Ayer, tuve la oportunidad de asistir al concierto exclusivo que la FSO celebró en el auditorio nacional de Madrid con motivo de la noche de Halloween. Y, desde luego, fue impresionante. Si en anteriores ocasiones, dieron un espectáculo increíble, lo de ayer es digno de elogio. Una ambientación digna de la noche de brujas, la orquesta caracterizada como seres de terror, y Constantino, el director lo mismo. Desde aquí, dar las gracias al departamento de prensa de la FSO, por proporcionar las entradas de cortesía, con las que han sido posibles la entrada de hoy.
Dirigidos por el maestro Constantino Martínez-Orts, la orquesta, en esta ocasión acompañados en los temas vocales por la soprano Paloma Friedhoff, la mezzosoprano Blanca Valido, los tenores Toni Dublet y Miguel Ferrer, el barítono Alejando Von Büren y la voz blanca de Nicolás Camacho Rueda, hicieron un viaje bastante completo, por aquellas partituras que, en menor o menor medida, han causado pesadillas entre los espectadores, a lo largo de los años.
Que mejor manera de empezar un concierto de terror, que tocar el tema más conocido de Drácula, obra de Wojciech Kilar para el magnífico film de Coppola. Fue una manera estupenda, de empezar a meter al público en situación. Nada como viajar a los Cárpatos, para conocer a su habitante más famoso, y hacerle frente con estacas, cruces y ajos. Momento a destacar fue la aparición de la soprano y la mezzo, caracterizadas como vampiras y acompañando a la orquesta con sus voces.
Después de la lucha contra el vampiro, nada como ir a relajarse a un motel y darse una ducha para relajar los nervios. La pega estaba en que es el motel Bates, y ya sabemos lo que eso significa. El conocer a Norman Bates. Fue uno de mis temas favoritos, no solo porque Psicosis sea uno de mis filmes de cabecera, sino también por la forma en la que fue ejecutado el famoso tema compuesto por Bernard Herrman. Viendo que no había forma de estar tranquilo, fuimos a la idílica localidad de Amity island, y bañarse en sus playas tranquilas. Pero tampoco había forma, ya que un Tiburón había decidido hacer de los bañistas su comida. John Williams aparecía por primera vez, pero no sería la última. Increíble, sin más, fueron dos temas seguidos en los que tanto la orquesta, como su director, nos dejaron con la boca abierta. Y eso que, lo mejor, aún estaba por llegar.
Era el momento de viajar al espacio, donde nadie puede oír tus gritos. Pero si oírte aplaudir el tema de Alien, la primera ocasión en la que Jerry Goldsmith hacia acto de aparición. Uno gran tema, para una gran producción donde el horror y el suspense, son las notas predominantes, la cuales se transmiten a la partitura del compositor de La Momia.. Después de volver a la tierra, era el momento de viajar a una granja para estar tranquilo. La pena, es que coincidió con una invasión extraterrestre. Por supuesto, me estoy refiriendo a Señales. Este tema de James Newton Howard, que luego volvería a aparecer, me sorprendió, algo que no consiguió la cinta dirigida por Shyamalan.
Visto que no había forma de relajarse, decidí poner la televisión. Pero, como viene siendo tónica habitual en el concierto, unos Poltergeist empezaron a sucederse. De nuevo Goldsmith, y de nuevo uno de sus temas más reconocidos con la nana de la niña protagonista del film dirigido por Tobe Hooper. Ahora tocaba viajar a una jungla sudamericana, en el día más caluroso del año. Justo en el día en el que un Depredador, decide convertir a Schwarzenegger y a su equipo en su nueva presa. Un gran error, tal y como podrá comprobar el bicho de marras. Dos temas seguidos, el segundo obra de Alan Silvestri, que me encantaron, tanto por las producciones en sí, como por como fueron interpretados.
Tan solo quedaban dos temas, para poner un punto y seguido al concierto. Tanto Constantino como su orquesta, se guardaron dos temazos para finalizar la primera parte. El primero de ellos, y como no podía ser de otra forma, fue la suite compuesta por Danny Elfman de Pesadilla antes de Navidad, la cual estuvo acompañada, de forma magistral, por uno de los cantantes, creo que fue el barítono, quien, caracterizado como Jack, dio muestras de su talento vocal interpretando algunos temas del famoso personaje.
Pero, fue la suite de La Profecía, de nuevo Goldsmith hace acto de aparición, el que más me gustó de largo de esta primera parte. Ver en directo, el interpretar el tema Ave Satani! fue espectacular. No solo por la atmósfera que había en aquellos momentos, sino también por el mal rollo que ha dado siempre este tema. Si da yuyo oírlo en el film, o en CD, imaginadlo en directo. Pelos como escarpias. Una vez finalizado, era el momento de la pausa y de coger fuerzas ante lo que se venía en la segunda parte.
En esta segunda parte, el mad doctor por excelencia en la literatura, Victor Frankenstein, hizo acto de presencia, en forma de la suite compuesta por Patrick Doyle, para el film homónimo dirigido por Kenneth Branagh. Después de dejar al doctor y su criatura en los helados parajes del Artico, era el momento de entrar en calor viajando a una villa, rodeada por un bosque, donde los sucesos extraños no dejan de ocurrir. Una vez más, Newton Howard unía fuerzas con el realizador de El sexto sentido, en la suite de El bosque. Tema que no me acabó de convencer del todo, y no es que fuera más tocado, nada más lejos de la realidad, solo que el film no me gusta mucho.
En este momento, Constantino decidió dar caña en el tema breve, pero potente, de Alien vs Predator: Requiém, compuesto por Brian Tyler. Escasos dos minutos, pero que puso las pilas a los espectadores. Era el momento de bajar las pulsaciones, y, para ello, nada como conocer al fantasma más amable y simpático de la historia del cine. James Horner, y su nana para Casper, consiguieron poner la nota amable y nostálgica de esta segunda parte.
Era el momento, de conocer a una familia bastante peculiar, y cuyo tema se caracteriza por el chasquido de dedos, que el público hizo con mucho gusto. Como ya habréis podido adivinar, me estoy refiriendo a La familia Addams, y a su pegadizo tema para el film homónimo obra de Mark Shaiman. Sin dejar de lado los temas animados, John Williams volvía a hacer acto de aparición, con animado corte compuesto para Las brujas de Eastwick.
Una vez más, quedaban tan solo dos temas para finalizar el concierto. Y, tal y como ocurriera en la primera parte, tanto Constantino, como la orquesta y los artistas vocales, pusieron toda la carne en el asador, para dejar con un muy buen sabor de boca a la audiencia. En el primero de ellos, Goldsmith aparecía por última vez, en forma de la suite de Gremlins. Tema que empezó suave, para que en su parte central animarse, y cerrarlo de forma suave de nuevo.
Pero, sin duda alguna, fue con la suite de Coco, de varios artistas, donde nos dejaron con la boca abierta. No solo por la excelente técnica vocal de los cantantes, sino por como se complementaban con la orquesta. Pasaron de los temas más tranquilos, a otros más animados, lo que finalizó con una estruendosa ovación para todos ellos.
El bis no se hizo esperar. Y, tratándose de una noche de brujas, vampiros, espectros y fantasmas, nada como pedir ayuda a Los cazafantasmas, para que todo el público se animara a aplaudir y cantar Ghostbusters como uno solo. No se me ocurría mejor forma, con la que cerrar el espectáculo.
Durante todo el concierto, Constantino no paraba de interactuar con el público, gastando bromas, comentando como surgieron los temas, e, incluso, saliendo del apuro en el que le puso su atuendo, una capa de vampiro, en vez de su vestuario habitual, con buen humor. Incluso nos guardó una sorpresa en forma de televisión que, por sorpresa, se encendió sin motivo aparente, una vez finalizó de tocar el tema perteneciente a Poltergeist.
Fue un concierto que disfruté de principio a fin. Eché en falta los temas de El resplandor, Halloween, Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street, por mencionar los más famosos y los primeros que a uno se le vienen a la cabeza a la hora de hablar de cintas con temática terrorífica. Tal vez los toquen en futuros conciertos de semejante temática. Esperemos que así sea.
Esperemos que no sea la última vez que la FSO, hace un espectáculo de estas características. E incluso les animo a salir de gira con el mismo, ya que seguramente muchas personas se animarán a verlo, tal y como suele ocurrir cada vez que tocan en un recinto de nuestro país.