Publicada este año gracias a la labor llevada a cabo por Alberto López Aroca, en colaboración la hija del autor, el presente volumen consta de 7 historias escritas por Donald Curtis, sinónimo de Juan Gallardo Muñoz cuya prolífica carrera abarca más de 2000 títulos. Con un prologo escrito por Andrés Peláez Paz, gran estudioso de la obra de Curtis, y con portada de Sergio Bleda la presente antología consta de 7 historias: Drácula West; Drácula en el Oeste; Luna de sangre y muerte; El monstruo va al oeste; Estampida fantástica; Terror en el río dorado y El Destripador viajó al oeste.
Cómo se puede ver, en las historias diferentes y auto conclusivas entre sí los protagonistas, en su mayoría pistoleros solitarios que llegan a un poblado, se encuentran con una situación inesperada y tendrán que poner a prueba su pericia para tratar de detener a estos seres terroríficos. Pero no están solos en su aventura, ya que amigos hechos en el camino les serán de gran ayuda cuando las situaciones se pongan muy difíciles para ello.
Muy entretenida antología, que es puro grindhouse y pulp por lo que los amantes de este género literario y cinematográfico se lo van a pasar teta, que es lo que hice yo. Gallardo demostraba tener una prosa ágil y veloz, con la que es imposible aburrirse. Dedica pocas páginas a ponernos en situación, para luego ir directo al grano ofreciéndonos los ingredientes necesarios de los que gozan las cintas del oeste. Esto es: bellas damas; certeros pistoleros; malos muy malos y gente que se pone de parte del protagonista.
Pero con el aliciente de que además de cuatreros, habrán de hacer frente a vampiros, zombies, hombres lobo, al monstruo de Frankestein y su creador y a cierto destripador londinense, que ha ido a hacer de las suyas al lejano oeste.
El único pero que se le puede poner a la antología, por así decirlo, es el problema que tenían los bolsilibros. Y es que te quedas con ganas de más, cuando estás llegando al final todo acaba de forma demasiado precipitada. Pero esto es algo común es este tipo de literatura, libros de poco más de cien páginas y hechos para ser leídos de forma rápida, que es lo que acaba pasando. Si tuvieran un poco más de extensión, sin duda uno podría disfrutar más. Pero como digo es un fallo sin más importancia de la que hay que darla.
Cuando uno adquiere este tipo de libros, es consciente de lo que va a leer. Es decir, no hay que preguntarse que demonios hacen los seres terroríficos arriba mencionados tan lejos de su territorio. Hay que dejarse llevar por las aventuras y disfrutar, en caso contrario uno puede acabar muy enfadado. Yo desde luego lo disfruté, sobre todo con tres historias en particular: el destripador; el monstruo y estampida. No es que el resto no me gustaran, que lo hicieron, pero las arriba mencionadas fueron las que más me entretuvieron.
Se podría decir que sin la labor llevada a cabo por Gallardo, hoy no tendríamos las antologías Weird West, que son un sincero homenaje a la obra llevada a cabo por este autor. Que en opinión de quién esto suscribe, son un sincero homenaje de estos escritores a las novelas escritas por Curtis. Estos volúmenes que ya se analizaron aquí en su momento, son la evolución de los famosos bolsilibros de Curtis.
El volumen fue de una edición limitada de 200 ejemplares, por lo que ignoro si se acabaran publicando más en caso que haya tenido éxito. Que espero que haya sido así, ya que sin duda lo merece. Si os ha llamado la atención la entrada, podéis pedir información a Alberto ya que tiene página en Faceboo
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
La ilustración es de Sergio Bleda. Saludos
ResponderEliminarLa ilustración es de Sergio Bleda. Saludos
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