jueves, 23 de mayo de 2019

libro: El diario de Tiburón

Los cinéfilos suelen tener cintas de cabecera. Películas que, por una razón u otra, se encuentran en su lista de favoritas y no se cansan de verlas una y otra vez. En mi caso son varias, pero una de ellas es el film dirigido por Steven Spielberg y basado en la novela de Peter Benchley Tiburón. Recientemente apareció en las librerías, un libro en el que el guionista de la producción del director de la saga Indiana Jones, nos cuenta sus experiencias y como fue el rodaje de la misma.

Escrito por Carl Gottlieb, y traducido por Marina Pineda, con diseño de portada a cargo de Lucía Dueñas, el autor nos cuenta en primera persona las diversas peripecias que fueron surgiendo a lo largo del proceso del rodaje. Desde las primeras escrituras del guión, hasta que la producción se trasladó al lugar donde el filme fue rodado. Un libro plagado de anécdotas, algunas ya conocidas, otras menos, y que sin duda harán las delicias de los seguidores de la obra maestra dirigida por Spielberg.

En principio es una obra interesante, divertida, amena, fácil de leer y de poca extensión, apenas 200 páginas. Pero que se ve lastrada por un problema: errores en la maquetación y algunas faltas de diseño y ortografía. No soy el más indicado para hablar de gramática, puesto que más de una vez en este blog le he metido patadas al diccionario. Pero aquí soy el único responsable. Pero en una editorial fuerte, como se supone que es la que edita este libro, resulta una verdadera pena.
Que un libro se vea lastrado por estos pequeños fallos resulta una lástima. Tampoco hay que ser muy puntilloso, esa es la verdad, pero es cierto que hay que cuidar el producto que uno saca al mercado y a los lectores que van a comprar tu libro.

Una vez dicho esto, toca ponerse a hablar de lo que interesa. Y el libro resulta una compra obligada si, como yo, sois verdaderos admiradores de la cinta de Spielberg. Nadie como Gottlieb, amén de Spielberg por supuesto, para contarnos lo que sucedió a lo largo del rodaje. Si que es cierto que eché en falta más chicha respecto a la relación de los actores, y las tensiones que hubo entre ellos sobre todo debido al alcoholismo de Shaw, que en el film encarna al cazador de tiburones Quint.
O que no se mencionara a Milius y su aportación al famoso monólogo de Shaw sobre el USS Indianapolis, cuestión de ego por parte de Gottlieb supongo.

Pese a ello, tal y como indico, es un libro que revela anécdotas que no conocía. Algunas de ellas bastante divertida, como la que envuelve al actor Murray Hamilton y lo que le ocurrió una noche de borrachera, o las cenas en las que Spielberg y Gottlieb entre otros, se veían agasajados por los suculentos postres cocinados por la patrona de la pensión donde estaban viviendo mientras se estaba llevando a cabo el rodaje.

Un libro que sirve de complemento al documental editado y que viene en las ediciones editadas tando en DVD como en Blu-ray. Una vez hayáis visto el primero, os recomiendo la lectura del libro para poder descubrir aquelas cosas que se quedaron en el tintero.