martes, 4 de agosto de 2015

libro: el tiempo como enemigo

Muy buenas a todos. Después de un breve paréntesis por vacaciones, en el que no pude publicar, volvemos de nuevo a poner en marcha este blog. Y que mejor que hacerlo con una de las mejores novelas que llevo leídas en lo que va de año. Desde aquí agradecer al editor que me hizo llegar una copia para el blog. Darío desde luego lleva tiempo aporreando las puertas de la fama, y con su anterior obra y la que hoy se reseña, ya ha hecho astillas esta puerta. Ahora solo falta que el gran público descubra las novelas. Así que no perdamos más tiempo, echemos mano de nuestros relojes y no perdamos de vista los minutos que discurren en nuestra contra. Listos? Allá vamos.





La trama es la siguiente: Carlos recibe un mensaje de su novia fallecida dos años antes en el triste accidente ocurrido en Vigo en las vías del tren. Este suceso le empuja a una busqueda hacía Vigo, donde se encontrará con su mejor amigo, a la vez que se encuentra con la misteriosa Dena, dueña del piso que ha alquilado donde pasar estos días. Poco a poco, nuestro protagonista se verá envuelto en una carrera no solo contra el tiempo, sino también contra sí mismo y las personas de su entorno.

Darío ha demostrado con este libro estar en plena forma literaria. Si bien se ha alejado de los zombies y del terror, en la novela encontramos posos de eventos sobrenaturales, así como gotas de thriller que es el género en el que se puede catalogar su nuevo trabajo. Ya sea en relatos, coordinando antologías o en solitario, este autor gallego consigue una vez más dar en la diana en cuanto a personajes se refiere.

Y es que no se puede catalogar de otra forma a su nueva creación. Una novela de personajes, en el que cada uno tiene su propio universo, con especial mención hacía Carlos y Dena. Resulta muy difícil no conseguir tener aprecio hacía ambos, a pesar de que sus acciones sean cuanto menos morales. Pero Darío consigue hacer que empaticemos con ellos, les enriquece y según avanza la trama queremos saber más sobre los mismos.

Hacía el final de la novela, que una vez más no voy a desvelar, ocurre un giro que no es que nos deje noqueados, es que directamente nos manda a los brazos de Morfeo. Es como recibir una hostia de Mike Tyson y cuando te levantas, si es que puedes, una colleja de Bud Spencer. Así me sentí cuando leí la sorpresa que se guarda el autor, me acordé de todo su árbol genealógico, pese a que lo ves venir, uno quiere negar la evidencia de lo que se va a encontrar unas líneas después.

No se que tipo de musas tendrá Darío en estos momentos, pero desde luego ya las puede tratar bien. Sus dos últimas novelas, son muy buenas. Nos demuestra que para provocar escalofríos, o ponernos mal cuerpo, no hace falta recurrir a la hemoglobina fácil, a acudir a los sustos de manual, o volver a los monstruos clásicos. Todo esto es innecesario, cuando una vez más el autor nos demuestra que no hay peor monstruo, y capaz de las mayores atrocidades contra el ser humano, que nosotros mismos.

No me cansaré de repetirlo, es una verdadera pena que este tipo de autores no sean más conocidos por el gran público. Pero eso que nos llevamos los que les estamos siguiendo casi desde sus comienzos, cuando ya sean muy conocidos, tanto este blog como otros dedicados a libros podremos decir con orgullo que ya les conocíamos antes de volverse famosos.

Lectura breve, poco más de 150 páginas, pero que pese a la brevedad de la misma, es muy rica puesto que todo lo deja cerrado y bien cerrado. Es más, incluso te deja con ganas de más, de querer conocer más el universo que ha creado Darío, pese a ello muy recomendable si queréis descubrir un thriller con tintes sobrenaturales distinto a lo que hay ahora mismo en el mercado.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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