sábado, 1 de febrero de 2025

película: The Brutalist

Con la llegada del nuevo año, los estrenos de cara a los Oscar se lanzan para alegría de los cinéfilos. Es lo que ocurre con la entrada de hoy, una de las cintas que suenan más fuerte para hacerse con no pocos galardones. Una producción bastante buena y que, a pesar de su duración, consigue que se pase volando gracias a una buena dirección, unos actores en estado de gracia y un buen guion. Así pues, veamos que se esconde tras este film.


Dirigida por Brady Colbert, que se ocupa también del guion junto a Mona Fastvold, la trama nos cuenta como el arquitecto húngaro Lászlo Tóth, Adrien Brody, emigra a los Estados Unidos en la Europa de posguerra, dejando atrás a su esposa Erzsébel, Felicity Jones. Tras pasar penalidades, el destino hará que conozca al adinerado hombre de negocios Harrison Lee Van Buren, Guy Pearce. Pero, lo que parecía un golpe de fortuna, no tardará en torcerse y hacer ver al arquitecto que el sueño americano puede no ser todo lo feliz que esperaba.

En no pocas ocasiones, cuando crítica y público suelen ensalzar tanto un filme uno tiene ciertas sospechas, ya que tal vez estén exagerando. Y viceversa. Este no es el caso, puesto que una vez vista uno no puede sino coincidir con las opiniones de ambos. Es una cinta que nos recuerda la razón por la que amamos el cine, además que supone un homenaje a aquellas producciones como Ben-Hur, Lo que el viento se llevo o Lawrence de Arabia, por citar algunos ejemplos que contaban con una duración amplia, y que contaban con su obertura e intermedio, lo que también ocurre en la cinta dirigida por Colbert.

Adrien Brody ha vuelto por la puerta grande. Es uno de esos roles que suponen un caramelo para cualquier actor, además que supone uno de esos regresos a primera línea que tanto gusta a la academia hollywoodiense. En su rol como Toth, que puede recordar al que Brody hizo en El pianista, el neoyorquino nos ofrece un tour de force en el que el intérprete se desgasta, tanto a nivel físico como mental.

En cuanto a sus compañeros de reparto, tanto Jones como Pearce no le andan a la zaga. La actriz, a la que recordamos por sus roles en Rogue One o La teoría del todo, por la que fue nominada a mejor actriz secundaria, realiza aquí una gran interpretación, dando vida a una mujer que, a pesar de su evidente fragilidad, oculta tras de si una gran fortaleza que le será de gran ayuda, en no pocas ocasiones, al personaje interpretado por Brody.

En cuanto a Pearce, poco hay que añadir. Desde que el gran público le descubriera gracias a L.A Confidential ha ido saltando de producciones más modestas como Lawless a otras con más presupuesto como Prometheus dejando en cada una de ellas su sello. 

Todos los actores están genial, por lo que no sería raro verles a los tres alzándose con la codiciada estatuilla, al menos eso espero.

A pesar de su duración, de tres horas y media, en ningún momento llega a hacerse pesada. Al llegar a la primera hora y cuarenta, hay un descanso de 15 minutos en el que los espectadores pueden salir de la sala a estirar las piernas o comentar sus impresiones sobre la primera parte, que es lo que hice en ambos casos. El montaje que tiene es bastante ágil, puesto que no paran de suceder cosas y, cuando uno se quiere dar cuenta, la primera parte de la cinta ya ha pasado.

Aún no he visto los dos anteriores trabajos del director, espero ponerle remedio pronto, pero The Brutalist nos presenta a un director que sabe contar una historia interesante, a pesar de que la misma, la búsqueda del sueño americano y del precio que su protagonista está dispuesto a pagar, se ha visto otras veces en pantalla. Pero, es como se dice, depende de como cuentes la historia hace que la misma resulte más o menos interesante para la audiencia.

El mundo rico al que pertenece el personaje encarnado por Pearce, demuestra ser bastante corrupto y, salvo un par de personas, todos quieren sacar su propio beneficio caiga quien caiga. Por ello es interesante ver como el personaje de Brody, es tentado en no pocas ocasiones a este lado oscuro y dejar en todo lo que cree. Aquí, el realizador hace una nada velada crítica al capitalismo y a todo lo que rodea al mismo.

Resulta complicado quedarse con un momento concreto de la cinta, puesto que existen varios a lo largo del metraje. Pero, si tuviera que escoger uno en particular, sería el del viaje a Italia y las consecuencias que trae para Láslo y Harrison. Es aquí donde se ve la verdadera naturaleza del personaje encarnado por Pearce, pese a que en anteriores ocasiones nos había dejado ver parte de esa personalidad, no tan oculta, que se esconde tras una figura en apariencia respetable.

Una cinta recomendable para todos los amantes al séptimo arte, y que nos ha permitido descubrir a un realizador a tener en cuenta en sucesivos años. Tan solo queda esperar que mantenga el nivel mostrado en este film, si es así, nos dará no pocas alegrías.

A continuación el tráiler:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.


lunes, 27 de enero de 2025

libro: Freddymanía. Las crónicas de Elm Street.

Según reza el dicho "todo lo bueno se hace esperar", lo que se puede aplicar a la entrada de hoy. Desde que se anunciara el proyecto, no fuimos pocos, entre los que me incluyo, que se interesó por el ensayo. Y no es para menos, puesto que supone un completo y ameno recorrido, no solo por las cintas principales, sino también por todo lo que rodea a la figura de uno de los asesinos en serie más carismáticos de la historia del cine. Así pues, dispongámonos a entrar en el reino de los sueños y a intentar salir airosos de nuestro encuentro con Freddy.

Escrito por José Mellinas, con prólogo a cargo de Jaume Balaguero y epílogo de Ángel Sala, el presente volumen se adentra en los secretos que rodean a cada una de las partes que integran las aventuras de Freddy Krueger. Pero no solo eso, sino que también tendremos un análisis de la serie de televisión, del remake, así como de los diversos cómics, videojuegos y libros que tienen como protagonista al asesino de las garras.

Impresionante, no se me ocurre otra forma de definir a este ensayo. La labor de investigación llevada a cabo por el autor ha debido ser bastante ardua. No solo por tener que revisar cada una de las películas, y capítulos de la serie, sino también por extraer el jugo a cada una de las mismas y mostrar un análisis bastante completo. Un estudio que se complementa, con diversas entrevistas y declaraciones de cada uno de los implicados en los filmes en cuestión.

A lo largo de sus 15 capítulos, los 10 primeros de ellos dedicados a cada una de las partes, la serie de televisión, su crossover con Jason y el remake, estando los restantes dedicados a las apariciones de Freddy en mayor o menor medida en series de televisión y películas, libros, cómics, cortometrajes, versiones pornográficas etc. José nos revela no pocos secretos, anécdotas y curiosidades de cada una de las partes del asesino de las cuchillas. Si bien conocía alguna de ellas, me sorprendí en no pocos momentos al conocer más a fondo todo lo que rodeaba a Freddy.

Algo que me sorprendió es que, en contra de lo que pueda parecer, el capítulo más extenso, aparte del dedicado al film original, fue el dedicado al de Freddy contra Jason. Ya que, desde que se anunciara el proyecto en los años 90, no fueron pocos los guionistas que fueron pasando a lo largo de los años aportando diversas ideas, algunas más chulas que otras, todo hay que decirlo, hasta que el proyecto se hizo realidad en 2003. Como no podía ser de otra forma, esta tormenta de ideas está presente y podremos opinar sobre las mismas. 

He de decir que, gracias al presente volumen, puedo ver con otros ojos a la segunda parte. Pese a haberla visto varias veces, es la que menos me gusta de toda la saga. La veo la más floja, pese a que tiene momentos bastantes potentes. Pero, el tratamiento que le dan a Freddy en esta película no me acaba de convencer del todo. Y no, no tiene nada que ver con la orientación sexual de su protagonista principal, o que esta cinta haya servido de inspiración al documental Scream, Queen! My nightmare on Elm Street! Pero no respeta parte de las ideas que estableció Craven, y que se luego se mantendrían en mayor o menor medida en el resto de filmes. 

Puedo entender que Jack Sholder, su realizador, quiera hacer su propia visión, tal y como han hecho el  resto de realizadores, pero al menos ellos lo hicieron respetando las reglas de Freddy. Baste recordar el momento del asesino en la fiesta, echando por tierra la mitología del personaje.

A lo largo del ensayo, los lectores podrán ver no pocas declaraciones de los que participaron en cada una de las cintas en las que podremos saber, de primera mano, lo que sintieron cada uno de ellos en el momento de su intervención. Una sonrisa de nostalgia, al menos en mi caso, se dibujó en mi rostro al ir recordando algunos de los instantes que los aficionados al cine de terror tenemos marcada en nuestra retina.

También conoceremos como se hicieron algunas de las secuencias más destacadas de las películas. Desde el asesinato de Tina en la primera parte, pasando por la pizza de almas de la cuarta parte o el asesinato de Dan fundiéndose con su moto en la quinta parte, por destacar algunos momentos los aficionados a la saga podrán saber como los responsables de estos efectos tiraron en no pocas ocasiones de ingenio para sacar adelante estas ideas.

Los lectores que se acerquen al ensayo, podrán asombrarse de que estrellas como Brad Pitt, trabajasen en la serie de televisión en uno de sus primeros roles. También, como me pasó, que Depp se declara un abierto seguidor de los filmes hubiera podido aparecer en La nueva pesadilla de Wes Craven si el fallecido realizador se lo hubiera pedido. No hay que olvidar que Depp, se prestó a un divertido cameo en Pesadilla final. La muerte de Freddy.

Como no podía ser de otra forma, el volumen se complementa con no pocas instantáneas tanto detrás de las cámaras, como de los filmes analizados, así como diversos posters de distintos países como Francia, Japón, Reino Unido o nuestro país. Incluso el propio autor del libro nos muestra unas fotografías acompañado de Englund y Langenkamp en el pasado festival de Sitges.

Freddy es todo un icono, y este libro no hace sino confirmarlo. Se nota que José le tiene cariño al personaje, puesto que nos transmite su pasión por el personaje y todo lo que rodea al mismo. En el capítulo de cortos, y no son pocos creedme, no podréis resistir la tentación de ver alguno de los mismos, en los que el asesino de los sueños hace de las suyas. Un servidor tuvo que parar su lectura, para ver uno de ellos, y, desde luego, que el visionado mereció la pena.

A pesar de su extensión, superior a las 900 páginas, el ensayo no se hace pesado en ningún momento. A ello ayuda el lenguaje usado, a una redacción entretenida y, sobre todo, a que el tema tratado nos engancha desde sus primeras páginas.

Yo mismo poseo uno de los libros de relatos de Freddy, que guardo con cariño, así como de los cómics en los que Freddy se enfrenta no solo a Jason, sino también a Ash, el carismático protagonista de la saga Posesión infernal.

Como si se tratase de un DVD o Blu-ray, a modo de extra los lectores podrán disfrutar de un pequeño relato, inédito en nuestro país, en los que se nos narra el origen de Freddy y que supone conocer algo mejor a este asesino.

Tanto si sois aficionados al cine de terror, como a la saga de Pesadilla o al personaje encarnado por Englund, es un ensayo que no debéis dejar pasar. Es un volumen imprescindible para los seguidores del asesino de los sueños. Una vez más, no queda sino felicitar a la editorial por publicar este tipo de volúmenes, que no hacen sino confirmar nuestra pasión por el séptimo arte.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.


miércoles, 22 de enero de 2025

película: Hombre lobo (2025)

Desde que debutara en 1941, no son pocas las producciones que han tratado el tema del licántropo por excelencia de la historia del cine. Ahora, un nuevo film viene a unirse a este club bajo la mirada de Jason Blum. Una cinta que supone una nueva aproximación a este monstruo trágico y que tiene en sus efectos de maquillaje clásicos, uno de sus puntos fuertes.

Dirigida por Leigh Whannell, que se encarga del guion junto a Corbett Tuck, Lauren Schuker Bum y Rebecca Angelo, la trama nos cuenta como Blake Lovell, Christopher Abbott, recibe en herencia la casa donde pasó su infancia junto a su severo padre Grady, Sam Jaeger. En su viaje le acompañarán su mujer Charlotte, Julia Garner, y su hija Ginger, Matilda Firth. De camino al que fue su hogar, la familia sufre un ataque siendo Blake herido por una misteriosa criatura. Será el inicio de una noche infernal.

En esta ocasión, ya había visto algún avance de la cinta analizada hoy. Me llamó la atención que apenas mostraba nada, para no mostrar sus cartas desde el primer momento, lo que acaba siendo un acierto pero que no acaba de convencer del todo. Si bien tiene puntos a su favor, también tiene no pocos en contra.

Uno de los aspectos que restan, es la interpretación llevada a cabo por los actores. No he visto otros trabajos anteriores suyos, por lo que no puedo juzgar su labor en otras películas, pero aquí, desde luego, no están muy acertados. Son bastante sosos, sobre todo en el caso de Abbott y Garner. En ningún momento me llegaron a transmitir que eran un matrimonio creíble. Cierto que la relación entre ambos personajes no pasa por su mejor momento, pero tampoco te resulta verosímil el distanciamiento entre los dos.

Tampoco me acabó de convencer que, desde el momento en que Blake se infecta, todo va demasiado deprisa, cuando, en otras producciones de temática lobuna, como Lobo, Un hombre lobo americano en Londres o El hombre lobo, el proceso tarda unos días en producirse. Aquí, el protagonista pasa por los diversos estados de transformación lupina en cuestión de horas. Te puedo comprar que aquí lo traten como si fuera un virus zombi, que te infecta en nada, pero se echa a perder parte del encanto que tiene este monstruo.

Otro elemento que no me enganchó, pero que de manera irónica también juega a su favor, es que todo transcurre en una sola noche. No juega con el suspense, con la evolución paulatina a convertirse en un monstruo. Aquí, parece que los responsables se han querido dar prisa y solucionarlo todo en el menor tiempo posible.

Uno de los aspectos a destacar es, sin duda, sus efectos de maquillaje. Los responsables han decidido usar efectos clásicos, sin apenas CGI, y ofrecernos una más que decente transformación lobuna. Sin acercarse al clásico maquillaje, creado por Rick Baker, de Un hombre lobo americano en Londres, al menos supone una decente aproximación, y homenaje, a esta creación de Baker.

Son estos efectos, ya sean de la transformación, como de los numerosos instantes violentos en los que la sangre hace acto de presencia, los que suben enteros al film. Si no los hubiera incluido, el resultado final hubiera sido mucho peor del que finalmente nos ha acabado llegando.

La cinta también tiene a su favor una duración estándar, de poco más de hora y cuarenta, por lo que casi desde su comienzo va directa al grano. Aquí vuelvo a hacer referencia a un párrafo anterior, en el que comentaba que todo iba demasiado deprisa. Al transcurrir toda la acción en un corto espacio de tiempo, el realizador se ha querido ahorrar el suspense de la continua evolución de Blake, para ofrecernos una lucha contra el monstruo que les atacó yendo de camino al hogar del padre de familia a la vez que la madre y la hija han de hacer frente también a la amenaza interior que supone el hombre de la casa.

Aquí el director nos quiere hablar de como la violencia se puede transmitir de padres a hijos. Algo que se puede ver a poco de comenzar el film, cuando Blake pierde la paciencia con su hija y le da una contestación fuera de lugar. Pero, a diferencia del que fuera su progenitor, este carácter irascible apenas sale a la superficie, algo que no ocurría entre nuestro protagonista y su padre, tal y como el realizador nos muestra en el prólogo de la película.

Una producción interesante, que puede llamar la atención a aquellas personas que quieran pasar un rato entretenido, pero que sabrá a poco a aquellos que ya tenemos un bagaje en cuanto a cine de terror se refiere y que ya tenemos a nuestras espaldas unas cuantas cintas con temática de hombres lobo en su argumento.

Por lo menos no aburre pero desde luego no va a pasar a la historia del cine de terror. Si os gusta el género de terror con temática lobuna, dadle una oportunidad. Pero aquellos que queráis ver otro tipo de producciones, además de las ya citadas a lo largo de la reseña, os recomiendo también La noche de Walpurgis, El hombre lobo dirigida por Joe Johnston o En compañía de lobos, que son bastante superiores a la entrada de hoy.

A continuación el tráiler:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

lunes, 20 de enero de 2025

película: A real pain

Con la llegada del nuevo año, y de cara a la temporada de premios, los aficionados al cine celebramos el estreno de nuevas producciones para empezar bien el año cinematográfico. Es lo que ha pasado con la entrada de hoy, una modesta producción que tiene en sus intérpretes su mejor baza y que se apoya en un guion interesante. Así pues, acompañemos a estos primos a su viaje a Polonia para saber que peripecias les aguardan.

Escrita y dirigida por Jesse Eisenberg, la trama nos cuenta como David Kaplan, Jesse Eisenberg, y su primo Benji, Kieran Culkin, ambos judíos y de caracteres opuestos viajan a Polonia para conocer la casa de su difunta abuela. En su viaje formarán parte de un grupo turístico sobre el Holocausto dirigido por James, Will Sharpe, y en el que se encuentra la atractiva madura Marcia, Jennifer Grey. En este viaje ambos primos no solo conocerán más sobre sus raíces, sino que también servirá de experiencia para conocerse mejor después de estar tiempo separados.

Menuda sorpresa más agradable me llevé al ver este film. No sabía nada del mismo, salvo que había estado nominado a los Globos de Oro en diversas categorías, y en donde acabó ganando en el apartado de mejor actor secundario para Culkin, con todo merecimiento en mi opinión. Estando nominado además a mejor película, guion y actor principal para Eisenberg, yéndose de vacío en cada uno de los mismos.

En su segunda cinta como director, tras haber debutado con Cuando termines de salvar el mundo, Eisenberg demuestra saber contar una historia de manera sencilla y sin necesidad de irse por las ramas con tramas innecesarias. Sin haber visto su primer film como director, si que puedo decir que no se le da mal la dirección de actores, ni tampoco escribir. La historia que cuenta no es novedosa en absoluto, puesto que se ha visto en producciones parecidas. Pero es el modo en que lo hace, es lo que merece la pena darle una oportunidad.

En esta ocasión, Eisenberg nos brinda un rol alejado al que nos tiene acostumbrados. Aquí no es el típico listillo, como al que dio vida en La red social, o en la saga Ahora me ves, de la que este año se estrena su tercera parte. En A real pain da vida a alguien con miedos, inseguridades y que envidia la forma de ser que tiene el personaje de Culkin, pese a que el modo de vida que lleva su primo sea del todo menos ejemplar.

En lo que respecta al personaje de Culkin, es alguien que usa su humor, su forma de ser desinhibida, que parece que quiere destacar por encima de todo y que busca llamar la atención como un escudo. En realidad, es alguien que se encuentra perdido en la vida y que no sabe que rumbo tomar una vez ha fallecido su abuela con la que vivía. Esto se puede ver tanto al principio como al final del film, con esas tomas en el aeropuerto.

Uno de los momentos que más me gustaron en la película, tranquilo que no voy a destripar nada importante, es la secuencia que transcurre en el restaurante, en la que el personaje de Culkin se derrumba, y muestra a sus compañeros del tour como es realmente. Sin necesidad de sobreactuar, queda claro que es un personaje que sufre. 

Otro de los instantes a destacar, es la conversación final que mantienen ambos primos en lo alto de una azotea a la que han ido a fumarse un porro, y en donde ambos se confiesan lo que piensan el uno del otro. Quedando claro que Benji echa de menos la forma de ser de David, que en nada se parece a como es ahora: alguien serio y con responsabilidades. Es alguien que ha sabido evolucionar, pero que de también echa en falta el ser menos estricto y saber disfrutar de la vida, tal y como hace Benji, al menos en apariencia.

La cinta sabe alternar la comedia con el drama. No busquéis grandes chistes o golpes de humor, ya que éste está presente, pero busca la sonrisa y que en ningún momento te carcajees de lo que está ocurriendo en pantalla. La intención de Eisenberg, al menos en mi opinión, es mostrar el viaje de ambos primos en el que se pueden alternar los momentos más agradables, con otros que hacen que la sonrisa se te quede congelada en el rostro.

Es lo que ocurre, precisamente, con la visita que el tour realiza al campo de concentración Majdanek, situado en Polonia, en donde a pesar de los años transcurridos, uno no puede evitar estremecerse ante lo que está viendo, lo mismo que los protagonistas del film, al ver los horrores que tuvieron lugar en el lugar.

Y es que, Eisenberg nos muestra lugares de Polonia que homenajean la lucha que el pueblo polaco tuvo contra los invasores alemanes. De esta forma, el realizador nos enseña lugares tan destacados como las secciones mejor conservadas del gueto de Varsovia; el monumento a los héroes de la citada ciudad o la ciudad de Lublin.

La película tiene a su favor una duración cercana a los 90 minutos, por lo que pasa en un suspiro. Lo que sin duda es de agradecer. Desde que comienza va directa al grano y nos ahorra tramas innecesarias y secundarias, que no hubieran hecho sino añadir más duración a una producción que no lo necesitaba.

Tanto si sois seguidores de Eisenberg, como es mi caso, como si os gustan las cintas que tocan el tema de las relaciones familiares, y de manera tangencial el de los horrores de la segunda guerra mundial es un film que no debéis dejar pasar. 

A continuación el tráiler:

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

miércoles, 15 de enero de 2025

libro: Eloy de la Iglesia. El placer oculto del cine español

El nombre de Eloy de la Iglesia está ligado al género kinki. Cintas como Colegas, Navajeros o las dos partes de El pico son los primeros ejemplos a la hora de hablar del cineasta vasco. Pero a lo largo de su carrera tocó más géneros, como el terror o el drama. El presente ensayo, se encarga de desvelarnos no solo algunas claves de su filmografía, sino también a aquellos intérpretes que colaboraron con él o las dificultades que tuvo a la hora de sacar adelante sus proyectos.


Coordinado por Carlos Barea, y con la colaboración de diversos autores como Diana Aller, Vicente Monroy o Carlos Bravo entre otros, el presente volumen supone un completo recorrido no solo por la vida del realizador de La semana del asesino, sino también por las claves que marcaron su carrera a lo largo de los años.

He de decir que no sabía que habían editado este libro, hasta que mi pareja me lo regaló por Reyes, sabiendo de mi pasión por cualquier libro de cine que se edite. Una vez comencé a leerlo, supe que me iba a gustar. No solo por que el director vasco me gusta, sino también por que me ayudó a conocer mejor a su figura y también a los numerosos obstáculos a los que se tuvo que enfrentar, tanto por parte de la crítica, que no solía ver con buenos ojos parte de sus proyectos, como de la censura franquista. 

Hay que recordar que parte de su filmografía, estuvo dentro de la dictadura de Franco, por lo que sus proyectos nos llegaban incompletos, debido a los cortes que los censores aplicaron a sus títulos. El ejemplo más evidente lo encontramos en la ya citada La semana del asesino, que sufrió la friolera de 64 cortes, por lo que hasta hace poco no se ha podido disfrutar del film tal y como lo pensó en un primer momento Eloy.

Si de algo pudo enorgullecerse Eloy, fue por los repartos que consiguió reunir a lo largo de su filmografía. Ya sea con estrellas del momento, como José Sacristán, Carmen Sevilla, Juan Diego o Ana Belén, por citar algunos ejemplos, como por su unión con el que sería su amante y actor fetiche, José Luis Manzano y por descubrir la figura del tristemente fallecido El Pirri, al que dirigió además de en El pico 2, en otros títulos como Navajeros, La mujer del ministro o Colegas.

Cada uno de los capítulos, está dedicado a aspectos clave dentro de su filmografía. Ya sea con sus colaboraciones con actrices; con actores; la homosexualidad, presente en buena parte de su filmografía; la delincuencia o las drogas. Estos elementos son analizados por los colaboradores del ensayo, utilizando para ello un lenguaje bastante sencillo, lo que facilita la lectura para todos aquellos que se acerquen a leerlo.

Algo que me sorprendió saber, fue saber que el género de terror no era ajeno a Eloy. Además de la ya citada La semana del asesino, el realizador vasco también nos brindó títulos como El techo de cristal u Otra vuelta de tuerca, que ya fuera adaptada por Jack Clayton con Deborah Kerr en los años 60 en Suspense.

Algo que caracteriza buena parte de la filmografía de Eloy, fue la fatalidad y el destino trágico que le esperan a la mayoría de sus protagonistas. En pocas ocasiones suelen acabar bien, ya que su final no suele ser todo lo esperanzador que uno quiera para ellos. Pero esto es lo de menos, puesto que a cambio el director vasco nos ha regalado un buen rato de entretenimiento.

Tanto si os gustan los títulos de Eloy, como si queréis ahondar más tanto en su filmografía como en su figura, éste es el volumen ideal para hacerlo. 

Espero que os haya gustado la entrada de hoy. 

viernes, 10 de enero de 2025

película: Heretic

Feliz año. Si la última entrada del blog fue una cinta del terror, la que inaugura este año también entra dentro de esta categoría. Una sorpresa más que agradable y que nos presenta una premisa que, si bien hemos visto más de una vez en pantalla, sus máximos responsables lo saben hacer lo bastante interesante, e inquietante, para mantener a los espectadores enganchados desde su principio hasta su final.

Escrita y dirigida por Scott Beck y Bryan Woods, la trama nos cuenta como la hermana Paxton, Chloe East, y la hermana  Barnes, Sophie Thatcher, dos jóvenes mormonas acuden a la casa del Sr. Reed, Hugh Grant, para informarle acerca de su religión. Lo que ignoran es que su misterioso anfitrión no es lo que parece ser en un principio.

Además de los intérpretes arriba citados, en su reparto también nos encontramos con Topher Grace, dando vida a Elder Kennedy, superior de las mormonas y a Elle Young como la enigmática figura de la profeta.

Menuda sorpresa me he llevado con esta cinta. Si bien había oído buenas opiniones sobre la misma, una vez vista no pude sino confirmarlo. Un film bastante inquietante y que parece una obra de teatro, puesto que gran parte de la trama transcurre en una única localización, la casa del Sr. Reed. Pese a que se trasladen a otras dependencias, apenas salen de la misma. Quitando un par de momentos en los que la cámara abandona el interior de la casa, para mostrarnos el exterior de la misma y situar la acción en otros lugares, la práctica totalidad de la acción es en este lugar.

Vaya con Hugh Grant. De un tiempo a esta parte nos esta ofreciendo interpretaciones alejadas de las comedias románticas, que tan famoso le hicieron en la década de los 90 y principio de los dos mil. Baste recordar sus intervenciones en The undoing o Un escándalo muy inglés, o también sus roles en The Gentlemen u Operación Fortune, ambas de Guy Ritchie.

Pero aquí Grant realiza uno de sus mejores papeles. Sin dejar de lado sus habituales tics, como su sonrisa, que aquí en vez de tranquilizar consigue el efecto opuesto, el que fuera intérprete de Cuatro bodas y un funeral da vida a un personaje inquietante y que está como un rebaño de cabras. Da más miedo por lo que hace y dice, que por su presencia física. Es la normalidad de su interpretación lo que es inquietante. Podría ser el vecino de al lado, aquél que parece ser tranquilo y siempre dispuesto a ayudar.

Es Grant quien sostiene sobre sus hombros la mayor parte del peso del film, sin desmerecer por supuesto a sus compañeras de reparto de quienes pasaré a hablar a continuación. Lleva el peso de la acción, y parece un marionetista guiando las acciones de ambas muchachas sin apenas dejarles opciones de escoger en el inquietante juego al que se ven obligadas a jugar en contra de su voluntad.

Sus compañeras de reparto no son ajenas al género de suspense y/o de terror. Thatcher intervino en The Boogeyman y East siendo niña en la serie True Blood. Aquí su interpretación va evolucionando, sobre todo en el caso de East, que pasa de ser alguien sin apenas confianza en si misma para convertirse en alguien fuerte y seguro de si mismo.

Ambas chicas no podían ser más distintas. Mientras que Barnes es alguien confiado, con seguridad en si misma y más avispada, Paxton es todo lo contrario. Alguien con miedo y que no confía en si misma, por lo que era la candidata ideal para iniciar el ya conocido camino del héroe. El ejemplo más claro de esto, son los continuados cara a cara entre los personajes de Barnes y Reed, en los que Paxton apenas interviene, siendo Barnes la que suele llevar la voz cantante.

Los cara a cara intelectuales son uno de los aciertos de la cinta. En no pocas ocasiones estos enfrentamientos, amén de otros instantes bastante inquietantes, son los que consiguen mantener la atención de los espectadores en no pocos momentos. Baste citar como ejemplo la secuencia de las puertas, en las que el personaje de Grant realiza un discurso sobre las diferentes religiones existentes intentando tambalear las creencias de las jóvenes, dándoles a elegir entre seguir creyendo en su religión o no.

Los momentos violentos son escasos, pero cuando aparecen son impactantes y sangrientos. Los realizadores, con gran acierto, no abusan de los mismos y prefieren centrar la acción en la atmósfera que se respira desde que las muchachas entran en los dominios de Reed.

Si hubiera que ponerle un pero sería a su conclusión, que por supuesto no voy a desvelar. Aquí cada uno puede tener su propia opinión, pero a mi no me acabó de convencer del todo. No digo que sea malo, que no lo es, pero sin duda da opción al debate ya que cada uno puede tener su propio pensamiento sobre el final de la cinta.

No es un film perfecto, dista mucho de serlo, pero si que consigue ser una buena muestra de cine de terror y que nos hace tener esperanzas sobre la salud del mismo. 

Si os gusta el cine de terror, no lo dudéis y dadle una oportunidad. Seguro que no os arrepentiréis.

A continuación el tráiler:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

martes, 31 de diciembre de 2024

película: Nosferatu (2024)

Antes que nada, feliz año nuevo a todos los lectores del blog. Muchas gracias por seguirme durante todo este tiempo. El pasado día 25 de diciembre, se estrenó una de las producciones más esperadas del año, la nueva versión del clásico de Murnau Nosferatu. Si bien la espera ha merecido la pena, y desde luego merece el visionado, hay que sacarle un par de peros a la nueva propuesta de el realizador de La bruja. Así pues, afilemos nuestras estacas y hagamos frente a este vampiro.

Escrita y dirigida por Robert Eggers, la trama nos cuenta como en la Alemania del siglo XIX el joven corredor inmobiliario Thomas Hutter, Nicholas Hoult,  casado con Ellen, Lily.Rose Depp, es enviado por su jefe Heer Knock, Simon McBurney, para cerrar una venta en Transilvania con el misterioso conde Orlok, Bill Skarsgarsd. Ellen queda al cargo de Friederich, Aaron Taylor-Johnson, y Anna, Emma Corrin, Harding amigos de su esposo. Al poco de llegar Thomas empieza a sospechar que el misterioso noble oculta no pocos secretos, algo que se confirma poco tiempo después cuando es atacado por el mismo. Al mismo tiempo Ellen empieza a soñar con la criatura, lo que hará que el Dr. Wilhem, Ralph Ineson, busque la ayuda de su mentor el profesor Albin, Willem Dafoe, que no tardará en darse cuenta de lo que se oculta tras las crisis de Ellen, al mismo tiempo que Orlok llega a la ciudad donde reside la joven, trayendo tras de él la muerte en forma de ratas que propagan la peste. La lucha entre el bien y mal no tardará en producirse.

Vaya con Eggers. De un tiempo a esta parte se esta convirtiendo en uno de esos realizadores a tener en cuenta, y que con cada nuevo proyecto consigue ganar más atención. No solo por los repartos con los que cuenta en cada nueva propuesta, sino también por las historias que tiene y, sobre todo, por la forma en que lo hace. Y es que, hasta ahora, el realizador norteamericano ha desarrollado su hasta ahora corta filmografía en el género fantástico o de terror, si exceptuamos su caso en El hombre del norte, en la que también había algún que otro toque de terror y de fantasía.

Si algo hay que reconocer al director neoyorquino, es que sus proyectos están bastante currados en lo que a ambientación se refiere, ya que cuida bastante la misma para ser lo más realista posible en mostrar al espectador el periodo en el que está ambientado su nuevo filme. Como no podía ser de otra forma, esto se aprecia en su nueva producción.

Cinta que, si bien tal y como he dicho en el párrafo que inauguraba la reseña, está bien hay que sacarle un par de peros. El primero de ellos es su duración. 132 minutos resulta algo excesivo, mas teniendo en cuenta que se podía haber contado lo mismo con tal vez diez minutos menos, o algo menos. Ya que, si bien hay momentos en los que la película avanza bien, en no pocos momentos a lo largo del metraje el mismo llega a hacerse algo aburrido. Y eso es porque no le sabe introducir algo de ritmo a una historia que se puede prestar a ello en algo que otro instante.

El otro gran pero es Nosferatu. Si bien no hay que ponerle ningún pero a la interpretación de Skarsgard, amenazante y terrorífico en cada una de sus apariciones, no se puede decir lo mismo a su aspecto. Si bien al principio Eggers respeta más o menos el aspecto clásico del original de Murnau, esto desaparece cuando le vemos la cara. La cual dista mucho del aspecto que creíamos vislumbrar entre las sombras. Cuando le vemos el rostro, parece el de un mafioso ruso de cualquier producción directa a video protagonizada por Steven Seagal. Y es que, ese bigotón te saca por completo de lo que estás viendo. Lo siento, pero yo quiero un Nosferatu sin pelo alguno en el rostro. 

Puedo entender, e incluso comprender, que Eggers quiera dar su visión del vampiro. Pero aquí el tiro le ha salido por la culata, mientras veía el bigotón no podía dejar de pensar en mi mente: Dimitri quiero que le metas un tiro a este poli. 

Pero a su favor cuenta con una muy buena dirección. En no pocos instantes, Eggers rinde homenaje no solo al original de Murnau, sino también a algunos filmes del expresionismo alemán. Esa forma de usar las sombras, sobre todo en dos momentos clave de la cinta, nos muestran que el realizador sabe lo que hace. Como no podía ser de otra forma, la icónica imagen de la silueta de Nosferatu subiendo por las escaleras, no podía faltar.

Los actores están bastante bien, desde el ya mencionado Skarsgard, pasando por Depp, que tiene sobre sus hombros buena parte del peso de la trama y tiene alguna que otra secuencia para su lucimiento. Y, por supuesto, los ya mencionados Johnson y Hoult, que de un tiempo a esta parte demuestran ser capaces de pasar de grandes producciones, a otras más modestas. De Dafoe poco hay que decir que no se haya dicho ya. Aquí nos muestra a un Van Helsing, obviando el nombre claro está, más cercano al espíritu de Hopkins en la cinta de Coppola, a la que Eggers también acude de vez en cuando, que al más clásico y conocido interpretado por Cushing.

Por cierto, resulta bastante curioso como Hoult en un breve espacio de tiempo ha hecho frente al vampiro por excelencia de la historia del cine. Tanto en la divertidísima Renfield como aquí, tiene que luchar contra esta amenaza sobrenatural.

Aquí Eggers nos muestra el vampirismo como algo bastante sexual, algo que se intuye en otras producciones de temática vampírica, pero que aquí se hacen más evidentes que nunca. Y es que ¿Qué es el vampirismo sino un intercambio de fluidos entre dos personas? El realizador neoyorquino nos muestra esta faceta de forma bastante cruda, sobre todo en los instantes finales de la cinta.

Uno de los sellos de identidad de este director, es la forma en la forma en la que retrata la violencia, y los estallidos de la misma. No se corta a la hora de mostrar derramamiento de sangre, ya sea aquí o en ocasiones anteriores. Baste recordar algunos momentos de El hombre del norte o El faro, sin olvidarnos de su opera prima La bruja. A lo largo del metraje, aquellos aficionados a la hemoglobina celebrarán no pocos instantes la aparición del liquido vital que le da energía al vampiro.

Una propuesta interesante a la que, sin duda, se le podía haber pedido más. No llega a cumplir del todo las expectativas que tenía depositadas, pero que cumple con su cometido de ofrecer a la audiencia un film adulto y que supone una buena forma de cerrar el año cinematográfico.

Tanto si os gustan las historias de vampiros, como si sois seguidores de Eggers, dadle una oportunidad.  

A continuación el tráiler:

Espero que os haya gustado la entrada de hoy y feliz año de nuevo.