Muy buenas a todos. Hoy de nuevo tenemos nueva entrada, y en esta ocasión vamos a analizar un libro que oscila entre el cuento infantil y el comic. Me explico, el libro bebe de ambos mundos, tal y como pienso explicar en el siguiente párrafo. Resulta complicado encuadrarlo, ya que puede pertenecer perfectamente a ambos géneros. Tanto por sus textos como por las palabras que acompañan a los mismo. Analizando ahora de manera fría, se puede decir que se puede enclavar mejor en el primer caso antes mencionado. Pero no hay que enrollarse más, eso se hará a continuación. Si estáis listos acompañadme a un mundo de fantasía y que sin duda alguna consigue emocionar a los más duros. Listos? Allá vamos.
Obra creada a medias entre Bea González, que ha sido la encargada de las ilustraciones, y de Iria G. Parente que ha sido la encargada de acompañar a los dibujos con las letras que acompañan al libro. Para no hacer demasiados spoilers, baste con deciros que el mismo se compone de pequeñas historias, protagonizas en su totalidad por mujeres, donde la magia, el amor y el romance hacen acto de presencia en cada una de ellas.
Me resulta muy complicado ser totalmente imparcial con esta obra, no se le puede poner pega alguna. Y lo digo totalmente en serio. Este libro me tiene totalmente atrapado, ya sea por las ilustraciones o por las palabras que acompañan a las mismas uno no puede evitar que su niño interior quiera salir de su cuerpo, tirarte de la cama y hacer que le leas las historias que forman parte de este volumen de cuentos.
Su lectura es muy amena, y obviamente el punto fuerte son las ilustraciones. Uno no puede evitar quedarse embobado con los dibujos que nos encontramos a lo largo de sus páginas. No solo por los colores, paisajes, animales o por las muchachas que forman parte de cada una de las historias, eso es lo de menos. Es la técnica con la que están hechas las ilustraciones, parecen un cuadro.
Desconozco si la autora utilizo acuarelas para pintar, si fueron pinturas o no, pero desde luego el resultado es cuanto menos espectacular.
Para que os hagáis una idea, si sois amantes de los comics los dibujos que forman parte de Reflections recuerdan a los que el hace el gran ilustrador Alex Ross, autor entre otras obras de Kingdom Come o Marvels, por citar tan solo algunas de sus más famosas creaciones. Alba y Alex comparten el gusto por el detalle de cada cosa que dibujan. Es una verdadera gozada encontrarse con estos dibujos, donde estos parecen, tal y como vengo diciendo a lo largo de esta reseña cuadros.
Pese a que desde las primeras páginas ya sabemos como acaba la obra, o por donde pueden ir los tiros en su finalización, al finalizar la lectura del mismo uno no puede evitar emocionarse y que se le ponga un nudo en la garganta con la conclusión del libro. Yo estuve a punto de soltar un par de lagrimitas, y eso que no soy en absoluto de lágrima fácil.
El final del libro me enfadó, aunque tal y como he comentado en el párrafo anterior uno lo ve venir. Eso si, la ilustración que cierra el libro es de las más bonitas que compone Reflections, y eso que hay unas cuantas a lo largo de sus páginas. Pero la belleza que tiene la imagen final hace que sea un digno broche de oro a este cuento donde la fantasía y el amor campan a sus anchas.
Poco más queda añadir, salvo que si podéis dadle una oportunidad. Seguro que merecerá la pena, os lo aseguro.
A modo de curiosidad tengo el libro dedicado por las dos autoras que estuvieron dedicando su obra en la recientemente finalizada feria del libro.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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