Un reparto de caras conocidas entre los que encontramos a Christian Slater; LL Cool J, Val Kilmer o el televisivo Holmes Jonny Lee Miller. Todos ellos son conscientes del tipo de cinta que están haciendo, y van con el piloto automático puesto durante toda la película. Saben que no van a ser ganadores de premios por su actuación, e incluso puede que les nominasen a los Razzies de ese año, pero al menos son sinceros en ese aspecto. No engañan en ningún momento.
Uno de los puntos fuertes de este film son las muertes, algunas de ellas sangrientas y otras originales. Aquí se nota la labor de Harlin tras las cámaras. Al director no se le daba nada mal rodar escenas de acción y violencia, aquí se encarga de demostrarlo.
Lástima que una serie de tropiezos en taquilla dieran al traste con una carrera prometedora dentro del cine de acción de finales de los noventa, sobre todo a dos batacazos seguidos como fueron La isla de las cabezas cortadas y Memoria letal junto a su esposa por aquel entonces Geena Davis.
Pude ver esta cinta en su momento en el cine, apenas había gente por lo que no tuve que aguantar a los típicos pesados que utilizan el cine como lugar de conversación. Una vez que acabó la peli me preguntaba, y hoy me sigo preguntando, la razón por la que la cinta no tuvo más éxito.
El más claro referente, que a uno se le viene a la cabeza cuando visiona este película es Diez negritos, la inmortal obra de la escritora Agatha Christie, y que ya ha sido llevada al cine. La cinta no se molesta en ocultarlo en ningún momento.
La cinta, en opinión de quién esto suscribe, no es tan mala u horrenda como dice la gente. Películas peores se estrenan a lo largo de los años y son fenómenos de fans y taquilla, como cierta saga vampírica de cuyo nombre no quiero acordarme. Dadle una oportunidad al menos.
Como es norma habitual os dejo con el trailer de la entrada de hoy:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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