viernes, 30 de septiembre de 2016

pelicula: Los tres dragones

El mejor cine de acción y evasión se hizo en los ochenta. Eso es alguien que poca gente pone en duda, si bien gran parte de las producciones que nos llegaban a los videoclubs eran de nacionalidad estadounidense en su mayoría, también existían las del cine de Hong Kong con Jackie Chan a la cabeza. Fue precisamente Chan el que abanderó, bien sea en solitario, o junto con sus inseparables Sammo Hung y Yuen Biao el cine de artes marciales. Hoy de nuevo volvemos a comentar una de sus producciones en el que estos tres grandes artistas marciales volvieron a colaborar, haciendo gala de su habilidad para las peleas y de su comicidad.


Dirigida por Sammo Hung en 1988 la trama nos cuenta como Jackie (Jackie Chan) es un abogado encargado de defender a una compañía acusada de envenenar las aguas una piscifactoría. Mientras nuestro protagonista intentara comprarla con la ayuda de su amigo Luke (Sammo Hung) que se enamora de la propietaria. Contará también con la ayuda de su otro amigo Timothy (Yuen Biao) para espiar a la dueña de la piscifactoría. Pero cuando el letrado averigua que en la fabrica se fabrican drogas se pondrá del lado de la dueña de la empresa afectada.

Una vez más estos tres artistas marciales unen sus fuerzas para ofrecer a los espectadores sus habilidades a la hora de luchar y el porque están considerados de los mejores peleadores en este género cinematográfico. No solo demuestran grandes habilidades físicas, sino también una buena química en pantalla y eso es algo esencial a la hora de llevar a cabo un film de acción.

La película es muy divertida y pasa en suspiro. Dura poco más de hora y media por lo que no se anda por las ramas con tramas secundarias o con personajes que no aportan nada. Es lo que debería ser el cine de acción actual, cuyo metraje se va cerca de las dos horas y media. En ocasiones favorece a la trama, pero en otras puede llegar a hastiar a los espectadores. Uno de los ejemplos más claros es el de la cuarta parte de Transformers, lenta, aburrida, mal dirigida, peor interpretada. Muchas veces menos es más, en su sencillez radica su belleza.






Una vez más el plato fuerte de la cinta son las variadas escenas de pelea que se van sucediendo entre los esbirros del villano y nuestros héroes, hasta llegar a la lucha final entre Chan y el enemigo final, que de nuevo vuelve a ser encarnado por Benny Urquídez repitiendo la confrontación que tuvieron en Los supercamorristas. En esta ocasión el enfrentamiento vuelve a ser muy bueno, pero el listón lo tenían muy alto para poder superarlo y no lo consiguen, pese a ello es una gozada verles en acción.





Todo buen aficionado al cine de artes marciales no debería dejar pasar la oportunidad de ver en acción a estos icónos del cine de acción asiatico en una cinta no muy conocida por el gran público.

A continuación el trailer:


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