Dirigida por Susanne Bier la trama nos cuenta como Jonathan Pine, Tom Hiddleston, es reclutado por Angela Burr, Olivia Collman, que trabaja para la inteligencia británica para que se infiltre en la organización del traficante de armas Richard Thorpe, Hugh Laurie, para ayudar en su detención.
Así, en estas pocas líneas se puede resumir el argumento principal de la serie. Por supuesto que hay más, pero he preferido centrarme en lo básico y dejar de lado un par de giros y sorpresas de guión que se nos desvelan a medida que van avanzando tanto la trama como los capítulos. Tanto la una como los otros resultan muy adictivos y su duración, cercana a una hora, pasa volando debido al ritmo que la realizadora danesa sabe imprimir.
Una de las cosas a destacar es la buena labor que llevan a cabo tanto Hiddelston como Laurie. En el caso del primero, demuestra que es un actor con mucho talento y con carisma para dar y tomar. Su elaboración como espía dista mucho de ser un James Bond o un Jason Bourne. Aquí su personaje utiliza más la cabeza y la inteligencia que los puños o las armas, pese a que cuando se vea abocado a hacerlo demuestre ser letal. Si las apuestas que le sitúan como próximo agente 007 se cumplen, habrá sido un acierto de casting en toda regla.
En lo que respecta a Laurie, vuelve a hacer gala de su buen hacer en un papel muy alejado de House que le dio a conocer al público. Si bien aquí vuelve a hacer gala de su simpatía y carisma, desvela a la audiencia un lado oscuro que asusta bastante. No en vano es el villano de la función, y no duda en recurrir a métodos expeditivos cuando la ocasión lo requiere, para eliminar a todo aquel que se interponga en su camino o que sospeche de su traición, ya sea hombre o mujer.
En la serie, además de los intérpretes arriba mencionados, se benéfica de la aparición de dos actores patrios. Antonio de la Torre encarna a un abogado español que ayuda al personaje de Laurie en su organización. Es una lastima que sea un personaje recurrente, puesto que sin duda podría haber dado muestras de su talento. Pero es lo que tiene el estar en una producción de estas características, pero es una buena forma de llamar a la puerta del cine extranjero. La otra aportación corre a cargo de Hovik Keuchkerian como uno de los guardaespaldas de Laurie. A Hovik, le veremos dentro de poco como antagonista de Michael Fassbender en Assasin´s Creed.
Esta serie es como un guiso casero, todo ha de irse haciendo a fuego lento, lograr que los ingredientes se vayan conjuntando hasta alcanzar su punto de cocción y satisfacer al paladar. Aquellos que aquí esperen secuencias de acción, tiros, peleas, explosiones, persecuciones y demás que se pongan un film de James Bond. Los elementos arriba mencionados apenas aparecen, ya que como se ha indicado en unos párrafos atrás, esto es un drama de personajes en donde lo que se dice y como actúan tiene mucha importancia.
Una serie bastante notable pero que aun así tiene un par de fallos, como algunos típicos clichés y preguntas que le surgen al espectador. Pero son pequeños pecados que se le pueden perdonar, puesto que las virtudes superan con mucho a los defectos. Esta serie no es perfecta, pero si bastante cuidada en muchos aspectos. No en vano, los dos protagonistas principales pusieron dinero de su bolsillo para que el show se llevará a cabo. Una vez visto el resultado final, fue una apuesta arriesgada que les salió bastante bien.
Si os gustan las series con buenos personajes, una trama que sin ser nada novedosa consigue enganchar a los espectadores desde sus primeros momentos y con una hábil dirección y con unos secundarios que tienen que aportar y mucho al argumento, este es vuestro show.
A continuación la intro:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.