Con guión y dirección de Oliver Stone y ubicada entre los años 2004 a 2013, la cinta nos cuenta como tras un accidente en su formación como militar en Fort Bragg, Edward Snowden (Jospeh Gordon-Levitt) entra a trabajar para la CIA como informático. Allí conocerá al que será su mentor Corbin O´Brien (Rhys Ifans) e iniciará una relación con Lindsay Mills (Shailene Woodley) a la que conoce por internet. Pero según va conociendo las técnicas que emplea su gobierno para cazar terroristas, menos de acuerdo estará con el mismo al ver como se vulnera el derecho a la privacidad de los ciudadanos del mundo. Esto le llevará a tomar la decisión de hacerlo público y a ponerse en contacto con los periodistas Glenn Greenwald (Zachary Quinto) y Ewan MacAskill (Tom Wilkinson) y con la documentalista Laura Portias (Melissa Leo) en una entrevista en Hong Kong.
Resulta cuanto menos curioso cómo con apenas un par de años de diferencia se han estrenado dos filmes que tratan dos figuras tan polémicas y controvertidas como Julian Assange interpretado por Benedict Cumberbatch en El quinto poder del 2013 dirigida por Bill Condon y ahora Snowden en la cinta de Stone.
La cinta cuenta con un buen ritmo y una hábil dirección de Stone, pese a que este film esté lejos de ser uno de sus mejores trabajos. El acercamiento que realiza el director de Wall Street más que ser un biopic al uso, que lo es, puede calificarse más como un thriller de espías, mundo en el que se mueve Snowden y en el que todo el mundo tiene sus secretos.
Todos los actores están bastante bien destacando Gordon-Levitt, quién realiza una interpretación bastante solvente de Snowden, cuyo parecido físico con el informático es más que evidente. Con este rol Levitt demuestra ser uno de los mejores actores de su generación y parece haberse especializado en dar vida a personajes reales, tras haber hecho lo propio en El desafío, al meterse en la piel de Philippe Petit el equilibrista que cruzó las torres gemelas en 1974.
Además de los actores ya mencionados, en el apartado de secundarios encontramos a Joely Richardson como Janine Gibson jefa del personaje de Quinto; a Timothy Olyphant en el rol del agente de la CIA Geneva que coincide con Snowden en una misión; a Scott Eastwood como Trevor, colega de Snowden en su trabajo en Hawai y a Nicolas Cage, como Hank Forrester otro de sus mentores en la CIA, en un rol bastante controlado al que nos tiene acostumbrados y en donde demuestra el talento que tiene como intérprete.
Uno de los problemas que tiene la cinta es que Stone no juzga las acciones que llevó a cabo Snowden. Se pone de su lado en todo momento, tal vez si hubiera mostrado aspectos oscuros de su personalidad el resultado hubiera resultado más satisfactorio.
Otro de los aspectos en contra es que la figura de Snowden ya fue tratada en el documental antes citado y el hecho de que se siga vivo reduce toda capacidad de sorpresa entre los espectadores.
Pese a los fallos arriba citados, sigue siendo un film interesante y que mantiene la atención del espectador durante sus poco más de dos horas de metraje.
A continuación el trailer:
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