lunes, 14 de julio de 2014

libro: weird west

Muy buenas a todos. Tal y cómo he indicado en la entrada anteriror hoy volvemos a analizar un libro puramente pulp, mezcla de dos géneros tan famosos y universales tanto dentro del cine como de la literatura como son el western y el terror. La presente antología, o mejor dicho volumen uno, es una recopilación de tres historias en las que aparecen los mismos protagonistas a los que poco a poco se irán uniendo tanto aliados como enemigos para enfrentarse los unos con los otros, ya sea en el bando de los buenos o en el de los malos. Poned a punto vuestros revólveres, ensillad vuestros caballos y viajemos al pasado para enfrentarnos al señor de los vampiros por excelencia que ha decidido pasearse por el lejano oeste. Listos? Allá vamos.

Volumen que integra tres historias del género pulp y que son continuación las unas de las otras. La que abre fuego es una de esas pequeñas joyas dentro de nuestra literatura patria como es el ejemplo de Cazadores de vampiros, una pequeña obra de culto que mezclaba con gran acierto dos mundos tan distintos pero a la vez tan atrayentes como el de los vaqueros y el de los vampiros. Así la obra de Ryan, largamente descatalogada y ahora felizmente reimpresa nos cuenta las peripecias de John McInteire un cowboy que después de su estancia en Londres vuelve a los Estados Unidos tan solo para hacer frente a una amenaza en la figura del Conde Drácula, en su lucha volverá a encontrarse con su antiguo amor y un cura que serán esenciales en las dos siguientes entregas.
Así La dinastía de Drácula retoma la acción donde concluyó la anterior entrega y que está escrita por Raúl Montesdeoca. Aquí hay un guiño más que evidente a esa pequeña cinta de culto como es KungFu contra los siete vampiros de oro, pero de igual forma a las cintas de la Hammer como Dracula y las mellizas. En esta ocasión nuestros protagonistas han de hacer frente a unas vampiresas cuyas intenciones distan mucho de ser amables, pero no estarán solos ya que una cazadora china de vampiros se les une en su lucha.
Por último en Los hijos de la noche escrito por Carlos Diaz Maroto la lucha se recrudece entre ambos bandos cuando un desgraciado incidente hace que Jonathan busque con más ahínco a estos bebedores de sangre para darles muerte de una vez por todas. En su recorrido se unirán más miembros hasta conformar un variopinto grupo de cazadores de vampiros.
La principal pega que le veo a estos relatos es que su conclusión resulta demasiado precipitada. Algo normal según pudo contarme un amigo autor especialista en este tipo de literatura. Debido a que su extensión no podía ser demasiado extensa la mayor parte de sus páginas servían de introducción a la aventura y a los personajes, por lo que la conclusión pese a ser atractiva y molona te deja con la miel en los labios. El final resulta demasiado brusco, apenas tiene climax y es una verdadera pena. Pero es un pequeño fallo que se le perdona, sobre todo teniendo en cuenta lo bien que se lo pasa uno leyendo estos relatos que tanto gustaban a nuestros padres y abuelos.
Aquellos lectores más sesudos al leer esta antología acaben echando pestes sobre la misma, incapaces de comprender que este libro fue creado con un solo motivo y que cumple con creces, y no es otro que el de hacer pasar un rato la mar de entretenido a sus lectores.
La acción va como un tiro y los personajes son muy carismáticos, algo de lo que este tipo de literatura es especialista en crear iconos dentro de este género. Al caso de Doc Savage o La Sombra me remito.
Dadle una oportunidad, seguro que no os arrepentiréis en absoluto.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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