En el cine de terror, hay dos nombres ligados a dos fechas concretas que provocan escalofríos cada vez que se nombran. Jason Voorhees en Viernes 13, a pesar de que el asesino de la máscara de hockey apareció en la segunda parte, y Michael Myers, cuya reputación irá siempre ligada a la festividad de todos los santos. Hoy, 31 de octubre, y coincidiendo con esa festividad, en el blog vamos a comentar un ensayo dedicado a la figura del hombre del saco y terror de las niñeras.
Escrito por Octavio López Sanjuán, y prólogo a cargo de P.J. Soles, que intervino en La noche de Halloween de 1978, el libro supone un completo y ameno ensayo, que recorre a lo largo de poco más de 600 páginas, todas las películas que conforman la saga iniciada por John Carpenter en 1978.
Dividido en 12 capítulos, estando 11 de ellos dedicados a cada una de las entregas, más un capítulo posterior dedicado a la influencia del asesino enmascarado en la cultura popular más un epílogo en el que se recogen declaraciones, de diversos personajes que participaron en algún momento en la historia de la saga, el libro supone una autentica pasada y resulta muy entretenido.
No solo porque desvela a los lectores, tanto a los seguidores de Myers como a los que no lo son, numerosas anécdotas que sucedieron a lo largo del rodaje. Algunas de ellas tan curiosas, y para el que suscribe tan desconocida, como que Robert Englund, que años después encarnaría a Freddy Krueger, ayudó en La noche de Halloween, a la hora de decorar la ciudad con hojas para dar el aspecto otoñal, puesto que la producción se rodó en verano.
El ensayo, a pesar de su extensión, no se hace pesado en ningún momento. A ello ayudan dos factores principalmente: la habilidad de hacer ameno el ensayo por parte del autor, quien se nota que es un ferviente seguidor de la saga, como por las numerosas anécdotas que se nos van desvelando en cada una de las cintas. En esto hay que agradecer el esfuerzo del autor, a la hora de recopilar las numerosas declaraciones de cada uno de los integrantes de cada uno de los filmes.
Gracias a las mismas, los lectores descubrirán como las historias iniciales fueron cambiando hasta llegar a las pantallas del cine, así como el casting o la banda sonora. A través de las páginas del presente ensayo, los lectores descubrirán como pudo haber sido la cinta en caso de haber sido escogidos otros actores, o si hubieran gustado a la audiencia los finales inicialmente previstos.
Algo que puede sorprender a los lectores, es la inclusión de la tercera parte, pese a que la misma no tiene nada que ver con Myers. Pero al tratarse de Halloween, la inclusión es bastante lógica y una vez leído el capítulo, a uno le entran ganas de revisionar la cinta. Y es que la defensa que el autor hace de la misma, consigue que uno considere volver a darle una oportunidad a esta película que, de manera habitual, suele ser denostada por los seguidores de la saga iniciada por Carpenter.
Pese a que me encanten tanto La noche de Halloween, como su secuela Sanguinario, tengo que admitir que la cuarta entrega El regreso de Michael Myers, tiene un lugar especial dentro de mi corazón cinéfilo. Si la memoria no me falla, creo que fue la primera que cinta que alquile de Myers en video, y en el finde que lo hice, la vi un par de veces. Esto hace que, pese a no alcanzar el nivel de la original, la tenga un cariño especial.
Tal y como indicaba hace unos párrafos, la guinda del pastel son las declaraciones de diversas personas que intervinieron en alguna de las once entregas de la saga. Así, los lectores podrán conocer de primera mano lo que piensan, entre otros, puesto que la lista es numerosa: Nick Castle, el Myers original, Tyler Mane, que encarnó al Myers de Rob Zombie en las dos cintas que el realizador de La casa de los 1000 cadáveres hizo al personaje, Dwight Little, realizador de la ya mencionada cuarta entrega o María Luisa Solá, dobladora de Lee Curtis.
Como no podía ser de otra forma, Carpenter no podía faltar a la hora de hacer declaraciones. Pero mientras que los ya mencionados, así como los que he obviado por temas de espacio, se muestran entusiasmados o participativos a la hora de colaborar en las preguntas realizadas por el autor del ensayo, Carpenter se muestra bastante seco. Lo que resulta una verdadera lástima, ya que podía haberse explayado más en las preguntas.
De igual forma, uno echa de menos saber las opiniones de Jamie Lee Curtis, la heroína de parte de la saga, que rechazó participar de manera amable en el proyecto, así como de Rob Zombie. Sin duda hubiera sido interesante conocer su punto de vista, acerca de una saga que cambió el cine de terror.
Si por algo se caracteriza la editorial que ha sacado este ensayo, es por estar profusamente ilustrado. Aquí de nuevo vuelve a dar una alegría a los lectores, puesto que las fotos que acompañan a los textos, además de los consabidos poster del estreno en salas e instantáneas de las películas, nos podremos encontrar con fotografías del rodaje, donde veremos a los implicados en momentos relajados o incluso viendo a los responsables de la banda sonora componiendo los temas que, de forma posterior, acompañarán a las imágenes.
Un gran libro que supone el más completo ensayo sobre el film de Carpenter, y que vuelve a demostrar que los autores que participan en estos ensayos, aman las cintas que comentan. Y eso es algo que logran transmitir a los lectores.
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