Dirigida en 2004 por Steven Sodenberg, la acción tiene lugar poco después de los hechos transcurridos en la primera parte, con nuestros protagonistas haciendo su vida y viviendo con los beneficios del golpe a Terry Benedict, Andy Garcia, quién los localiza gracias a la ayuda de un resentido ladrón conocido como el zorro nocturno, Vincent Cassell, y que quiere su dinero de vuelta con intereses. Nuestros protagonistas tendrán que viajar con Europa en una carrera contra reloj para acabar muertos. Por si esto fuera poco, han de eludir a una obstinada agente de la Europol, Catherine Zeta Jones, que fue amante en el pasado de Rusty, Brad Pitt. El juego comienza de nuevo.
Muy entretenida secuela que no aburre en ningún momento. A ello ayuda la camaradería que existió en su antecesora y que vuelve a repetirse aquí. Si a ello le añadimos la incorporación de los personajes de Casssell y Jones, que aportan carisma, savoir faire y su interpretación a la causa, la mezcla de todo ello dan como resultado un coctel en el que sus ingredientes se encuentran en perfecta armonía. Capaces de satisfacer los paladares de los aficionados al género de robos se refiere.
Uno de los motivos para ver el film, es el de visitar capitales europeas con tanto renombre como Ámsterdam, en donde nuestros héroes intentarán dar su primer golpe en una secuencia muy chula, Paris y Roma. Es en esta ciudad donde tiene lugar uno de mis momentos favoritos de toda la saga, que pienso explicar a continuación. Además, y a modo de cameo el director nos regala con la aparición sorpresa de Bruce Willis, haciendo de si mismo en un instante clave para el devenir de la película.
En el párrafo anterior mencionaba el momento, ahora es momento de explicarlo. El mismo tiene lugar en un flashback, cuando el personaje de Cassell le confiesa al de Clooney como ha sido capaz de robar el objeto por el que ambos estaban en disputa. La buena forma del intérprete francés es espectacular, haciendo capoeira y esquivando los láseres al hacer que custodian el premio en si. Uno no puede sino quedarse con la boca abierta al ver la secuencia, realizada sin doble alguno y hecha de forma artesana, que es como deben hacerse los momentos de acción. A continuación os pongo el susodicho instante para que podáis verlo con vuestros propios ojos:
Si antes mencionaba a Willis, no me olvido tampoco de los muy divertidos cameos de Eddie Izzard y Robbie Coltrane, como contactos de Ocean que le ayudarán a que sus golpes tengan el éxito necesario y que les evite acabar fiambres.
Este es un tipo de cine que los espectadores agradecen ver de vez en cuando, donde la violencia, las explosiones y tiroteos brillan por su ausencia. Todo se reduce a la dirección, un guión que guarda varios giros y sorpresas y sobre todo al buen hacer de todos sus intérpretes, que aún yendo con el piloto automático puesto, se lo pasan en grande. Y es que la saga de Ocean se trata de eso, de una reunión de amigos que se juntan para entretener a la audiencia. Huelga decir que lo consiguen.
Cine hecho con ingenio, carisma y que recomiendo ver si os gustan las cintas de golpes perfectos, ladrones de guante blanco y que nos muestran ciudades con mucho glamour. Sí os gustan las cosas arriba mencionadas, este es vuestro film. Si no la habéis visto os la recomiendo, cosa que dudo puesto que la han emitido unas cuantas veces por televisión. Y si ya la visteis, pues siempre es un buen momento para volver a hacerlo y ver que tal le ha sentado el paso del tiempo. En opinión de quien esto suscribe, nada mal.
A continuación el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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