jueves, 22 de junio de 2023

concierto: Bob Dylan Logroño 2023

Ayer tuve la oportunidad de ver a Bob Dylan en Logroño, que le ha tenido rodando por nuestro país en diversas ciudades, hasta que el viernes y sábado ponga el punto y final a su gira española en Barcelona. La verdad, es que iba con las expectativas bastante bajas, a tenor de lo leído por reportajes en diversos periódicos. Pero la verdad es que me sorprendió, eso sí, pero con reservas. Que ya sabemos todos como es el bueno de Dylan en los recitales y con la audiencia, lo que confirmó en no pocas ocasiones a lo largo de su repertorio.



Con puntualidad británica, pocos minutos después de las nueve y media, el bardo de Minnesota dio comienzo al evento, en el que, durante casi dos horas, hizo un repaso por su último trabajo, acompañado de una gran banda que, durante la mayor parte del concierto, rodeando al artista, quién estuvo parapetado detrás de un piano, sentado la mayor parte del tiempo, salvo en alguna que otra ocasión en la que se levantaba. Salvo en el último tema, Every grain of sand, en el que usó su ya famosa armónica, una de sus señas características de identidad, momento en el que toda la audiencia, cerca de tres mil personas, rompió en aplausos.

El blues fue el tono predominante de la mayor parte del recital. Durante la mayor parte del tiempo Dylan no cantaba, parecía que recitaba con ese tono monocorde tan característico del cantante. Pero, a medida que se iban sucediendo las canciones, tanto el bardo como su banda se fueron animando, y el concierto fue subiendo.

El escenario era bastante discreto, apenas una cortina roja, los focos y los instrumentos de la banda y del propio Dylan. No había pantallas a los lados del escenario ni nada por el estilo. Por lo que si querías verle, tenías que estar pendiente en todo momento de lo que tenía lugar en escena. Por la ambientación, parecía un teatro. Apenas se oía una mosca.

Para añadir más romanticismo al concierto, cayó una tremenda tormenta. Con los truenos y relámpagos iluminando el escenario a modo de flashes. Si Dylan se hubiera salido de su rol, y hubiese interpretado A hard rain is gonna fall, la audiencia se hubiera venido arriba. Lástima de oportunidad perdida que tuviste ahí Bob.

Dylan comenzó el evento con Watching the river flow, a la cual siguieron Most likely You go your way and I'll go mine; I contain multitudes; False prophet o When I paint my masterpiece. A lo largo de las cuales, el blues fue dejando paso al soul. Dylan iba mezclando estilos, de forma bastante notable todo hay que decirlo, y cuando parecía que uno se había acostumbrado a un tono, con un volantazo cambiaba todo de nuevo.

Después Dylan prosiguió con Black rider; My own version of you; I`ll be your baby tonight; Crossing the rubicon, uno de los temas que más me gustaron; Key west; Gotta serve somebody, el que más ritmo tuvo con diferencia en todo el evento; junto con la tipo country I`ve made up my mind to give myself to you; Tweedle dee, tweedle dum; y el penúltimo tema fue Goodbye Jimmy Reed. Es decir, pocas concesiones de cara a la galería, y una lista que apenas ha variado de un concierto a otro celebrado en nuestro país.

Una vez acabado el concierto, la audiencia esperaba un bis. Nada, ni por asomo. Con el último tema Dylan dio por concluido el evento. Parecía pensar: hala majos, hasta aquí he llegado. Me lo he llevado calentito nianoniano, y no habrá más.

Algo que caracteriza a Dylan es su carácter huraño, algo que se confirmó en el concierto. Al empezar no saludó al respetable, salió, se sentó al piano y hala, a tocar. Salvo en un par de ocasiones en las que agradeció a la audiencia por sus aplausos, en ningún momento interactuó con el público o agradeciendo a la audiencia por estar en el concierto, ya sabéis, los tópicos que se suelen decir cuando los artistas se dirigen a la audiencia. 

No digo que haga como Springsteen o los Rolling, que hablan al público, bromean con ellos, etcétera. Dylan es así, o lo tomas o lo dejas. Y al cantante parece no importarle lo que la gente piense de él. A sus más de 80 años está de vuelta de todo. Pero no cuesta nada ser amable con la gente que ha desembolsado dinero por verte. Si cuando llegas al recinto y hay gente esperándote, pese a que estés rodeado de tu seguridad, no cuesta nada pararte y saludar con la mano.

Pero las rarezas de Dylan no acaban aquí. El concierto fue libre de móviles, algo bastante bien pensado, todo hay que decirlo De esta forma, los asistentes al mismo, pudimos disfrutar de un show sin gente usando el móvil sin parar para grabar canciones, tomar fotos, etcétera. Ojo, que yo he ido a conciertos y he podido inmortalizar el momento con alguna foto o vídeo. No estoy en contra que la gente lo use en un momento determinado, no pasarte todo el show usándolo y perdiéndote la experiencia. En este caso, nada que reprochar al bueno de Dylan.

Pero, si salías en un momento del evento al servicio o al bar a coger algún refresco, los miembros de seguridad no te dejaban pasar hasta que no se acababa la canción que estaba interpretando cuando habías salido. Tenías que esperar a su conclusión, para volver a acceder a tu asiento. No me pasó a mi solo, sino también a más gente que asistíamos incrédulos a esta rareza de Dylan, quien en Madrid, también prohibió que la gente entrase con paraguas. Al menos nos permitió verle, y no le dio por ponernos antifaces para dormir.

Si por algo es conocido Dylan, es por no interpretar sus temas más conocidos. Ni Like a Rolling Stone, Hurricane, Blowin in the wind o Knocking on heaven´s door por citar algunos. Algo que no entiendo, si con ellos te diste a conocer ¿Qué tiene de malo tocarlos de nuevo? Para ello, no haberlos compuesto. Pero si los toca, lo hace cambiando versos, es decir, se reinterpreta a sí mismo.

Pese a ello, ha sido una buena experiencia. No solo por ver en directo al único rockero con premio Nobel de literatura, sino también por ver a un cantante que, nos guste o no, forma parte de la historia de la música, ya sea folk o rock. Si volviese en un futuro, algo que ignoro ya que parece su gira de despedida, no me importaría repetir.


domingo, 18 de junio de 2023

película: The Flash

El pasado viernes, se estrenó en cines la nueva propuesta de DC, Flash. Cinta que vino precedida por no pocos incidentes, a causa de su protagonista principal, bastantes reshoots, un estreno retrasado, idas y venidas de casting... Un proceso que, en mayor o menor medida, ha servido de influencia de cara a la taquilla, y que marcará, junto al próximo estreno de Aquaman, el fin del Snyderverso y el comienzo de la era de James Gunn como principal artífice del nuevo universo DC.


Dirigida por Andy Muschietti, y guion de Christina Hodson, la trama nos cuenta como Flash, Barry Allen, viaja al pasado para evitar el asesinato de su madre Nora, Maribel Verdú. Pero, al hacerlo y viajar a su presente, ha influenciado en la corriente temporal, donde no existen metahumanos y el general Zod, Michael Shannon, puede conquistar la tierra. Para evitarlo, contará con la ayuda de su yo alternativo, un Batman, Michael Keaton, envejecido y Supergirl, Sasha Calle.

Cinta que me sorprendió de manera grata, puesto que iba con la mosca detrás de la oreja. Los tráilers me llamaban la atención, Flash es un personaje que me cae simpático, ya sea en la serie de los 90 como en su versión más actual, pero tantos retrasos en el estreno, las polémicas de su protagonista principal con diversos altercados, me hacían tener no pocas reservas. Pero, oh sorpresa, oh dolor, oh campos de soledad mustios collados que acabé encontrándome fue algo entretenido.

El film dista mucho de ser perfecto, puesto que cuenta con no pocos defectos. El principal es, el uso del CGI. Sobre todo en una secuencia en concreto, que da bastante cosica. El director puede decir lo que quiera, que si es desde el punto de vista de Flash, que por eso se ve así, etcétera. Pero, estamos hablando de una producción que ha costado 200 millones. Por lo que es una pena que no hayan cuidado más el apartado visual de la misma, ya que, una cinta de estas características, tiene su punto fuerte en los efectos especiales. 

Otra de las cosas que no me gustó, fue el protagonista. Tiendo a separar la obra del artista. Pero, en el caso de Miller, me cuesta mucho. No solo por los múltiples incidentes, que ha protagonizado fuera de la pequeña pantalla. Sino también, porque una vez visto a Grant Gustin como el Flash televisivo, no se me ocurre otro intérprete para dar vida al velocista escarlata. Tiene carisma, cae bien, algo que Miller no consigue.

Otro de los defectos de la cinta, es la historia. En no pocas ocasiones, se notan los continuos retoques que ha ido sufriendo a lo largo del rodaje. Y, a pesar del caos, queda más o menos entendible. Pero, a medida que avanzaba su proyección, no podía dejar de preguntarme como hubiera sido el film original tal y como fue concebido en un principio, con los actores del Snyderverso implicados, y con la conclusión que fue planeada en un principio, la cual, por supuesto no voy a desvelar. Pero, como he mencionado unas líneas atrás, la entrada de Gunn en DC, hizo que se obviase todo el universo creado por Zack Snyder, para hacer borrón y cuenta nueva para empezar desde cero.

Otro aspecto que no me gustó, fue que pese a que aparece en la cinta, y se ve en el tráiler, no aparezca Ben Affleck como Batman en los títulos de crédito, Es como si no se reconociese su labor en las anteriores películas de DC, y Gunn quiera eliminar todo rastro de lo creado por Snyder, quien, nos gusté o no, hizo cintas interesantes, sobre todo cuando se lanzaron los cortes del director y nos muestran su visión, tal y como imaginó en un principio.


Pero no todo va a ser malo. De lo mejor de la cinta es, sin duda Michael Keaton. Quién, después de 30 años, vuelve a retomar uno de sus roles más reconocidos. Pese al tiempo transcurrido, el intérprete demuestra estar en plena forma, aportando a su Batman un aire más socarrón, pero con más experiencia y demostrando que, a pesar de su edad, sigue siendo igual de peligroso que décadas atrás.

Otro de los puntos a destacar, son los numerosos cameos que se producen a lo largo de la cinta. Uno de ellos, que por supuesto no voy a reventar, conseguirá emocionar a la audiencia por lo inesperado del mismo. Se le puede acusar al film de realizar un fan service de libro, pero, en opinión de quien esto suscribe, no lo es. Cuando lo vi, no pude evitar que mi niño interior saltase por su aparición.

También hay que rescatar que, pese a su duración cercana a las dos horas y media, no se hace pesada en ningún momento. Al menos a mí me lo pareció. Cumple con su objetivo, que no es otro que el de entretener, a pesar que, tal y como he mencionado unas líneas atrás, se noten los cambios y nuevos aportes a la historia original.

Muschietti demuestra su buen hacer tras las cámaras, y habrá que ver con lo que hace su nuevo proyecto Batman, the brave and the bold apadrinado por Gunn. Y ver que tiene que aportar al universo del hombre murciélago, que, salvo excepciones, Batman forever y Batman y Robin ehem, no nos ha dado más que alegrías.

La cinta cuenta con una escena postcréditos al final del todo, y que, por supuesto, no voy a desvelar pero que deja con un buen sabor de boca.

Tanto si os gusta el cine de superhéroes, como el personaje de Flash, es una cinta que recomiendo ver. Al menos a mí me gustó, lo que no quiere decir que a vosotros os parezca igual.

A continuación, os dejo con el tráiler de la entrada de hoy:

Ahora Marta (@cinefila_riojana) os dará su opinión sobre Flash:

He disfrutado sus casi dos horas y media, sin aburrirme o mirar el reloj, lo cual es todo un logro. Pero sobre todo, es en gran parte al reclamo por el que he ido al cine a verla: Michael Keaton.

Fan service, no sólo por el Batman de Keaton sino por otras sorpresas que nos deja el film a modo de cameos. No me suelen gustar este tipo de apariciones en las de superhéroes, que sobre todo sirven como reclamo para ir al cine, pero reconozco que esto nos encanta a casi todos y que ver a Michael Keaton luciendo de nuevo el traje de Bats, con la música de Danny elfman de fondo me ha encantado.

Aunque no todo es perfecto (el CGI canta en según que escenas), Ezra Miller no lo hace tan mal y resulta convincente como Flash. Otra sorpresa es Sasha Calle, que no me desagrada para nada como Kara Zor-El.

Otro punto negativo, es lo desaprovechado que está Michael Shannon como Zod, que apenas aparece unos minutos en pantalla sin llamar mucho la atención.

Una película que, no siendo perfecta, es disfrutable.


sábado, 17 de junio de 2023

comic: Toallitas. Apocalipsis bebé

Ser padre es, desde luego, toda una odisea. Al temor de que todo vaya bien, tanto en el embarazo como en el parto, se unen las dudas sobre como actuar ante la enfermedad, que no duerman de forma correcta o saber si lo estamos haciendo bien o no. Para despejar estas cuestiones, ya están los manuales profesionales. La entrada de hoy, da respuesta a estas preguntas desde una perspectiva bastante irónica, con unas dosis de mala leche, y, sobre todo, bastante ternura. Así pues, veamos que nos depara este comic. 


Creado por Kike Alapont, y con prólogo a cargo de Ana Coto, con quién ya ha colaborado en otras ocasiones con el autor, Daniel Aragonés y una breve nota a cargo del propio Alapont, el comic nos lleva a través de sus páginas, a la odisea que supone ser padres, con las trastadas de los pequeños de la casa y su convivencia con ellos.

Si bien ya conocía al autor por su colaboración con Ana en la saga kakamonstruos y de su trabajo en solitario en Crow, no sabía de su faceta tan irónica y humorística, como la que muestra en la entrada de hoy. He de decir, que durante su lectura me mantuvo con una sonrisa permanente en la boca, y que, en no pocas ocasiones, me arrancó alguna carcajada que otra.

Ya desde el momento del embarazo, Kike va soltando no pocas puyas sobre los tópicos que se suelen decir durante el embarazo. A través de sus páginas, el ilustrador nos va mostrando su día a día, de como enfrentarse a la multitud de situaciones que van surgiendo. Ya sea dar de comer a los pequeños, cuidarles o las largas noches en vela que hacen pasar.

Pero, a pesar de las múltiples dosis de ironía y mala leche, los lectores podrán apreciar el amor y cariño que el autor tiene por sus retoños. Pese, a que no pocas ocasiones, les quiera asesinar tal y como nos revela en una página y que dice una frase que todos hemos oído en alguna que otra ocasión: "Cuando son pequeños te los comerías, cuando han crecido, te da pena no haberlo hecho".

No hay duda, de que todos aquellos padres que adquieran la obra, se verán identificados en no pocas ocasiones con las situaciones narradas. Y, todos aquellos que no lo sean, le sonarán por las anécdotas que los progenitores le han contado sobre sus pequeños. Aquí, se puede decir sin duda alguna, el famoso dicho: cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.

Una vez más, el autor vuelve a mezclar estilos. Desde el más clásico, hasta el manga. Ya que, no serán pocos los momentos en que el nos encontraremos con cabezas grandes con venas hinchadas o dientes afiliados señal de enfado. Una de las muchas señas de identidad del comic japonés.

Una de las partes que más me gustaron del libro, amén de los prólogos, el segundo bastante hilarante por cierto, fueron los pequeños extras que sirven de complemento a la historia principal en los que, diversos padres junto con sus pequeños, aparecen retratados en aventuras vividas juntos.

Los propios prologuistas protagonizan dos aventuras, con sus pequeños, y he de decir que son bastante divertidas. La primera, protagonizada por Ana y sus pequeños, y que finaliza con una sonrisa pillina de Nico. La segunda, a cargo de Daniel, tiene un carácter algo más escatológico, pero no por ello menos real.

Pese a sus pocas páginas, poco más de cien, se disfruta desde el primer momento. E incluso te quedas con ganas de más. Ya que, supongo, el autor se habrá dejado en el tintero no pocas anécdotas. Puesto que la convivencia con dos niños, uno de ellos adolescente, da para más contenido. Esperemos que en un futuro no muy lejano, podamos disfrutar de un segundo volumen.

Tanto si sois padres primerizos, como si estáis pensando serlo, este libro tal vez no os ayudará a como criar a los niños, pero si os enseñará a tomarlo con humor y grandes dosis de paciencia.

El libro está autoeditado por el propio autor.

sábado, 10 de junio de 2023

película: Spider-man. Cruzando el multiverso

El pasado viernes, se estrenó la secuela de Spider-man: un nuevo universo lanzada en 2018 y que, con toda justicia, se alzó con el Oscar a la mejor película de animación. Han sido cinco años de espera, pero el tiempo ha merecido la pena. Este nuevo film, lleva un paso más allá a lo visto en su predecesora. Así pues, pongámonos la máscara y veamos que nuevas aventuras le esperan a nuestro protagonista.

Dirigida por Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin Thompson, y escrita por Phil Lord, Christopher Miller y Justin Thompson, la trama nos cuenta como Miles Morales sigue ejerciendo como Spider-man, pero una nueva amenaza en forma de villano amenaza con destruir todo el multiverso, Miles se embarcará en nueva nueva aventura no solo con viejos conocidos, Gwen y Peter, sino también con todos los Spider-man del universo.

Increíble, no se me ocurre otro término con el que definir a este film. Supera con creces a lo visto en la anterior entrega, tanto a nivel argumental, como técnico. Los responsables del mismo han puesto toda la carne en el asador, para dar a la audiencia lo que esperaba. Acción, emoción, unas gotas de drama, y otras de comedia conforman un coctel que saciará la sed de los seguidores del trepamuros.

En esta segunda parte, se vuelve a cumplir la regla no escrita dentro de las secuelas. Ser más oscura y seria que la anterior. En esta nueva entrega, Miles ha crecido y ya no es el niño que nos encontramos en la primera parte. Va dándose cuenta, de lo que significa tener responsabilidades, el entrar poco a poco en el mundo adulto, y de la carga que supone ser un héroe y no poder revelárselo a tus seres queridos.

Es por ello que funciona tan bien, su relación con Gwen. Ambos se parecen mucho, tienen un pasado marcado por la tragedia y conocen lo que significa ser diferente al resto de personas. De ahí que ambos se complementen, y sean lo más destacado de esta producción, entre otras cosas por supuesto, pero aquí sus responsables ahondan más en ambos y de como se necesitan.

Uno de los aspectos que más me gustó, y sorprendió, fue el villano. Y es que, La Mancha, el antagonista, es un enemigo de segunda dentro de los cómics del Spider-man de Peter Parker. No dejaba de ser el malo a derrotar de la semana, como se afirma en un par de momentos del film. Pero, los guionistas, con gran acierto, supieron ver el potencial que tenía como amenaza y nos han presentado a una némesis a la que tener en cuenta.

Otra de las cosas que más me gustó, fueron los momentos de acción. A destacar el instante, de la aparición de Miguel O'Hara, el Spider-man 2099 y líder de este enorme grupo de arañas. Cuando aparece, ya sabemos la razón por la que lidera a este grupo de héroes. Su uniforme es uno de los que más molan, y la historia detrás de su personaje lo mismo.

El momento más impresionante, es el que tenéis arriba. La llegada de Miles al cuartel general de todos los Spider-man y su encuentro con todos los arácnidos, algunos más conocidos que otros. Un momento divertido fue la aparición de Ben Reilly, la araña escarlata por quién tengo predilección. Y es que, este personaje se caracteriza por ser bastante dramático, algo que se confirma cuando le vemos llorando en el cuartel general, lo que fue un divertido guiño al personajes.

Cada uno de estos arácnidos, tiene su propio estilo visual. Desde el manga hasta el cómic americano. Y los espectadores podrán ver desde a los Spider-man más conocidos, hasta otros que no lo son tanto. De ahí, que los ojos se te vayan en todas las direcciones intentando descubrir a cada uno de los trepamuros que van apareciendo. Y creedme que son unos cuantos. Cuando adquiera el Blu-Ray, más de uno, entre los que me incluyo, lo va a quemar parando cada dos por tres para intentar identificarlos a todos.

A pesar de su duración, dos horas y veinte, las mismas se pasan en un suspiro. Cuando mire el reloj, ya habían pasado noventa minutos. Así de enganchado estaba.

El final, que por supuesto no voy a desvelar, nos deja con un par de cabos sueltos y nos deja con una conclusión, que hará que la espera hasta el año que viene, cuando se estrena la cinta que pondrá punto y final a la saga, se haga eterna. Esa imagen final, nos promete una gran batalla.

Si os gustó la primera parte, no lo dudéis e ir a verla. Seguro que no os arrepentiréis en absoluto.

A continuación, os dejo con el tráiler de la entrada de hoy:


Como viene siendo habitual, os dejo con la opinión de Marta(cinefila_riojana) sobre la película:

No soy una gran fan/friki del cine de superhéroes. Lo disfruto pero me pierdo un poco en el mundo de los multiversos. 

Reconozco que su antecesora me cautivó por su explosión visual, una delicia para la vista, un Oscar merecido, sin duda. 

Ahora un Miles Morales más experimentado vuelve de nuevo en una película más madura, más oscura. Vuelve a encontrarse después de un tiempo con Gwen y junto a ella, conocerá a un sinfín de Spider-Man de diferentes universos. Pero no todo es tan bonito como Miles piensa, y se verá envuelto en una encrucijada que le enfrentará con sus semejantes. ¿Cuál es el precio que hay que pagar por ser Spider-Man? ¿Estaba Miles destinado a que le picase esa araña? ¿O fue todo fruto de un error?

En un principio las dos horas y veinte me asustaron (aproximadamente 40 minutos más que la anterior) y en momentos puntuales me llegó a abrumar un poco. Aún así hay tanta genialidad es cada escena que casi no quieres ni pestañear para no perderte ni un fotograma y te metes de lleno en la pantalla y en la historia empatizando con los personajes. Cuando Miles llega a esa especie de cuartel general y ve a los diferentes Spider-Man, cada uno con una animación diferente, te asombras tanto como él aunque me resulté un poco "fan service". 

A pesar de disfrutarla y salir del cine con buen sabor de boca, ¿Eran necesarias más de dos horas? No deja de parecerme demasiado. Eché en falta a sus viejos amigos de la primera, pero poco más que reprocharle a esta nueva entrega.

Miles Morales y compañía volverán en 2024 🕸️🕷️


martes, 6 de junio de 2023

libro: La ley de Bronson. El cine de acción de Charles Bronson 1983-1999

La entrada de hoy, pone punto y final a la filmografía de uno de los actores esenciales que reinó en los videoclubs allá por los 80. En esta ocasión, el grueso del libro está centrado a la fructífera colaboración que Bronson llevó a cabo en Cannon, donde nos dejó no pocos títulos míticos. Así pues, vamos a viajar a nuestra infancia, y veamos que nos depara este volumen.

Prologado de nuevo por Pablo García Naranjo, y escrito por Paul Talbot, en este segundo tomo se analizan, principalmente, aquellos filmes que Bronson realizó con los famosos primos, y en donde nos regaló títulos tan míticos como La ley de Murphy; Al filo de la medianoche o, mis favorita de todas, El justiciero de la nocheYo soy la justicia II.

Se suele decir, que segundas partes nunca fueron buenas. Salvo raras excepciones, algo que se cumple aquí. Aquí he disfrutado más que en la entrada anterior. Tal vez sea, que me críe con buena parte de los títulos analizados los pude ver en vídeo, y de ahí que aquí el factor nostálgico pese bastante. Lo que pueda hacer que no sea del todo objetivo.

El libro vuelve a contar con declaraciones de aquellos que, en alguna que otra ocasión colaboraron con Bronson. Pero, en esta ocasión, nos encontramos con testimonios mixtos. Ahora, la gente comenta que Charlie seguía siendo hosco, pero, no tanto como antes. Salvo en ocasiones, en donde sacó su carácter con una empleada de hotel, y Jill Ireland tuvo que regañar al tipo duro sin ningún tipo de miramiento debido a lo exagerado del asunto.

Un punto en común entre ambos tomos, son la aparición de críticas profesionales, en las que, salvo excepciones, Bronson y sus cintas no salían bien parados. Algo que se acentúo desde que empezó su colaboración con Cannon. Cierto es, que ninguna de ellas ganarán el premio de la academia. Pero, son ligeras, entretienen, y cumplen con el objetivo de evadir a los espectadores durante un rato.

En sus últimos años, Bronson intervino en producciones, en su mayor parte televisivas, como Lobo de marVirginia y Santa Claus, un rara avis dentro de su filmografía, al tratarse de un film de corte familiar. en las que, en mayor o menor medida pudo demostrar su talento actuando, y que podía servir para algo más que matar a cuanto villano le saliera por delante. Pero también le dio tiempo a actuar en la gran pantalla, baste recordar su participación en Extraño vínculo de sangre, el debut en la dirección de Sean Penn. 

Pero, como se suele decir, la cabra tira al monte, por lo que el bueno de Charlie no tardaría mucho en volver a usar a usar un arma, para lo que fueron sus últimos trabajos Familia de policías, ya que, poco tiempo después, el intérprete cayó enfermo y, después fue víctima del Alzheimer, no recordando quien era ni a que se había dedicado.

Tal y como sucedió con el primer tomo, en el segundo también nos encontramos con no pocos posters originales, así como internacionales y fotocromos con motivo de su lanzamiento en cines. Así como con fotografías del rodaje. 

Si hubiera que poner alguna pega, es que apenas hay declaraciones del propio Bronson. Sin duda, ambos tomos se hubieran enriquecido más al saber, de primera mano, los pensamientos de uno de los tipos duros por experiencia del séptimo arte. Y que no se haya analizado Caza salvaje, film de Bronson de los 80 y que merecía su propio capítulo en el primer tomo. 

Dos tomos que recomiendo leer. Tanto para saber más sobre la figura de Bronson, y lo que significaron sus filmes, como para conocer como fueron los rodajes y anécdotas de los mismos. Por lo que, tanto si os gustan las pelis de acción, más si son de Bronson, como el cine de la Cannon, es un libro que recomiendo su lectura.

Una vez más, agradecer la publicación de este tipo de ensayos. Amenos, fáciles de leer y que siguen confirmando nuestro amor por el séptimo arte.

domingo, 4 de junio de 2023

libro: La ley de Bronson. El cine de acción de Charles Bronson 1972-1982

Si hubiera un ranking de tipos duros en la historia del cine, uno de ellos tendría que ser Charles Bronson. Y es que, el que fuera intérprete de Doce del patíbulo, entre otros títulos míticos del séptimo arte, fue uno de los reyes del cine de acción durante los 70, y buena parte de los 80, sobre todo en los videoclubs. En este primer volumen, el autor hará un recorrido por su filmografía durante estos años. Así pues, veamos que nos depara este primer tomo acerca de los filmes del bueno de Charlie.


Escrito por Paul Talbot, y prologado por Pablo García Naranjo, en este primer tomo los lectores que se acerquen al mismo, podrán encontrar análisis de, entre otras, Fríamente... sin motivos personales; Mr Majestyk; El luchador o El justiciero de la ciudad, que supuso el primer gran taquillazo dentro de la filmografía del pétreo actor.

Una vez que se anunció el lanzamiento del libro, sabía que tenía que hacerme con ambos tomos sí o sí. Bronson es un intérprete que me cae bien. Sus cintas, forman parte de mi vida cinematográfica, al igual que de buena parte de muchos que crecimos en los 80 viendo sus pelis en vídeo. Las cuales, cumplían con su objetivo, que no era otro que el de entretener. Por supuesto, lo cumplen de sobra.

Tras un prólogo, que consigue engancharnos, tiene lugar una pequeña introducción con una pequeña biografía acerca Bronson. La cual sabe a poco, a ver si Applehead de anima y saca una biografía del actor, guiño guiño. En esta breve biografía, se nos explican los inicios del intérprete en el mundo de la interpretación, como llegó a la misma, y sus primeros roles. De como fue una gran estrella en Europa, y, en su madurez, conoció el éxito.

Cada uno de los capítulos, se dedica a analizar el film que hizo Bronson en aquellos años. Mediante declaraciones, tanto del propio Bronson, como de aquellos que intervinieron con él, los lectores podrán saber como surgieron los proyectos, como llegaron a manos del bueno de Charlie, y su funcionamiento en taquilla. 

Pero, además, también son nombradas otras cintas que, si bien no son analizadas a fondo, si se comentan de forma breve. Ya que, el bueno de Charles encadenaba proyectos como churros. Apenas se terminaba un rodaje, cuando apenas sin descansar, se metía a rodar otro. De hecho, había momentos en los que los espectadores, podían encontrarse hasta con tres filmes en taquilla del intérprete de Hasta que llegó su hora.

Algo que me sorprendió, fue descubrir como era Bronson fuera de las pantallas. Era un profesional, cariñoso con con los niños, pero que podía ser bastante hosco con los adultos. Ya que no le gustaba firmar autógrafos, salvo a los más pequeños, dar la mano o hacerse fotografías. Como el mismo decía "yo no tengo amigos, mi mujer es mi única amiga". Pensaba que no sería como sus personajes en la gran pantalla, lo que hizo que se me bajará un poco el mito.

Otra cosa que no sabía, era la exigencia de que Jill Ireland, su esposa en la vida real, apareciera en la mayoría de sus filmes. Ya sea en un breve rol, o encabezando la producción con él. Algo que hizo durante buena parte de su filmografía. Y, si no se cumplía, el proyecto corría el riesgo de no contar con Bronson.

Uno de los capítulos más extensos, es el dedicado, como no podía ser de otra forma, a El justiciero de la ciudad. Y lo que significó tanto para la filmografía de Bronson, como para el público en general, que, en no pocas ocasiones a lo largo de la proyección, aplaudía los momentos en los que Paul Kersey, el rol más famoso del actor, hacía de las suyas frente a los pandilleros. Algo que también hizo en su secuela, Yo soy la justicia, de la mano de la Cannon, y que elevó el tono de violencia con respecto a la primera parte. Las dos partes, fueron las que más me gustaron de todo el libro, o, por lo menos, las que más disfruté, sin desmerecer al resto de las comentadas en este tomo por supuesto.

Como no podía ser de otra forma, el libro me descubrió alguna que otra cinta de Bronson, y que no sabía de su existencia. Una vez leída, me han entrado ganas de verla. Puesto que, independientemente de su calidad, el argumento me llamó la atención como para darle una oportunidad. Lo que me extrañó, tal y como he dicho unos párrafos atrás, fue que filmes del actor como Teléfono, apenas sea mencionado, o no se explique su argumento. Tal vez, de haberla comentado, el volumen hubiera alcanzado una extensión más grande que la que tiene. Puede que el autor haya querido centrarse en las más conocidas, y que son por las que el público le conoce.

Cada una de las cintas que aparecen, vienen acompañadas por su correspondiente poster. Así como por multitud de fotografías detrás de las cámaras, así como por los fotocromos correspondientes a su estreno. Ya sea en nuestro país, como en Francia, Japón o Alemania, por mencionar algunos de los que forman parte del libro.

Un libro que se lee muy rápido, y cuyo lenguaje no es para nada técnico. El autor es un gran seguidor de Bronson, y esto se nota en cada una de las páginas. Su extensión, de apenas 300 páginas, hace que se lea en un suspiro. 

Tanto si sois fans del cine de Bronson, como si queréis saber más acerca de su filmografía, es un tomo que recomiendo su lectura. Una vez más, la editorial Applehead acierta de pleno a la hora de ofrecer a sus lectores, un libro en el que la calidad, el interés y la maquetación consiguen ofrecer a sus lectores un gran producto, y que nos permite afirmar, una vez más, por que nos gusta el cine de acción, y Bronson en particular.