miércoles, 14 de agosto de 2024

libro: The Blues Brothers. Granujas a todo ritmo

Cuando en 1980 se estrenó Granujas a todo ritmo, sus máximos responsables quisieron rendir un homenaje tanto al blues, como a los máximos representantes de este género musical. Pero, hasta que ese proyecto se hizo realidad, pasaron no pocas peripecias que se narran en este ameno ensayo que, sin duda, hará las delicias tanto de los seguidores del film de Landis, como de aquellos a los que les gustan las historias detrás de las cámaras.


Escrito por Daniel de Visé, y prólogo a cargo de Toni García Ramón, el presente ensayo consta de 29 capítulos, en donde se nos va desgranando no solo el proceso de filmación, y problemas, que tuvo la cinta, sino también como se gestó todo, el nacimiento de la amistad entre sus dos principales protagonistas, así como la creación de Saturday night live,  a partir de ahora usaré la abreviatura SNL, de donde salieron estos dos irreverentes hermanos.

Sorpresa más que agradable la que me he llevado con este libro. Poco sospechaba lo que me iba a encontrar una vez inicié su lectura. Ya que, si bien la portada te da indicio de por donde puede ir, nada más lejos de la realidad. Puesto que, tal y como podréis comprobar todos aquellos que os animéis a leerlo, se esconden bastantes sorpresas.

Uno de los aspectos que menos me gustó, por así decirlo, es que buena parte del libro está dedicado a la figura de James Belushi, fallecido en 1983 por una sobredosis. Algo normal, si uno lo analiza de forma fría, ya que, en caso de seguir vivo, probablemente el ensayo hubiera estado repartido de forma más equitativa entre ambos protagonistas. Lo que no quita para que su autor, también nos hable de Aykroyd, pero no de forma tan extensa como hace con el que fuera protagonista de Desmadre a la americana.

Pero este es, como he dicho, un detalle menor. El resto de la obra nos mantiene enganchados a la misma desde que comenzamos a leer. Ya desde el prólogo, en el que García Ramón expresa su amor por este film, uno ya sabe que el resto del tomo va a disfrutar, puesto que, en no pocas ocasiones, se nos escapará alguna risa que otra. Pero también alguna lágrima, sobre todo al conocer la vida privada de Belushi, alguien con un talento bestial para la comedia pero que, por su afición a las drogas, nos dejó de forma prematura.

Resulta bastante curioso, como el autor va sembrando semillas y pistas, hasta la unión de Aykroyd y Belushi en SNL. Ambos dieron sus primeros pasos por separado en compañías de teatro cómicas, en las que ya daban pistas de su facilidad para hacer reír a las personas, ya sea haciendo de samurái en el caso de Belushi, o como alocado vendedor en el de Aykroyd.

Lo que en un principio parecía un breve sketch para SNL, pronto se convirtió en algo más serio cuando ambos cómicos decidieron llevar su amor por el blues un paso más allá. Para ello, decidieron rodearse de grandes músicos expertos en este género musical, y que, a la postre, acabarían formando parte de la banda en Granujas a todo ritmo para, posteriormente, lanzarse a escuchar horas de clásicos para poder escoger sus temas favoritos.

Canciones que terminaron formando parte de la banda sonora, y que, en su mayoría, fueron cantadas por las principales voces del blues. Así, artistas como Aretha Franklin, James Brown, Cab Calloway o Ray Charles, decidieron embarcarse en este proyecto, lo que supuso que nuevas generaciones les descubriesen y que les llevasen a llenar estadios y a posicionarse en las listas de los discos más vendidos. Todo por obra y gracia de Belushi y Aykroyd.

Pero la producción, tal y como he comentado unos párrafos atrás, no estuvo exenta de problemas, parte de ellos debido al comportamiento poco profesional por parte de Belushi, parte por el presupuesto que se disparó de forma alarmante debido a continuos retrasos en el calendario de rodaje. Pero, todos estos inconvenientes, no hacen sino hacer más grande a esta cinta que ya tiene, y con todo merecimiento, el estatus de culto.

En el ensayo, nos vamos a encontrar no solo con fotografías de archivo del rodaje del film, sino también con instantáneas personales de ambos protagonistas, ya sea en su etapa teatral, como en sus apariciones en SNL.

Desde luego, es una pena lo de Belushi. A medida que iba avanzando en su lectura e iba conociendo algo más sobre la figura del cómico sentía una mezcla de tristeza y cabreo. Tristeza por como se iba destruyendo por su afición a las drogas y, en menor medida, al alcohol. Cabreo porque si bien lo intentó dejar en no pocas ocasiones, al final fue incapaz de dejarlo y nos dejó sin haber interpretado junto a Aykroyd Los Cazafantasmas. Su rol lo acabó interpretando Bill Murray, surgido de la cantera de SNL, pero Aykroyd lo acabó homenajeando en la figura de Moquete.

Tanto si os gusta la película, como si os apasionan los cotilleos detrás de las cámaras del mundo del cine, este ensayo es ideal para vosotros. Una lectura muy recomendable para poder pasar este verano en las horas de máximo calor.

Como homenaje al libro, he aquí uno de los temas más reconocidos y famosos del film dirigido por Landis:



Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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