El pasado 20 de junio, los aficionados al cine de terror tenían marcado este día en rojo por el estreno de la nueva cinta de la saga iniciada por Danny Boyle, que aquí vuelve a la dirección. Pero, una vez vista, la decepción no podía ser mayor. Un film bastante irregular y que no aporta nada nuevo al género zombi, a pesar que la primera parte supuso un soplo de aire fresco y ayudó a revitalizarlo. Así pues, veamos que aventuras les esperan a nuestros protagonistas. Aviso que os voy a desvelar no pocas partes de la trama.
Dirigida por Danny Boyle y escrita por Alex Garland, la trama nos cuenta como tras escapar del asalto a su casa por parte de los infectados, el joven Jimmy huye. 28 años más tarde Jamie, Aaron Taylor-Johnson, vive en una pequeña comunidad de supervivientes en Lindisfime, un pequeño pueblo unido al continente por una pasarela, junto a su hijo de 12 años Spike, Alfie Williams, y su esposa enferma Isla, Jodie Comer. Un día como inicio a su madurez, Jamie lleva a Spike a cazar infectados, lo que ambos ignoran son los peligros a los que han de hacer frente una vez llegan a su destino.
Además de los intérpretes arriba citados, en su reparto también nos encontramos con Ralph Fiennes, dando vida al Dr. Ian Kelson, que tendrá un papel clave en el devenir de los acontecimientos.
Menuda decepción me he llevado con esta película, la cual ignoraba que era el inicio de una nueva trilogía. Apenas se salvan elementos, como el ritmo de la misma, que no aburre, y la interpretación de Williams, Comer y Fiennes. El resto, para olvidar.
Para comenzar, la historia y su guion, por llamarlo de alguna manera, tiene más agujeros que un queso gruyere. No puedes comenzar una historia presentado a un personaje y que el mismo aparezca al final de la cinta. Pese a que el director nos deje alguna pincelada del mismo, que quedará clara una vez llegue la conclusión éste no pinta absolutamente nada de nada. A no ser que lo expliquen en la secuela, pero uno no puede comenzar de forma potente una película, para luego pasar del que creemos que será el protagonista.
El cambio que lleva a cabo Spike más o menos lo puedo entender, pero no puedes presentar a un personaje de una forma y que luego decida actuar de otra completamente distinta, para que luego vuelva a comportarse como al principio. Parece que Garland no ha sabido encontrar el tono adecuado para el personaje.
Más o menos para que os hagáis una idea. Imaginad una película de James Bond. Vemos como cumple la misión que tenía asignada y, una vez acabada la misma, no vuelve a aparecer hasta que llega el final. Pues eso es lo que han perpetrado Boyle y Garland.
La banda sonora es tema aparte. Te pone de los nervios. En ningún momentos las notas o canciones parecen acompañar a las imágenes. Es como si el compositor hubiera puesto notas al azar, las combinase al tuntún y le entregase la partitura a Boyle. Por Dios, que cosa más horrible. En ningún momento aparece el tema que sonaba en la cinta original, y que molaba bastante. Aquí no hace acto de presencia en ningún momento.
Otro punto que no me gustó es el montaje. De vez en cuando, Boyle se pone en modo autor, nótese la ironía, y nos regala insertos que no vienen al caso. Se ve que ese día se levantó en plan metafísico y se dijo: "pues voy a poner esto porque sí, porque me apetece, el que si es necesario o no me da igual". No son pocas las ocasiones en las que nos vamos a encontrar con insertos de otras cintas viendo a gente disparando flechas o desfilando en documentales antiguos. Si se hubieran eliminado, no hubieran afectado al resultado final.
Lo de los zombis en esta cinta es de traca. Puedo entender que quieras ofrecer tu propia visión sobre los muertos vivientes, pero lo que aquí ocurre es para echar de comer aparte al guionista. Desde zombis con esteroides y que arrancan cabezas como el que mata gallinas, hasta zombis preñados que dan a luz. Así, como os lo cuento.
Tampoco convence que sus responsables quieran ignorar los sucesos que pasaron en las dos anteriores entregas, como si las mismas no hubieran ocurrido y quieran partir de cero. Algo que no entiendo ya que en los títulos de crédito, se nos muestra como comenzó todo en el Reino Unido y las consecuencias que hubo para el país. Algo que ya se nos mostraba en los dos filmes ya citados.
Por lo menos no aburre, pese a que haya tramos en los que hay un pequeño bajón en el ritmo. Al menos eso hay que agradecérselo a sus responsables. Que si ya hubiera sido aburrida, pues apaga y vámonos. Tiene algún momento que otro que mola bastante, pero no son suficientes para salvar a una producción que hace aguas por todas partes.
También hay que destacar que el nivel de violencia y sangre mantiene lo visto en las dos anteriores entregas. No se han cortado a la hora de mostrar mutilaciones y sangre, algo que uno espera cuando se enfrenta a este tipo de filmes.
Los actores arriba mencionados cumplen bastante bien, lástima que el personaje de Taylor-Johnson está muy desaprovechado. Parece que va a tener más protagonismo y, de nuevo, nada de nada. Al llegar a la mitad, desaparece y vuelve a aparecer al final, por lo que el protagonismo cae en los ya mencionados Fiennes, Comer y Williams.
En el caso de los dos primeros lo hacen bastante bien. En lo que respecta a Williams no resulta del todo asesinable e incluso, tiene algún que otro momento para lucirse y salva los muebles cuando coincide con Fiennes. No se arruga y sale airoso del cara a cara ante este estupendo actor.
Si os gustaron las dos anteriores entregas, como si os mola el género zombi id a verla. Pero si no lo hacéis tampoco os perdéis nada. Esperemos que si ocurre la segunda parte, nos muestre cosas más interesantes que las que aquí ocurren.
A continuación el tráiler: