Muy buenas a todos. Hoy vuelve a aparecer por aquí un autor que ya lo hizo unas entradas atrás. En esta ocasión, la obra de la que vengo a hablaros hoy es anterior a la chica.... pero que no he acabado de leer hasta hace poco, por lo que aparece de forma posterior. Pese a ello el orden de los factores no altera el resultado final, ya que ambos libros son muy disfrutables. En esta ocasión, Aguerralde vuelve a su terreno favorito, esto es el terror, para ofrecernos una novela donde los hombres lobo y un pueblo abandonado son sus principales ingredientes. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, acompañadme a un lugar abandonado sobre el que pesa una maldición. ¿Listos? Allá vamos.
Escrita por Miguel Aguerralde y publicada por Mercurio editorial, la trama nos cuenta como Ángel, un joven fotógrafo que está perdiendo la vista a causa de un accidente, decide recorrer miles de kilómetros para encontrar a su amor. Lejos está de imaginar la aventura que está a punto de vivir, tras perderse y llegar a un pueblo abandonado llamado Laberinto, de donde se entra pero no se sale.
Estas breves líneas resumen, de manera muy general, el argumento del libro. Por supuesto que hay más, como la aparición de más personajes que tendrán su grado de importancia a medida que la aventura va avanzando. Cada uno de los protagonistas tiene su capítulo propio, en el que el autor nos explica quienes son, que hacían antes de conocerles en la aventura que están viviendo y los motivos que les han llevado a este pueblo alejado de la mano de Dios.
El libro tiene mucho de claustrofóbico, pese a que la mayor parte de la acción se desarrolle en espacios abiertos, salvo en los momentos en los que nuestros protagonistas han de abandonar su refugio en busca de provisiones, para lo cual se adentran en las casas que se encuentran tapiadas con tablones de madera, para impedir que algo o alguien entre en sus casas. La claustrofobia se puede apreciar debido a la sensación que tienen tanto Ángel como Lucía, debido a la imposibilidad de encontrar una salida de este lugar, al que el nombre desde luego le va que ni pintado.
Miguel rinde homenaje a la figura del lobo y a todo lo que le rodea. Pero también a aquellas supersticiones que tienen los pueblos dentro de la España profunda, anquilosados en antiguas tradiciones religiosas y que tenían miedo de los desastres que podían ocurrir por no rendir el debido culto al señor. Esto es algo que se plasma de forma bastante evidente en el capítulo donde el autor, nos empieza a narrar los sucesos que llevaron al pueblo a la situación en la que se ve en la actualidad.
El autor vuelve a hacer gala de una narrativa ágil y muy cinematográfica, ya que apenas concede momentos de respiro a sus lectores. Los personajes están bien descritos, distan mucho de ser perfectos y esto es algo que se puede apreciar de manera más que evidente en el protagonista principal. Al principio nos da lástima, pero cuando conocemos el motivo por el que se está quedando ciego, la misma se ve reducida. Por supuesto, no lo voy a desvelar para no reventaros la sorpresa.
De todas las novelas que llevo leídas de este autor, esta es sin duda la más triste y pesimista, tal y como él mismo afirma en la solapa del libro. Y razón no le falta, creo que en este libro es donde peor se lo ha hecho pasar a sus personajes. Les ha hecho miles de faenas, cuando se creen a salvo un nuevo peligro les acecha, lo que les va minando las fuerzas tanto físicas como mentales.
Uno de los mejores capítulos, es el que narra como comenzó todo y que ya mencioné unos párrafos atrás. El miedo a lo desconocido juega un factor fundamental en el devenir de los acontecimientos, tal y como se verá de forma posterior. Pero esto resulta esencial para que todo arranque y de comienzo el festival de terror que Miguel nos tiene preparado.
No son pocas las ocasiones en el que la truculencia, el miedo a la oscuridad y la sangre hacen acto de presencia a lo largo de sus páginas. Están narrados de forma que parece que nosotros estamos junto a los protagonistas, parece que lo vivimos ya que el autor nos mete de lleno en la acción y consigue que cueste dejar la lectura del libro, puesto que resulta bastante adictivo.
Hay que darle la enhorabuena al autor por volver a darnos una novela de terror que toma como referencia un tema tan utilizado como el de la licantropía. Pero de nuevo es la forma en que lo haces, el que pueda gustar más o menos a los lectores. Y Miguel sale indemne.
Si acaso el único pero que se le puede poner, es una maquetación que podía haber sido mejor . Pese a esto, es un pequeño fallo que no resta muchos puntos a la presente edición.
Si os gustan los libros donde el terror, el suspense, la soledad son los protagonistas principales, no lo dudéis y echadle un vistazo al libro. Seguro que no os vais a arrepentir.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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