martes, 1 de noviembre de 2016

pelicula: Que Dios nos perdone

De un tiempo a esta parte el thriller español está viviendo una época dorada. A títulos ya conocidos como El cuerpo, No habrá paz para los malvados o La isla mínima por citar tan solo algunos de los ejemplos más destacados, ahora se le unen Tarde para la ira, El hombre de las mil caras o el caso de la entrada de hoy. Una cinta de suspense que puede mirar cara a cara, y sin rubor alguno, al cine estadounidense ambientado en este género.

Dirigida por Rodrigo Sorogoyen y escrita en colaboración con Isabel Peña, la cinta nos cuenta como en el verano de 2011, en plena crisis y coincidiendo con la visita del Papa Benedicto XVI los inspectores Velarde (Antonio De La Torre) y Alfaro (Roberto Álamo) van tras la pista de un psicópata que asesina a ancianas. A medida que avanzan en su investigación, los policías tendrán que luchar contra sus propios demonios personales.

La carrera de Sorogoyen se ha visto hasta ahora dedicada casi de forma plena a la televisión, con series como La pecera de Eva o Frágiles, si exceptuamos sus cintas para la gran pantalla 8 citas y Stockholm. Tal vez este film suponga el lanzamiento definitivo al panorama cinematográfico español, puesto que aquí presenta su candidatura a realizadores a tener en cuenta en el futuro del cine patrio.

El realizador consigue un thriller seco y aspero. No se limita tan solo a mostrar la caza del asesino y la relación que se establece entre ambos investigadores, puesto que también nos muestra su vida fuera del entorno laboral y la manera en que se ve afectada. Durante sus dos horas de metraje que pasan volando, Sorogoyen mantiene la atención en todo momento de los espectadores. No abusa de la sangre, practicamente inexistente a lo largo de la película, sino que juega más con la psicología de los personajes en todo momento.

De la Torre vuelve a confirmar que es uno de nuestros actores más en forma. Ya sea en roles amables como La gran familia española, o en otros más duros como Caníbal o Balada triste de trompeta no consigue dejar indiferentes a sus seguidores. El mismo caso se le puede aplicar a Álamo, que coincidió con De la Torre en Dispongo de barcos y Gente en sitios. Ambos intérpretes nos regalan una gran interpretación, por lo que resultaría raro no verles nominados en la futura gala de los Goya.

En el film hay dos momentos bastante incómodos, que harán a los espectadores moverse de su butaca. Uno relacionado con De la Torre y el segundo con el asesino haciendo de las suyas. Siendo el segundo de ellos más duro que el primero. Si bien hasta ese momento el realizador había dejado de lado el mostrar los asesinatos, aquí nos muestra su modo de actuar en una secuencia corta pero violenta.

La atmósfera que rodea la película es pesimista. Sorogoyen muestra a la audiencia un Madrid sucio, depresivo, acorde con los momentos que se vivían, y que se siguen viviendo, en el momento en que la cinta está ambientada. Los inspectores se muestran impotentes a la hora de detener al asesino, que va por delante de ellos en todo momento.

Sorogoyen no se limita a plasmar la típica buddy movie, sino que va un paso más allá. Nos muestra los demonios interiores de los protagonistas, que lejos de ser perfectos tienen muchas aristas y capas por descubrir. Las cuales se nos van revelando a medida que avanza el film.

Capítulo aparte merecen los secundarios, destacando el siempre excelente Luis Zahera (Celda 211), acompañando a José Luís García Peréz (Holmes y Watson: Madrid Days), María Ballesteros o Mónica López. Todos ellos con un rol importante en el desarrollo de los acontecimientos.

Un thriller que hará las delicias tanto a los aficionados al género, como aquellos que sean seguidores de sus dos intérpretes principales en una cinta llamada a arrasar en la próxima ceremonia de los Goya. Muy recomendable sin duda alguna.

A continuación el trailer:





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