Muy buenas a todos. Se acaba el verano, vuelta a la rutina, para haceros más llevadera la entrada al mes de Septiembre os traigo un comic repleto de humor y del que tuve la suerte de ser mecenas mediante el crowfunding correspondiente. Esta no es la primera vez que el autor y creador del mismo aparece por este blog, puesto que lo hizo de forma previa ilustrando el libro El club de los kakamonstruos ya reseñado. Conozcamos a nuestro protagonista a través de las diversas peripecias que le van ocurriendo. ¿Listos? Allá vamos.
Con guión y dibujos de Kike Alapont, el comic nos narra las aventuras de Crow, un estudiante tímido y con mucha imaginación enamorado de su compañera Sara y de las diversas peripecias que le van ocurriendo para intentar conquistar el corazón de su amada.
Ya en la contraportada se nos avisa que no es una obra para sosos. Y desde luego que razón no le falta, además del humor absurdo, también tiene unas gotas de picante y homenajes a la cultura popular en forma de libros, películas etcétera. Por lo que mientras uno va avanzando en la lectura del comic, se divierte encontrando los guiños que el autor ha ido diseminando a lo largo de sus páginas.
El comic consta de 4 episodios en donde nuestro protagonista pasa por diversas aventuras para avanzar en la conquista de su objeto de deseo, algunos de estos capítulos tiene momentos muy hilarantes y otros que te quedas con cara de ¿pero que narices estoy leyendo? Es por ello que hay que saber entrar en el juego que nos propone su creador desde un primer momento.
El dibujo tiene estética de manga y anime japonés, con cabezas grandes; expresiones de colera con grandes testas y afilados dientes; caritas de felicidad etcétera. Mientras lo estaba leyendo, no podía evitar acordarme de comics como Dragon Fall o series como Chicho Terremoto o Bobobo, debido al absurdo de algunas situaciones.
Pero no todo son risas en este primer volumen de las aventuras de Crow, puesto que a modo de extras le acompañan dos pequeñas aventuras. La primera de ellas protagonizada por Ernesto Cino, el dueño de un pub al que acudirá nuestro protagonista, donde se nos narra el origen de este personaje. Es una historia que desde sus primeras viñetas se aleja por completo de lo que hemos estado leyendo antes, los grises cobran gran importancia como para señalar que el tono dista mucho de ser agradable. Esta historieta podría haber formado parte de Creepy, que sonará a los más viejos del lugar, por su trama y viñetas finales.
La segunda historia nos narra una fantasía de Crow en la que por fin ha conseguido el amor de Sara. En tan solo dos páginas el autor consigue mantener a los lectores una sonrisa en todo momento en la cara, para acabar con una carcajada con las viñetas finales. Pese a lo divertido de la historieta, tiene un final amargo como si el sino de nuestro protagonista sería el de no alcanzar el sueño de tener a su amada con él.
La pega que tiene este primer tomo es que se lee muy rápido, cuando te quieres dar cuenta lo has acabado y te quedas con ganas de saber más sobre los protagonistas. Espero que el segundo volumen no tarde mucho tiempo en ver la luz, para conocer que nuevas peripecias le aguardan a Crow y sí será capaz de conseguir conquistar el corazón de su amada o si alguien será capaz de sustituirla.
El comic va saltando de un género a otro sin problema alguno, tan pronto tiene un humor absurdo como que pasa al escatólogico, luego al picante y luego nos regala momentos de terror y de acción. Es una montaña rusa en la que desde luego no da tiempo a aburrirse.
Kike demuestra que es capaz de pasar de un libro infantil a un comic destinado para adultos sin que su estilo se vea perjudicado para ello. Tan solo espero que no quede mucho para que saque su nueva obra para seguir disfrutando de su talento a la hora de dibujar.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
miércoles, 31 de agosto de 2016
domingo, 28 de agosto de 2016
pelicula: Bala blindada vs El fuego de la venganza
Muy buenas a todos. De un tiempo a esta parte venía dándole vueltas a una idea para el blog, hasta que hoy por fin he decidido ponerla en práctica. La intención de la entrada de hoy, así como de futuras entregas si gusta la de hoy, es comparar la fuente original con su remake bien sea una película contra otra o un libro y su adaptación a la gran pantalla. De esta forma la encargada de dar el pistoletazo de salida hoy, es enfrentar a dos films para ver quien resulta vencedor de tan singular combate. Así pues, conozcamos a John Creasy y su búsqueda de venganza contra aquellos que han secuestrado a la niña que debía proteger. ¿Listos? Allá vamos.
Con los padres de la pequeña ocurre lo mismo. En el original apenas aparecen y que apenas les conozcamos, algo que por contra si ocurre en el remake donde se les llega a conocer mejor y ver como les afecta el secuestro de su pequeña.
En lo que respecta a las escenas de acción, gana Scott por goleada. En el momento de hacerse cargo de la realización de este film ya contaba en su haber con un par de cintas de acción como Top Gun; Marea Roja; El último Boy scout o Enemigo público por lo que sabía como planificar y llevar a cabo los momentos en los que Washington lleva a cabo su venganza. Algo que Chouraqui no sabe aprovechar y que solo se limita a un par de instantes. Cuarto punto para el remake.
Tal y como se puede ver, en los aspectos más importantes el film de Scott queda como claro ganador debido al buen hacer tras las cámaras y el saber imprimir ritmo a un montaje que se extiende a las dos horas y media. He de decir que cuando vi en cine El fuego de la venganza no me acabó de convencer, pero tras darle un nuevo visionado me acabó de convencer del todo. Y es que hay veces que una película no te pilla en un buen día y no la sabes apreciar del todo, algo que pudo ocurrirme cuando la vi en cine.
Si queréis ver la original adelante solo dura una hora y media. Pero para poder apreciar mejor la misma película os recomiendo sin duda alguna el remake, puesto que se encuentra mejor realizado e interpretado y con mejores momentos de acción que el film de Chouraqui.
A continuación el tráiler de la ganadora:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Vs
El original dirigido por Elie Chouraqui en 1987 nos contaba como John Creasy, Scott Glenn, es contratado por una adinerada familia italiana para proteger a su hija Samantha, Jade Malle, de ser secuestrada. Entre ambos poco a poco va entablándose una amistad hasta que la niña es secuestrada, desde ese momento Creasy pondrá en práctica sus habilidades para rescatar a la niña.
El remake fue dirigido por el fallecido Tony Scott en 2004 y seguía el mismo argumento pero cambiando la localización de Italia a México. Allí John Creasy, Denzel Washington, antiguo agente de la CIA y con problemas con la bebida es contratado por un adinerado matrimonio, Marc Anthony y Radha Mithchell, para proteger a su hija Pita, Dakota Fanning. Cuando la niña es secuestrada Creasy es herido y la operación de rescate de Pita falla, nuestro protagonista no se detendrá ante nada para traer de vuelta a la pequeña a su hogar.
Este es de los escasos casos dentro de la historia del cine en el que un remake es superior al original. Tanto a nivel interpretativo como de dirección y escenas de acción. El original dirigido por Chouraqui no aprovecha del todo las posibilidades que ofrece el guión, algo que si consigue Scott al desarrollar más la historia que Chouraqui al añadir una hora más de metraje, lo que consigue que lleguemos a conocer algo mejor a los personajes que aparecen en la historia y que apenas están dibujados en la cinta interpretada por Glenn. Primer punto para el remake.
Vamos a hablar ahora de ambas interpretaciones: el personaje de Glenn se encuentra poco perfilado en el original, se muestra huraño con la niña y poco a poco va cambiando su relación con respecto a ella. En el film de Scott, Washington es un personaje sin nada por lo que vivir, alcoholizado y al que la pequeña interpretada por Fanning consigue que se vaya abriendo mediante conversaciones y la convivencia del día a día. Por eso cuando llega el momento de vengarse tiene un motivo para hacerlo, puesto que le ha cambiado su perspectiva de ver la vida y le ha dado un motivo por el que seguir adelante. Segundo punto para Washington y Fanning, que resulta mucho más simpática que Malle y la relación entre ambos resulta mucho más fluida y tierna que la de Glenn y Malle.
Vs
En el apartado de los secundarios, en la original pese a contar con dos intérpretes tan solventes como Joe Pesci y Danny Aiello, ambos se encuentran desaprovechados, el primero como amigo del personaje de Glenn y el segundo como el enemigo a batir. Por contra, en el film de Scott Christopher Walken es el encargado de dar vida al amigo de Washington y el malo es Roberto Sosa, quién se encuentra a cargo de una organización mucho más peligrosa con montones de sicarios y contactos por toda ciudad de México, lo que hace que la amenaza sea peor. Tan solo por el monologo de despedida de Walken, así como por su relación con Washington ya hace merecedores a los secundarios de un nuevo punto. Tercer tanto para el remake.Con los padres de la pequeña ocurre lo mismo. En el original apenas aparecen y que apenas les conozcamos, algo que por contra si ocurre en el remake donde se les llega a conocer mejor y ver como les afecta el secuestro de su pequeña.
En lo que respecta a las escenas de acción, gana Scott por goleada. En el momento de hacerse cargo de la realización de este film ya contaba en su haber con un par de cintas de acción como Top Gun; Marea Roja; El último Boy scout o Enemigo público por lo que sabía como planificar y llevar a cabo los momentos en los que Washington lleva a cabo su venganza. Algo que Chouraqui no sabe aprovechar y que solo se limita a un par de instantes. Cuarto punto para el remake.
Tal y como se puede ver, en los aspectos más importantes el film de Scott queda como claro ganador debido al buen hacer tras las cámaras y el saber imprimir ritmo a un montaje que se extiende a las dos horas y media. He de decir que cuando vi en cine El fuego de la venganza no me acabó de convencer, pero tras darle un nuevo visionado me acabó de convencer del todo. Y es que hay veces que una película no te pilla en un buen día y no la sabes apreciar del todo, algo que pudo ocurrirme cuando la vi en cine.
Si queréis ver la original adelante solo dura una hora y media. Pero para poder apreciar mejor la misma película os recomiendo sin duda alguna el remake, puesto que se encuentra mejor realizado e interpretado y con mejores momentos de acción que el film de Chouraqui.
A continuación el tráiler de la ganadora:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
sábado, 27 de agosto de 2016
pelicula: Tony Arzenta
Muy buenas a todos. Hoy os traigo un thriller italiano de los setenta poco conocido y que merece la pena ser descubierto. Protagonizado por una de las grandes estrellas europeas de la época y con una realización correcta de su responsable, es un film que sin duda alguna hará las delicias de los que son amantes de este género que rodado en Europa ha deparado a los fans del mismo más de una alegría. Vayamos a un viaje que nos llevará alguna de las principales ciudades europeas para acompañar a nuestro protagonista en su aventura. ¿Listos? Allá vamos.
Dirigida en 1973 por Duccio Tessari, realizador recordado por el film Una mariposa con alas ensangrentadas, la trama nos cuenta como Tony Arzenta, Alain Delon, un sicario que trabaja para una familia criminal en Milán y que se extiende por Paris, Hamburgo y Copenhague decide dejar su trabajo tras su último encargo. Sus jefes, temerosos de que pueda traicionarles deciden matarlo poniendo una bomba en su coche, que mata por error a la mujer e hijo de Arzenta. Desde ese momento Tony iniciará su venganza.
Apreciable thriller de acción bien dirigido por su realizador, que gusta de usar los primeros planos para realzar las reacciones de los personajes y de los generales en las escenas de persecución, violentas y que eran típicas de aquella época.
Algo que puede sorprender al espectador es que pese a retratar un mundo de criminales, es que el jefe de Arzenta interpretado por Richard Conte, Don Barzini en El Padrino, es el único que tiene algo de moralidad al recalcar que hay que dejar a los inocentes fuera de la venganza contra Arzenta al contrario de sus compañeros a quienes no les importa acabar con ellos con tal de conseguir acabar con nuestro protagonista.
Es una historia de venganza, en la que nuestro protagonista demuestra estar cansado de la misma hacia el final de la cinta, cansado de un mundo del que quiere salir y viendo que el camino que ha iniciado no le traerá de vuelta a sus seres queridos. Es alguien que quiere vivir en paz, pero a quién las circunstancias le han hecho volver a tomar un camino que quería abandonar.
Delon durante los 70 interpretó bastantes thrillers entre los que merecen destacarse Historia de un policía, Circulo rojo; Crónica negra, Borsalino y su secuela Borsalino y cia o El clan de los sicilianos por lo que el género no era en absoluto desconocido para él. Trabajó con algunos de los mejores directores del mismo como Jean Pierre Melville; Jacques Deray o Henri Verneuil. En estos films el intérprete francés despliega su buen hacer bien sea interpretando al héroe o al villano, estando muy bien en ambos roles, lo que vuelve a repetir en la entrada de hoy.
Es un thriller seco y violento, las escenas en las que Arzenta despliega su venganza son cortas pero eficaces, bien sea en las calles o en un tren, una de las mejores secuencias de la cinta, nuestro protagonista despliega su pericia para alcanzar su objetivo. Hoy día resultaría complicado ver un momento tan duro como el interrogatorio a Sandra, Carla Gravina, una aliada de Arzenta a quien torturan a base de golpes sin que te acusen de violencia machista.
El film con una duración de poco más de noventa minutos no concede un momento de respiro. No da tiempo a aburrirse puesto que la acción es constante y nuestro protagonista no para de viajar a las ciudades ya mencionadas para llevar a cabo su venganza. No cuenta con un gran arsenal, apenas con una pistola y una navaja, pero a cambio cuenta con su pericia y experiencia con la que conseguir el objetivo que se ha propuesto.
Si os gusta el thriller europeo de los 70 y no conocíais esta cinta os la recomiendo, seguro que no os vais a arrepentir en absoluto de descubrirla.
A continuación el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Dirigida en 1973 por Duccio Tessari, realizador recordado por el film Una mariposa con alas ensangrentadas, la trama nos cuenta como Tony Arzenta, Alain Delon, un sicario que trabaja para una familia criminal en Milán y que se extiende por Paris, Hamburgo y Copenhague decide dejar su trabajo tras su último encargo. Sus jefes, temerosos de que pueda traicionarles deciden matarlo poniendo una bomba en su coche, que mata por error a la mujer e hijo de Arzenta. Desde ese momento Tony iniciará su venganza.
Apreciable thriller de acción bien dirigido por su realizador, que gusta de usar los primeros planos para realzar las reacciones de los personajes y de los generales en las escenas de persecución, violentas y que eran típicas de aquella época.
Algo que puede sorprender al espectador es que pese a retratar un mundo de criminales, es que el jefe de Arzenta interpretado por Richard Conte, Don Barzini en El Padrino, es el único que tiene algo de moralidad al recalcar que hay que dejar a los inocentes fuera de la venganza contra Arzenta al contrario de sus compañeros a quienes no les importa acabar con ellos con tal de conseguir acabar con nuestro protagonista.
Es una historia de venganza, en la que nuestro protagonista demuestra estar cansado de la misma hacia el final de la cinta, cansado de un mundo del que quiere salir y viendo que el camino que ha iniciado no le traerá de vuelta a sus seres queridos. Es alguien que quiere vivir en paz, pero a quién las circunstancias le han hecho volver a tomar un camino que quería abandonar.
Delon durante los 70 interpretó bastantes thrillers entre los que merecen destacarse Historia de un policía, Circulo rojo; Crónica negra, Borsalino y su secuela Borsalino y cia o El clan de los sicilianos por lo que el género no era en absoluto desconocido para él. Trabajó con algunos de los mejores directores del mismo como Jean Pierre Melville; Jacques Deray o Henri Verneuil. En estos films el intérprete francés despliega su buen hacer bien sea interpretando al héroe o al villano, estando muy bien en ambos roles, lo que vuelve a repetir en la entrada de hoy.
Es un thriller seco y violento, las escenas en las que Arzenta despliega su venganza son cortas pero eficaces, bien sea en las calles o en un tren, una de las mejores secuencias de la cinta, nuestro protagonista despliega su pericia para alcanzar su objetivo. Hoy día resultaría complicado ver un momento tan duro como el interrogatorio a Sandra, Carla Gravina, una aliada de Arzenta a quien torturan a base de golpes sin que te acusen de violencia machista.
El film con una duración de poco más de noventa minutos no concede un momento de respiro. No da tiempo a aburrirse puesto que la acción es constante y nuestro protagonista no para de viajar a las ciudades ya mencionadas para llevar a cabo su venganza. No cuenta con un gran arsenal, apenas con una pistola y una navaja, pero a cambio cuenta con su pericia y experiencia con la que conseguir el objetivo que se ha propuesto.
Si os gusta el thriller europeo de los 70 y no conocíais esta cinta os la recomiendo, seguro que no os vais a arrepentir en absoluto de descubrirla.
A continuación el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
viernes, 26 de agosto de 2016
pelicula: El dragón del lago de fuego
Muy buenas a todos. Hoy os traigo una cinta que en el momento de su estreno fue un batacazo en taquilla, y no por que fuera mala, sino que coincidió en taquilla con la primera parte de Indiana Jones y con Conan el Bárbaro. Debido a esto la gente dio de lado a esta producción de los estudios Disney en coproducción junto con la Paramount, que con el tiempo ha ido adquiriendo la categoría de película de culto. Viajemos al siglo VI para conocer las peripecias de nuestro protagonista para acabar con un terrible dragón. ¿Listos? Allá vamos.
Dirigida y escrita por Matthew Robbins en 1981, el argumento nos cuenta como el reino de Urland se encuentra asediado por el terrible dragón Vermithrax, a quién el rey ha prometido una doncella al año para mantener a salvo a su pueblo. Cuando Valerian, Caitlin Clarke, hija del herrero Simon, Emrys James, es disfrazada por su padre de muchacho para evitar el sacrificio decide buscar la ayuda del mago Ulrich, Ralph Richardson, para derrotar al dragón. El mago es asesinado por lo que su aprendiz Galen, Peter Macnicol, cogerá el testigo de su maestro y vivirá una gran aventura.
Hacía mucho tiempo que no veía esta cinta, creo recordar que más de 20 años, por lo que el recuerdo que tenía de ella si bien era borroso me acordaba de ciertos detalles. Hace poco he podido revisarla y he decir que la he disfrutado igual que cuando era pequeño. Pese a contar con más de treinta años desde el momento de su realización, es un film que no ha envejecido en absoluto y mantiene intacto el encanto del momento de su estreno.
Uno de los aciertos de la cinta reside en la elección del héroe. Dista mucho de ser el típico guerrero de fantasía heroica con montones de músculos por todas partes. Aquí es alguien bajito, sin apenas musculatura y torpe, es decir, el polo opuesto a lo que se espera que sea el salvador de un reino en peligro. De esta forma no resulta complicado verse identificado con el protagonista, puesto que podía ser cualquiera de nosotros. El encargado de dar vida a este particular héroe fue Peter MacNicol, al que los espectadores de televisión seguro recuerdan como Bizcochito en la serie Ally MacBeal.
Otro de los aciertos reside en la decisión de no mostrar al dragón del título hasta bien entrado el metraje del film. Mientras tanto los espectadores prestan más atención a las peripecias de los personajes. Una vez que se nos muestra el dragón, se ve que la espera ha merecido la pena. Es uno de los mejores dragones que se ha visto en una película. Los culpables son los técnicos de efectos especiales de la ILM, que mediante la técnica go-motion dieron vida a este monstruo mitológico. Esta técnica fue usada el año anterior en El imperio contraataca para dar vida a los AT AT y los taun taun y sería usada de nuevo en El retorno del Jedi.
La película es pura fantasía, tenemos los elementos que son característicos en este género: un mago; una criatura a la que matar; un héroe; una princesa; un reino en peligro.... Uno no puede evitar dejarse llevar por las aventuras de los protagonistas, pese a que ya hemos visto lo que nos está contando en otras ocasiones, hay que disfrutar de la propuesta de sus implicados y ver en imagen real aquellas historias que habíamos leído de forma anterior.
Los personajes nos ofrecen unas actuaciones correctas, siendo uno de los que más molan el encarnado por Clarke quien aporta mucho carisma a su personaje y en ocasiones llega a eclipsar a MacNicol. Y hablando de actores, si uno presta atención podrá ver en un rol secundario como sacerdote a Ian Macdermid, más conocido por los aficionados al universo Star Wars como el emperador Palpatine.
Los efectos visuales ya mencionados hace unas líneas atrás, hoy nos provocan una sonrisa nostálgica pese a que los mismos han quedado obsoletos si los comparamos con los que se crean hoy día. Y pese a ello, siguen manteniendo su encanto si tenemos en cuenta los medios con los que fueron hechos.
Una cinta que recomiendo ver para aquellos que no lo hayáis hecho ya, es un viaje nostálgico a los años 80 que fueron una autentica mina de oro en lo que a producciones familiares se refiere, como ya he mencionado en más de una ocasión en el blog. Si ya la visteis, es un buen momento para volver a hacerlo y viajar de nuevo a nuestra infancia para volver a ser niños una vez más.
A continuación el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Dirigida y escrita por Matthew Robbins en 1981, el argumento nos cuenta como el reino de Urland se encuentra asediado por el terrible dragón Vermithrax, a quién el rey ha prometido una doncella al año para mantener a salvo a su pueblo. Cuando Valerian, Caitlin Clarke, hija del herrero Simon, Emrys James, es disfrazada por su padre de muchacho para evitar el sacrificio decide buscar la ayuda del mago Ulrich, Ralph Richardson, para derrotar al dragón. El mago es asesinado por lo que su aprendiz Galen, Peter Macnicol, cogerá el testigo de su maestro y vivirá una gran aventura.
Hacía mucho tiempo que no veía esta cinta, creo recordar que más de 20 años, por lo que el recuerdo que tenía de ella si bien era borroso me acordaba de ciertos detalles. Hace poco he podido revisarla y he decir que la he disfrutado igual que cuando era pequeño. Pese a contar con más de treinta años desde el momento de su realización, es un film que no ha envejecido en absoluto y mantiene intacto el encanto del momento de su estreno.
Uno de los aciertos de la cinta reside en la elección del héroe. Dista mucho de ser el típico guerrero de fantasía heroica con montones de músculos por todas partes. Aquí es alguien bajito, sin apenas musculatura y torpe, es decir, el polo opuesto a lo que se espera que sea el salvador de un reino en peligro. De esta forma no resulta complicado verse identificado con el protagonista, puesto que podía ser cualquiera de nosotros. El encargado de dar vida a este particular héroe fue Peter MacNicol, al que los espectadores de televisión seguro recuerdan como Bizcochito en la serie Ally MacBeal.
Otro de los aciertos reside en la decisión de no mostrar al dragón del título hasta bien entrado el metraje del film. Mientras tanto los espectadores prestan más atención a las peripecias de los personajes. Una vez que se nos muestra el dragón, se ve que la espera ha merecido la pena. Es uno de los mejores dragones que se ha visto en una película. Los culpables son los técnicos de efectos especiales de la ILM, que mediante la técnica go-motion dieron vida a este monstruo mitológico. Esta técnica fue usada el año anterior en El imperio contraataca para dar vida a los AT AT y los taun taun y sería usada de nuevo en El retorno del Jedi.
La película es pura fantasía, tenemos los elementos que son característicos en este género: un mago; una criatura a la que matar; un héroe; una princesa; un reino en peligro.... Uno no puede evitar dejarse llevar por las aventuras de los protagonistas, pese a que ya hemos visto lo que nos está contando en otras ocasiones, hay que disfrutar de la propuesta de sus implicados y ver en imagen real aquellas historias que habíamos leído de forma anterior.
Los personajes nos ofrecen unas actuaciones correctas, siendo uno de los que más molan el encarnado por Clarke quien aporta mucho carisma a su personaje y en ocasiones llega a eclipsar a MacNicol. Y hablando de actores, si uno presta atención podrá ver en un rol secundario como sacerdote a Ian Macdermid, más conocido por los aficionados al universo Star Wars como el emperador Palpatine.
Los efectos visuales ya mencionados hace unas líneas atrás, hoy nos provocan una sonrisa nostálgica pese a que los mismos han quedado obsoletos si los comparamos con los que se crean hoy día. Y pese a ello, siguen manteniendo su encanto si tenemos en cuenta los medios con los que fueron hechos.
Una cinta que recomiendo ver para aquellos que no lo hayáis hecho ya, es un viaje nostálgico a los años 80 que fueron una autentica mina de oro en lo que a producciones familiares se refiere, como ya he mencionado en más de una ocasión en el blog. Si ya la visteis, es un buen momento para volver a hacerlo y viajar de nuevo a nuestra infancia para volver a ser niños una vez más.
A continuación el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
jueves, 25 de agosto de 2016
pelicula: Merentau
Muy buenas a todos. Hoy os traigo una cinta de acción poco conocida de hace siete años, lo que es una verdadera pena puesto que sus responsables, unos años después nos trajeron una de las mejores películas del género como es The Raid. Aquí todos ellos demuestran su buen hacer, tanto detrás como delante de las cámaras para traernos un film de acción a la antigua usanza y donde el trabajo de los especialistas hay de destacarse. Viajemos a Yakarta para conocer más sobre esta película. ¿Listos? Allá vamos.
Escrita y dirigida por Gareth Evans en 2009, la cinta nos cuenta la historia de Yuda, Iko Uwais, un joven campesino practicante de Silat, ha de dejar su pueblo y trasladarse a Yakarta donde ha de seguir la tradición de los Merentau, para labrarse un futuro en la capital. Al poco de llegar su encuentro fortuito con Adit, Yusuf Aulia, un ladronzuelo y su hermana Astri, Sisca Jessica, a la que salva de ser golpeada por el chulo Johni, Alex Abbad, le llevará a proteger a ambos hermanos y evitar que la chica caiga en la red de proxenetas para la que trabaja Johni y que está liderada por el sádico Ratger, Mads Koodal, y su mano derecha Luc, Laurent Buson.
Como se puede ver por el argumento no hay nada nuevo bajo el sol. Esta historia no es la primera vez que se ve en pantalla, pero es de nuevo la forma en que lo cuentas la que hace que pueda resultar más o menos interesante para los espectadores. Evans sabe que su historia no es novedosa, por lo que pone toda la carne en el asador en las abundantes escenas de acción que hay a lo largo de la película.
Estas set pieces son una maravilla, sobre todo gracias a la labor de los actores y del equipo de especialistas encargado de coreografiar las escenas de lucha. Estas son violentas y rehúyen de la utilización de cables o ayudas, lo que vemos es el resultado de horas de trabajo y de tenerlo todo cronometrado al minuto para que nada falle a la hora de golpear.
Los que somos aficionados al cine de acción y artes marciales, no podemos si no frotarnos las manos y alegrarnos cuando producciones como esta caen en nuestras manos. Es puro entretenimiento y nos quedamos con la boca abierta viendo las diversas luchas que van apareciendo. Bien sea en un espacio reducido como un ascensor, que tiene lugar poco antes de la batalla final, en un puente o en un muelle de carga por citar algunos ejemplos el protagonista demuestra su buen hacer en Silat.
Es una pena que cintas como esta no lleguen a estrenarse en nuestras pantallas. Son una muestra que con un presupuesto reducido se pueden hacer verdaderas maravillas dentro de la acción. Y en cambio tonterías como la enésima entrega de Superhero movie y similares tengan muchas copias es algo que no logro entender.
Evans ha demostrado con las dos partes de The Raid, más una tercera en camino, y Merentau que es uno de los realizadores del momento en el cine de acción. Es director a la antigua usanza de este género, que no usa efectos digitales y toda la acción es cien por cien real, física y violenta. Uno casi puede sentir las hostias que se llevan todos los que participan en las peleas.
Aquí uno tiene que dejarse llevar por lo que está viendo, sin cuestionarse sin las actuaciones de los actores son más o menos correctas, sí el guión tiene más o menos agujeros o si podría haber más humor. Esta es de esas ocasiones en las que hay que desconectar el cerebro y disfrutar de lo que está viendo, es cine de artes marciales género que no destaca precisamente por la calidad de sus actuaciones o libretos.
Os la recomiendo sobre todo si disfrutasteis con las entregas de The Raid y no habéis visto esta, es pura evasión que no concede un momento de respiro y no da tiempo a que te aburras. Si la visteis ya, siempre es buen momento para volver a hacerlo y matar el gusanillo hasta que nos llegue el nuevo trabajo de su director.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Escrita y dirigida por Gareth Evans en 2009, la cinta nos cuenta la historia de Yuda, Iko Uwais, un joven campesino practicante de Silat, ha de dejar su pueblo y trasladarse a Yakarta donde ha de seguir la tradición de los Merentau, para labrarse un futuro en la capital. Al poco de llegar su encuentro fortuito con Adit, Yusuf Aulia, un ladronzuelo y su hermana Astri, Sisca Jessica, a la que salva de ser golpeada por el chulo Johni, Alex Abbad, le llevará a proteger a ambos hermanos y evitar que la chica caiga en la red de proxenetas para la que trabaja Johni y que está liderada por el sádico Ratger, Mads Koodal, y su mano derecha Luc, Laurent Buson.
Como se puede ver por el argumento no hay nada nuevo bajo el sol. Esta historia no es la primera vez que se ve en pantalla, pero es de nuevo la forma en que lo cuentas la que hace que pueda resultar más o menos interesante para los espectadores. Evans sabe que su historia no es novedosa, por lo que pone toda la carne en el asador en las abundantes escenas de acción que hay a lo largo de la película.
Estas set pieces son una maravilla, sobre todo gracias a la labor de los actores y del equipo de especialistas encargado de coreografiar las escenas de lucha. Estas son violentas y rehúyen de la utilización de cables o ayudas, lo que vemos es el resultado de horas de trabajo y de tenerlo todo cronometrado al minuto para que nada falle a la hora de golpear.
Los que somos aficionados al cine de acción y artes marciales, no podemos si no frotarnos las manos y alegrarnos cuando producciones como esta caen en nuestras manos. Es puro entretenimiento y nos quedamos con la boca abierta viendo las diversas luchas que van apareciendo. Bien sea en un espacio reducido como un ascensor, que tiene lugar poco antes de la batalla final, en un puente o en un muelle de carga por citar algunos ejemplos el protagonista demuestra su buen hacer en Silat.
Es una pena que cintas como esta no lleguen a estrenarse en nuestras pantallas. Son una muestra que con un presupuesto reducido se pueden hacer verdaderas maravillas dentro de la acción. Y en cambio tonterías como la enésima entrega de Superhero movie y similares tengan muchas copias es algo que no logro entender.
Evans ha demostrado con las dos partes de The Raid, más una tercera en camino, y Merentau que es uno de los realizadores del momento en el cine de acción. Es director a la antigua usanza de este género, que no usa efectos digitales y toda la acción es cien por cien real, física y violenta. Uno casi puede sentir las hostias que se llevan todos los que participan en las peleas.
Aquí uno tiene que dejarse llevar por lo que está viendo, sin cuestionarse sin las actuaciones de los actores son más o menos correctas, sí el guión tiene más o menos agujeros o si podría haber más humor. Esta es de esas ocasiones en las que hay que desconectar el cerebro y disfrutar de lo que está viendo, es cine de artes marciales género que no destaca precisamente por la calidad de sus actuaciones o libretos.
Os la recomiendo sobre todo si disfrutasteis con las entregas de The Raid y no habéis visto esta, es pura evasión que no concede un momento de respiro y no da tiempo a que te aburras. Si la visteis ya, siempre es buen momento para volver a hacerlo y matar el gusanillo hasta que nos llegue el nuevo trabajo de su director.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
martes, 23 de agosto de 2016
pelicula: Zona de guerra el parque
Muy buenas a todos. Hoy os traigo uno de esos clásicos de los ochenta de los videoclubs y que nos llamaba la atención sobre todo por su portada y que los que hemos sobrepasado la treintena, seguro que habremos visto o al menos oído hablar de ella. Fue una de tantas cintas que intentaron sumarse al éxito de filmes como Rambo y similares que tan de moda estaban hace ya treinta años, pero los resultados no llegaron a ser del todo satisfactorios. Vayamos a Central Park y conozcamos a nuestro protagonista y los motivos que le han llevado a tomar tan famoso escenario de Nueva York. ¿Listos? Allá vamos.
Dirigida en 1986 por Steven Hillard Stern y con guión de Lyle Gorom, el argumento nos contaba como Mitch, Tommy Lee Jones, un veterano del Vietnam no termina de acostumbrarse del todo a la vuelta a su país. Sin trabajo y sin dinero con el que poder pasar la pensión a su ex mujer, el suicidio de un amigo le empuja a retomar lo que su compañero dejó a medias: tomar Central Park durante 72 horas justo antes de la celebración del día del veterano, para llamar la atención sobre la situación en la que se encuentran otros veteranos del Vietnam. Su aventura dividirá a la opinión pública y pondrá en jaque a las autoridades políticas y policiales.
Esta película fue estrenada para televisión, de ahí la factura que tiene y que entre nosotros llegó a la gran pantalla como ocurrió con otras producciones anteriormente. Como por ejemplo El diablo sobre ruedas de Steven Spielberg o Código del hampa de Donald Siegel que siguieron el mismo camino que la entrada de hoy.
La cinta se une a otros films como El cazador o Acorralado, por citar dos de los más famosos que tenían como base la vuelta de veteranos del Vietnam y los problemas que tienen para integrarse en una sociedad que no los acepta. Los anteriores ejemplos son superiores a la de la entrada de hoy, no solo por la realización o porque el guión sea mejor, si no porque ambas saben sacar todo el jugo a la historia, algo que por desgracia no consigue Zona de guerra.
Y es que el principal problema radica en la dirección y el guión. Ambos se quedan cortos, no saben explotar el potencial de una historia que sin duda podría haber sido más interesante, y la realización para las escenas de acción es pobre. Y justo cuando parece que la cosa se podía poner interesante y despegar, es cuando el film está a punto de concluir lo que deja un sabor agridulce en los espectadores.
Lo mejor del film sin duda alguna reside en la interpretación de Jones. En esta película ya empezaba a dar muestras de su talento, que se confirmaría años después gracias a cintas como El fugitivo; Los tres entierros de Melquiades Estrada o No es país para viejos por citar tan solo algunos de sus mejores trabajos. Aquí Jones sostiene sobre sus hombros todo el peso de la producción y sale bastante airoso. Su personaje pese a ser un perdedor en toda regla, resulta complicado que no te caiga bien puesto que lo que quiere es justicia para aquellos soldados y en vez de recurrir a una protesta pacífica, decide tomar el famoso parque neoyorquino, pero sin causar bajas entre los civiles puesto que no está loco en absoluto.
Junto a Jones, nos encontramos en roles secundarios a Yaphet Kotto, como policía que intentará ayudar a Mitch y a Helen Shaver como la ex mujer del veterano. Ambos interpretes están correctos en sus interpretaciones e intentan hacer lo que pueden con unos personajes que podrían haber estado mejor escritos y definidos.
Las conversaciones de Jones con las autoridades nos muestran a un hombre que quiere llamar la atención sobre el problema de los veteranos del Vietnam. No quiere matar a nadie, baste recordar el momento en que expulsa a la policía del parque sin causar ninguna baja entre los miembros del cuerpo. Pero si amenazan su vida como ocurre en el tercio final, no dudará en aplicar sus conocimientos sobre armas para salir airoso de la situación.
Esta es una cinta fallida pero que uno recuerda con nostalgia. Tiene elementos interesantes pero no están del todo desarrollados como a uno le gustaría. Si la silla del director hubiera tenido a un realizador acostumbrado al cine de acción, como Walter Hill; Richard Donner o John McTierrnan el resultado final hubiera sido sin duda mucho más interesante. Estamos hablando de los ochenta, época dorada para este género y que nos ha dado cintas que todavía permanecen en la memoria del aficionado al cine y en la que los realizadores arriba mencionados tuvieron gran parte de culpa.
Si no la habéis visto os la recomiendo, sobre todo por ver la interpretación de Jones y por un par de momentos de acción sin duda curiosos. Y si la visteis en su momento, es buen momento para darle un nuevo visionado y ver que tal ha aguantado el paso del tiempo. No del todo bien por desgracia.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Dirigida en 1986 por Steven Hillard Stern y con guión de Lyle Gorom, el argumento nos contaba como Mitch, Tommy Lee Jones, un veterano del Vietnam no termina de acostumbrarse del todo a la vuelta a su país. Sin trabajo y sin dinero con el que poder pasar la pensión a su ex mujer, el suicidio de un amigo le empuja a retomar lo que su compañero dejó a medias: tomar Central Park durante 72 horas justo antes de la celebración del día del veterano, para llamar la atención sobre la situación en la que se encuentran otros veteranos del Vietnam. Su aventura dividirá a la opinión pública y pondrá en jaque a las autoridades políticas y policiales.
Esta película fue estrenada para televisión, de ahí la factura que tiene y que entre nosotros llegó a la gran pantalla como ocurrió con otras producciones anteriormente. Como por ejemplo El diablo sobre ruedas de Steven Spielberg o Código del hampa de Donald Siegel que siguieron el mismo camino que la entrada de hoy.
La cinta se une a otros films como El cazador o Acorralado, por citar dos de los más famosos que tenían como base la vuelta de veteranos del Vietnam y los problemas que tienen para integrarse en una sociedad que no los acepta. Los anteriores ejemplos son superiores a la de la entrada de hoy, no solo por la realización o porque el guión sea mejor, si no porque ambas saben sacar todo el jugo a la historia, algo que por desgracia no consigue Zona de guerra.
Y es que el principal problema radica en la dirección y el guión. Ambos se quedan cortos, no saben explotar el potencial de una historia que sin duda podría haber sido más interesante, y la realización para las escenas de acción es pobre. Y justo cuando parece que la cosa se podía poner interesante y despegar, es cuando el film está a punto de concluir lo que deja un sabor agridulce en los espectadores.
Lo mejor del film sin duda alguna reside en la interpretación de Jones. En esta película ya empezaba a dar muestras de su talento, que se confirmaría años después gracias a cintas como El fugitivo; Los tres entierros de Melquiades Estrada o No es país para viejos por citar tan solo algunos de sus mejores trabajos. Aquí Jones sostiene sobre sus hombros todo el peso de la producción y sale bastante airoso. Su personaje pese a ser un perdedor en toda regla, resulta complicado que no te caiga bien puesto que lo que quiere es justicia para aquellos soldados y en vez de recurrir a una protesta pacífica, decide tomar el famoso parque neoyorquino, pero sin causar bajas entre los civiles puesto que no está loco en absoluto.
Junto a Jones, nos encontramos en roles secundarios a Yaphet Kotto, como policía que intentará ayudar a Mitch y a Helen Shaver como la ex mujer del veterano. Ambos interpretes están correctos en sus interpretaciones e intentan hacer lo que pueden con unos personajes que podrían haber estado mejor escritos y definidos.
Las conversaciones de Jones con las autoridades nos muestran a un hombre que quiere llamar la atención sobre el problema de los veteranos del Vietnam. No quiere matar a nadie, baste recordar el momento en que expulsa a la policía del parque sin causar ninguna baja entre los miembros del cuerpo. Pero si amenazan su vida como ocurre en el tercio final, no dudará en aplicar sus conocimientos sobre armas para salir airoso de la situación.
Esta es una cinta fallida pero que uno recuerda con nostalgia. Tiene elementos interesantes pero no están del todo desarrollados como a uno le gustaría. Si la silla del director hubiera tenido a un realizador acostumbrado al cine de acción, como Walter Hill; Richard Donner o John McTierrnan el resultado final hubiera sido sin duda mucho más interesante. Estamos hablando de los ochenta, época dorada para este género y que nos ha dado cintas que todavía permanecen en la memoria del aficionado al cine y en la que los realizadores arriba mencionados tuvieron gran parte de culpa.
Si no la habéis visto os la recomiendo, sobre todo por ver la interpretación de Jones y por un par de momentos de acción sin duda curiosos. Y si la visteis en su momento, es buen momento para darle un nuevo visionado y ver que tal ha aguantado el paso del tiempo. No del todo bien por desgracia.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
lunes, 22 de agosto de 2016
pelicula: Los supercamorristas
Muy buenas a todos. Hoy os traigo una cinta de acción rodada en Barcelona en los años 80, y en la que coincidían tres estrellas del cine de acción de Hong Kong a los que se les unían intérpretes patrios en diversos roles. Un film bastante simpático y que pasa en un suspiro, debido sobre todo al buen hacer de sus protagonistas asiáticos y a la química que hay entre ellos. Viajemos a la ciudad condal de hace treinta años para conocer las peripecias de estos cocineros sobre ruedas. ¿Listos? Allá vamos.
Con guión y dirección de Sammo Hung y estrenada en 1984, la cinta nos cuenta las aventuras de Tomás, Jackie Chan, y David, Yuen Biao, dos primos chinos que poseen una camioneta de comidas. Una noche sus caminos se cruzan por accidente con el de Silvia, Lola Forner, una atractiva carterista que está siendo buscada por Moby, Sammo Hung, un torpe detective privado. Todos ellos ignoran la aventura que están a punto de vivir.
Este film es una nueva muestra de como se debe realizar el cine de acción o de artes marciales. Todo ello realizado de manera artesanal, recurriendo al trabajo de especialistas y ensayando las escenas una y otra vez hasta que las mismas salen bien y sin necesidad de recurrir a efectos digitales. Y tampoco sin que la cámara maree a los espectadores, lo que sin duda es de agradecer.
En esta película Chan vuelve a demostrar el porque esta considerado uno de los mejores artistas marciales de la historia de este género. A lo largo del film tiene algunos pequeños enfrentamientos con los secuaces del villano interpretado por Pepe Sancho. Pero es la pelea final contra Benny " The Jet " Urquidez por lo que esta cinta es recordada. Está rodada de manera artesanal, con ambos peleadores dando lo mejor de sí para alegría de la audiencia. Aquí Jackie apenas utiliza acrobacias y se emplea a fondo en el aspecto físico, siendo esta lucha una de las más espectaculares en la carrera del actor.
Esta cinta es puro entretenimiento cien por cien, cumple el objetivo con el que fue creada que no es otro que el de hacer pasar un buen rato al espectador y lo hace de sobra. Desde que comienza hasta que termina, resulta imposible aburrirse debido al buen ritmo que le sabe imponer Hung, tanto en las escenas de acción como en los momentos más tranquilos.
Otro de los instantes a recordar además de la pelea mencionada unas líneas más arriba, es la persecución entre Chan y sus amigos a bordo de su camioneta de comida, contra los villanos conduciendo dos taxis que han robado. Rodada en las calles de Barcelona y en las afueras de la ciudad, aquí no hay trucajes visuales. Todo trabajo de especialistas, así es como deben hacerse las persecuciones actuales y dejarse de pantallas verdes y similares.
En lo que respecta a los actores españoles, pues cumplen y poco más. Forner se dedica a pasear su palmito, esperando a ser rescatada por los protas de la película. Sancho pues se limita a actuar con el piloto automático puesto todo el rato, aparece cuando a la cinta le queda poco más de media hora de metraje por lo que poco puede hacer. Su pelea a esgrima contra Hung no da vergüenza y sabe mantener tipo.
Hung sabe sacar partido de Barcelona sacando los principales escenarios de la ciudad, como La Sagrada Familia o Las Ramblas, si no también aquellas localizaciones que serán menos conocidas para el público en general pero que sin duda, supone un pasatiempo divertido para todos aquellos habitantes de la ciudad que si la conocen intentando adivinar las calles donde Chan y compañía hacen de las suyas.
Si sois fans de Jackie Chan y no la habéis visto os la recomiendo, sin duda vais a pasar un buen rato viendo en acción a Chan en sus mejores momentos. Y si ya la visteis, siempre es un buen momento para darle un nuevo visionado y ver que tal ha aguantado el paso del tiempo. Para mi no ha envejecido en absoluto.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Con guión y dirección de Sammo Hung y estrenada en 1984, la cinta nos cuenta las aventuras de Tomás, Jackie Chan, y David, Yuen Biao, dos primos chinos que poseen una camioneta de comidas. Una noche sus caminos se cruzan por accidente con el de Silvia, Lola Forner, una atractiva carterista que está siendo buscada por Moby, Sammo Hung, un torpe detective privado. Todos ellos ignoran la aventura que están a punto de vivir.
Este film es una nueva muestra de como se debe realizar el cine de acción o de artes marciales. Todo ello realizado de manera artesanal, recurriendo al trabajo de especialistas y ensayando las escenas una y otra vez hasta que las mismas salen bien y sin necesidad de recurrir a efectos digitales. Y tampoco sin que la cámara maree a los espectadores, lo que sin duda es de agradecer.
En esta película Chan vuelve a demostrar el porque esta considerado uno de los mejores artistas marciales de la historia de este género. A lo largo del film tiene algunos pequeños enfrentamientos con los secuaces del villano interpretado por Pepe Sancho. Pero es la pelea final contra Benny " The Jet " Urquidez por lo que esta cinta es recordada. Está rodada de manera artesanal, con ambos peleadores dando lo mejor de sí para alegría de la audiencia. Aquí Jackie apenas utiliza acrobacias y se emplea a fondo en el aspecto físico, siendo esta lucha una de las más espectaculares en la carrera del actor.
Esta cinta es puro entretenimiento cien por cien, cumple el objetivo con el que fue creada que no es otro que el de hacer pasar un buen rato al espectador y lo hace de sobra. Desde que comienza hasta que termina, resulta imposible aburrirse debido al buen ritmo que le sabe imponer Hung, tanto en las escenas de acción como en los momentos más tranquilos.
Otro de los instantes a recordar además de la pelea mencionada unas líneas más arriba, es la persecución entre Chan y sus amigos a bordo de su camioneta de comida, contra los villanos conduciendo dos taxis que han robado. Rodada en las calles de Barcelona y en las afueras de la ciudad, aquí no hay trucajes visuales. Todo trabajo de especialistas, así es como deben hacerse las persecuciones actuales y dejarse de pantallas verdes y similares.
En lo que respecta a los actores españoles, pues cumplen y poco más. Forner se dedica a pasear su palmito, esperando a ser rescatada por los protas de la película. Sancho pues se limita a actuar con el piloto automático puesto todo el rato, aparece cuando a la cinta le queda poco más de media hora de metraje por lo que poco puede hacer. Su pelea a esgrima contra Hung no da vergüenza y sabe mantener tipo.
Hung sabe sacar partido de Barcelona sacando los principales escenarios de la ciudad, como La Sagrada Familia o Las Ramblas, si no también aquellas localizaciones que serán menos conocidas para el público en general pero que sin duda, supone un pasatiempo divertido para todos aquellos habitantes de la ciudad que si la conocen intentando adivinar las calles donde Chan y compañía hacen de las suyas.
Si sois fans de Jackie Chan y no la habéis visto os la recomiendo, sin duda vais a pasar un buen rato viendo en acción a Chan en sus mejores momentos. Y si ya la visteis, siempre es un buen momento para darle un nuevo visionado y ver que tal ha aguantado el paso del tiempo. Para mi no ha envejecido en absoluto.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
sábado, 20 de agosto de 2016
pelicula: Al caer el sol
Muy buenas a todos. Hoy vengo a hablaros de una de esas cintas de cine negro de la década de los 90, con un gran reparto, un guión interesante y una correcta dirección pero que hoy día no es muy conocida por desgracia. Lo que es una pena, puesto que supone la unión de grandes intérpretes del Hollywood dorado que dan muestra de su talento para contarnos una historia que es un homenaje en toda regla al género negro que tiene en su haber unas cuantas obras maestras. Viajemos a la meca de los sueños para conocer las peripecias de nuestro protagonista. ¿Listos? Allá vamos.
Dirigida y con guión de Robert Benton en 1998, la trama nos cuenta como Harry Ross, Paul Newman, antiguo detective y policía se encuentra viviendo con sus amigos actores Jack, Gene Hackman, y Catherine Ames, Susan Sarandon, en Los Ángeles. Cuando Jack le pide ayuda a Harry para un caso de chantaje al que está siendo sometido, poco podrá imaginar los líos que le aguardan a medida que avanza en su investigación. Pero Harry tendrá la ayuda de Verna Hollander, Stockard Channing, antigua compañera en el cuerpo y de Raymond Hope, James Garner, que busca ayudar a Catherine.
Este es a grandes rasgos el argumento. Como se puede ver en el resumen, la cinta sigue lo que es la norma básica dentro del género negro: la investigación en lo que nada es lo que parece y las sorpresas y giros que van apareciendo para esclarecer, o entorpecer la misma. Puesto que a medida que el protagonista va encontrando nuevas pistas, las mismas hacen que lo que va encontrando le vaya gustando cada vez menos.
Esta no es la primera ocasión en la que Newman encarna a un detective privado. Ya lo hizo en la década de los 60/70 en la dupla de films de Harper. En Al caer el sol, el personaje de Newman es un personaje desengañado y sin apenas ilusión en la vida. Ha perdido lo que le era caído, fue alcohólico y ahora vive gracias a la ayuda de Jack y su mujer. Es un detective clásico, que se encuentra de vuelta de todo pero a los que todavía les queda guerra por dar y al que no conviene subestimarle.
En esta película Newman nos muestra por qué fue uno de los grandes intérpretes del Hollywood de la década de los cincuenta en adelante. Sin ser esta una de sus grandes interpretaciones, demuestra que el que tuvo retuvo. Así, sus escenas compartidas con Hackman; Garner o Sarandon son una prueba más del buen hacer de este actor. Una cosa tras intrascendente como las partidas de cartas que tiene con Hackman o las conversaciones banales con Garner, son una pasada.
En lo que respecta a los secundarios destacan Reesee Witherspoon, como la hija del matrimonio de Hackman y Sarandon, y Liev Schreiber como su antigua pareja. Pese a su juventud en el momento de realizar este film ya daban muestras de lo que podían dar de si en un futuro, como lo han demostrado con premios de la academia en el caso de Witherspoon o con roles intensos en el caso de Schreiber en la serie Ray Donovan.
Por último Sarandon despliega aquí una gran sensualidad que traerá de cabeza a Newman. La que fuera ganadora del Oscar por Pena de muerte, aquí hace un rol de una mujer que no duda en usar sus armas para conseguir su objetivo, una femme fatale en toda regla. Un papel sin duda alejado a los que suele dar vida Sarandon.
El único pero que se le puede sacar es que Benton tiene un buen guión entre manos, pero no sabe plasmar lo mismo en la dirección teniendo a los actores que tiene bajo su batuta. Si otro director más acostumbrado a realizar género negro como John Dahl por ejemplo, se hubiera hecho cargo el resultado final hubiera sido, a todas luces mucho más interesante del que nos acabó llegando.
Con esto no digo que sea una mala película, dista mucho de serlo. Puesto que la buena labor de su reparto, los buenos diálogos y una partitura compuesta por Elmer Bernstein hacen que sus virtudes sean superiores a sus defectos.
Se podría calificar a esta cinta como cine negro crepuscular, puesto que sus intérpretes ya hace tiempo que peinan canas. Están ya desencantados de la vida e intentan vivir su vida de la mejor forma posible, intentando que sus fantasmas y errores del pasado no les pasen factura.
Si no la habéis visto y os gusta el cine negro os la recomiendo. Y si la visteis en su momento, siempre es un buen momento para darle un nuevo visionado.
A modo de curiosidad, decir que Newman aparece en pantalla en cada uno de los 90 minutos de metraje de la cinta.
A continuación el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Dirigida y con guión de Robert Benton en 1998, la trama nos cuenta como Harry Ross, Paul Newman, antiguo detective y policía se encuentra viviendo con sus amigos actores Jack, Gene Hackman, y Catherine Ames, Susan Sarandon, en Los Ángeles. Cuando Jack le pide ayuda a Harry para un caso de chantaje al que está siendo sometido, poco podrá imaginar los líos que le aguardan a medida que avanza en su investigación. Pero Harry tendrá la ayuda de Verna Hollander, Stockard Channing, antigua compañera en el cuerpo y de Raymond Hope, James Garner, que busca ayudar a Catherine.
Este es a grandes rasgos el argumento. Como se puede ver en el resumen, la cinta sigue lo que es la norma básica dentro del género negro: la investigación en lo que nada es lo que parece y las sorpresas y giros que van apareciendo para esclarecer, o entorpecer la misma. Puesto que a medida que el protagonista va encontrando nuevas pistas, las mismas hacen que lo que va encontrando le vaya gustando cada vez menos.
Esta no es la primera ocasión en la que Newman encarna a un detective privado. Ya lo hizo en la década de los 60/70 en la dupla de films de Harper. En Al caer el sol, el personaje de Newman es un personaje desengañado y sin apenas ilusión en la vida. Ha perdido lo que le era caído, fue alcohólico y ahora vive gracias a la ayuda de Jack y su mujer. Es un detective clásico, que se encuentra de vuelta de todo pero a los que todavía les queda guerra por dar y al que no conviene subestimarle.
En esta película Newman nos muestra por qué fue uno de los grandes intérpretes del Hollywood de la década de los cincuenta en adelante. Sin ser esta una de sus grandes interpretaciones, demuestra que el que tuvo retuvo. Así, sus escenas compartidas con Hackman; Garner o Sarandon son una prueba más del buen hacer de este actor. Una cosa tras intrascendente como las partidas de cartas que tiene con Hackman o las conversaciones banales con Garner, son una pasada.
En lo que respecta a los secundarios destacan Reesee Witherspoon, como la hija del matrimonio de Hackman y Sarandon, y Liev Schreiber como su antigua pareja. Pese a su juventud en el momento de realizar este film ya daban muestras de lo que podían dar de si en un futuro, como lo han demostrado con premios de la academia en el caso de Witherspoon o con roles intensos en el caso de Schreiber en la serie Ray Donovan.
Por último Sarandon despliega aquí una gran sensualidad que traerá de cabeza a Newman. La que fuera ganadora del Oscar por Pena de muerte, aquí hace un rol de una mujer que no duda en usar sus armas para conseguir su objetivo, una femme fatale en toda regla. Un papel sin duda alejado a los que suele dar vida Sarandon.
El único pero que se le puede sacar es que Benton tiene un buen guión entre manos, pero no sabe plasmar lo mismo en la dirección teniendo a los actores que tiene bajo su batuta. Si otro director más acostumbrado a realizar género negro como John Dahl por ejemplo, se hubiera hecho cargo el resultado final hubiera sido, a todas luces mucho más interesante del que nos acabó llegando.
Con esto no digo que sea una mala película, dista mucho de serlo. Puesto que la buena labor de su reparto, los buenos diálogos y una partitura compuesta por Elmer Bernstein hacen que sus virtudes sean superiores a sus defectos.
Se podría calificar a esta cinta como cine negro crepuscular, puesto que sus intérpretes ya hace tiempo que peinan canas. Están ya desencantados de la vida e intentan vivir su vida de la mejor forma posible, intentando que sus fantasmas y errores del pasado no les pasen factura.
Si no la habéis visto y os gusta el cine negro os la recomiendo. Y si la visteis en su momento, siempre es un buen momento para darle un nuevo visionado.
A modo de curiosidad, decir que Newman aparece en pantalla en cada uno de los 90 minutos de metraje de la cinta.
A continuación el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
jueves, 18 de agosto de 2016
pelicula: El bueno, el feo y el malo
Muy buenas a todos. La entrada de hoy es de una de mis películas de cabecera, uno de los mejores westerns de la historia del cine a pesar que entre dentro de la clasificación de los spaghetti western. El film supuso el punto y final a la llamada " trilogía del dólar " y a la colaboración de su protagonista principal con el artífice de las mismas. Viajemos a la guerra de secesión donde tres pistoleros intentaran hacerse con un jugoso botín escondido en un cementerio. ¿Listos? Allá vamos.
Dirigida por Sergio Leone en 1966, la cinta ambientada en la guerra de secesión, nos cuenta las aventuras de Rubio, Clint Eastwood; Tuco, Eli Wallach y Sentencia, Lee Van Cleef, que lucharán por conseguir los 200.000 dólares escondidos en un cementerio conociendo cada uno una pista que lleva al ansiado tesoro por lo que las alianzas y traiciones surgen entre los protagonistas.
¿Qué se puede decir de esta película que no se haya dicho ya? Es una cinta que pese a contar con la friolera de 50 años desde su realización, sigue entreteniendo igual desde el momento de su estreno. No aburre en ningún momento, sus dos horas y media de duración pasan en un suspiro y tiene uno de los mejores duelos, en este caso triello, de la historia del cine donde el montaje y la música son esenciales.
El film fue el más ambicioso de Leone hasta la fecha, quería despedirse por la puerta grande del spaghetti western y lo consigue. Pocos peros o fallos se le pueden sacar a una cinta que funciona a la perfección en todos los sentidos. Comenzando por Leone, logrando aquí su película más redonda, y continuando por el trío protagonista en donde destaca por méritos propios el personaje de Wallach.
Eli Wallach roba cada una de las escenas en las que aparece y se puede llegar a pensar que es él el verdadero protagonista Tal vez esta fuera una de las razones del disgusto de Eastwood con Leone, viendo como aquí perdía todo el protagonismo que tenía en las dos cintas anteriores junto al realizador italiano.
Así es del personaje de Wallach del que llegamos a saber más, de su pasado y la razón que le puede haberse convertido en el bandido que es hoy. Por instantes como el de la iglesia o por los aportes humorísticos que tiene, es al que el espectador llega a coger más cariño puesto que le conoce más que a sus compañeros protagonistas de los que no sabemos nada en absoluto.
La música de Morricone merece capítulo aparte. El famoso compositor italiano logra aquí una de sus mejores partituras y consigue que sus temas ya formen parte de la historia del cine. Si uno escucha su banda sonora y cierra los ojos, las imágenes acuden a su cabeza ya que ambas van muy unidas y resulta complicado entender la una sin la otra. El ejemplo más claro lo podemos encontrar en el tema " Il triello ".
Aquí lo tenéis:
Toda la cinta está llena de humor negro, la mayor parte gracias a Eli Wallach, que hace que uno no pueda evitar reírse o que una sonrisa acuda a los labios del espectador. Especialmente hilarante son los insultos de Tuco, el momento en que se cruzan Rubio y Tuco con una caravana de soldados o las frases acerca de como se divide el mundo que se intercambian Tuco y Rubio.
Al tratarse de un film de Leone la violencia hace acto de presencia e incluso tiene un momento que pocas veces se había visto en la pantalla grande cuando se estrenó la cinta. Me refiero al instante en que Sentencia abofetea sin compasión a una prostituta para sacarle la información sobre una persona a la que está buscando. Si la memoria no me falla, esta es la primera vez que los espectadores de la época podían ver algo así, pese a que unos años antes en Gilda Rita Hayworth sufriera en su carnes una de las bofetadas más famosas de la historia del cine. Pero Leone lo hace de forma mucho más violenta. De igual forma ocurre con la tortura y paliza a que es sometido Tuco, hoy puede no extrañarnos pero estamos hablando de los años 60 donde la censura estaba al quite de eliminar todo aquello que le pareciese pernicioso para la audiencia.
Varias son las secuencias a destacar: la presentación de cada uno de los personajes; la persecución entre Tuco y Rubio; el momento de la iglesia antes citado y por supuesto el final en el cementerio en el que los personajes lucharán por hacerse con el tan ansiado botín después de todas las aventuras por las que han pasado para conseguirlo.
Una de las películas de visionado obligatorio si os gusta el cine. No haberla visto es un pecado y de los gordos, por lo que si no la habéis visto ya estáis tardando en hacerlo. Para todos aquellos que lo hemos hecho en más de una ocasión, siempre es un placer el volver a verla y encontrarse con tres de los personajes icónicos del cine.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Dirigida por Sergio Leone en 1966, la cinta ambientada en la guerra de secesión, nos cuenta las aventuras de Rubio, Clint Eastwood; Tuco, Eli Wallach y Sentencia, Lee Van Cleef, que lucharán por conseguir los 200.000 dólares escondidos en un cementerio conociendo cada uno una pista que lleva al ansiado tesoro por lo que las alianzas y traiciones surgen entre los protagonistas.
¿Qué se puede decir de esta película que no se haya dicho ya? Es una cinta que pese a contar con la friolera de 50 años desde su realización, sigue entreteniendo igual desde el momento de su estreno. No aburre en ningún momento, sus dos horas y media de duración pasan en un suspiro y tiene uno de los mejores duelos, en este caso triello, de la historia del cine donde el montaje y la música son esenciales.
El film fue el más ambicioso de Leone hasta la fecha, quería despedirse por la puerta grande del spaghetti western y lo consigue. Pocos peros o fallos se le pueden sacar a una cinta que funciona a la perfección en todos los sentidos. Comenzando por Leone, logrando aquí su película más redonda, y continuando por el trío protagonista en donde destaca por méritos propios el personaje de Wallach.
Eli Wallach roba cada una de las escenas en las que aparece y se puede llegar a pensar que es él el verdadero protagonista Tal vez esta fuera una de las razones del disgusto de Eastwood con Leone, viendo como aquí perdía todo el protagonismo que tenía en las dos cintas anteriores junto al realizador italiano.
Así es del personaje de Wallach del que llegamos a saber más, de su pasado y la razón que le puede haberse convertido en el bandido que es hoy. Por instantes como el de la iglesia o por los aportes humorísticos que tiene, es al que el espectador llega a coger más cariño puesto que le conoce más que a sus compañeros protagonistas de los que no sabemos nada en absoluto.
La música de Morricone merece capítulo aparte. El famoso compositor italiano logra aquí una de sus mejores partituras y consigue que sus temas ya formen parte de la historia del cine. Si uno escucha su banda sonora y cierra los ojos, las imágenes acuden a su cabeza ya que ambas van muy unidas y resulta complicado entender la una sin la otra. El ejemplo más claro lo podemos encontrar en el tema " Il triello ".
Aquí lo tenéis:
Toda la cinta está llena de humor negro, la mayor parte gracias a Eli Wallach, que hace que uno no pueda evitar reírse o que una sonrisa acuda a los labios del espectador. Especialmente hilarante son los insultos de Tuco, el momento en que se cruzan Rubio y Tuco con una caravana de soldados o las frases acerca de como se divide el mundo que se intercambian Tuco y Rubio.
Al tratarse de un film de Leone la violencia hace acto de presencia e incluso tiene un momento que pocas veces se había visto en la pantalla grande cuando se estrenó la cinta. Me refiero al instante en que Sentencia abofetea sin compasión a una prostituta para sacarle la información sobre una persona a la que está buscando. Si la memoria no me falla, esta es la primera vez que los espectadores de la época podían ver algo así, pese a que unos años antes en Gilda Rita Hayworth sufriera en su carnes una de las bofetadas más famosas de la historia del cine. Pero Leone lo hace de forma mucho más violenta. De igual forma ocurre con la tortura y paliza a que es sometido Tuco, hoy puede no extrañarnos pero estamos hablando de los años 60 donde la censura estaba al quite de eliminar todo aquello que le pareciese pernicioso para la audiencia.
Varias son las secuencias a destacar: la presentación de cada uno de los personajes; la persecución entre Tuco y Rubio; el momento de la iglesia antes citado y por supuesto el final en el cementerio en el que los personajes lucharán por hacerse con el tan ansiado botín después de todas las aventuras por las que han pasado para conseguirlo.
Una de las películas de visionado obligatorio si os gusta el cine. No haberla visto es un pecado y de los gordos, por lo que si no la habéis visto ya estáis tardando en hacerlo. Para todos aquellos que lo hemos hecho en más de una ocasión, siempre es un placer el volver a verla y encontrarse con tres de los personajes icónicos del cine.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
martes, 16 de agosto de 2016
pelicula: la trampa del caimán
Muy buenas a todos. En el año 1996 Kevin Spacey decidió dar el salto a la dirección y nos regaló este film. Y la verdad es que para estrenarse como realizador no lo hizo nada mal. El film no es ninguna obra maestra, ni lo pretende, pero si que tiene una buena factura que se apoya sobre todo en un guión interesante a cargo de Christian Forte y unos actores que dan lo mejor de sí en el lugar donde tiene lugar la trama. Viajemos pues a Nueva Orleans para conocer a nuestros protagonistas y lo que les espera. ¿ Listos ? Allá vamos.
La trama nos cuenta como tres atracadores de poca monta Milo, Gary Sinise; Law, William Fichter, y Dova; Matt Dillon, tras un golpe fallido y tras matar de forma accidental en su huida a un policía se refugian en el bar de Dino, M. Emmet Walsh, tomando a las personas que allí se encuentran como rehenes. Al poco llega la policía por lo que la situación se volverá tensa entre los delincuentes y los secuestrados.
Muy interesante thriller en el que además de los interpretes arriba citados, encontramos a Faye Dunaway; John Spencer; Skeet Ulrich y Viggo Mortensen como los rehenes. Joe Mantegna y Frankie Faison son los encargados de dar vida a los policías encargados de que la situación no se desmadre y acabe de la mejor forma posible.
Uno de los puntos fuertes de esta cinta está en el guión, que por momentos llega a recordar a Tarde de perros, debido al ambiente claustrofóbico en el que se desarrolla la acción y a que los personajes son unos perdedores que se han metido en un asunto que les queda grande. Forte se guarda un par de giros, que por supuesto no voy a desvelar, que sorprenden al espectador pese a que uno de ellos se ve llegar. No por ello resulta menos interesante el ver como se van desarrollando las sorpresas.
El otro punto a destacar es la labor que llevan a cabo todos los actores. Fichter vuelve a encarnar un villano, rol en el que parece sentirse cómodo; Sinise nos regala otra gran interpretación como el más sensato de los tres atracadores, mientras que Dillon es el duro pero de buen corazón y al que no le gusta usar la violencia.
Del resto del reparto sobresalen sobre todo Dunaway, que no duda en enfrentarse a los atracadores, y Mantegna como irónico policía. El intérprete de El Padrino III sabe sacar provecho de las pocas escenas de las que dispone para ofrecernos una actuación solvente. Especialmente hilarante es el momento en que atiende a la prensa que ha acudido al lugar para informar de la noticia.
Spacey sabe sacar partido de los pocos lugares en los que transcurre la acción. Quitando los primeros minutos de metraje, unos 10 más o menos, el resto de la cinta tiene lugar en dos únicas localizaciones: el bar y la calle. Esto hace que tanto entre los atracadores y rehenes, como en el espectador se cree una sensación de claustrofobia debido a que no pueden salir del lugar en el que se encuentran encerrados. Y si salen los atracadores ya conocen su destino.
Cuando se estrenó esta película supuso un fracaso en taquilla, lo que no me explico. Se trata de una producción bastante correcta. Cierto que lo que nos cuenta no es nada novedoso, pero de nuevo es la forma en la que lo cuentas o como lo haces el que pueda resultar más o menos interesante. Y este film consigue mantenernos interesados en sus poco más de noventa minutos de metraje, por lo que pasa en un suspiro.
Una cinta poco conocida y que se une a la larga lista de producciones en las que interpretes como Robert DeNiro en Una historia del Bronx; George Clooney en Confesiones de una mente peligrosa o Clint Eastwood en Escalofrío en la noche dieron el salto detrás de las cámaras para probar suerte como realizadores.
Un modesto thriller que os recomiendo ver si no le habéis visto, puesto que se trata de un film que merece reivindicarse. Si la visteis en su momento, siempre es buen momento para volver a hacerlo y ver que tal le ha sentado el paso del tiempo.
A continuación el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
La trama nos cuenta como tres atracadores de poca monta Milo, Gary Sinise; Law, William Fichter, y Dova; Matt Dillon, tras un golpe fallido y tras matar de forma accidental en su huida a un policía se refugian en el bar de Dino, M. Emmet Walsh, tomando a las personas que allí se encuentran como rehenes. Al poco llega la policía por lo que la situación se volverá tensa entre los delincuentes y los secuestrados.
Muy interesante thriller en el que además de los interpretes arriba citados, encontramos a Faye Dunaway; John Spencer; Skeet Ulrich y Viggo Mortensen como los rehenes. Joe Mantegna y Frankie Faison son los encargados de dar vida a los policías encargados de que la situación no se desmadre y acabe de la mejor forma posible.
Uno de los puntos fuertes de esta cinta está en el guión, que por momentos llega a recordar a Tarde de perros, debido al ambiente claustrofóbico en el que se desarrolla la acción y a que los personajes son unos perdedores que se han metido en un asunto que les queda grande. Forte se guarda un par de giros, que por supuesto no voy a desvelar, que sorprenden al espectador pese a que uno de ellos se ve llegar. No por ello resulta menos interesante el ver como se van desarrollando las sorpresas.
El otro punto a destacar es la labor que llevan a cabo todos los actores. Fichter vuelve a encarnar un villano, rol en el que parece sentirse cómodo; Sinise nos regala otra gran interpretación como el más sensato de los tres atracadores, mientras que Dillon es el duro pero de buen corazón y al que no le gusta usar la violencia.
Del resto del reparto sobresalen sobre todo Dunaway, que no duda en enfrentarse a los atracadores, y Mantegna como irónico policía. El intérprete de El Padrino III sabe sacar provecho de las pocas escenas de las que dispone para ofrecernos una actuación solvente. Especialmente hilarante es el momento en que atiende a la prensa que ha acudido al lugar para informar de la noticia.
Spacey sabe sacar partido de los pocos lugares en los que transcurre la acción. Quitando los primeros minutos de metraje, unos 10 más o menos, el resto de la cinta tiene lugar en dos únicas localizaciones: el bar y la calle. Esto hace que tanto entre los atracadores y rehenes, como en el espectador se cree una sensación de claustrofobia debido a que no pueden salir del lugar en el que se encuentran encerrados. Y si salen los atracadores ya conocen su destino.
Cuando se estrenó esta película supuso un fracaso en taquilla, lo que no me explico. Se trata de una producción bastante correcta. Cierto que lo que nos cuenta no es nada novedoso, pero de nuevo es la forma en la que lo cuentas o como lo haces el que pueda resultar más o menos interesante. Y este film consigue mantenernos interesados en sus poco más de noventa minutos de metraje, por lo que pasa en un suspiro.
Una cinta poco conocida y que se une a la larga lista de producciones en las que interpretes como Robert DeNiro en Una historia del Bronx; George Clooney en Confesiones de una mente peligrosa o Clint Eastwood en Escalofrío en la noche dieron el salto detrás de las cámaras para probar suerte como realizadores.
Un modesto thriller que os recomiendo ver si no le habéis visto, puesto que se trata de un film que merece reivindicarse. Si la visteis en su momento, siempre es buen momento para volver a hacerlo y ver que tal le ha sentado el paso del tiempo.
A continuación el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
lunes, 15 de agosto de 2016
pelicula: Se nos ha perdido un dinosaurio
Muy buenas a todos. Tal y como ocurrió en la entrada de ayer, hoy vengo a hablaros de una de esas pequeñas joyas de imagen real de la factoría Disney. En esta ocasión dos géneros tan distintos, como son la comedia y el cine de espías se dan de la mano en una producción infantil para toda la familia. Y la mezcla de ambos resulta, cuanto mínimo interesante y dan como resultado un film que merece reivindicarse. Así pues vamos a viajar al Londres de principios del Siglo XX, para conocer las peripecias de un Lord inglés, su antigua niñera y el servicio secreto chino. ¿ Listos ? Allá vamos.
Dirigida en 1975 por Robert Stevenson, la cinta nos contaba como Lord Southmere, Derek Nimmo, escapa de China con una formula secreta y al llegar a Londres es perseguido por el servicio secreto chino dirigido por Hnup Wan, Peter Ustinov. Pero antes de ser capturado le da tiempo a esconder el microfilm en un dinosaurio y confiarle el secreto a la que fuera su niñera Hattie, Helen Hayes. Será el inicio de una serie de divertidas aventuras.
Este es uno de esos casos en los que uno no puede ser imparcial con una película. La adoraba siendo pequeño y lo sigo haciendo ahora que han pasado bastantes años desde la primera vez que la vi. Tal vez la nostalgia sea un factor importante, que me impide ver los fallos que seguro tiene ya que no es perfecta y dicha mucho de serlo. Pero desde luego que me lo sigo pasando igual de bien con las peripecias de este variopinto grupo de personajes.
Cuando uno es niño no presta atención al nombre de los actores de los films que ve. Pero según uno va creciendo va aprendiéndose el nombre de estos intérpretes, así no pude si no sorprenderme pasados unos cuantos años de que el protagonista principal era el gran Peter Ustinov,, aquí dando rienda suelta a su vis cómica como un espía chino que recurrirá a lo que haga falta para que la formula robada por un inglés vuelva a su patria. Ya solo por ver al que fuera Poirot en la ficción merece la pena darle una oportunidad al film.
El resto del reparto no le anda a la zaga a Ustinov, destacando Hayes como la típica niñera inglesa de principios de siglo que se hace respetar, tanto por los que cuidó cuando era joven como los que cuida ahora. Resulta muy divertido el instante en el que Hayes regaña a Ustinov delante de su secuaz, sin importarle en absoluto dejarle en ridículo delante de su subordinado.
La cinta tiene una duración ajustada de una hora y media, lo que hace que se pase en un suspiro y no llegue a aburrir en ningún momento. La realización llevada a cabo por Stevenson en correcta, sabe lo que tiene entre manos. Es una cinta familiar de Disney, factoría para la que había trabajado antes y con la que alcanzó un gran éxito con Mary Poppins o La bruja novata. Era un realizador de la casa por lo que sabía que ofrecer a la audiencia.
La película tardó casi 8 años en estrenarse en nuestro país, debido a que no obtuvo un gran éxito en el momento de su estreno en el mercado estadounidense e inglés. Cuando llegó aquí la crítica de la época no la puso muy bien. Me preguntó si alguna vez los críticos más sesudos alguna vez han sido niños y disfrutado con una película destinada al público infantil. Cierto que este film tiene sus fallos, pero que critiquen su argumento cuando lo que hace es aligerar la novela original para adaptarla a los más pequeños de la casa es de juzgado de guardia. Hay que dejarse llevar por las peripecias de sus protagonistas y no ir a cebarse en lo malo.
El film se rodó en los estudios Pinewood ingleses, de gran tradición en lo que a rodajes se refiere. Sin ir más lejos, el agente 007 ha rodado muchos de sus films aquí. Pero las calles de Londres y sus exteriores juegan un papel importante en la persecución nocturna, en la que nuestros personajes lucharán por hacerse con el dinosaurio. Lo que será motivo para instantes cuanto menos divertidos, en los que han de esquivarse rodeados por la típica niebla londinense.
En definitiva, una pequeña joya muy olvidada dentro de Disney y que no es tan mala como muchos afirman. Hay que darle una oportunidad, puesto que desde luego hará pasar un buen rato a los espectadores ya que fue hecha con esa intención. Si no la habéis visto os la recomiendo, sin duda tiene golpes de humor que os arrancará alguna carcajada que otra. Y si ya la visteis en su momento, siempre es un buen momento para volver a verla y ver que tal ha aguantado el paso del tiempo.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Dirigida en 1975 por Robert Stevenson, la cinta nos contaba como Lord Southmere, Derek Nimmo, escapa de China con una formula secreta y al llegar a Londres es perseguido por el servicio secreto chino dirigido por Hnup Wan, Peter Ustinov. Pero antes de ser capturado le da tiempo a esconder el microfilm en un dinosaurio y confiarle el secreto a la que fuera su niñera Hattie, Helen Hayes. Será el inicio de una serie de divertidas aventuras.
Este es uno de esos casos en los que uno no puede ser imparcial con una película. La adoraba siendo pequeño y lo sigo haciendo ahora que han pasado bastantes años desde la primera vez que la vi. Tal vez la nostalgia sea un factor importante, que me impide ver los fallos que seguro tiene ya que no es perfecta y dicha mucho de serlo. Pero desde luego que me lo sigo pasando igual de bien con las peripecias de este variopinto grupo de personajes.
Cuando uno es niño no presta atención al nombre de los actores de los films que ve. Pero según uno va creciendo va aprendiéndose el nombre de estos intérpretes, así no pude si no sorprenderme pasados unos cuantos años de que el protagonista principal era el gran Peter Ustinov,, aquí dando rienda suelta a su vis cómica como un espía chino que recurrirá a lo que haga falta para que la formula robada por un inglés vuelva a su patria. Ya solo por ver al que fuera Poirot en la ficción merece la pena darle una oportunidad al film.
El resto del reparto no le anda a la zaga a Ustinov, destacando Hayes como la típica niñera inglesa de principios de siglo que se hace respetar, tanto por los que cuidó cuando era joven como los que cuida ahora. Resulta muy divertido el instante en el que Hayes regaña a Ustinov delante de su secuaz, sin importarle en absoluto dejarle en ridículo delante de su subordinado.
La cinta tiene una duración ajustada de una hora y media, lo que hace que se pase en un suspiro y no llegue a aburrir en ningún momento. La realización llevada a cabo por Stevenson en correcta, sabe lo que tiene entre manos. Es una cinta familiar de Disney, factoría para la que había trabajado antes y con la que alcanzó un gran éxito con Mary Poppins o La bruja novata. Era un realizador de la casa por lo que sabía que ofrecer a la audiencia.
La película tardó casi 8 años en estrenarse en nuestro país, debido a que no obtuvo un gran éxito en el momento de su estreno en el mercado estadounidense e inglés. Cuando llegó aquí la crítica de la época no la puso muy bien. Me preguntó si alguna vez los críticos más sesudos alguna vez han sido niños y disfrutado con una película destinada al público infantil. Cierto que este film tiene sus fallos, pero que critiquen su argumento cuando lo que hace es aligerar la novela original para adaptarla a los más pequeños de la casa es de juzgado de guardia. Hay que dejarse llevar por las peripecias de sus protagonistas y no ir a cebarse en lo malo.
El film se rodó en los estudios Pinewood ingleses, de gran tradición en lo que a rodajes se refiere. Sin ir más lejos, el agente 007 ha rodado muchos de sus films aquí. Pero las calles de Londres y sus exteriores juegan un papel importante en la persecución nocturna, en la que nuestros personajes lucharán por hacerse con el dinosaurio. Lo que será motivo para instantes cuanto menos divertidos, en los que han de esquivarse rodeados por la típica niebla londinense.
En definitiva, una pequeña joya muy olvidada dentro de Disney y que no es tan mala como muchos afirman. Hay que darle una oportunidad, puesto que desde luego hará pasar un buen rato a los espectadores ya que fue hecha con esa intención. Si no la habéis visto os la recomiendo, sin duda tiene golpes de humor que os arrancará alguna carcajada que otra. Y si ya la visteis en su momento, siempre es un buen momento para volver a verla y ver que tal ha aguantado el paso del tiempo.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
domingo, 14 de agosto de 2016
pelicula: Pedro y el dragón Elliot
Muy buenas a todos. Dentro de poco se estrena en nuestras pantallas Pedro y el dragón, remake de la entrada de la que voy a hablaros hoy. Una de las cintas de mi infancia que vi un montón de veces, y una de esas pequeñas joyas de la factoría Disney en imagen real. Si por algo se recuerda este film es por la mezcla de personajes reales junto con el dragón animado y que corrió a cargo de Don Bluth, uno de los maestros de la animación estadounidense. Viajemos al pasado y entremos al pueblo de Pasamaquody donde sus habitantes recibirán la visita de dos personajes inolvidables que les cambiarán la vida. ¿ Listos ? Allá vamos.
Dirigida en 1977 por Don Chaffey, el film nos cuenta la historia de Pedro, Sean Marshall, un huérfano que harto de los malos tratos de los Gogan su familia adoptiva liderada por Lena, Shelley Winters, se fuga y llega al pueblo de Pasamaquody donde pronto será acogido por Nora, Helen Reddy, y su padre Lampie, Mickey Rooney, el encargado del faro. Pedro tiene un amigo dragón llamado Elliot que le vigila para que nada malo le pase. Pero la llegada a la localidad del charlatán Doctor Terminus, Jim Dale, que hará todo lo posible por hacerse con Elliot tan pronto sabe de su existencia como de los Gogan pondrán a nuestros amigos en problemas.
Hay cintas de nuestra infancia que permanecen siempre dentro de nuestra memoria cinéfila, bien sea por unos motivos o por otros. Nos encantó en su momento, la vimos un montón de veces, cuando estábamos enfermos nos la alquilaron para que no nos aburriéramos, cualquier razón se podría aceptar como valida. En mi caso, las dos primeras opciones son las escogidas. Cuando era pequeño la solía ver de vez en cuando al tenerla grabada y no me importaba verla cuantas veces hiciera falta, puesto que no me aburría en absoluto.
Esta película que ya tiene casi 40 años no ha envejecido en absoluto. Sigue siendo igual de ilusionante como la primera vez que la vi, y el niño interior que habita en todos nosotros ha vuelto a salir a disfrutar con las aventuras de Pedro y su dragón. Uno se sigue riendo con los mismos golpes de humor, emocionándose cuando toca y esperando que Elliot haga su aparición para alegría de los pequeños, y no tan pequeños, para que el simpático dragón haga de las suyas.
Uno de los aciertos de esta cinta reside en el diseño del dragón, alejado a la imagen típica que suelen tener estos monstruos. El dragón fue animado por Don Bluth que de forma posterior haría sus propias películas. Filmes como En busca del valle encantado; Fievel y el nuevo mundo o Anastasia son solo algunos ejemplos en los que este dibujante ha dado muestras de su talento en el campo de la animación, tanto en películas como el famoso videojuego Dragon´s Lair.
Es un film Disney en el que los buenos son muy buenos y los malos muy malos. Es un cuento que juega con la imaginación de los espectadores infantiles, puesto que consigue poner en imágenes al amigo imaginario que todos hemos tenido siendo niño. El film es un homenaje a la ilusión y a los buenos sentimientos, ya que no resulta complicado ver en la figura de Elliot a un ángel de la guarda que vela por el bienestar de Pedro, pese a que sus buenas intenciones metan al niño de vez en cuando en algún problema.
Todos loa actores están genial y se nota que se lo han pasado genial mientras la rodaban, sensación que transmiten a los espectadores en todo momento. Poco nos importa que los personajes que interpretan tanto Winters como Dale sobreactúen, puesto que son villanos de folletín. Hasta el aspecto que luce Dale, con chistera y bigote acabado en punta, es un homenaje a estos malos.
No entiendo como esta película no tiene la misma fama que otras de la factoría Disney que también mezclaban imagen real con dibujos animados como Mary Poppins o La bruja novata. Tiene momentos inolvidables y el dragón sigue siendo recordado por todos aquellos que hemos superado la treintena.
Si no la habéis visto os la recomiendo, poco ha de importaros que se trate de un film infantil Hay que verla con ojos de niños y dejarse llevar por la trama y por las peripecias de sus dos principales protagonistas. Y si ya la visteis en su momento, siempre es bueno volver a verla y sentirse transportado a nuestra infancia una vez más.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Dirigida en 1977 por Don Chaffey, el film nos cuenta la historia de Pedro, Sean Marshall, un huérfano que harto de los malos tratos de los Gogan su familia adoptiva liderada por Lena, Shelley Winters, se fuga y llega al pueblo de Pasamaquody donde pronto será acogido por Nora, Helen Reddy, y su padre Lampie, Mickey Rooney, el encargado del faro. Pedro tiene un amigo dragón llamado Elliot que le vigila para que nada malo le pase. Pero la llegada a la localidad del charlatán Doctor Terminus, Jim Dale, que hará todo lo posible por hacerse con Elliot tan pronto sabe de su existencia como de los Gogan pondrán a nuestros amigos en problemas.
Hay cintas de nuestra infancia que permanecen siempre dentro de nuestra memoria cinéfila, bien sea por unos motivos o por otros. Nos encantó en su momento, la vimos un montón de veces, cuando estábamos enfermos nos la alquilaron para que no nos aburriéramos, cualquier razón se podría aceptar como valida. En mi caso, las dos primeras opciones son las escogidas. Cuando era pequeño la solía ver de vez en cuando al tenerla grabada y no me importaba verla cuantas veces hiciera falta, puesto que no me aburría en absoluto.
Esta película que ya tiene casi 40 años no ha envejecido en absoluto. Sigue siendo igual de ilusionante como la primera vez que la vi, y el niño interior que habita en todos nosotros ha vuelto a salir a disfrutar con las aventuras de Pedro y su dragón. Uno se sigue riendo con los mismos golpes de humor, emocionándose cuando toca y esperando que Elliot haga su aparición para alegría de los pequeños, y no tan pequeños, para que el simpático dragón haga de las suyas.
Uno de los aciertos de esta cinta reside en el diseño del dragón, alejado a la imagen típica que suelen tener estos monstruos. El dragón fue animado por Don Bluth que de forma posterior haría sus propias películas. Filmes como En busca del valle encantado; Fievel y el nuevo mundo o Anastasia son solo algunos ejemplos en los que este dibujante ha dado muestras de su talento en el campo de la animación, tanto en películas como el famoso videojuego Dragon´s Lair.
Es un film Disney en el que los buenos son muy buenos y los malos muy malos. Es un cuento que juega con la imaginación de los espectadores infantiles, puesto que consigue poner en imágenes al amigo imaginario que todos hemos tenido siendo niño. El film es un homenaje a la ilusión y a los buenos sentimientos, ya que no resulta complicado ver en la figura de Elliot a un ángel de la guarda que vela por el bienestar de Pedro, pese a que sus buenas intenciones metan al niño de vez en cuando en algún problema.
Todos loa actores están genial y se nota que se lo han pasado genial mientras la rodaban, sensación que transmiten a los espectadores en todo momento. Poco nos importa que los personajes que interpretan tanto Winters como Dale sobreactúen, puesto que son villanos de folletín. Hasta el aspecto que luce Dale, con chistera y bigote acabado en punta, es un homenaje a estos malos.
No entiendo como esta película no tiene la misma fama que otras de la factoría Disney que también mezclaban imagen real con dibujos animados como Mary Poppins o La bruja novata. Tiene momentos inolvidables y el dragón sigue siendo recordado por todos aquellos que hemos superado la treintena.
Si no la habéis visto os la recomiendo, poco ha de importaros que se trate de un film infantil Hay que verla con ojos de niños y dejarse llevar por la trama y por las peripecias de sus dos principales protagonistas. Y si ya la visteis en su momento, siempre es bueno volver a verla y sentirse transportado a nuestra infancia una vez más.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
jueves, 11 de agosto de 2016
pelicula: Warlock el apocalipsis final
Muy buenas a todos. Hoy vengo a hablaros de una cinta por la que tengo una debilidad especial, no solo es la secuela de una de mis películas de serie B favoritas, si no que también aquí su protagonista principal se sale y es el verdadero motor del film. Un festival de fantasía con gotas de terror y gore que en nada se parece a su predecesora. Así pues, vayamos a la década de los 90 para conocer las nuevas peripecias de este brujo que vuelve a hacer de las suyas en nuestros días. ¿ Listos ? Allá vamos.
Dirigida en 1993 por Anthony Hickox, realizador de Hellraiser 3, la cinta nos narra como Warlock, Julian Sands, renace en nuestros días y se dispone a buscar unas piedras con las que traer a Satanás a la tierra. Pero los jóvenes Kenny, Chris Young, y Samantha, Paula Marshall, hijos con poderes de unos druidas tratarán de impedírselo.
Adoro esta película. Todavía me acuerdo cuando la vi hace años en vídeo cuando la alquilé para pasar la tarde del fin de semana. Si ya era fan de la primera, de la segunda ni te cuento a pesar de que el tono de la secuela es más oscuro que el de su predecesora, más violenta y con más escenas sangrientas que las de su predecesora que tiraba más hacía la aventura.
El gran defecto que tiene esta cinta se encuentra en el apartado de los efectos visuales. Estamos hablando de una época en la que estos estaban empezando a ser revolucionarios, pero aquí no están bien utilizados y se notan una barbaridad, sobre todo en su tramo final. Esto es algo que desluce el conjunto global de un film que hasta que estos efectos aparecen estaba aguantando bien el tipo en lo que al apartado técnico se refiere.
Hay que ser conscientes que se trata de una producción de serie B, algo que no oculta en ningún momento. Todos los implicados dentro de la película saben que la única función de la cinta es el de hacer pasar un buen rato a los espectadores durante sus 90 minutos que pasan en un suspiro y desde luego que lo consiguen. Esta producción es un entretenimiento bastante decente y que tiene instantes para recordar y que aún hoy permanecen en mi memoria cinéfila.
Uno de estos tiene lugar cuando nace Warlock. Una escena bastante sangrienta, con mal rollo y que da algo de asco. A partir de ese momento, minuto doce de la película más o menos, la acción va como un tiro y no se detiene hasta el final. Todos esperamos con ansia la aparición del brujo, y desde luego que no decepciona en absoluto. Aquí Sands es más cabrón y sanguinario que en la primera película, aportando su carisma a un personaje al que estará siempre unido.
Otro de mis momentos favoritos tiene lugar cuando Warlock va a buscar una de las piedras que está en posesión de un coleccionista de arte. El brujo le propone cambiarla por una obra inigualable a lo que el incauto accede. El resultado, huelga decirlo, no era lo que el avaricioso se esperaba aunque desde luego Warlock no falta a su palabra.
Y por supuesto la secuencia de los espejos, en la que Warlock volverá a hacer de las suyas para hacerse con la piedra. Es un instante en que el brujo juega con la avaricia del posesor de la runa mágica y demostrando ser un maestro del engaño que no se detendrá ante nada ni nadie para conseguir su objetivo.
Aún hoy me sigue sorprendiendo ver el nivel de violencia y gore que exhibe esta cinta. Algo que solo parecía destinado hacia las producciones de terror y que no parece casar del todo con un film de tono fantástico. Pero ambos elementos casan y se complementan, para alegría de los amantes de los efectos sangrientos y no tanto para aquellos que tengan estómagos delicados.
El final de la cinta es el duelo entre los magos y el brujo, en el que los jóvenes tendrán que emplearse a fondo en el uso de sus poderes para evitar el fin del mundo. La conclusión dejaba abierta la vuelta del brujo, algo que acabaría ocurriendo en una tercera parte en la que por desgracia no estaría Sands, y sobre la que será mejor correr un tupido velo.
Película rodada de forma artesanal, sacando partido del poco presupuesto del que dispone y que merece rescatarse del relativo olvido en el que se encuentra. No es una obra maestra, dista mucho de serlo, pero desde luego que producciones como esta ya no se hacen. Cintas con argumentos simples, con una duración ajustada y que no necesita irse por las ramas para contarnos la eterna lucha entre el bien y el mal.
Si os gustó la primera parte y no habéis visto esta, nunca es tarde para descubrirla. Y si ya la visteis en su momento, nunca es tarde para volver a verla y ver que tal le ha sentado el paso del tiempo. En opinión de quien esto suscribe, salvo por los efectos digitales, nada mal en absoluto.
A continuación el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Dirigida en 1993 por Anthony Hickox, realizador de Hellraiser 3, la cinta nos narra como Warlock, Julian Sands, renace en nuestros días y se dispone a buscar unas piedras con las que traer a Satanás a la tierra. Pero los jóvenes Kenny, Chris Young, y Samantha, Paula Marshall, hijos con poderes de unos druidas tratarán de impedírselo.
Adoro esta película. Todavía me acuerdo cuando la vi hace años en vídeo cuando la alquilé para pasar la tarde del fin de semana. Si ya era fan de la primera, de la segunda ni te cuento a pesar de que el tono de la secuela es más oscuro que el de su predecesora, más violenta y con más escenas sangrientas que las de su predecesora que tiraba más hacía la aventura.
El gran defecto que tiene esta cinta se encuentra en el apartado de los efectos visuales. Estamos hablando de una época en la que estos estaban empezando a ser revolucionarios, pero aquí no están bien utilizados y se notan una barbaridad, sobre todo en su tramo final. Esto es algo que desluce el conjunto global de un film que hasta que estos efectos aparecen estaba aguantando bien el tipo en lo que al apartado técnico se refiere.
Hay que ser conscientes que se trata de una producción de serie B, algo que no oculta en ningún momento. Todos los implicados dentro de la película saben que la única función de la cinta es el de hacer pasar un buen rato a los espectadores durante sus 90 minutos que pasan en un suspiro y desde luego que lo consiguen. Esta producción es un entretenimiento bastante decente y que tiene instantes para recordar y que aún hoy permanecen en mi memoria cinéfila.
Uno de estos tiene lugar cuando nace Warlock. Una escena bastante sangrienta, con mal rollo y que da algo de asco. A partir de ese momento, minuto doce de la película más o menos, la acción va como un tiro y no se detiene hasta el final. Todos esperamos con ansia la aparición del brujo, y desde luego que no decepciona en absoluto. Aquí Sands es más cabrón y sanguinario que en la primera película, aportando su carisma a un personaje al que estará siempre unido.
Otro de mis momentos favoritos tiene lugar cuando Warlock va a buscar una de las piedras que está en posesión de un coleccionista de arte. El brujo le propone cambiarla por una obra inigualable a lo que el incauto accede. El resultado, huelga decirlo, no era lo que el avaricioso se esperaba aunque desde luego Warlock no falta a su palabra.
Y por supuesto la secuencia de los espejos, en la que Warlock volverá a hacer de las suyas para hacerse con la piedra. Es un instante en que el brujo juega con la avaricia del posesor de la runa mágica y demostrando ser un maestro del engaño que no se detendrá ante nada ni nadie para conseguir su objetivo.
Aún hoy me sigue sorprendiendo ver el nivel de violencia y gore que exhibe esta cinta. Algo que solo parecía destinado hacia las producciones de terror y que no parece casar del todo con un film de tono fantástico. Pero ambos elementos casan y se complementan, para alegría de los amantes de los efectos sangrientos y no tanto para aquellos que tengan estómagos delicados.
El final de la cinta es el duelo entre los magos y el brujo, en el que los jóvenes tendrán que emplearse a fondo en el uso de sus poderes para evitar el fin del mundo. La conclusión dejaba abierta la vuelta del brujo, algo que acabaría ocurriendo en una tercera parte en la que por desgracia no estaría Sands, y sobre la que será mejor correr un tupido velo.
Película rodada de forma artesanal, sacando partido del poco presupuesto del que dispone y que merece rescatarse del relativo olvido en el que se encuentra. No es una obra maestra, dista mucho de serlo, pero desde luego que producciones como esta ya no se hacen. Cintas con argumentos simples, con una duración ajustada y que no necesita irse por las ramas para contarnos la eterna lucha entre el bien y el mal.
Si os gustó la primera parte y no habéis visto esta, nunca es tarde para descubrirla. Y si ya la visteis en su momento, nunca es tarde para volver a verla y ver que tal le ha sentado el paso del tiempo. En opinión de quien esto suscribe, salvo por los efectos digitales, nada mal en absoluto.
A continuación el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
miércoles, 10 de agosto de 2016
pelicula: El viaje a ninguna parte
Muy buenas a todos. Tal y cómo adelante en la entrada de ayer, hoy vengo a hablaros de una cinta relacionada con el duro mundo de los actores, más concretamente de aquellos que eran conocidos como " los cómicos de legua ". Es decir, aquellos intérpretes que se tenían que ganar la vida yendo de pueblo en pueblo para ganarse la vida. Una profesión que amaban y que a la vez les traían muchos sinsabores. Viajemos a la postguerra española para conocer a la familia Galván, que iban de un lado a otro para alegrar a la gente de los pueblos. ¿Listos? Allá vamos.
Con guión y dirección de Fernando Fernán Gómez, que adaptaba a la gran pantalla su novela la película nos narraba las peripecias de la familia Galván que forman una compañía de cómicos, integrada entre otros por Carlos, José Sacristán, hijo de Arturo, Fernán Gómez. Algunos de los miembros están emparentados de una forma u otra y todos ellos comparten sueños, esperanzas, alegrías y penas durante la posguerra española.
Me encanta esta película. Pocas veces se ha visto en nuestro cine semejante reparto en un film. Además de los intérpretes arriba mencionados, hay que nombrar a otros actores y actrices con papeles más o menos relevantes que van haciendo su aparición a lo largo del metraje. De esta forma se puede mencionar a María Luisa Ponte; Juan Diego y Gabino Diego que forman parte de la compañía, siendo el último el encargado de dar vida al hijo del personaje que interpreta Sacristán. Y en roles esporádicos tenemos entre otros a Carmelo Gómez; Agustín González; Emma Cohen; Francisco Camoiras; Antonio Gamero; Saturnino García; Queta Claver; Miguel Rellán; Tina Sainz o Simón Andreu.
Toda la cinta está narrada en un largo flashback que ocupa 20 años y que arranca cuando Sacristán empieza a recordar sus tiempos como actor en un asilo. Así, durante sus casi dos horas y media de metraje que pasan en un suspiro los espectadores acompañan a Carlos en un viaje que muestra la dura vida de estos actores que tenían que ganarse la vida sin apenas recursos y actuando en pequeños cafés, comiendo cuando podían, durmiendo en pensiones y cobrando poco por su esfuerzo.
El film supone un homenaje en toda regla a estos cómicos, que llevaban el teatro a aquellas localidades que apenas tenían actividades de ocio para sus habitantes. La cinta también nos muestra como estas compañías de actores, poco a poco van siendo desplazadas por el cine que se iba abriendo paso para convertirse en el entretenimiento de la época, dejándoles sin ingresos. Las películas eran el futuro, algo de lo que reniega el personaje de Fernán Gómez en un par de ocasiones pese a que el celuloide fuera otra forma de ganarse la vida para estas personas.
La cinta cuenta con varias secuencias para destacar, pero sin duda alguna dos son mis favoritas. La primera de ellas es la fotografía que tenéis arriba. Es un momento en el que Sacristán se marca un gran monólogo delante de la gente de un pueblo al que han ido a actuar, pidiéndoles que les den la oportunidad de trabajar como extras en una película que se va a rodar allí, haciéndoles ver a los habitantes del lugar que ellos también las pasan putas en su profesión, tal y como les ocurre a ellos cuando han de trabajar las tierras con las que han de ganarse el pan.
La segunda tiene lugar instantes después cuando se encuentran filmando la película. El personaje de Fernán Gómez tiene un par de frases en el film y la sobreactuación que lleva a cabo es espectacular. Un buen actor como lo era el fallecido intérprete de El abuelo, exagerando al máximo su actuación y haciendo ver que no sabe actuar. Resulta a la vez divertido y amargo, uno no puede evitar que se le dibuje una sonrisa en la cara aún sabiendo que lo que está viendo dista mucho de ser divertido.
Con razón este film está considerado uno de los mejores dentro de nuestra filmografía. Todos sus elementos funcionan a la perfección, nada desentona y es un equilibrio perfecto entre el drama y la comedia, pese a que el primero destaque más que el segundo.
La cinta fue rodada en localizaciones de Guadalajara, Toledo y Segovia y se alzó con todo merecimiento con los grandes premios en la primera ceremonia de los premios Goya. Concretamente ganó los galardones a película, guión y director que fueron a parar de a las manos de Fernán Gómez, alma de este proyecto.
Una gran película de obligado visionado para todos aquellos que les guste en cine patrio y que puede formar parte de una doble sesión junto a Cómicos para mostrarnos la cara más triste y amarga de la vida de los actores. Y si os gustan Sacristán; Juan Diego o Fernán Gómez es la ocasión perfecta para ver a estos tres monstruos de nuestra interpretación compartiendo plano.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Con guión y dirección de Fernando Fernán Gómez, que adaptaba a la gran pantalla su novela la película nos narraba las peripecias de la familia Galván que forman una compañía de cómicos, integrada entre otros por Carlos, José Sacristán, hijo de Arturo, Fernán Gómez. Algunos de los miembros están emparentados de una forma u otra y todos ellos comparten sueños, esperanzas, alegrías y penas durante la posguerra española.
Me encanta esta película. Pocas veces se ha visto en nuestro cine semejante reparto en un film. Además de los intérpretes arriba mencionados, hay que nombrar a otros actores y actrices con papeles más o menos relevantes que van haciendo su aparición a lo largo del metraje. De esta forma se puede mencionar a María Luisa Ponte; Juan Diego y Gabino Diego que forman parte de la compañía, siendo el último el encargado de dar vida al hijo del personaje que interpreta Sacristán. Y en roles esporádicos tenemos entre otros a Carmelo Gómez; Agustín González; Emma Cohen; Francisco Camoiras; Antonio Gamero; Saturnino García; Queta Claver; Miguel Rellán; Tina Sainz o Simón Andreu.
Toda la cinta está narrada en un largo flashback que ocupa 20 años y que arranca cuando Sacristán empieza a recordar sus tiempos como actor en un asilo. Así, durante sus casi dos horas y media de metraje que pasan en un suspiro los espectadores acompañan a Carlos en un viaje que muestra la dura vida de estos actores que tenían que ganarse la vida sin apenas recursos y actuando en pequeños cafés, comiendo cuando podían, durmiendo en pensiones y cobrando poco por su esfuerzo.
El film supone un homenaje en toda regla a estos cómicos, que llevaban el teatro a aquellas localidades que apenas tenían actividades de ocio para sus habitantes. La cinta también nos muestra como estas compañías de actores, poco a poco van siendo desplazadas por el cine que se iba abriendo paso para convertirse en el entretenimiento de la época, dejándoles sin ingresos. Las películas eran el futuro, algo de lo que reniega el personaje de Fernán Gómez en un par de ocasiones pese a que el celuloide fuera otra forma de ganarse la vida para estas personas.
La cinta cuenta con varias secuencias para destacar, pero sin duda alguna dos son mis favoritas. La primera de ellas es la fotografía que tenéis arriba. Es un momento en el que Sacristán se marca un gran monólogo delante de la gente de un pueblo al que han ido a actuar, pidiéndoles que les den la oportunidad de trabajar como extras en una película que se va a rodar allí, haciéndoles ver a los habitantes del lugar que ellos también las pasan putas en su profesión, tal y como les ocurre a ellos cuando han de trabajar las tierras con las que han de ganarse el pan.
La segunda tiene lugar instantes después cuando se encuentran filmando la película. El personaje de Fernán Gómez tiene un par de frases en el film y la sobreactuación que lleva a cabo es espectacular. Un buen actor como lo era el fallecido intérprete de El abuelo, exagerando al máximo su actuación y haciendo ver que no sabe actuar. Resulta a la vez divertido y amargo, uno no puede evitar que se le dibuje una sonrisa en la cara aún sabiendo que lo que está viendo dista mucho de ser divertido.
Con razón este film está considerado uno de los mejores dentro de nuestra filmografía. Todos sus elementos funcionan a la perfección, nada desentona y es un equilibrio perfecto entre el drama y la comedia, pese a que el primero destaque más que el segundo.
La cinta fue rodada en localizaciones de Guadalajara, Toledo y Segovia y se alzó con todo merecimiento con los grandes premios en la primera ceremonia de los premios Goya. Concretamente ganó los galardones a película, guión y director que fueron a parar de a las manos de Fernán Gómez, alma de este proyecto.
Una gran película de obligado visionado para todos aquellos que les guste en cine patrio y que puede formar parte de una doble sesión junto a Cómicos para mostrarnos la cara más triste y amarga de la vida de los actores. Y si os gustan Sacristán; Juan Diego o Fernán Gómez es la ocasión perfecta para ver a estos tres monstruos de nuestra interpretación compartiendo plano.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
martes, 9 de agosto de 2016
pelicula: Cómicos
Muy buenas a todos. Tanto la entrada de hoy como la próxima, irán dedicadas a la profesión de actores. Ambas producciones reflejan lo dura que es la vida de estas personas que dedican su vida a meterse en la piel de otros personajes, para hacer disfrutar a los espectadores con su actuación. Tanto la una como la otra, tienen el nexo en común de ser dirigidas por de nuestros cineastas básicos a la hora de entender el cine patrio. De esta forma, ahora es el turno de hablar de Juan Antonio Bardem, mientras que la siguiente reseña será el turno de Fernando Fernán Gómez. Viajemos pues al pasado para conocer lo que se cuece entre bambalinas. ¿Listos? Allá vamos.
Dirigida en 1954 por Juan Antonio Bardem que también se hizo cargo del guión, la película nos narra la vida de una compañía ambulante de cómicos de la que forma parte Ana Ruiz, Elisa Christian Galvé, actriz secundaria que aspira a convertirse en primera actriz. Cuando el grupo se traslada a Madrid para interpretar la obra El cielo no está lejos, la joven espera hacerse con el papel principal pero el mismo ha sido asignado a la veterana primera actriz. Mientras tanto, Carlos un empresario teatral,Carlos Casaravilla, le ofrece a Ana ser la primera actriz de su compañía a cambio de que se convierta en su amante.
Otra muestra del buen cine que se hace en nuestro país. Pese a contar con más de sesenta años de vida, la cinta no ha envejecido en absoluto. Es uno de los mejores retratos que se ha hecho de la figura de las compañías de teatro, junto con El viaje a ninguna parte. Ambos filmes nos muestran como los actores han de trabajar mucho para ir ascendiendo y darse a conocer, hasta que consiguen hacerse con la tan ansiada fama.
La película supuso el debut en solitario de su realizador, quién poco antes había estrenado la cinta Una pareja feliz, en la que compartió dirección junto a José Luis García Berlanga y que contaba con la interpretación de Fernando Fernán Gómez.
El film, cuenta en su reparto con rostros tan conocidos como Manuel Alexandre; Emma Penella; Rafael Alonso o un joven Fernando Rey, como interés amoroso de Ana. Así Alonso es el escritor de la obra que se representa en Madrid con los nervios que ello conlleva; Alexandra es el encargado entre bambalinas de que todo salga lo mejor posible y Penella como " mala " de la compañía.
Pude descubrir esta cinta en un curso de cine que hice hace un par de años y siempre la tenía en la lista de pendientes. Hasta que ayer por fin le puse remedio. Es una verdadera maravilla y se demuestra que un reparto de actores en estado de gracia, una buena idea y una hábil dirección sale un film más que decente. Este es de esos casos en los que la fuerza de una película recae en sus intérpretes, puesto que todo cae sobre sus hombros y dan lo mejor de si para mostrarnos los entresijos de una profesión muy sufrida. Tal vez incluso, pueda incluir tintes autobiográficos de los protagonistas que se pueden ver reflejados en los roles que interpretan.
Que el título no os lleve a engaño. La comedia brilla por su ausencia, es un drama en toda regla, lo que se demuestra ya desde su inicio, con esa voz en primera persona de Ana en un tren narrando a los espectadores quién es quién dentro de la compañía. Cinco minutos y uno no puede si no quedarse con la boca abierta ante tal arranque, simple pero a la vez efectivo. Este momento es uno de mis favoritos de la cinta, junto con el instante en el que Ana al fin obtiene su oportunidad demostrando el talento que tiene dentro y hacer ver a la primera actriz que es hora de dar el relevo dentro de la compañía, para que los jóvenes den muestra de su buen hacer en el escenario.
De Bardem he visto poco, tengo un par pendientes suyas para ponerle remedio y seguir descubriendole. Pero desde luego enlazar Cómicos; Muerte de un ciclista, una de las obras maestras de nuestro cine, y Calle Mayor es para quitarse el sombrero. De los tres ejemplos citados en la línea anterior mi favorita es Muerte... sin desmerecer por ello a las otras dos producciones en absoluto, puesto que también son notables. Pero el film protagonizado por Alberto Closas son palabras mayores.
Si os gusta el cine que muestra la cara más amarga de la profesión de actor y de lo que cuesta alcanzar la fama esta es vuestra película. Además es poco conocida por lo que nunca viene mal darle una oportunidad y conocer una de las joyas de nuestra filmografía.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Dirigida en 1954 por Juan Antonio Bardem que también se hizo cargo del guión, la película nos narra la vida de una compañía ambulante de cómicos de la que forma parte Ana Ruiz, Elisa Christian Galvé, actriz secundaria que aspira a convertirse en primera actriz. Cuando el grupo se traslada a Madrid para interpretar la obra El cielo no está lejos, la joven espera hacerse con el papel principal pero el mismo ha sido asignado a la veterana primera actriz. Mientras tanto, Carlos un empresario teatral,Carlos Casaravilla, le ofrece a Ana ser la primera actriz de su compañía a cambio de que se convierta en su amante.
Otra muestra del buen cine que se hace en nuestro país. Pese a contar con más de sesenta años de vida, la cinta no ha envejecido en absoluto. Es uno de los mejores retratos que se ha hecho de la figura de las compañías de teatro, junto con El viaje a ninguna parte. Ambos filmes nos muestran como los actores han de trabajar mucho para ir ascendiendo y darse a conocer, hasta que consiguen hacerse con la tan ansiada fama.
La película supuso el debut en solitario de su realizador, quién poco antes había estrenado la cinta Una pareja feliz, en la que compartió dirección junto a José Luis García Berlanga y que contaba con la interpretación de Fernando Fernán Gómez.
El film, cuenta en su reparto con rostros tan conocidos como Manuel Alexandre; Emma Penella; Rafael Alonso o un joven Fernando Rey, como interés amoroso de Ana. Así Alonso es el escritor de la obra que se representa en Madrid con los nervios que ello conlleva; Alexandra es el encargado entre bambalinas de que todo salga lo mejor posible y Penella como " mala " de la compañía.
Pude descubrir esta cinta en un curso de cine que hice hace un par de años y siempre la tenía en la lista de pendientes. Hasta que ayer por fin le puse remedio. Es una verdadera maravilla y se demuestra que un reparto de actores en estado de gracia, una buena idea y una hábil dirección sale un film más que decente. Este es de esos casos en los que la fuerza de una película recae en sus intérpretes, puesto que todo cae sobre sus hombros y dan lo mejor de si para mostrarnos los entresijos de una profesión muy sufrida. Tal vez incluso, pueda incluir tintes autobiográficos de los protagonistas que se pueden ver reflejados en los roles que interpretan.
Que el título no os lleve a engaño. La comedia brilla por su ausencia, es un drama en toda regla, lo que se demuestra ya desde su inicio, con esa voz en primera persona de Ana en un tren narrando a los espectadores quién es quién dentro de la compañía. Cinco minutos y uno no puede si no quedarse con la boca abierta ante tal arranque, simple pero a la vez efectivo. Este momento es uno de mis favoritos de la cinta, junto con el instante en el que Ana al fin obtiene su oportunidad demostrando el talento que tiene dentro y hacer ver a la primera actriz que es hora de dar el relevo dentro de la compañía, para que los jóvenes den muestra de su buen hacer en el escenario.
De Bardem he visto poco, tengo un par pendientes suyas para ponerle remedio y seguir descubriendole. Pero desde luego enlazar Cómicos; Muerte de un ciclista, una de las obras maestras de nuestro cine, y Calle Mayor es para quitarse el sombrero. De los tres ejemplos citados en la línea anterior mi favorita es Muerte... sin desmerecer por ello a las otras dos producciones en absoluto, puesto que también son notables. Pero el film protagonizado por Alberto Closas son palabras mayores.
Si os gusta el cine que muestra la cara más amarga de la profesión de actor y de lo que cuesta alcanzar la fama esta es vuestra película. Además es poco conocida por lo que nunca viene mal darle una oportunidad y conocer una de las joyas de nuestra filmografía.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
domingo, 7 de agosto de 2016
pelicula: Inferno
Muy buenas a todos. Tal y cómo ocurrió hace unas entradas, hoy de nuevo os comento la secuela de una trilogía de terror y que formó parte de las primeras reseñas de este blog. En este caso, voy a explayarme más que en aquella ocasión. Así, su realizador vuelve a contarnos una nueva historia sobre las tres madres siendo en esta ocasión la elegida la Mater Tenebrarum. De esta forma, hagamos un viaje que transcurre entre Nueva York y Roma para saber más acerca de esta bruja que vive entre los hombres desde hace mucho tiempo. ¿Listos? Allá vamos.
Dirigida en 1980 por Dario Argento que también se encarga del guión, la trama nos cuenta como la poetisa Rose Elliot, Irene Miracle, viviendo en Nueva York se hace con un extraño libro que le informa de la existencia de las tres madres y sospecha que una de ellas puede vivir en su edificio. Para ayudarla en su investigación contacta con su hermano Mark, Leigh McClousky, que vive en Roma.
Con estas breves líneas se puede resumir el argumento de la cinta. Por supuesto que hay mucho más, pero prefiero no estropearos alguna de las sorpresas y muertas que el realizador italiano tiene reservadas a los espectadores, fallecimientos que por otra parte son bastante violentos y en la que intervienen los elementos afilados, los cuales son una constante dentro de la filmografía de Argento.
El problema principal del que hace gala esta película es la irregularidad de la que hace gala. A lo largo de su metraje hay altibajos, algo que no ocurría en Suspiria. Hay momentos en los que se producen baches en la narración, y no son pocos los que aparecen. Tal vez el problema sea, en opinión de quién esto suscribe, es que la secuela suele seguir la norma no escrita dentro de las secuelas en las que las mismas han de resultar más oscuras que su predecesora. Si hubiera seguido la línea de la primera parte el producto final hubiera sido sin duda diferente.
Pese a ello, el film tiene elementos a destacar. Uno de ellos vuelve a ser el diseño de producción y el uso de colores que ya aparecían en Suspiria. Una vez más, Argento y sus directores de fotografía y diseño de producción consiguen crear en la audiencia una sensación de claustrofobia con el uso de decorados y los colores, que ya eran un elemento esencial en la primera parte de esta trilogía de terror.
Otro elemento a resaltar es, como no podía ser de otra forma, las muertes que se van produciendo a lo largo del metraje. Argento no se corta a la hora de mostrarlas, creando antes de los fallecimientos de las víctimas una sensación en los espectadores de que algo está a punto de ocurrir, anticipando así a la audiencia y al futuro cadáver de que algo está a punto de suceder. El silencio es importancia en estos momentos, prescindiendo de esta forma de los típicos golpes de sonido o música típicos de las películas de terror.
Dos son mis momentos favoritos dentro de esta cinta, el primero de ellos tiene como protagonista a Rose y su inmersión en busca de una pista de la localización de las tres madres. En un sótano inundado, Rose bucea en un salón inundado donde encuentra un elemento que confirma sus sospechas. Es un momento muy sencillo, pero rodado con tensión y buen pulso por Argento siendo uno de los mejores momentos con diferencia de esta producción.
El segundo momento tiene como protagonista al librero Kazanian, Sacha Pitoeff, que vive próximo al edificio donde transcurre la acción y que transcurre en Central Park mientras tiene lugar un eclipse lunar. Un instante bastante violento y que aquellos que tengáis pánico a las ratas sin duda lo vais a pasar bastante mal, puesto que estos roedores tienen bastante importancia en la secuencia.
Es un film fallido, por debajo de su predecesora y sin duda mucho mejor que la cinta que cierra la trilogía, sobre la que será mejor correr un tupido velo. Tal vez el principal problema de esta secuela, es que tira más hacia el misterio que por el terror. Así, se aleja por completo del tono establecido en Suspira que era un cuento de hadas destinado para adultos al fin y al cabo.
Y es una pena, puesto que se le podía haber sacado más jugo a la historia. Si se hubieran pulido algunos elementos el resultado final hubiera sido, sin duda alguna, muy superior a lo que al final acabó siendo. Ojo, con esto no quiero decir que se trate de un film horrible puesto que está a años luz de serlo, pero estos fallos juegan en contra de una cinta bastante interesante.
A modo de curiosidad, dos de las actrices presentes en Suspiria Daria Nicolodi y Alida Valli, vuelven a repetir en Inferno pero con otros roles. Mario Bava se encargó de los efectos especiales y Keith Emerson sustituyó a Goblin en la música, estableciendo otro tono distinto al que el famoso grupo de música dio a Suspiria.
Cinta irregular pero que merece darle una oportunidad. Cuando la vi por primera vez no me acabó de convencer del todo, ayer la volví a ver y me gustó algo más que en su primer visionado. Tal vez el recuerdo de Suspiria juegue en su contra, ya que hablamos de una de las mejores cintas del género de terror y sin duda uno de los mejores trabajos de terror. Si os gusta el cine de terror con temática de brujas y no la habéis visto, dadle una oportunidad. Si ya la visteis en su momento, nunca es tarde para volver a verla.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Dirigida en 1980 por Dario Argento que también se encarga del guión, la trama nos cuenta como la poetisa Rose Elliot, Irene Miracle, viviendo en Nueva York se hace con un extraño libro que le informa de la existencia de las tres madres y sospecha que una de ellas puede vivir en su edificio. Para ayudarla en su investigación contacta con su hermano Mark, Leigh McClousky, que vive en Roma.
Con estas breves líneas se puede resumir el argumento de la cinta. Por supuesto que hay mucho más, pero prefiero no estropearos alguna de las sorpresas y muertas que el realizador italiano tiene reservadas a los espectadores, fallecimientos que por otra parte son bastante violentos y en la que intervienen los elementos afilados, los cuales son una constante dentro de la filmografía de Argento.
El problema principal del que hace gala esta película es la irregularidad de la que hace gala. A lo largo de su metraje hay altibajos, algo que no ocurría en Suspiria. Hay momentos en los que se producen baches en la narración, y no son pocos los que aparecen. Tal vez el problema sea, en opinión de quién esto suscribe, es que la secuela suele seguir la norma no escrita dentro de las secuelas en las que las mismas han de resultar más oscuras que su predecesora. Si hubiera seguido la línea de la primera parte el producto final hubiera sido sin duda diferente.
Pese a ello, el film tiene elementos a destacar. Uno de ellos vuelve a ser el diseño de producción y el uso de colores que ya aparecían en Suspiria. Una vez más, Argento y sus directores de fotografía y diseño de producción consiguen crear en la audiencia una sensación de claustrofobia con el uso de decorados y los colores, que ya eran un elemento esencial en la primera parte de esta trilogía de terror.
Otro elemento a resaltar es, como no podía ser de otra forma, las muertes que se van produciendo a lo largo del metraje. Argento no se corta a la hora de mostrarlas, creando antes de los fallecimientos de las víctimas una sensación en los espectadores de que algo está a punto de ocurrir, anticipando así a la audiencia y al futuro cadáver de que algo está a punto de suceder. El silencio es importancia en estos momentos, prescindiendo de esta forma de los típicos golpes de sonido o música típicos de las películas de terror.
Dos son mis momentos favoritos dentro de esta cinta, el primero de ellos tiene como protagonista a Rose y su inmersión en busca de una pista de la localización de las tres madres. En un sótano inundado, Rose bucea en un salón inundado donde encuentra un elemento que confirma sus sospechas. Es un momento muy sencillo, pero rodado con tensión y buen pulso por Argento siendo uno de los mejores momentos con diferencia de esta producción.
El segundo momento tiene como protagonista al librero Kazanian, Sacha Pitoeff, que vive próximo al edificio donde transcurre la acción y que transcurre en Central Park mientras tiene lugar un eclipse lunar. Un instante bastante violento y que aquellos que tengáis pánico a las ratas sin duda lo vais a pasar bastante mal, puesto que estos roedores tienen bastante importancia en la secuencia.
Es un film fallido, por debajo de su predecesora y sin duda mucho mejor que la cinta que cierra la trilogía, sobre la que será mejor correr un tupido velo. Tal vez el principal problema de esta secuela, es que tira más hacia el misterio que por el terror. Así, se aleja por completo del tono establecido en Suspira que era un cuento de hadas destinado para adultos al fin y al cabo.
Y es una pena, puesto que se le podía haber sacado más jugo a la historia. Si se hubieran pulido algunos elementos el resultado final hubiera sido, sin duda alguna, muy superior a lo que al final acabó siendo. Ojo, con esto no quiero decir que se trate de un film horrible puesto que está a años luz de serlo, pero estos fallos juegan en contra de una cinta bastante interesante.
A modo de curiosidad, dos de las actrices presentes en Suspiria Daria Nicolodi y Alida Valli, vuelven a repetir en Inferno pero con otros roles. Mario Bava se encargó de los efectos especiales y Keith Emerson sustituyó a Goblin en la música, estableciendo otro tono distinto al que el famoso grupo de música dio a Suspiria.
Cinta irregular pero que merece darle una oportunidad. Cuando la vi por primera vez no me acabó de convencer del todo, ayer la volví a ver y me gustó algo más que en su primer visionado. Tal vez el recuerdo de Suspiria juegue en su contra, ya que hablamos de una de las mejores cintas del género de terror y sin duda uno de los mejores trabajos de terror. Si os gusta el cine de terror con temática de brujas y no la habéis visto, dadle una oportunidad. Si ya la visteis en su momento, nunca es tarde para volver a verla.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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