Dirigida por Clint Eastwood y con guión de Todd Komarnicki basado en libro de Chesley Sullenberg, la trama nos cuenta como el capitán Chesley "Sully" Sullenberg (Tom Hanks) se convierte en un héroe al conseguir amerizar la nave que tripula en el río Hudson debido a una avería provocada por una bandada de pájaros junto con la ayuda de su copiloto Jeff Skyes (Aaron Eckhart).
Con esta cinta Eastwood vuelve a demostrar que es uno de los mejores realizadores de la actualidad. Y afronta, por quinta vez en su carrera. el biopic como ya hiciera en Bird, Jersey Boys, J. Edgar y El francotirador.Y que es capaz de moverse como pez en el agua en cualquier género, ya sean thrillers, dramas, bélicas, westerns o acción.
Y nadie como Hanks a la hora de dar vida al americano medio, aquellas personas anónimas que nos encontrarnos por la calle y capaces de realizar grandes hazañas. Aquí se confirma que el protagonista de Náufrago es el heredero natural de James Stewart, que tan bien supo encarnar a este tipo de personajes en cintas como Caballero sin espada o Qué bello es vivir, por citar dos de las cintas más características dentro de su filmografía.
Esta es sin duda una de las cintas más optimistas dentro de la carrera de Eastwood, cuya filmografía de un tiempo a esta parte, se ha caracterizado por películas con una carga más dramática que Sully. Y nos muestra la lucha de un hombre, contra los superiores que cuestionan la decisión que tomó.
Tres son los momentos que más me gustaron dentro de toda la película. El primero de ellos es, como no podía ser de otra forma, la secuencia del accidente del avión, su amerizaje y el salvamento de todas las personas llevado a cabo por los ferrys que había en la cercanía y por los helicópteros de rescate.
El segundo tiene lugar en el final de la cinta, durante la vista que tiene lugar para cuestionar la decisión de Sully. Y hasta aquí puedo decir para no reventar lo que pasa.
El último es un breve instante, cuando Sully está siendo examinado por un doctor y un compañero de la aerolínea le confirma que no ha habido ningún muerto. Hanks no dice ninguna palabra, pero con la mirada expresa lo que siente.
En esta cinta no hay un villano como tal. Los que se encargan de realizar la investigación no son presentados así, pese a que Eastwood podría haberlo hecho. Se limitan a hacer su trabajo, y juzgar si la forma de actuar del personaje de Hanks fue la apropiada o no.
Esta es la película más corta dentro de la carrera de Eastwood como director, puesto que su duración apenas sobrepasa los noventa minutos. Va directa al grano, nos muestra las relaciones de Sully tanto con Skiles como con su esposa Lorraine (Laura Linney), a la vez que nos presenta como Sully no alardea en ningún momento de lo que hizo, afirmando que es su trabajo. Por ello, la elección de Hanks para dar vida al piloto no ha podido ser más acertada.
Un buen título dentro de la filmografía de Eastwood, en donde hay que destacar la labor de Hanks que este año nos ha ofrecido dos grandes actuaciones de hombres corrientes, tanto en Esperando al rey como en Sully, interpreta a personajes que ven cambiada su vida gracias a un suceso en los que tienen una implicación directa.
A continuación el trailer:
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