Dirigida por Scott Derrickson y escrita en colaboración con C. Robert Carhill y Jon Spaihts, la trama nos cuenta como la vida del engreído pero brillante neurocirujano Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) cambia al tener un accidente de tráfico que le afecta a sus manos. Desesperado por encontrar una cura, viajará hasta el Himalaya donde conocerá a El Anciano (Tilda Swinton), que le iniciará en las artes místicas, y a Karl Mordo (Chiwetel Ejofor) que se convertirá en su compañero de aventuras para detener la amenaza de Kaecilius (Mads Mikkelsen) antiguo alumno del Anciano que acabó traicionándolo.
La Fase 3 de Marvel ha comenzado con muy buen pie. A las ya estrenadas Capitán América: Civil War y Doctor Extraño, se han de sumar Guardianes de la Galaxia 2, Thor: Ragnarok, Spider-man: Homecoming, Los Vengadores: La guerra del infinito, Pantera Negra, Ant Man y La Avispa y Capitana Marvel. Todas ellas a estrenarse entre 2017 y 2019.
Uno de los puntos fuertes de la cinta es su aspecto visual, destacando sobre todo la manipulación de la realidad, que se pudo ver en los adelantos de la película y que recordaban a Origen, así como los diversos viajes a otras dimensiones. He visto la película en digital y estos efectos son impresionantes, pero si os decidís a verla en 3 dimensiones buscaos un cine que tenga un buen sistema. En caso contrario vais a salir mareados.
Otro de los aspectos a destacar es la elección del reparto, destacando por encima de todos Cumberbatch. Su elección para encarnar al hechicero por excelencia de la casa de las ideas, no podía haber resultado más acertada. Sabe aportar su carisma y dotes interpretativas ya vistas tanto en Sherlock como en Descifrando enigma, a un personaje que en sus inicios recuerda a Robert Downey Jr. en Iron Man. En lo que respecta a Mikkelsen vuelve a interpretar un villano amenazador, tanto en presencia física como en el uso de sus poderes. Lástima que su presencia en pantalla no haya sido más aprovechada, en lo que es uno de los puntos a restar.
A los actores ya citados, encontramos a Rachel McAdams como el interés amoroso de Strange Christine Palmer, Benedict Wong en el papel de Wong que acabará convirtiéndose en el ayudante del personaje de Cumberbatch, Scott Adkins es uno de los rivales a derrotar por Strange, Michael Stuhlbarg en el rol del doctor Nicodemus West rival de Strange y Benjamin Bratt intepreta a Jonathan Panborg, en un breve pero esencial papel como la persona que le indicará a Strange donde puede estar la cura para su enfermedad.
La cinta es la mezcla perfecta de acción, fantasía, humor y aventuras y que continua el camino marcado por Guardianes de la galaxia, en el que estos elementos componían una acertada unión. Pero este no es el único nexo de unión entre ambas producciones, puesto las dos películas sirvieron para la presentación al gran público de unos personajes que no eran conocidos, salvo por aquellos aficionados al mundo del comic.
Con este film Derrickson cuya carrera hasta la fecha ha sido más o menos discreta (Líbranos del mal, el remake de Ultimatum a la Tierra o El exorcismo de Emily Rose) se dará a conocer y según el resultado de la cinta, pasará a encargarse de proyectos con un presupuesto mayor. Algo que a tenor de lo visto, podrá conseguir sin problemas puesto que la película tiene los ingredientes necesarios para arrasar en taquilla.
Como no podía ser de otra forma tratándose de Marvel, nos encontramos con dos escenas postcréditos. Ambas ligadas al futuro tanto del personaje de Strange, como por una de las cintas que está por venir en un divertido cameo de uno de Los Vengadores.
A continuación el trailer:
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