martes, 8 de noviembre de 2016

libro: El club de los etéreos

Todos los que hemos crecido leyendo comics de superhéroes soñamos con tener poderes. La habilidad de volar, lanzar rayos láser, leer mentes, ser superfuerte, son algunos ejemplos. Ahora imaginad que pagando un alto precio económico los podéis obtener, mola no. Pues no tanto, sobre todo si la bruja que os los concede no sabe cual será el resultado de los mismos, ya que se podéis pasar de ser superinteligentes a ser la persona más gafe del mundo. Esto es lo que les pasa a los protagonistas del libro de hoy, que podido leer gracias a que la autora me hizo llegar un ejemplar de cortesía. Desde aquí le doy las gracias.

Escrito por Aniel Dominic la obra está compuesta por 8 relatos relacionados entre sí, en los que sus protagonistas son mencionados en alguna ocasión y que tienen como nexo de unión tanto a la bruja Éter, como a la sustancia conocida como Gubba. Como es norma en este blog, paso a hacer un breve resumen de cada una de estas historias:

- Éter: en este capítulo la autora nos narra el nacimiento de la bruja Éter y de la sustancia Gubba, y como decide utilizar sus poderes a cambio de un beneficio económico. Este relato da el pistoletazo de salida al resto del libro, con un sentido del humor en el que la influencia de Terry Pratchett es más evidente.

- La broma del chirrido picante: un atracador con el poder de crear copias de si mismo, se dirige a un banco para dar un golpe. Lo que ignora es como terminará el mismo. De nuevo, el humor absurdo y las situaciones disparatadas mantienen con una sonrisa permanente a los lectores desde que comienza la historia hasta su conclusión.

- Un hueso duro de roer: un Yorkshire Terrier es el asesino más eficaz del mundo, y su nuevo objetivo resultará ser un gato megalómano infectado con la sustancia Gubba. De lejos, mi relato favorito, con el que mejor me lo pasé y la mezcla perfecta de humor y acción. Broncas, el perro asesino, es el mejor personaje del libro con diferencia, un auténtico tipo duro perruno.

- El club de los inanes: personajes con poderes tan diferentes como ser el hombre más gafe del mundo, un hombre que es odiado nada más verlo o una mujer con mala sombra son algunos de los integrantes de un club que obtuvieron sus poderes al hacer un trato con Éter. Historia muy divertida, una ida de olla bastante simpática que es el reverso con mala baba a la Patrulla X.

- Ms. No:  Anette es una pintora negra gigante y superfuerte, que por casualidad conoce a Talula a la vez que intentará detener la amenaza de tres enemigos habituales que, hartos de ser derrotados, deciden contratar a cierto asesino perruno. En esta ocasión la autora mezcla el humor con el drama, debido a la habilidad de Talula que por supuesto no voy a desvelar.

- Hajime: Kichiro es un joven con minusvalía que obtuvo su gran inteligencia, gracias al trato que hizo con Éter su abuelo Renzo antiguo boxeador. Cuando una amenaza de Corea del Norte amenaza con destruir Japón, llegará el momento de poner a prueba su intelecto. Drama, acción y mechas (robots gigantes) se dan de la mano para ofrecernos un coctel, donde los elementos casan muy bien sin que ninguno de ellos llegue a destacar por encima de los otros.

- El regalo: una mujer que recibió el don de regañar a los fantasmas, lo utilizará para ejercer de peculiar cazafantasmas. Guiños al cine tanto de terror como de comedia en un relato al que se le podía haber sacado más jugo, lástima que la autora solo rascara en la superficie ya que tenía muchas posibilidades.

- Blanditos poco escandalosos: Jay es un joven superdotado, que pasará a trabajar para cierto felino que quiere conquistar el mundo. Pero nuestro particular héroe intentará impedirlo cuando sufre un accidente, y recibe la ayuda de un personaje que ya apareció anteriormente.

Aquí vuelve a cumplirse la norma no escrita en las antologías de relatos, en los que unos son mejores que los otros. El que menos me gustó, El regalo no es que sea horrible, dista mucho de serlo, pero le falta algo para terminar de ser tan redondo como los anteriores. Un personaje más simpático, el no haber metido tantas referencias al cine, o tal vez otra conclusión hubieran sido sin duda alguna cambios que hubieran favorecido el resultado final.

La influencia de Terry Pratchett, Monty Python, el cine de terror y de los 80, la cultura popular y el surrealismo son más que evidentes en este libro. Todos estos elementos, en apariencia tan diferentes entre sí, son mezclados por la autora para ofrecernos una novela de carácter divertido, pese a que en los relatos de Hajime y Ms.No, el drama haga acto de aparición y consigue ponerte un nudo en la garganta.

Esta es una obra con la que los seguidores del humor absurdo, la cultura popular y la acción se lo pasarán en grande. Aquellos que no estén acostumbrados a leer este tipo de relatos con estos elementos, o que no les hagan ninguna gracia, sin duda alguna echarán sapos y culebras del libro.



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