Muy buenas a todos. Tal y cómo ocurrió con la entrada anterior, hoy de nuevo os traigo un libro que he acabado de leer hace poco más de una hora, por lo que de una vez más está calentita y recién sacad del horno. La novela que protagoniza la presente reseña, no podía ser más distinta de la que os comenté hace un par de días. Así, en rock todo era buen rollo, todo lo que no ocurre aquí donde la violencia, las drogas, el lenguaje soez y la lucha por el poder protagonizan cada una de sus páginas. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, acompañadme a un viaje al Detroit de los años 70, donde la lucha por convertirse en el capo del jaco está a punto de estallar. ¿Listos? Allá vamos.
Escrita por Vern E.Smith durante los años 70, el autor nos narra la lucha de poder que se establece entre el joven gangster Lennie Jack, quién junto a su socio Joe Rojo hará todo lo posible por desbancar al actual capo de la droga Willis McDaniel al precio que sea. La batalla entre ambos está a punto de estallar, y los cadáveres no tardarán en hacer su aparición.
Desde que salió este libro a la venta le tenía echado el ojo, pero no fue hasta la reciente feria del libro que no pude hacerme con el mismo. Ahora, con el verano y al disponer de más tiempo libre es el momento idóneo para ponerse al día con las lecturas pendientes y atrasadas. Y desde luego que este libro merece la pena leerse, tanto por la trama como por los personajes que van apareciendo a lo largo de sus páginas.
Todos los personajes que aquí aparecen son criminales sin el más mínimo sentido del honor entre ellos, Tan solo miran por su propio pescuezo y no les importa traicionar a quien sea con tal de sacar tajada del asunto. Los protagonistas provienen de los estratos más bajos dentro de la sociedad estadounidense, y se comportan como tal. Que no nos engañen sus fastuosos coches, sus estrafalarios vestuarios o la cantidad de armas que portan, en el fondo no dejan de ser unos rateros de tres al cuarto queriendo ascender cual Ícaro, pero ya sabemos como acaba esa historia.
Mientras avanzaba en su lectura, a mi cabeza venía una y otra vez el género de la blaxpoitation, y algunos de sus actores más característicos como Richard Roundtree, Pam Grier o Jim Kelly por mencionar algunos de los intérpretes más conocidos dentro de la blaxpoitation. Si se hubiera hecho película de este libro, ellos podrían haber estado sin lugar a dudas encarnando en la gran pantalla las peripecias de este grupo de delincuentes.
La narrativa de Smith, en la que fue su única obra, es simple, adictiva y nos pone en la piel de los personajes desde que comienza hasta que acaba. No en vano, la base de este libro se encuentra en un artículo que escribió el autor para un periódico de Detroit. El lenguaje, los gestos, la manera de comportarse es el propio de los que manejaban la droga en aquellos momentos. Parece como si Vernon hubiera introducido una cámara oculta dentro de los lugares donde transcurre la acción.
En sus poco más de doscientas páginas, dividida en cuatro partes, los lectores acompañan a los protagonistas a lo largo de un determinado momento del día, mientras llevan a cabo sus acciones para convertirse en el único gallo dentro del gallinero de la droga. Aquí la policía apenas hace acto de presencia, salvo cuando se huelen que algo gordo está a punto de ocurrir recurriendo a confidentes y encajando las piezas que se les van presentando.
Cuando la violencia hace acto de presencia, nos salpica. El autor no se corta en ningún momento a la hora de narrarnos los tiros o los puñetazos, y son unos cuantos, que van surgiendo ante nuestros ojos. Lo que sin duda es una delicia para los amantes del género negro más visceral y que deja de lado a las femmes fatales y a los detectives en busca de la solución al caso para el que han sido contratados.
Una vez más, Sajalín nos da una alegría al traernos novelas de culto y que eran poco conocidas por el público en general, algunas de ellas ambientada dentro del mundo criminal. Por lo que si os gustan este tipo de libros, no lo dudéis y echadle un vistazo. Seguro que no os vais a arrepentir, puesto que tal y como indican en la solapa que acompaña a la edición, parte de lo que cuentan sirvió, salvando las distancias, a los creadores de The Wire en el momento de ser creada.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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