La novela, escrita por Antonio Sanchez Vazquez nos cuenta la siguiente historia: en el ficticio pueblo de Pozuelo de los Arroyos enclavado en Sevilla comienzan a suceder muertes ante las que los ciudadanos poco pueden hacer. Los pocos supervivientes entre los que se encuentran una doctora; dos guardias civiles; una familia de recién llegados; un cura y un equipo de reporteros que han acudido al lugar a cubrir unas inundaciones que amenazan con anegar la zona harán causa común y harán todo lo posible por sobrevivir.
Una vez leída la contraportada del libro que hoy se reseña uno no puede si no frotarse las manos ante la diversión que le espera en sus páginas, y que tal y como he mencionado en el párrafo que comenzaba la reseña cumple más que de sobras. El autor tira de los típicos y tópicos iconos y cliches que suelen adornar este tipo de literatura y cine, pero no molesta en absoluto. Es decir, pese a que son personajes que hemos visto una y otra vez el escritor se molesta en dotar de características propias a cada uno de los protagonistas del libro.
Uno de los puntos fuertes del libro es que pese a contar con capítulos, la numeración que hay en cada uno de ellos en vez de ser la habitual es el censo que tiene el poblado, y que según van avanzando tanto las páginas como la trama ambas van descendiendo según van cayendo todos y cada uno de los habitantes del pueblo. Pese a que el autor no nos relata todas y cada una de las muertes, lo que sería muy aburrido tanto para el lector como para el creador de la obra, si que nos cuenta las principales o a aquellas que resultan decisivas de una forma u otra para la acción.
Antonio no se corta un pelo a la hora de narrarnos según que detalles, por lo que en muchas ocasiones uno parece querer hacer el gesto de quitarse las salpicaduras de sangre que parecen saltar de las páginas hacía el lector.
Pero no todo son alabanzas y llega el momento de dar la colleja, pero en plan amistosa todo hay que decirlo. Una característica común que suele unir a los autores que van apareciendo, y que lo seguirán haciendo no os quepa duda, en este blog es en matar a según que personajes. Puedo entender que haya muertes en libros de terror o de temática zombie, pero me sigue cabreando que las muertes de estos personajes te siga pillando de improviso, y más todavía cuando les has cogido cariño. Son como un puñetazo en la boca del estomago, te dejan sin aire y aturdido. Has de leer el párrafo de nuevo para asegurarte que es verdad, y que tus ojos no te engañan.
Tras el palo toca de nuevo decir algo positivo. El escritor nos explica como surge realmente el fenómeno que resucita a los muertos, pero lo hace una vez la trama ha avanzado bastante y el libro se encuentra en su tercio final. Pese a que lo que nos diga pueda sonar descabellado, pensándolo fríamente no puede serlo tanto. Solo espero que lo que plantea en su trama no se haga realidad, ya que si se llevará a cabo sería bastante escalofriante.
Poco más queda que añadir a lo dicho anteriormente, recomiendo su lectura si tenéis ganas de pasarlo bien y con una narrativa que recuerda y mucho a las pelis de acción y los videojuegos ambientados en poblados con zombies y con catástrofes de por medio.
Os dejo con el book trailer de la entrada reseñada hoy:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Santiago! Gracias por la reseña y, sobre todo por explicar lo que más te ha gustado y lo que menos. Un placer entrar a formar parte de las reseñas de tu blog.
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