos veranos de salir en bicicleta con los amigos, el de los partidos de fútbol con amigos y los rivales del barrio vecino o el momento de bajar a comprar el helado después de comer. Algunos momentos vividos y que uno recuerda con cariño según van pasando los años, y que atesoramos en nuestra memoria.

El libro supone el debut literario por parte del autor, quien también ha colaborado en el guión de su adaptación a la gran pantalla dirigida por Alexis Morante, y que cuenta entre otros en su reparto con María León y Pedro Casablanc.

Un libro interesante tanto para jóvenes adultos, puesto que hay momentos que pueden causar miedo a los lectores más jóvenes, como para aquellos adultos que quieran rememorar viejos tiempos. El libro se pondrá a la venta el próximo 22 de febrero.


lunes, 14 de febrero de 2022

película: Licorice Pizza

Paul Thomas Anderson ha vuelto a nuestras pantallas, y eso es siempre motivo de alegría. Y es que el realizador de Magnolia, The Master o El hilo invisible, vuelve a mostrar de nuevo su talento a la hora de contar historias, con unos personajes muy bien escritos y, de nuevo, una banda sonora plagada de temas impresionantes. Bienvenidos a la década de los 70, bienvenidos a Licorice Pizza.




Escrita y dirigida por Paul Thomas Anderson, la trama nos cuenta la historia de Gary Valentine y Alana Kane, los debutantes Cooper Hoffman, hijo del desaparecido Philip Seymour Hoffman, un habitual dentro de la filmografía de Anderson, y Alana Haim, de su historia de amor peculiar durante el verano del 73 en el valle de San Fernando.

Esta es, sin duda alguna, la cinta más ligera realizada hasta la fecha por Anderson, lo que no quita para que también haya momentos para el drama, y los espectadores se encontrarán unos cuantos a lo largo del film. Pero estos quedan compensados por otros más divertidos, o directamente hilarantes, como aquel que tiene lugar con el personaje interpretado por Bradley Cooper, dando vida a John Peters, novio de Barbra Streisand por aquella época.

Hubo momentos en los que el film me recordó a una película de Tarantino, sobre todo en lo que respecta a los diálogos. Los cuales suceden a una velocidad de vértigo, y que consiguen atraparte del modo en el que son interpretados. Y es que uno de los muchos puntos a favor de la cinta es la química que se establece entre ambos protagonistas.

Los dos no parecen debutantes en absoluto, y da la sensación que llevan interpretando toda la vida, a pesar de la juventud de ambos. 19 años en el caso de Hoffman y 30 en el de Alana. Además ambos intérpretes se encuentran respaldados por un reparto entonado, en el que los espectadores se encontrarán con caras poco conocidas, baste citar el ejemplo de la familia de Alana, que son sus familiares en la vida real, como de otras más reconocibles, al ya citado Cooper, nombrar a Sean Penn o Tom Waits, en uno de los mejores momentos de la cinta.

La historia de amor entre ambos dista mucho de ser la típica. Esta llena de momentos de ahora sí pero no, un cliché visto una y mil veces en pantalla. Pero lo novedoso del caso, es que a ello se añade la toxicidad por parte de ambos. Por parte de él que no acaba por decirle sus sentimientos a ella, y se pone celoso cada vez que la ve con alguien. Por parte de ella, su indecisión en todo momento, a pesar de que sabe que Gary pueda ser el amor de su vida, a pesar de la diferencia de edad entre ambos.


El montaje, la dirección, la selección de temas musicales, todo funciona como si se tratase de un reloj suizo. Si acaso por ponerle una pega, es que si bien la historia principal queda cerrada, queda algún que otro cabo suelto, pero que no afecta en absoluto al resultado final visto en pantalla. Pero hubiera estado bien que Anderson, hubiera dado a los espectadores respuestas a esas preguntas que quedan abiertas, lo que sin duda hubiera mejorado más, si cabe, al film.

Esperemos que Anderson, en su siguiente propuesta, siga por este camino. Ha demostrado que es capaz de ofrecer a la audiencia historias ligeras, y es algo que se agradece, ya que la mayoría de sus filmes poseen una fuerte carga dramática. El cambio de género le ha sentado fenomenal, ahora tan solo queda esperar su nueva cinta, y ver con que nos va a sorprender.

Ya que Anderson es uno de los realizadores más en forma de la actualidad, por lo que cada nueva propuesta es recibida por gran alegría por parte de sus seguidores, entre los que me incluyo.

A continuación el trailer:


No lo dudéis y vedla. Seguro que nos arrepentiréis en absoluto.

jueves, 10 de febrero de 2022

libro: Está vivo. La saga mutante de Larry Cohen

El nacimiento de un hijo suele ser motivo de alegría, salvo cuando el retoño nace con garras, dientes afiliados y deseos de matar. En ese caso, la dicha se transforma en pena e incluso en sentimiento de culpabilidad, tanto por las muertes que va dejando tras de si el infante, como por las preguntas que se hacen los progenitores sobre lo que ha podido salir mal. En la entrada de hoy, vamos a analizar una de las joyas del cine de terror de serie B, dirigida por Larry Cohen, donde se nos narra las peripecias de unos bebés mutantes. Bienvenidos a Está vivo.



Escrito por Octavio López Sanjuan, el libro nos habla de la saga creada por Cohen, y de las influencias u homenajes que ha tenido en el cine de terror posterior, en donde aparecían criaturas o bebés con aspecto de bebés horrendos.

El ensayo es una pasada, tal y como nos tiene acostumbrados el autor, tal y como se vio en el ensayo sobre Halloween. Aquí de nuevo ha llevado a cabo una labor de investigación impresionante, no solo llevando a cabo múltiples entrevistas con los responsables de la saga, incluyendo a su creador, sino también  analizando la banda sonora y los aspectos más destacados de cada una de las partes, incluyendo el remake.

El libro cuenta con una introducción de Steve Mitchell, realizador del documental King Cohen, y cinco capítulos, cuatro de ellos dedicados a cada una de las partes de la saga, además del remake, más un apéndice en donde se nos cuenta la influencia que tuvo el film de Cohen. Baste citar a modo de ejemplo los casos de Braindead o la quinta parte de Pesadilla en Elm Street, cuyos bebés guardan un parecido al infante protagonista de la cinta de Cohen.

Cada uno de los capítulos está plagado de anécdotas del rodaje, la creación de los efectos especiales o como fue la experiencia de intervenir en la saga por parte de los actores que intervienen en ellas. Los tres primeros capítulos son los que más se disfrutan, sobre todo el primero, que es el génesis de la serie.

El libro se disfruta de principio a fin, y se nota el cariño que ha puesto el autor a la hora de sacar adelante el proyecto. Cuando uno lee las entrevistas a los responsables, se puede notar el aprecio que tienen por haber formado parte del film, algo que uno nota mucho más cada vez que interviene Cohen, y son unas cuantas veces a lo largo del ensayo.

El capítulo que más ocupa es el primero, algo lógico teniendo en cuenta que fue el origen de la saga. Uno no puede sino maravillarse sobre como Cohen sacó adelante el proyecto, y las fuerzas, ganas e ilusión que le puso al mismo. Incluso cuando el propio estudio de la cinta, la Warner, no tenía demasiadas esperanzas en el mismo. Pero gracias al tesón de Cohen, y al éxito que tuvo fuera de las fronteras americanas, tuvo que cambiar de opinión.

El ensayo cuenta con multitud de fotos, tanto de momentos del rodaje, como de determinados instantes del film, pósters o instantáneas de algunos de los protagonistas del mismo. Esto sin duda mola bastante, ya que uno puede ver, por citar un ejemplo, el aspecto original que iba a tener la criatura en un primer momento, y como fue evolucionando hasta tener el aspecto por el que ha pasado a la historia dentro del cine de terror.

El único pero que hay que poner al libro, por así decirlo, es el concerniente al capítulo del remake. Me dio la sensación de que aquí no está escrito con la misma pasión o intensidad que los anteriores, o los posteriores. Y es que el remake, en opinión de quien esto suscribe, era innecesario a todas luces, pero tratándose de una nueva adaptación del original, se tenía que hablar del mismo.

Una vez más, y van unas cuantas, la editorial nos ofrece una maravilla de ensayo y que, en opinión de quien esto suscribe, cumple dos funciones: rendir homenaje a cada una de las cintas que componen parte de la saga, si exceptuamos el remake, y a la vez que te entren ganas de volver a ver las películas, para poder ver los detalles que se te habían escapado en el primer visionado, y que ahora puedes apreciar gracias a la lectura del presente ensayo.

Tanto si sois seguidores del cine de Cohen, entre los que me incluyo, cómo si os gusta la saga Está vivo, o simplemente os gusta el cine de terror, este en un ensayo que no se puede dejar escapar. 


martes, 8 de febrero de 2022

película: Moonfall

Adoro el cine de catástrofes, por regla general cumplen lo que se ve en sus trailers. Esto es: destrucción a cascoporro, grandes efectos especiales, emoción y personajes carismáticos. Algunos ejemplos de este tipo de producciones son Armaggedon, El coloso en llamas, La aventura del Poseidón o El enjambre, por citar algunos de mis títulos favoritos. Pero en otras ocasiones, estos filmes resultan un fiasco y las esperanzas puestas no se ven cumplidas. Es lo que pasa en la entrada de hoy. Bienvenidos a un nuevo apocalipsis bajo la visión de un habitual del género.


Dirigida por Roland Emmerich, que también se ocupa del guión junto a Spenser Cohen y Harold Kloser, la trama nos cuenta como tras una misión en el espacio en la que presencia algo extraño, el astronauta Brian Harper, interpretado por Patrick Wilson, es expulsado de la NASA. Años después, el teórico conspiranoico KC Houseman, rol a cargo de John Bradley, realiza el descubrimiento de que la luna se dirige hacia nuestro planeta. Será el inicio de una aventura contra el tiempo para salvar la Tierra, donde también se verá involucrada la antigua compañera de Harper Jo Fowler, Halle Berry. 

Vaya por delante que el cine realizado por Emmerich me gusta. Soldado universal, Stargate o El patriota me encantan. Pero otras veces no suele ser así y me he llevado más de una decepción, a los casos de Godzilla o 2012 me remito. Por eso, cuando se anunció su nuevo trabajo decidí darle el beneficio de la duda. Ya que la premisa parecía ajustarse como un guante a lo que suele ofrecer. Pero aquí nos ofrece una producción bastante desigual.

Es entretenida, al menos no aburre. Los efectos especiales son más que correctos. Y los actores no desentonan. Pero apenas hay escenas de destrucción, la acción va demasiado rápido, ya que tiene una duración de dos horas justas, y lo peor de todo, lo que hace que todo se venga abajo es el guión y el giro o sorpresa argumental.

Es cierto que en este tipo de cine la credibilidad suele estar ausente. Pero una cosa es que lo que nos cuenta sea más o menos veraz, y otra es lo que ocurre aquí. Es un "aguántame el cubata" en toda regla, un no hay huevos o, lo peor de todo, una fumada del tamaño del cañón del Colorado. Ignoro bajo qué tipo de sustancias se escribió el libreto, pero, a tenor de lo visto en pantalla y viendo el resultado final, debieron de dejar sin existencias a Jamaica.

Te puedo comprar en mayor o menor medida lo de la luna aproximándose a nuestro planeta, y las consecuencias que ello acarrea. Pero que intentes que me crea lo de la sorpresa, pues mira majo pero como que no. 

Evidentemente no voy a desvelar lo que pasa, así os sorprenderá como me pasó a mí. Cuando se desvela me entraron ganas de decir "enga coño", debido a lo poco creíble que resulta el giro de guión.

Y esto es lo que más me cabrea, que se saquen eso de la manga. ¿Acaso no podían haber pensado algo mejor? ¿Es que no se dieron cuenta mientras lo desarrollaban lo ridículo de la idea? ¿En serio me estás diciendo que al mostrarlo, nadie les dijo nada? 

Eeen fin, se echan de menos más escenas de destrucción y varios minutos más no le hubieran venido mal, ya que todo se desarrolla muy rápido. Por lo menos el personaje de Bradley es de lo mejor con diferencia de toda la cinta y se aleja bastante de los clásicos héroes que suelen intervenir en este tipo de producciones.

Si hubiera una suma de películas para definir la última cinta de Emmerich sería la siguiente: 2001+Terminator+2012= Moonfall.

A continuación el trailer:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.