domingo, 14 de agosto de 2016

pelicula: Pedro y el dragón Elliot

Muy buenas a todos. Dentro de poco se estrena en nuestras pantallas Pedro y el dragón, remake de la entrada de la que voy a hablaros hoy. Una de las cintas de mi infancia que vi un montón de veces, y una de esas pequeñas joyas de la factoría Disney en imagen real. Si por algo se  recuerda este film es por la mezcla de personajes reales junto con el dragón animado y que corrió a cargo de Don Bluth, uno de los maestros de la animación estadounidense. Viajemos al pasado y entremos al pueblo de Pasamaquody donde sus habitantes recibirán la visita de dos personajes inolvidables que les cambiarán la vida. ¿ Listos ? Allá vamos.


Dirigida en 1977 por Don Chaffey, el film nos cuenta la historia de Pedro, Sean Marshall, un huérfano que harto de los malos tratos de los Gogan su familia adoptiva liderada por Lena, Shelley Winters, se fuga y llega al pueblo de Pasamaquody donde pronto será acogido por Nora, Helen Reddy, y su padre Lampie, Mickey Rooney, el encargado del faro. Pedro tiene un amigo dragón llamado Elliot que le vigila para que nada malo le pase. Pero la llegada a la localidad del charlatán Doctor Terminus, Jim Dale, que hará todo lo posible por hacerse con Elliot tan pronto sabe de su existencia como de los Gogan pondrán a nuestros amigos en problemas.

Hay cintas de nuestra infancia que permanecen siempre dentro de nuestra memoria cinéfila, bien sea por unos motivos o por otros. Nos encantó en su momento, la vimos un montón de veces, cuando estábamos enfermos nos la alquilaron para que no nos aburriéramos, cualquier razón se podría aceptar como valida. En mi caso, las dos primeras opciones son las escogidas. Cuando era pequeño la solía ver de vez en cuando al tenerla grabada y no me importaba verla cuantas veces hiciera falta, puesto que no me aburría en absoluto.

Esta película que ya tiene casi 40 años no ha envejecido en absoluto. Sigue siendo igual de ilusionante como la primera vez que la vi, y el niño interior que habita en todos nosotros ha vuelto a salir a disfrutar con las aventuras de Pedro y su  dragón. Uno se sigue riendo con los mismos golpes de humor, emocionándose cuando toca y esperando que Elliot haga su aparición para alegría de los pequeños, y no tan pequeños, para que el simpático dragón haga de las suyas.

Uno de los aciertos de esta cinta reside en el diseño del dragón, alejado a la imagen típica que suelen tener estos monstruos. El dragón fue animado por Don Bluth que de forma posterior haría sus propias películas. Filmes como En busca del valle encantado; Fievel y el nuevo mundo o Anastasia son solo algunos ejemplos en los que este dibujante ha dado muestras de su talento en el campo de la animación, tanto en películas como el famoso videojuego Dragon´s Lair.



Es un film Disney en el que los buenos son muy buenos y los malos muy malos. Es un cuento que juega con la imaginación de los espectadores infantiles, puesto que consigue poner en imágenes al amigo imaginario que todos hemos tenido siendo niño. El film es un homenaje a la ilusión y a los buenos sentimientos, ya que no resulta complicado ver en la figura de Elliot a un ángel de la guarda que vela por el bienestar de Pedro, pese a que sus buenas intenciones metan al niño de vez en cuando en algún problema.

Todos loa actores están genial y se nota que se lo han pasado genial mientras la rodaban, sensación que transmiten a los espectadores en todo momento. Poco nos importa que los personajes que interpretan tanto Winters como Dale sobreactúen, puesto que son villanos de folletín. Hasta el aspecto que luce Dale, con chistera y bigote acabado en punta, es un homenaje a estos malos.

No entiendo como esta película no tiene la misma fama que otras de la factoría Disney que también mezclaban imagen real con dibujos animados como Mary Poppins o La bruja novata. Tiene momentos inolvidables y el dragón sigue siendo recordado por todos aquellos que hemos superado la treintena.

Si no la habéis visto os la recomiendo, poco ha de importaros que se trate de un film infantil  Hay que verla con ojos de niños y dejarse llevar por la trama y por las peripecias de sus dos principales protagonistas. Y si ya la visteis en su momento, siempre es bueno volver a verla y sentirse transportado a nuestra infancia una vez más.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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