Publicado por la editorial palabras de agua, la trama es la siguiente: en un futuro que ha sido devastado por una raza extraterrestre, la única forma de pararles son los mechas gigantescos robots pilotados por los mejores hombres y mujeres que existen. La joven Clara parece tener la clave para poner fin a esta pesadilla, puesto que en ella radica un gran secreto que puede ser la clave de la humanidad para que se acabe el horror que está viviendo.
Si ya de por sí resulta complicado coordinar una antología, con el esfuerzo que ello conlleva al dejar fuera buenos relatos, imaginar lo que es cuando una serie de autores se juntan para novelarla. Esto es lo que nos encontramos al adquirir este volumen, una antología novelada que cuenta con un único argumento y en el que cada uno de los autores que participan en la misma han de seguir la trama. Cierto que cada uno de ellos puede enriquecerla añadiendo personajes o tramas secundarias que se acaban de unir con la principal, pero no han de salirse del objetivo que tienen marcado.
Esta novela junta dos elementos en apariencia que no tienen nada que ver, como son los robots gigantes y unas criaturas basadas en el universo imaginado por Lovecraft. Pero la mezcla no podía haber salido mejor, ya que han sabido lograr un buen equilibrio, en el que la acción, el terror, el drama y los sentimientos se conjugan para ofrecernos un entretenimiento más que digno.
Los personajes están bastante bien construidos, sobre todo en lo que a Clara y Yuri se refiere. Uno no puede sino cogerles cariño, pese a que algunas de las acciones que cometen, sobre todo en el caso del segundo. Pero estos protagonistas se encuentran rodeados de un buen número de secundarios, ya sean héroes o villanos, que no hacen sino enriquecer la trama para ofrecernos un coctel con sustancia y que hará las delicias tanto de los amantes de la acción y ciencia ficción, como del terror más cósmico.
Las palabras, están acompañadas en ocasiones de unas ilustraciones con las que podemos apreciar mejor a los personajes, y las acciones que cometen. Al verlos dibujados, apreciamos como son de verdad y ver si son tal y como les hemos imaginado, y si concuerdan con la imagen que nos habíamos formado de ellos. Y he decir que los dibujos son bastante buenos, no en vano algunos ilustradores que participan son de lo mejor que tenemos en nuestro país.
Una de las cosas que más me molestaron, por así decirlo, es que los personajes no dejan de sufrir casi en ningún instante. Parece como si disfrutaran puteandoles una vez tras otra, y no solo a los protagonistas, un secundario que en cuanto aparece se hace con nuestras simpatías sufre lo suyo también, y nosotros mientras leemos no podemos si no enfadarnos con el destino que parece aguardarle. Sé que los personajes han de sufrir para avanzar y enriquecerse, pero a veces uno desearía que no sufrieran tanto.
Uno de los villanos, el final boss por así decirlo y al que hay que derrotar para que todo acabe, es un cabronazo de padre y muy señor mío. Todas sus acciones consiguen que le tengamos manía casi al instante, por lo que se cumple una vez más la teoría que dice que un buen héroe ha de tener un villano que lo supere para que ponga a prueba sus habilidades. Los otros villanos, los secundarios, son muy reales pese a que sean personajes ficticios, por lo que es terrorífico lo que puedan hacer en caso de que este poder existiese de verdad.
Este es el libro que uno disfruta de principio a fin si es fan de Pacific Rim; Mazinger Z y del horror cósmico de Lovecraft. Solo me queda darles la enhorabuena por haberse atrevido con este proyecto tan arriesgado, del que espero que haya segunda parte tal y como parece anunciar su final, que por supuesto no voy a desvelar para no reventaros la conclusión del mismo.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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