Acabo de salir de ver la nueva versión de Posesión infernal, y en que hora. Estoy muy cabreado con lo que he visto. La reseña de hoy va ir cargada de mala leche y spoilers a cascoporro.
Perpetrada, perdón, quería decir dirigida, o algo así, por Lee Cronin, que también se ocupa del guion, la trama nos cuenta como una familia, se verá acosada en un edificio en ruinas por unos demonios, que han sido despertados por el hijo al poner un disco que les vuelve a invocar.
No me voy a molestar ni en poner a los actores, quienes están horribles en su mayoría. Sin carisma alguno, tan solo se limitan a ser futuros cadáveres. Salvo las dos supervivientes, claro, y aún así, también deseas que engrosen la lista de muertos.
A medida que me iba aburriendo, según avanzaba el metraje, la misma cuestión acudía una y otra vez en mi cabeza: ¿Era necesario? Hace poco más de diez años, que se estrenó el remake dirigido por Fede Álvarez, que, sin ser ninguna maravilla, por lo menos te entretenía. Aquí, la diversión ni está, ni se la espera.
Mientras que en el original, el libro está en el sótano de la cabaña, junto a la daga, aquí no. Tras un terremoto, el chaval encuentra el libro en una cámara acorazada del banco sobre el que se construyó el edificio. Claro, todo el mundo sabe que los libros diabólicos, se guardan en cámaras acorazadas, justo entre las joyas y el dinero.
Ojo al diseño del libro. Mientras que el Necronomicón original daba mal rollo, en la nueva versión parece más bien el hermano cabreado del libro de Animales fantásticos de Harry Potter. Con sus dientecitos y todo. Que claro, todo el mundo sabe que si te encuentras a un libro con dientes, lo mejor que puedes hacer es acercar el dedo, para que te pinches con él, y que tu sangre sirva para abrir el libro. Y bueno, y si ya te animas a poner el disco que despierta a los demonios, la juerga está asegurada
En ningún momento, te importa lo que les ocurra a los personajes. Si son poseídos, si te cuentan su historia, si van a morir. Nada, cero, donut. Es que no se puede hacer peor, he visto funciones de teatro infantiles, en las que los niños le ponían más pasión y entusiasmo a la hora de actuar. En este film, parece que estén leyendo tras las cámaras.
Toda la tensión, miedo y suspense que tenía Posesión infernal de Raimi, no existe en ésta cinta. Te puedo comprar que, aquellos que hemos visto la original, sabemos lo que va a pasar. Todo lo que va a pasar lo sabemos, el factor sorpresa se ha perdido. Si quieres hacer una nueva versión adelante, pero si introduces elementos nuevos, hazlos atractivos para la audiencia.
Menos mal que solo dura hora y media, luego llegan los títulos de crédito y remonta. Y estos, tampoco es que sean una maravilla.
Y ojo, que después de todo el pifostio en el edificio, la chica del principio sale de su apartamento y no se ha enterado de nada. Lo que significa que: o bien las paredes aíslan de cojones, u oye menos que un gato de escayola.
Ah, y como todo el mundo sabe, en los edificios en ruinas hay una máquina para destruir árboles, y un camión con una motosierra. Yo, edificio que busco con garaje para vivir, si no tiene estos dos elementos, no lo quiero.
Lo único destacable, es un prólogo interesante, y los efectos de maquillaje. Bastante bestias y sangrientos. Es lo único positivo, que puedo decir de este engendro.
En las cintas de Raimi, salvo en la primera, había instantes de humor negro, que servían para aliviar algo la tensión. En esta nueva versión, no hay humor. Bueno miento, si que lo hay, el del director riéndose en la cara de todos aquellos que han acudido a ver su película.
Lo más grave del asunto, es que tanto Sam Raimi como Bruce Campbell, son los productores ejecutivos. Ignoro con que les habrá amenazado, o sobornado, Cronin. Pero ha debido ser bastante importante, para que hayan accedido a que sus nombres acompañen en semejante hecatombe.
Este film, tendría que ser usado en juicios. Señoría, es cierto que mi cliente ha robado lo que no está escrito, y que en su fuga atropelló a una viejecita, un niño en bicicleta y a su gatito. Pero, por lo menos, no dirigió Posesión infernal: El despertar.
Si alguien os dice de ir a verla, corred, corred como si no hubiera un mañana. Corred hasta que Flash diga, oye macho afloja que no puedo seguirte el ritmo. Ver crecer la hierba, o un documental sobre la reproducción de las ostras resulta más entretenido y didáctico.
A continuación, el tráiler de este horror:
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