miércoles, 21 de agosto de 2024

serie: Banshee

 A la hora de hablar de las mejores series de televisión, los primeros ejemplos que a uno se le vienen a la cabeza son Los Soprano, Breaking Bad, The Wire o 24, por citar algunos casos. Pero, como suele ocurrir, también hay otros shows que suelen pasar desapercibidos y que merecen la pena reivindicarse. Es lo que ocurre con la entrada de hoy, un entretenimiento de primera que bebe del mejor cine negro, así como de la acción, formando un buena mezcla que satisfará a todos aquellos que se acerquen a verla.

Creada por Jonathan Tropper, la serie nos cuenta como tras pasar 15 años por el robo de unos diamantes un exconvicto, Antony Starr, va en busca de su expareja Anastasia, Ivana Milicêvic,  que ahora vive en Banshee para recuperar su parte. Pero al poco de llegar, se ve involucrado en una pelea en la que muere Lucas Hood, el que iba a ser el sheriff de la ciudad y decide asumir su identidad. Desde ese momento, su vida dará un vuelco.

De hecho, en ningún momento se llega a saber el verdadero nombre de nuestro protagonista. Es un hombre sin nombre, en la línea del personaje que encarnó Clint Eastwood en la trilogía del dólar de Sergio Leone.

Además de los intérpretes arriba citados, en su reparto también nos encontramos con Ulrich Thomsen, que interpreta a Kai Proctor el mafioso de la ciudad; Frankie Faison, dando vida a Sugar Bates un exconvicto que tiene un bar y se convertirá en aliado de nuestro protagonista; Hoon Lee, como Job pirata informático; Matt Servitto como Brock Lotus ayudante del sheriff; Matthew Raunch en el rol de Clay Burton guardaespaldas de Proctor o Lili Simmons interpretando a Rebecca Bowman sobrina de Proctor.

La serie se podría resumir en tres T: Tías buenas/tetas; Tiroteos y Testosterona. Desde su comienzo, seremos testigos de no pocos tiroteos, frases cortantes, desnudos femeninos y masculinos y una actitud chulesca por parte de Starr, anticipándose unos cuantos años al rol de El Patriota en The boys y que le ha dado a conocer en todo el mundo. Pero la gran diferencia con el famoso villano de la serie de Amazon, es que aquí es un cabronazo pero que le importa la gente. En no pocas ocasiones pondrá su vida en peligro para hacer lo correcto, a pesar que sea un criminal.

Y es que esto es, precisamente, el gran atractivo de la serie. El ver como un criminal usa sus habilidades para impartir la justicia a su manera. Es un personaje con bastantes grises, y del que vamos conociendo detalles a medida que avanzan los episodios, sobre todo en la cuarta temporada. Según va pasando la serie, seremos testigos de que su pose de tío duro es solo una fachada, ya que bajo la misma, se esconde un ser humano que se ha llevado no pocos palos, tanto literales como figurados, a lo largo de su vida.

Pero si el héroe mola, los diferentes antagonistas que van apareciendo a lo largo de la serie no le van a la zaga. Desde un estupendo Ulrich dando vida a un villano con grandes dosis de carisma, pasando por Raunch como el silencioso pero letal guardaespaldas o Geno Segers como Chayton Littlestone, un peligroso piel roja. Todos ellos cruzarán sus caminos en más de una ocasión con nuestro protagonista y sus ayudantes.

He de decir que he tardado en ver esta serie, y no por vagancia que conste, pero es que hay mucho que ver, hasta que, en este verano al fin me he decidido a verla. Todo un acierto, no sé porque he postergado tanto su visionado, puesto que es una verdadera gozada. Da lo que promete, y el hecho de que sean tan solo 4 temporadas, con 38 capítulos en total, hace que se pueda ver en poco más de una semana. Los capítulos son adictivos, y en más de una ocasión nos encontraremos una escena postcréditos.

Me resulta complicado escoger a mi personaje favorito además de Starr, puesto que cada uno de ellos tiene su propio momento de lucimiento, ya sea en la parte de acción, como por como está escrito el rol que interpreta. Uno de ellos sería, sin duda, Job. No solo demuestra ser un gran hacker, sino también ser bastante letal en el combate cuerpo a cuerpo y en el uso de armas de fuego. Es un robaescenas nato, lo mismo se puede decir de Milicêvic, algo más que una cara bonita y que demuestra ser bastante dura de pelar.

Si bien las tres primeras temporadas son bastante buenas, sobre todo en el caso de la tercera, no se puede decir lo mismo de la temporada final. No es que sea mala, que no lo es, es solo que no llega a alcanzar la intensidad y dramatismo de la que hacían gala las tres anteriores. Aquí la amenaza a la que se tienen que enfrentar los protagonistas, si bien es peligrosa, no alcanza los niveles de peligrosidad de otros antagonistas. 

A lo largo de la serie veremos como Hood reparte hostias, pero también las recibe, quedando en no pocas ocasiones bastante magullado. Es un tío duro, pero no invencible, tal y como se puede ver cuando se enfrenta por primera vez con Chayton, más grande y fuerte que él. Si lo vence, es por casualidad, y eso después de haber recibido más que un tambor en la tamborrada de Calanda.

Si hubiera que ponerle una pega, por decir alguna, es que en algunos episodios se nota el digital. Nada grave, puesto que buena parte de lo que vemos en pantalla es trabajo de especialistas y efectos clásicos, pero cuando estos efectos digitales hacen aparición, se notan un pelín, lo que no debe de quitar mérito alguno al cómputo global.

Tanto si os gusta la acción, como una serie que tiene un tono bastante seco, no lo dudéis y dadle una oportunidad, seguro que no os arrepentiréis en absoluto.

A continuación la intro de la serie:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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