Dirigida en 1990 por William Friedkin, realizador de French Connection y El Exorcista ( eso es empezar fuerte una carrera en Hollywood, puesto que las hizo casi seguidas ) la trama de la cinta es la siguiente: una joven pareja, con los rasgos de Carey Lowell y Brad Hall, se mudan a una nueva ciudad y no tardarán mucho en tener a un retoño. Entrevistan a unas candidatas enviadas por la agencia El Ángel Guardian, pero cuando la primera de ellas fallece en un accidente pasará a cuidar del niño la segunda en la lista, una mujer llamada Camilla, interpretada por Jenny Seagrove, parecen haber acertado. Pero como siempre las cosas no son lo que parecen.
Interesante mezcla de género de suspense con gotas de terror sobrenatural y que pese a no alcanzar el interés de las dos cintas anteriormente mencionadas, si que al menos consigue hacer pasar al espectador un rato entretenido, que es de lo que se trata cuando uno ve este tipo de cintas.
Lo mejor de la cinta son los asesinatos que tienen lugar a lo largo de la misma, y que por supuesto ocurren a los incautos que, o bien se atreven a incurrir en la ira de la niñera o que indagan demasiado acerca del pasado de la misma. Es en estos momentos donde la cinta da rienda suelta a lo que el público espera cuando ve un film de estas características: que la hemoglobina haga acto de presencia y ver muertes algo elaboradas y que no sea lo de siempre. Esto se puede apreciar en la muerte que tiene lugar en el bosque cuando tres pandilleros intentan aprovecharse de la aparentemente indefensa niñera.
Que nadie se lleve a engaños, la cinta es irregular. Tiene instantes muy interesantes y otros que no lo son tanto. Es un film irregular, se le podía haber pedido más, sobre todo viniendo de su máximo responsable que nos ofreció una de las mejores cintas de terror de la historia del cine. Pero en su final el director pone toda la carne en el asador para ofrecernos una conclusión muy sangrienta y que homenajea a Posesión Infernal.
Es una lastima que esta película no sea más conocida, si bien como he indicado en el párrafo anterior cuenta con altibajos, cuenta con elementos interesantes para rescatarla del olvido: sobre todo en lo que respecta en su aspecto sobrenatural en donde se nos habla de la relación de los druidas con los espíritus malignos que habitan en los bosques y de como utilizan a estos para conseguir poderes a costa de las vidas de seres inocentes. Tal y como se puede apreciar en el árbol que supone la fuente de poder de la susodicha niñera y que está adornado con la cara de bebés fallecidos y que han servido de sacrificio.
El espíritu de la película es de pura serie B, hay que ser consciente de ello cuando se ve. No cuenta con grandes intérpretes, y su guión pese a recurrir a un par de tópicos por lo menos no trata a los espectadores como si fueran idiotas y eso se agradece.
Es una pena que Friedkin haya tenido una carrera con tantos altibajos dentro de Hollywood, al principio daba muestras de un gran talento pero luego este parece haberse diluido y es una verdadera lástima. El resto de su filmografía se compone de títulos interesantes en los que demuestra su buen hacer tras las cámaras, pero no llega a alcanzar la maestría de sus dos primeros trabajos.
Como es norma habitual os dejo con el trailer de la cinta hoy analizada:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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