Ayer se estrenó la segunda entrega de Shazam, cuya primera parte supuso una sorpresa más que agradable hace un par de años. Por ello, estaba deseando verla. No suelo fiarme de las críticas, ya que no la estaban poniendo muy bien, a no ser que las mismas sean unánimes. Una vez vista, me preguntó si los críticos que dieron su opinión y yo, hemos visto el mismo el mismo film.
Dirigida, al igual que la anterior por David F. Sandberg, y escrita por Henry Gayden y Chris Morgan, la trama nos cuenta como Billy Batson, Asher Angel, y su alter ego Shazam, Zachari Levi, junto a su familia de héroes, han de hacer frente a la amenaza de las hijas de Atlas Hesperia, Helen Mirren, Kalypso, Lucy Liu, y Anthea, Rachel Zegler, quienes buscan recuperar la magia que les fue arrebatada hace siglos.
Entretenida secuela que mantiene el nivel de la anterior, e incluso me atrevería a decir que está un peldaño por encima. Aquí vemos como los héroes, a pesar de sus poderes y toda la buena intención del mundo a la hora de ayudar, no siempre lo consiguen. No hay que olvidar que pese a su aspecto adulto, no son más que adolescentes.
Y es que uno de los temas principales de la cinta, es el del miedo a crecer y quedarse solo de Billy. Por ello, siempre insiste en actuar siempre junto a su familia de héroes, son su principal apoyo. No se ve capacitado del todo para ejercer de líder, a pesar de que sus hermanos le vean como tal. Por ello, cuando la situación se complique de verdad, tendrá que sacar al verdadero héroe que lleva dentro, y demostrar ante todos que es el merecedor de los poderes que le dieron.
La cinta tiene sus buenos momentos de humor, uno en particular me hizo soltar un par de carcajadas en el cine debido a su humor. Pero también cuenta con un par de instantes dramáticos, que harán que una lagrimilla asome por los ojos. Son los típicos instantes hechos para emocionar, y desde luego que lo consiguen.
Uno de los aciertos de la cinta, además de Levi, son las interpretaciones de las villanas. Pese a que en unas declaraciones, Mirren confesó sentirse perdida ante tanta pantalla verde, yo no la vi tan perdida. De un tiempo a esta parte le ha cogido el gusto a los blockbusters, baste recordar su participación en la saga A todo gas, y Liu vuelve a la primera división después de estar un tiempo apartada con proyectos televisivos.
Otro de los aciertos de la cinta, son sus escenas de acción. Las cuales están desperdigadas a lo largo del metraje. Es en el último tercio, en la batalla final, donde el realizador pone toda la carne en el asador y nos muestra a nuestros héroes batallando con todo tipo de criaturas, incluyendo un dragón que, la verdad, mola bastante. Por lo que el espectáculo está asegurado.
Estas criaturas molan mucho, y además están sacadas de la mitología clásica. Su diseño es bastante chulo, y supone un acierto a la hora de mostrarles como los villanos secundarios a batir por el grupo de héroes, antes de enfrentarse al jefe final, que tampoco le pondrá las cosas fáciles para ser derrotado.
El ritmo de la cinta hace que no te aburras en ningún momento. Cuando miras el reloj, ya ha pasado una hora. Pese a que su duración es cercana a las dos horas y diez, las mismas pasan en un suspiro. Es lo único que le pido a este tipo de producciones, que entretengan. Que durante un par de horas te hagan pasar un buen rato, y te hagan olvidarte de los problemas cotidianos.
El único pero que se le puede encontrar, por así decirlo, es que sus detractores se escudan en el mismo argumento. Que no hay ninguna originalidad, que la mayoría están cortadas por el mismo patrón y que apenas hay diferencias entre unas producciones y otras. Cierto es que parte de razón pueden llevar, que unicamente cambian los héroes y un par de detalles, que siempre reflejan la lucha entre el bien y el mal. Pero, desde que el mundo es mundo, la mayor parte de la literatura se ha basado en esto: en el camino del héroe, descubrir quién es, pasar dificultades para, en última instancia, alzarse victorioso frente al villano de turno.
Otro pero que le encuentro, y que nada tiene que ver con la producción en si, son los spoilers. Yo soy el primero que ha soltado alguno que otro sin querer, pero, que antes de estrenarse la producción la gente filtre las escenas postcréditos, o alguna que otra sorpresa que el film nos depara, hace que él mismo pierda parte de su encanto. No sé que ganan las personas que lo hacen, si encuentran algún tipo de satisfacción, pero arruinan la experiencia.
Hace años, antes de la llegada de internet, uno tenía que esperar para ver una película. Lo único que se sabía de la misma, era lo que te contaban las revistas de cine y los tráilers, Pero ahora,uno tiene que andar con pies de plomo para evitar que te revienten la cinta de turno. Y eso es algo que molesta. Por supuesto que uno, con no entrar a ver el enlace de marras que te revienta todo, basta. Pero no es menos cierto que, con no ponerlo, también se adelanta mucho.
Las escenas postcréditos, que por supuesto no voy a desvelar, te pone la miel en los labios ante lo que está por llegar. Ahora, tan solo queda esperar a que el film triunfe en taquilla y podamos ver una tercera parte de Shazam. Desde luego lo merece, ya que ambas cintas son ligeras, entretenidas y con un héroe que te cae bastante simpático, con un grupo de secundarios que no le andan a la zaga.
Si os gusto la primera entrega, ésta sin duda también lo hará. Cumple su objetivo de sobras, y demuestra que DC, si sigue por este camino, puede remontar el camino que ha perdido con respecto a Marvel.
A continuación, os dejo con el tráiler de la entrada de hoy:
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