domingo, 9 de octubre de 2016

libro: Candy City

En ocasiones hay libros que pasan desapercibidos ante el público. Tal vez sea porque el autor no es muy conocido; la portada no llama la atención a los posibles compradores o que no se le ha dado la suficiente publicidad al mismo por citar algunos ejemplos. Esto se le puede aplicar a la entrada de hoy, una novela que sin duda hubiera merecido mejor suerte. Pero para eso esta el blog, para rescatar aquellas obras que merecen reivindicarse y esta sin duda lo merece. Un viaje a principios del Siglo XX y al crimen organizado que empezaba a dar su primeros pasos en los Estados Unidos. Antes de proseguir, darle las gracias al autor que me hizo llegar un ejemplar para reseñar.

Escrito por Alberto López Aroca, autor que ya apareció aquí hace un par de entradas con su obra Estudio en Esmeralda, y con ilustraciones de Sergio Bleda el libro narrado en primera persona por su protagonista nos cuenta la historia de Jonathan Thompson, un joven hijo de policía al que siempre le ha atraído la vida delictiva. Así entrará a trabajar para el gangster local que lidera la ciudad, James McCulloch, y es propietario de la fábrica de dulces local Jimmy´s Factory. Junto con su mejor amigo Louie, Jonathan dará diversos golpes y asesinatos que poco a poco le irán consolidando como uno de los hombres fuertes del criminal.

Sorpresa más que agradable la que me llevé al leer este libro. Ya desde sus primeras páginas me tenía ganado, debido a que la literatura negra y con gangster de por medio es de mis debilidades tanto en formato de papel como en la gran pantalla. En sus poco más de 200 páginas que pasan en un suspiro, los lectores son testigos de los inicios modestos de nuestro protagonista, hasta su ascenso y posterior caída y posible redención.

Es decir, algo que ya se vio en cintas clásicas noir como Ángeles con caras sucias; Los violentos años 20 o Enemigo público por citar tres ejemplos. Tanto las películas como esta novela seguían las normas de la censura imperantes en el Código Hays, que básicamente decía lo que era bueno para la moral estadounidense de la época y lo que debía aparecer o no en pantalla. Para ampliar la información podéis pinchar en el enlace que hay a continuación: http://hoycinema.abc.es/noticias/20150702/abci-codigo-censura-hays-cine-201507021314.html

El protagonista y la mayoría de personajes que aparecen, salvo un par de excepciones, es un cabrón de tomo y lomo. Es imposible conseguir que te caiga bien casi en ningún momento, si acaso en su tramo final lo consigue ya que inicia su redención, pero ni aún así consigue hacer que sientas algún tipo de simpatía por el personaje.

Alberto rinde un homenaje nada disimulado a estas cintas de gangster, Candy City se puede identificar como Chicago. E incluso el autor cita a uno de los hampones principales de principio de siglo como fue Arnold Rothstein en un momento de la trama. La novela nos habla de las intrigas y de la lucha por el poder, por lo que la violencia, los tiroteos y las muertes están a la orden del día en una ciudad donde la gente honrada no puede hacer nada ante la amenaza que suponen los criminales.

La novela va alternando la narración en presente con los sucesos pasados en la vida de nuestro protagonista, por lo que si bien en un principio puede resultar confuso al final las piezas encajan. Dando como resultado un puzle que retrata uno de los períodos más oscuros de principios de siglo en la historia criminal de los Estados Unidos antes de que llegaran Al Capone y Lucky Luciano y que constituirán el crimen organizado tal y como lo conocemos hoy día.

El autor no rehuye en ningún momento en narrar escenas de violencia no aptas para estómagos sensibles, como la que tiene lugar con una mujer a la que tienen como rehén. Los tiros son otro buen ejemplo, son violentos y casi a quemarropa. A los lectores parece que les salpica la sangre y el olor a pólvora se mete en las fosas nasales.

Capítulo aparte son las ilustraciones en blanco y negro de Bleda que sirven de complemento a la narración que realiza Alberto. Dibujos de trazos simples pero efectivos y que, al igual que el tono dominante del libro, no rehuye en mostrar a los lectores momentos violentos.

Una novela que no debéis dejar pasar si os gustan las historias de gangster ambientadas a principios de siglo, muy bien narrada y que te mantiene atrapado desde sus primeras páginas.







No hay comentarios:

Publicar un comentario