viernes, 10 de febrero de 2023

película: Almas en pena de Inisherin

Uno de mis títulos de cabecera, es El hombre tranquilo, una de las mejores cintas del realizador John Ford. El cineasta estadounidense nos mostró el pueblo de Inisfree, como un lugar bucólico donde pasar tu vida. Ahora, casi setenta años después, visitamos una isla irlandesa, la ficticia Inisherin, para conocer el lado oscuro de esos bellos paisajes verdes irlandeses.

Escrita y dirigida por Martin McDonagh, la trama ambientada en 1923 y con el conflicto irlandés de fondo, nos cuenta como Colm Doherty, Brendan Gleeson, está hastiado de la vida y solo encuentra felicidad en la música, es por ello que decide romper con su amigo Pádraic Súilleabháin, Colin Farrell, cuya conversación le aburre. Ante esto, Pádraic intentará retomar su relación con la ayuda de su hermana Siobhán, Kerry Condon, y del inocente Dominic, Barry Keoghan. Pero, al recibir un ultimatum de Colm, hará que se desencadenen una serie de acontecimientos con dramáticas consecuencias.

Muy buen film, en la línea del anterior trabajo de su director Tres anuncios en las afueras, donde el drama y la comedia más negra se dan de la mano, para ofrecer a los espectadores una cinta bastante adulta y que, una vez acaba, te deja un poso agridulce. Ya que el tema que trata, la amistad entre dos hombres, ha sido tratada en multitud de ocasiones a lo largo de la historia del cine, pero, sin duda, esta es la que ofrece una versión más negra acerca de la misma.

Ambos actores están de dulce, en los que sobresale un espectacular Farrell, sin desmerecer en absoluto el trabajo realizado por Gleeson. Aquí, el que fuera intérprete de Tigerland, nos demuestra que, cuando se le da un buen papel dramático y un guión interesante, nos da muestras de su talento. En cuanto a Gleeson, poco más hay que añadir, ya que el intérprete irlandés, en la que supone su nueva colaboración con Farrell y McDonagh tras la estupenda Escondidos en Brujas, nos presenta a un Colm que, si bien uno entiende sus motivos, no puede comprenderlos del todo, ya que, en ocasiones, se comporta como un niño grande que no ha terminado de madurar.

Pero ambos intérpretes, se ven secundados por una gran Kerry Condon, la única sensata en toda la isla y que quiere ver mundo más allá del islote, y un estupendo Keoghan que, a pesar de su retraso, es una de las personas más inocentes del lugar. No nos extrañemos si cualquiera de los dos, o Gleeson, se alzan con la preciada estatuilla en sus categorías, ya que el trabajo que han hecho les hace dignos ganadores del galardón.

La cinta tiene momentos bastante dramáticos, pero se ven compensados con unas gotas de humor negro, que son marca de la casa del realizador inglés. Pero estos instantes cómicos no están hechos para arrancar carcajadas, sino para que la audiencia esboce una leve sonrisa, que le ayude a llevar mejor los acontecimientos que se van desencadenando a lo largo del metraje, el cual pasa volando, al menos a mí me lo pareció, pese a que sea un film de ritmo lento.


McDonagh nos muestra los bellos paisajes de la ficticia isla de Inisherin, ya que en realidad se rodó en las islas de Inishmore y Achill. La fotografía ayuda a reflejar estos preciosos paisajes, en los que la tecnología, ya que el film está ambientado en 1923, aún no ha llegado. Sus habitantes aún se utilizan carromatos y caballos, y se ganan la vida con la ganadería.

Un film que nos muestra, como una amistad se puede ir al traste por un motivo tan insignificante, como te aburra la conversación de la persona que, hasta hace nada, era tu amigo. Al menos Pádraic intenta arreglarlo, pero Colm no quiere. Es como, si todos estos años de relación entre ambos, hubiera sido una farsa.

Una cinta que recomiendo ver, pero os aviso que vayáis con la moral alta, ya que hay determinados momentos que os pueden dejar tocados. Su final, que evidentemente no voy a desvelar, deja un poso agridulce y un leve tono de esperanza entre ambos hombres.

A continuación el tráiler:



No hay comentarios:

Publicar un comentario