domingo, 20 de diciembre de 2015

teatro: el rey leon

Muy buenas a todos. Ayer tuve la oportunidad de asistir a la representación de el rey león en Madrid, y fue una verdadera experiencia. Todavía hoy sigo acordándome de lo que vi y es que es una maravilla que recomiendo ver. Pese a que lleve casi 4 años en cartel y que tenía muchas ganas de verla, animado sobre todo por las buenas criticas de la gente, fue que me animé por fin a hacerlo. Y la espera desde luego mereció la pena. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, acompañadme a un viaje a la sabana africana para conocer la historia de nuestro protagonista. Listos? Allá vamos.

Adaptación de la cinta animada de Disney, con letra y música de Tim Rice y Elton John y con un impresionante vestuario diseñado por Julie Taymor, así como una magnífica escenografía la historia es por todos conocida: un joven cachorro de león llamado Simba ha de aprender las responsabilidades de gobernar su reino tras la muerte de su padre Mufasa causada por su tío Scar, por lo que se verá obligado a huir creyendo que ha sido su culpa. En su huida conocerá a Timón y Pumba, quienes le ayudarán a sobrevivir y le enseñarán su estilo de vida y a recuperar su trono cuando crezca, con la ayuda de la leona Nala.

Impresionante, una experiencia que hay que ver si o si. Me resulta muy complicado ser imparcial, sobre todo cuando uno no puede serlo después de haber visto un musical tan completo, bien dirigido, interpretado, y con unos decorados impresionantes y donde aparecen unos efectos especiales sencillos, pero muy efectivos y que hacen que la audiencia se quede con la boca abierta.

Al ser una adaptación a nuestro idioma y para un musical, se han tomado algunas licencias humorísticas y de lenguaje para hacer bromas en determinados momentos, algo que supongo ocurrirá en cada país donde la obra se representa. Por poner un ejemplo, timón es andaluz y es junto con pumba y zazu quienes llevan los golpes de humor de la obra, haciendo la obra más ligera.

No me extraña en absoluto que la obra lleve tanto tiempo en cartel, y que hasta la fecha la hayan visto más de ochenta  millones de espectadores, lo merece y con toda justicia. Uno parece estar dentro del musical en todo momento, hay varios instantes en los que uno se lleva la sorpresa de tener a su lado a parte del reparto moviendo las marionetas que luego aparecen en la representación.

La obra tiene una duración de casi tres horas, las cuales pasan en un suspiro. Cuando uno quiere darse cuenta ya ha acabado. La representación consta de dos actos, la primera de ellas llega hasta la muerte de Mufasa y la canción Hakuna matata, la segunda cuando Simba crece y vuelve a su hogar para reclamar lo que es suyo. La carga dramática en ambas partes es notable, si bien queda aligerada por los golpes de humor de Zazu, Timón y Pumba.

Cada vez que finaliza una canción, se produce el cambio de decorado de forma rápida mientras las luces están apagadas. Cosa que aprovecha el público para aplaudir el buen hacer de los protagonistas, y del esfuerzo que han llevado a cabo. Puesto que cuando no están cantando, están en continuo movimiento y no paran quietos en todo momento.

El precio es lo que puede echar para atrás a mucha gente, puesto que no es precisamente barato, pero desde luego que el coste lo merece. Hay que tener el cuenta que el vestuario, luces, decorados y demás es caro, pero la inversión se nota y deja satisfechos a los espectadores de todas las edades, que cada día abarrotan las representaciones.

Si podéis ir a verla, ya que desde luego es algo que cuesta explicar con palabras y más cuando se ha visto y resulta complicado expresar lo que uno siente. La recomiendo a todos aquellos que les gusten tanto el teatro, como los musicales o las cintas de Disney.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.




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