lunes, 26 de agosto de 2024

documental: Sesión salvaje

Realmente no sé como comenzar esta reseña. Me resulta complicado encontrar las palabras adecuadas con las que dar inicio a la entrada de hoy sin que el fanático del tipo de cine que se comenta en el documental salga a la luz y bah, que demonios, que salga. Este film es una auténtica gozada, que se disfruta de principio a fin, y nos hace recordar los tiempos de videoclub y cines de barrio que eran tan abundantes en la década de los 80 y que ahora, por desgracia, ya no existen. Esta cinta es pues, un canto de amor tanto a esa época, como a sus mayores exponentes cinematográficos.

Dirigido por Paco Limón y Julio César Sánchez, que se encargan del guion junto a Daniel Luis López, el documental supone un viaje por el cine español de explotación, en el que había cabida para el western, el terror, la comedia o el drama, por citar parte de los géneros con los que los cineastas desde finales de los sesenta, hasta casi los noventa, hicieron las delicias de una generación de espectadores que crecieron viendo sus propuestas.

Mediante testimonios de actores y cineastas como Alex de la Iglesia, Nacho Vigalondo, Antonio Mayans, Lone Fleming, Emilio Linder, Fernando Esteso, Mariano Ozores, Fernando Guillen Cuervo, Miguel Ángel Vivas, Álvaro de Luna o Jess Franco, por citar algunos ejemplos, los espectadores serán testigos del cambio de forma de hacer cine que había en nuestro país, primero mediante coproducciones para luego lanzarse a realizar sus propias cintas.

Este film supone una auténtica gozada para, los que esto suscribe, nos criamos con la época de los videoclubs, algo que también mencionan algunos de los entrevistados. Uno no puede estar más de acuerdo, el ir a ese lugar un fin de semana y maravillarse con las portadas, el juntarte con los amigos y esperar a que le película que querías ver estuviera libre o que la trajesen y mientras tanto ir hablando con el dependiente, era una experiencia. 

Es más, tal y como dice en un momento uno de los entrevistados, uno se podía llevar a casa una película guiado por su portada esperándose una cosa para luego llegar y ver que era todo lo contrario. El ejemplo más claro es el de Terminator 2, explotación italiana dirigida por Bruno Mattei que copiaba de forma descarada el poster de James Cameron, y que fue lanzada un par de años antes de la secuela oficial del T-800. Al contar esta anécdota, uno no puede evitar soltar una sonrisa ya que no fuimos pocos los que caímos al ver la carátula.

Una de las partes que más me gustaron, es cuando citan al cine de terror que tenía en Paul Naschy, cuyo documental ya fue reseñado y podéis leer aquí a uno de sus máximos representantes, a quien más tarde se unirán Jorge Grau con No profanar el sueño de los muertos, Amando de Osorio y La noche del terror ciego o Eugenio Martín con Pánico en el transiberiano, además de los ya clásicos de Narciso Ibañez Serrador La residencia y  Quién puede matar a un niño. Estos cineastas demostraron su amor por el género, sobre todo en el caso de Naschy, 

A lo largo de sus poco más de 80 minutos de metraje, que saben a poco, irán desfilando delante de nosotros no pocos clips de películas, mal llamadas de explotación e incluso algunas de ellas, como las protagonizadas por Paco Martínez Soria, como españoladas. Así, entre estos pequeños cortes veremos Los Bingueros, Quién puede matar a un niño, La residencia, Mil gritos tiene la noche por citar los casos más reconocidos.

Como no podía ser de otra forma, al hablar del fin de la censura era evidente que el cine de destape y el cine de kinkis iban a ser citados ya que suponían una forma de liberación para un pueblo que había sufrido casi 40 años de dictadura para por fin, poder mostrar, todo aquello que antes solo se podía intuir. Famoso es el caso del desnudo frontal de María José Cantudo en La trastienda.

Precisamente el cine de destape cuenta con su parte en el documental. Mediante declaraciones de actrices que intervinieron en este género, argumentan que los guiones estaban plagados de desnudos por que sí, y que así te venía en el guion. Pero no todas las intérpretes pasaron por el aro y se negaron a intervenir en según que filmes con desnudos, a no ser que los mismos estuvieran justificados, ya sea por la trama o por hacer reír a los espectadores, según declaran Esteso y el director Mariano Ozores.

Pero, tal y como se afirma en un momento del documental, todo lo que sube tiene que bajar. Y ya, a mediados de los ochenta, este tipo de cine ya no atraía a las salas al público como solía hacer antes. Puede ser que, parte de la culpa la tuviera también la conocida Ley Miró, que quería eliminar este tipo de producciones de cine fantástico, terror o acción para centrarse en un cine "más serio", con lo que fue una estocada para estos filmes que hicieron pasar buenos momentos a los espectadores.

Si bien conocía buena parte de las cintas que aquí se comentan, otras no lo eran en absoluto y una vez visto el documental, te dan ganas de investigar y verlas, puesto que tienen una pinta cuanto menos interesante. Es por eso que adoro este tipo de filmes, o en su defecto ensayos que hablan de cine, que nos permite descubrir cine y ampliar nuestros conocimientos sobre el mismo.

Tanto si os gustan los documentales sobre cine, como si queréis recordar los tiempos de videoclub y del cine que se hacía hace cuarenta años en nuestro país, y que no era lo que se solía hacer, dadle una oportunidad. Seguro que no os arrepentiréis en absoluto.

A continuación, el tráiler:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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