Dirigida en 1985 por Mark L. Lester la historia es más simple que el mecanismo de un chupete: John Matrix, rol de Chuache, es un ex comando ahora retirado que vive feliz con su hija Jenny, papel de Alyssa Milano. Pero cuando un viejo enemigo, interpretado por Dan Hedaya, secuestra a su hija obligándole a cumplir una misión a regañadientes, poco imagina el malo la que está a punto de organizar.
En imposible tomarse este film en serio. Son cosas tan increíbles, frases tan estereotipadas, clichés a cascoporro, que hace de esta cinta una maravilla. Con esta película Chuache empezó a ser considerado una de las estrellas del cine de acción con todo merecimiento. Por supuesto que no llega al nivel de otras pelis tan famosas y mejores del roble austríaco como Terminator, Desafío total o Conan, pero de lo que no hay duda es que aquí comenzó a ser la figura icónica que es hoy.
Hay muchas imágenes icónicas dentro de esta película. Una de ellas es hacía el final de la cinta, con Chuache equipándose con muchas armas mientras suena música épica de fondo. Otra es la del prota sujetando a un maloso por encima de un acantilado con un solo brazo o por supuesto la del final, con cierta tubería de plomo y vapor. Pero la que he escogido para ilustrar este reportaje, pertenece al inicio del film. La fotografía a continuación.
I´m a lumberjack and I´m Ok
Es en el final de la cinta cuando el director y el protagonista ponen toda la carne en el asador. Explosiones, más plomo que en toda la segunda guerra mundial, decapitaciones y las dos grandes frases, de las muchas que hay a lo largo de todo el film, que suelta nuestro protagonista y que han sido objeto de culto para los aficionados al cine ochentero de acción.
Este es un ejemplo de lo que se suele decir " es una peli tan mala que no te quedará más remedio que decir, coño si hasta tiene gracia ". Seguro que el que la pensó o escribió estaba viendo Commando en ese momento. La cinta, vista con el paso del tiempo parece ser una parodia del cine de acción que se hacía en aquella época. Dudo mucho que sus máximos responsables, lo hicieran a propósito. Y si así fuera desde luego dieron en el clavo.
Se puede afirmar sin duda, que la reseña de hoy cuenta con el mayor número de fiambres de las pelis de acción ochenteras. A ello ayuda el que los malos tengan el punto de mira defectuoso, y apunten al suelo en vez de a una mole de músculos de metro noventa, no vaya a ser que tengan la fortuna de darlo y de paso herirlo.
Esta si que hay que verla si o si, os lo vais a pasar genial. Nada mejor para desconectar y echarse unas risas que ponerte esta peli.
Os dejo con el trailer:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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