Tal y como ocurrió hace un par de entradas, hoy de nuevo vuelve por el blog un bolsilibro. Si en la anterior ocasión los autores apostaban por el weird western, en la que os traigo en esta ocasión apuestan por el género policiaco, eso sí, bastante cargado de emoción y acción. Por lo que se podría decir, que los creadores de los relatos que estoy a punto de resumir, apuestan más por el segundo por lo que la adrenalina, escenas emocionantes y frases molonas están aseguradas. Desde aquí, dar las gracias a la editorial por hacerme llegar un ejemplar de cortesía con el que poder hacer la reseña.
Escritos por Xavier Marturet, que debuta en este blog y espero que no sea la última vez, y por J. R. Del Río, que ya ha aparecido por aquí en otras ocasiones, ambas historias beben bastante del cine de dobles sesiones y de los filmes que allí se proyectaban. Por lo que al leerlas, uno parece sumergirse en esas salas donde estas eran eran mostradas.
Como si se tratase de un libro de relatos, paso a hacer un resumen de ambas historias y a dar mi opinión sobre las mismas:
- Muerte y plomo en San Francisco: escrita por Xavier Marturet, tras dos breves flashbacks situados en 1982, en el que conoceremos a John Conrad, exmarine, y Leo Hill, policía, que serán los protagonistas de la historia principal y en 1984, donde aparecerá el Macguffin, de la trama principal la historia da un salto hasta 1986, cuando Conrad se encuentra trabajando en el prestigioso hotel Hodgson como miembro de seguridad. Todo parece ir bien, cuando el establecimiento sufre el asalto de un grupo de enmascarados con intenciones desconocidas. Mientras tanto, Hill llega tarde a una reunión a la central de policía situada muy cerca del hotel. Los caminos de ambos hombres, así como de los asaltantes, no tardarán en cruzarse.
Tal y como se puede ver por el argumento, lo primero que a uno se le viene a la cabeza es Jungla de cristal, a lo que habría que añadir también Arma letal, pero también, y al menos para el que esto suscribe, unas gotas de la secuela protagonizada por Bruce Willis y Delta Force. De esta forma, Xavier nos ofrece un coctel que ya, desde sus primeras páginas, muestra sus cartas e intenciones. Que no es otra que la de entretener a todo aquel lector que se acerque al relato.
Relato cargado de escenas de acción, frases sentenciadoras que podrían haber dicho cualquiera de los héroes de acción de este tipo de cintas y, por supuesto, un amor total a un género que nos ha brindado no pocas horas de entretenimiento. Los dos personajes están bastante bien descritos, y cumplen con no pocos tópicos de los protagonistas de este tipo de producciones. Pero, no nos importa, ya que pese a cumplir estos clichés, el autor lo hace de forma que no nos importe reconocerlos.
Es más, incluso se puede decir que el autor nos plantea una especie de juego para ver hasta donde llegan nuestros conocimientos sobre el género. Ya al poco de conocer a ambos protagonistas, el autor consigue que te caigan bien, pese a ser de caracteres completamente distintos, uno sabe que se acabarán por caer bien, ya que es lo esencial dentro de las pelis de colegas.
Una historia bastante chula, bastante visual y narrada muy cinematográficamente. Algo normal, ya que su autor viene del medio del cine por lo que sabe como contar un relato y hacerlo entretenido para sus lectores.
- Blackout: Ciudad en tinieblas: escrito por J.R. Del Río la trama nos cuenta como Julius Martillo Jackson, veterano de Vietnam y antiguo boxeador, llega a Nueva York en julio de 1977 para ayudar a un antiguo amigo. Su llegada coincidirá con el famoso apagón y con el enfrentamiento ante diversos criminales.
Divertimiento, no se me ocurre otra forma de definir el presente relato. Todo un homenaje a la blaxpoitation que se puso de moda en los años 70. Ya desde la descripción de su protagonista principal, que puede recordar a los máximos exponentes de este género como Jim Brown, Richard Roundtree o Fred Williamson, o a su acompañante femenina, que es Pam Grier, pasando por los ambientes por los que se mueve, el vestuario etcétera, todo recuerda a este tipo de producciones.
Cintas en las que el protagonista molaba más que nadie, era una maquina de pelear y de yacer con féminas, por decirlo de manera suave, y era imparable cuando se proponía un objetivo. Pero no solamente tendremos acción y tiros, en un determinado momento, aparecerá cierto personaje experto en artes marciales, con peinado afro, alto y fibroso. ¿Alguien a dicho Jim Kelly? Que será de gran ayuda en el tercio final del relato.
Nuestro protagonista no solo tendrá que hacer frente a proxenetas, sino también a pandilleros que han cometido la osadía de meterse en el camino de Jackson. Pobres, no saben las que se le viene encima.
Tengo que admitir que este relato me gustó un poco más que el anterior. No solo por que su protagonista mole más, sino también por que Del Río nos mete de lleno en una historia que podía tener lugar tanto en los 70 como hoy día. Es más, Jackson podía haber sido protagonizado en los tiempos actuales por Michael Jai White: tío mazado, experto en pelear, más chulo que un ocho y con el que no conviene meterse.
Jackson ejerce, en contra de su voluntad, como investigador privado por lo que tendrá que ir recopilando información, que le acerque al proxeneta que tiene a la hermana de su amigo. Su antigua carrera como boxeador le será de gran ayuda, no solo en el aspecto físico, sino también por la fama que le granjeó su etapa como boxeador.
En este relato, el autor apuesta más por el policiaco ya que, a diferencia de la historia anterior, aquí hay un misterio que resolver, algo que en la historia anterior era algo secundario. Aquí es la investigación lo que mueve a nuestro protagonista principal, lo que no quita para que, en el momento adecuado, se dedique a repartir hostias como panes.
Buenos relatos, ideales para pasar un par de horas de pura evasión, y que, sin duda, harán las delicias tanto de los aficionados de las historias detectivescas, como de las más orientadas a la acción. Dadle una oportunidad, seguro que no os arrepentiréis.