Muy buenas a todos. Hoy de nuevo os traigo una antología, pero no será la última puesto que en breve aparecerá otra. En el caso de la que hoy reseñamos los autores nos cuentan desde su punto de vista uno de los iconos clásicos dentro del terror, uno de los monstruos que junto con el Conde Drácula y el Hombre Lobo conforman la santísima trinidad dentro del género de horror y que fueron piezas claves para los estudios Universal dentro de la década de los años 30. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, acompañadme en un viaje a lo largo de 13 relatos donde la creación imaginada por Mary Shelley es el máximo protagonista. Listos? Pues allá vamos.
La presente antología consta de un prólogo, un epílogo y 13 relatos, cada uno de ellos distinto al anterior y que cuentan con el único punto en común del famoso monstruo. Relatos donde el humor, el amor, la ciencia ficción y la acción entre otros elementos se dan la mano para hacer pasar un rato entretenido a los lectores de esta compilación de narraciones.
Uno de los puntos a favor de este libro es que tanto su prólogo como su epílogo son cartas escritas tanto de parte del monstruo a su autora y viceversa. En este escrito que se podía llamar de metaliteratura, cada uno nos da su propio punto de vista, sobre lo que han vivido y como les ha afectado a ambos el pasar a formar parte del imaginario colectivo, tanto literario como cinematográfico. Las cartas del principio son obra de Joe Alamo y Voro Luzzy, mientras que la que cierra la novela es de Alfonso Zamora.
En las antologías, suele ser norma no escrita, el primer relato que la abre es el mejor o el más interesante para que el lector quede atrapado entre sus páginas. Aquí de nuevo se vuelve a cumplir, la narración encargada de abrir fuego y que está escrita por Carlos Lluch nos cuenta la entrevista que le hacen a la creación del Barón y lo que le ha supuesto descubrir la cantidad de dinero que se ha generado a partir de su figura y como se ha adaptado a la sociedad. El final del relato, que obviamente no voy a desvelar, es emotivo y hace que se te forme un nudo en la garganta.
El resto de relatos son bastante interesantes, un par de ellos ubicados dentro de un futuro distópico, otros en la antigüedad y otros en nuestros tiempos. En todos ellos la figura de Frankenstein suele ser la del antihéroe, al menos yo lo veo así, y en uno de ellos se vuelve villano pese a que en un principio la idea de su nuevo creador se alejaba bastante de la de inventar un ser malvado.
Pero si hay un relato que se lleva la palma es Plastilina, escrito por Fernando López Guisado. Todo el mundo coincide en que es un relato excelente, un emotivo y precioso homenaje al monstruo y que te atrapa desde el principio del mismo hasta su conclusión.
El resto de los relatos están escritos por Victor Blázquez; Marta Junquera; Juan Antonio Roman; Laura López Alfranca; Francis Novoa; Jose Javier Zamora; Manuel Martin; Rubén Pozo; David Rozas; Javier Trescuadras y Liliana Galvani.
Si por esto fuera poco, los relatos quedan complementados por ilustraciones que son una verdadera pasada y que sirven de complemento perfecto a las narraciones. Los dibujos quedan a cargo de ilustradores tan buenos como Karol Scandiu; Daniel Medina o Begoña Fumero entre otros.
De un tiempo a esta parte los escritores de las antologías están muy inspirados, lo cuál es una verdadera gozada para los que seguimos su trabajo. Tanto de manera individual como en narraciones cortas demuestran que están en pleno proceso de madurez creativa, lo que espero que les siga durando más tiempo. Así que mantened a vuestras musas presas amigos.
La editorial encargada de sacar la antología ha sido Kelonia, que de un tiempo a esta parte se esta especializando en el género fantástico y de terror para alegría de sus fans. Y además cuenta con el apoyo de la plataforma de terror Esmater, por lo que ya es rizar el rizo y poner una guinda perfecta a este pastel.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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