lunes, 10 de marzo de 2014

pelicula: aguila de acero

Muy buenas a todos. Hoy os traigo una de esas cintas que salió allá por los lejanos años 80 y que surgió como respuesta al éxito cosechado por Top Gun. Pese a que ambas pelis comparten un argumento parecido, la diferencia entre ambas son bastante grandes, siendo el film protagonizado por Tom Cruise de mayor calidad que el de la reseña que hoy analizamos. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, primero arranquemos nuestra particular maquina del tiempo para viajar de nuevo al pasado. Listos? Abrocháos los cinturones que nos vamos.


Dirigida en 1986 por el realizador Sidney J. Furie, la trama de la cinta es la siguiente: Doug Masters, rol de Jason Gedrick, es un joven que sueña con ser piloto. Cuándo su padre es derribado en un país árabe y condenado a muerte, decide pasar a la acción cuando ve que su propio gobierno no va a acudir a rescatarle. Tan solo contará con la ayuda de su grupo de amigos y con un viejo amigo de su padre, el coronel Chappy Sinclair, interpretado por el ganador del Oscar Louis Gossett Jr.
Vaya por delante que esta cinta me encante, pese a que las carencias que tiene son más que sus virtudes. A favor de la segunda destacar la banda sonora del siempre excelente Basil Poledouris y el papel que tiene el personaje de Gossett. Y para de contar, el resto de cosas son tan inverosímiles y estúpidas que uno las aprecia ahora, cuando ya tiene un bagaje viendo películas. Pero que en el momento en que la visionas por primera vez te quedas ojiplatico, queriendo pilotar aviones como lo hace el prota, que no es si no un sosias del Maverick de Top Gun.
Si te pones a contar vas a encontrar más agujeros en la trama que un queso gruyere, por no mencionar que si Top Gun era patriótica esta lo es si cabe todavía más. Parece que los productores pensaron, queréis caldo? Pos tomar dos tazas. Pero lo que en la cinta de Scott estaba más o menos justificado, aquí es más gratuito si cabe. Una de las escenas que no te explicas es que como un grupo de jóvenes que viven en la base de las fuerzas aéreas, son más inteligentes que sus propios padres y conseguir los elementos necesarios para el rescate del padre del protagonista. Es por eso que es tan sonrojante que uno no puede evitar dejarse llevar por lo que esta viendo en pantalla pese a que sea una estupidez como una casa de grande.
Pero no debió de irle a la cinta cuando se crearon tres secuelas, estrenadas en 1988; 1992 y 1995 respectivamente y donde el único que repetía su papel era Gossett. De la dos, con los rusos y americanos formando una alianza, y la cuatro, con Sinclair ejerciendo de director de una academia de vuelo de jóvenes delincuentes que se convertirán en héroes ( sic ), más vale correr un tupido velo, cosa que no hay que hacer con la tres, donde el protagonista de la saga junto con sus aliados harán frente a un cartel de drogas. Pese a que el argumento de esta última sea algo que hemos visto mil veces, el carisma de los protagonistas que acompañan al personaje del ganador del Oscar por Oficial y Caballero hace que se pase por alto sus defectos. En los amigos que el coronel Sinclair tiene en sus nuevas peripecias tenemos a Horst Buchholz, el más joven de los siete magníficos, o Sonny Chiba. Ya solo por esto ya merece la pena dedicarle un visionado.
Hace poco tuve oportunidad de volver a ver esta saga y si bien me lo pase igual de bien con la primera y la tercera como la primera vez que lo hice, no ocurriendo lo mismo con la segunda y la cuarta, como he indicado en el párrafo anterior, uno no puede evitar sentir nostalgia y volver a disfrutar dentro de sus posibilidades de estas cuatro cintas.
Si podéis dadle una oportunidad, aunque sea para volver a recordar como se hacía cine de evasión en los ochenta para los chavales.
Como es norma, os dejo con el trailer de la peli de hoy:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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