domingo, 22 de enero de 2017

documental: Jugando para la mafia

Aquellos aficionados al cine recordarán la película Uno de los nuestros dirigida por Martin Scorsese, y en donde Ray Liotta daba vida al mafioso Henry Hill que acabó traicionando a sus compañeros para evitar su entrada en la cárcel por posesión de drogas. La entrada de hoy nos habla de uno de los episodios de la vida de este delincuente, en el que se dedicó a amañar partidos de la liga universitaria en la temporada 1978-1979 junto con otros hampones.

Dirigido en 2014 por Cayman Grant y Joe Lavine y narrado por Ray Liotta, el documental nos cuenta como sucedió todo mediante los testimonios de los implicados en estos amaños como el propio Henry Hill, Jim Sweeny, Ernie Cobb o Paul Mazzei. A través de sus declaraciones los espectadores podrán conocer de primera mano uno de los mayores escándalos dentro del baloncesto universitario.

Muy interesante documental que surgió como resultado de dos proyectos paralelos en los que estaban trabajando ambos directores, hasta que decidieron unirlo en uno solo. Resulta cuanto menos atractivo el comprobar el método que utilizaban los hampones a la hora de realizar las apuestas. Utilizaban el handicap, es decir, determinar por cuantos puntos va a vencer un equipo a otro y en función de ello apostar. Por ejemplo, daban como ganador al Boston Collegue con una diferencia de 13 puntos y el equipo tenía que ganar por una diferencia inferior a estos.
 
Una de las mejores partes de este film es, como no podía ser de otra forma, las declaraciones de Hill acerca del proceso de las apuestas, como surgieron las mismas, las amenazas a algunos jugadores, su relación con los mismos y con otros hampones entre los que destacaba la figura de Jimmy Burke, y que en la cinta de Scorsese interpretó Robert DeNiro. El resto de testimonios también resultan interesantes, pero la verdadera chicha reside en las palabras de Hill.

Henry Hill a la izquierda

Una de las consecuencias que tuvo la participación de los jugadores en los amaños fue que se llevó por delante el futuro de Cobb, que estuvo a punto de dar el salto a la NBA pero cuya carrera en el baloncesto norteamericano se vio truncada al conocerse su implicación en las apuestas y tuvo que jugar en Europa. O el ingreso en prisión de Kuhn, al ser el intermediario entre Hill y la plantilla del Boston Collegue.

El documental se ve beneficiado por una duración cercana a los 80 minutos, por lo que es ágil y directo. Cuenta con un buen ritmo que hace imposible el aburrimiento, algo que resulta harto complicado cuando se tratan de dos temas que resultan tan interesantes como la mafia y el deporte.

Un documental imprescindible ya seáis aficionados al cine de mafiosos o al baloncesto.

A modo de curiosidad destacar que la cinta alterna diversas escenas del film de Scorsese en el que se narra la vida de Hill y que Hill falleció poco después de intervenir en el documental a los 69 años,



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