jueves, 29 de diciembre de 2016

libro: El niño que quería ser un goonie

Cuando en1985 se estrenó Los Goonies dirigida por Richard Donner, todos los que vimos esta cinta alucinamos. Nos hubiera gustado formar parte de esa pandilla, que viven una aventura inolvidable a la busqueda de un tesoro antes de separarse para siempre. A modo de homenaje el autor de la entrada de hoy, se ha inspirado en esta película para traernos el que es hasta  ahora su último trabajo como escritor. Un cóctel que incluye aventuras, acción,  misterio y gotas de terror con el que el creador de la saga El cuarto jinete vuelve a dar muestras de su estilo narrativo muy próximo al cine.

El argumento del libro nos cuenta como Yago se traslada con su madre Almudena y su hermano Toño a un complejo hotelero llamado El Nirvana, donde no tardará en hacer amigos. Pero bajo lo que parece ser un lugar de ensueño se esconde una pesadilla, como no tardará en averiguar nuestro protagonista.

Ya desde el primer episodio en el que se nos narra la llegada de nuestro protagonista al complejo, nos encontramos metidos de lleno en la trama. Con tan solo un capítulo el autor ya nos ha atrapado y no va a soltarnos hasta que acabemos la lectura. Poco a poco Víctor va mostrando sus cartas, desvelando nuevos datos que tendrán su importancia en el devenir de los acontecimientos, consiguiendo que estemos enganchados a las peripecias de lo que sucede en el Nirvana.

Los personajes están muy bien construídos,cada uno con su propia personalidad: el bocazas, el chulito de gimnasio, el gordito que tiene miedo de todo, el que tiene mucha imaginación o el que vive pendiente del móvil. Los protagonistas suponen una actualización con respecto a los protagonistas de la cinta de Donner, lo que el autor ha hecho es trasladar sus aventuras a nuestros tiempos con lo que ello supone. Todos ellos se complementan en el momento en que la aventura comienza, aportando sus habilidades a la hora de esclarecer el misterio que rodea al complejo hotelero.

A medida que avanzaba en su lectura creía saber por donde iban los tiros. Creía estar ante un homenaje a Las poseídas de Stepford de Ira Levin o a La invasión de los ladrones de cuerpos de Jack Finney, ya que las pistas que había ido dejando el autor así lo indicaban. Nada más lejos de la realidad, al descubrirse el giro argumental todo lo que pensaba se vino abajo cual castillo de naipes.

Es precisamente a partir del giro y en los capítulos finales donde Víctor pone toda la carne en el asador, ofreciéndonos a partir de ese instante toda una consecución de momentos de acción y aventuras que rinden un sincero homenaje no solo al título de la película de Richard Donner, sino también a la saga de Indiana Jones. Esta es sin duda la mejor parte del libro, la que hace que queramos entrar en el mismo y ayudar a los protagonistas a salir airosos de la aventura que están viviendo.

En un libro en el que el misterio es la nota predominante, sorprende ver un par de instantes bastante sangrientos que rozan el gore. Ambos tienen lugar fuera de Javea y rompen lo que era hasta ese momento era suspense. Esto puede descolocar en un principio, al contarnos situaciones que en apariencia no guardan relación ninguna con lo que hasta ese momento hemos leído. Pero como se nos desvelará más adelante, todo está conectado.

Con este nuevo trabajo el autor se aproxima bastante a las novelas juveniles de Los cinco o Los siete secretos, salvo por los instantes arriba mencionados y una secuencia subida de tono. Esto supone un cambio de registro en la carrera de Víctor, en el que el género de terror y suspense han sido la nota predominante, si exceptuamos la incursión en la ciencia ficción que supuso Orilla intranquila. Salvando las distancias, se puede decir que el libro es la novela que hubieran podido escribir RL Stine, el creador de la serie Pesadillas, y Stephen King en el hipotético caso de haber trabajado juntos.

Con este nueva publicación, la editorial Kelonia se confirma como una editorial que apuesta fuerte por la literatura fantástica y de terror escrita por autores españoles, cuidando tanto la maquetación como las portadas.

Un libro muy entretenido y que supone un buen broche de oro a las reseñas de los libros de este año 2016 que está a punto de finalizar.


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