Hoy de nuevo vuelven a aparecer por este blog dos autoras que ya lo habían hecho de forma previa por aquí. Y una vez más su nuevo trabajo vuelve a estar ubicado en la literatura fantástica. Tal y como ocurrió con su anterior obra Sueños de piedra, bajo el manto de la fantasía esconden algo más, y tocan uno de los temas que apenas se ha tratado en este género literario y que pasaré a explicar en líneas posteriores. Una vez más viajamos al mundo de Marabilia.
Escrito por Iria Parente y Selene Pascual, la acción arranca tres años después de los sucesos descritos en Sueños de piedra. Aquí el protagonista es Hazan, que ya aparecía de forma secundaria en Sueños, que se encuentra en la Torre de Idyll para formarse como nigromante bajo la tutela de Clarence. Cuando la gente empieza a morir envenenada en Marabilia, ambos son enviados para tratar de encontrar una cura. En su aventura no estarán solos, puesto que se les unirán Ariadne, la mejor amiga de Clarence, y Arthamel y Lynne que vuelven a juntarse con Hazan para vivir nuevas peripecias.
Con este libro Iria y Selene vuelven a ofrecer a los lectores un tema social escondido en el género fantástico. Si ya en la primera aventura de Arthamael y compañía ya trataban el tema de la prostitución y la trata de blancas, en Títeres hablan del tema de la homosexualidad entre los personajes de Hazan y Clarence. Algo que apenas se ha tratado en el mundo de fantasía, donde las relaciones entre hombres y mujeres están a la orden del día, por lo que choca y a la vez sorprende encontrar en un mundo tan lleno de testosterona una relación entre personas del mismo sexo.
La relación entre ambos personajes va evolucionando a medida que avanza la trama, a la vez que lo hacen ellos también. Clarence no ha salido de la torre en la que ha vivido toda su vida, y de la que será su director cuando quiera reclamar su derecho a hacerlo. Es un idealista, un soñador, alguien que tiene fe en los buenos sentimientos de las personas y que no duda en poner su vida en peligro si con ello puede ayudar. Hazan por contra ya conoce como es el mundo exterior, sabe que las personas son capaces de lo mejor y de lo peor. Son dos personalidades con una visión del mundo diferente y que se apoyan el uno en el otro.
El libro nos habla de amistad, de confianza, de conceder segundas oportunidades y también del perdón. Pero también hay aventuras, gotas de humor y drama. Todos estos elementos se conjuntan para ofrecer a los lectores un coctel, en ocasiones amargo, que al final de la lectura deja un muy buen sabor de boca.
A lo largo de sus páginas las autoras mezclan las aventuras con otros momentos más tranquilos. Si bien los primeros elementos están espaciados, cuando hacen su aparición consiguen mantener en tensión a los lectores. Baste citar como ejemplo el momento con las sirenas.
Tanto Iria como Selene prefieren hacer hincapié en los personajes, se centran más en la forma en la que interactúan y se relacionan entre ellos. Esta es una de las características que ha acompañado a ambas autoras en los trabajos que han publicado hasta la fecha. Nos ofrecen unos personajes ricos en matices y detalles, con capas que se van descubriendo ante los lectores según avanzan en su aventura. Al final de su viaje, no son los mismos que cuando empezaron. Han evolucionado y cambiado su forma de comportarse y pensar.
Un libro de fantasía con tintes sociales que no deberíais dejar de leer ni por todo el oro de Marabilia.
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