Escrita por Charles Willeford y publicada por Sajalín, la novela nos cuenta la historia de Frank Mansfield, un gallero que guarda voto de silencio y que pretende alcanzar ser el mejor gallero del sur de los Estados Unidos. A través de un viaje, en la que poco a poco conoceremos más de su personalidad y vida, los lectores seremos testigos de lo que cuesta conseguir las metas que nuestro protagonista se propone, aunque ello suponga dejar de lado el amor que le espera en su ciudad de nacimiento en la figura de Mary Elizabeth.
En la contraportada de este libro, se dice que el autor se baso en la inmortal obra La Odisea y una vez concluida la lectura, es lo que a uno se le viene a la cabeza cuando ha terminado de acompañar a Frank en sus peripecias. También se puede catalogar al libro como road movie, puesto que parte de la acción transcurre en carreteras usadas por nuestro protagonista para moverse por el sur buscando peleas y gallos con las que conseguir su objetivo.
El autor hace gala de una narrativa ágil y en ocasiones no exenta de sangre. Puesto que las riñas entre gallos están muy bien contadas. El escritor no se corta a la hora de contar las mismas, de la sangre y violencia que se establecen en los reñideros, lugares exentos de glamour pero donde las apuestas y el honor entre los galleros está bastante patente a lo largo de los diferentes enfrentamientos que hay a lo largo de sus páginas.
A las pocas páginas de comenzar la historia, Frank revela a los lectores el motivo de su mudez. Salvo en las dos páginas finales, no se le oye pronunciar una sola palabra. Así, el libro al estar narrado en primera persona por parte de Frank, todo lo expresa mediante gestos o con notas escritas. Y nos lo cuenta a los lectores mediante monólogos internos, como si los lectores fueran mudos testigos de sus aventuras y nos lo contará a nosotros.
El libro supone la cara amarga del sueño americano. Nuestro protagonista luchará contra viento y marea para conseguir lo que se ha propuesto, pero el conseguirlo tendrá un coste sobre su vida. No solo amorosa, sino también en lo que a amistades se refiere. Ya sea con personas o con los propios gallos, estos animales suponen toda su vida y así nos lo hace saber, cuando de vez en cuando pierda un gallo en los enfrentamientos nosotros también lo sentimos.
La carga de drama es evidente, pero no esta exenta de golpes de humor e incluso de unas pequeñas gotas de amor y erotismo. Frank es un antihéroe, no se casa con nadie y sigue las reglas, bien sea la de su mudez o las que rodean a los reñideros de gallos. La novela también nos habla del honor que existe entre los galleros, donde un apretón de manos es un contrato ante la ley en toda regla y que se ha de cumplir.
El final, que por supuesto no voy a desvelar es muy amargo, pese a que en las últimas líneas se permita ver un rayo de esperanza en la vida de Frank. A mi la conclusión me pareció acertada, no podía acabar de otra forma y más viendo como se van desarrollando los acontecimientos que rodean a nuestro protagonista.
Aviso que esta no es una novela para los amantes de los animales, ya que el maltrato al que son sometidos los gallos en sus riñas son bastante sangrientos y no les haga ninguna gracia el leer este maltrato, que pese a tratarse de ficción tiene lugar en realidad. Pero aquellos lectores que dejen de lado esto, sin duda alguna van a disfrutar de una lectura muy entretenida y que no defrauda en absoluto.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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