miércoles, 4 de febrero de 2015

pelicula: operación swordfish

Muy buenas a todos. Después de visitar las salas de microteatro, pero no será la última vez puesto que dentro de poco volveremos a ellas, volvemos a analizar una cinta bastante entretenida del cine de acción de la década del 2000. No es ninguna obra maestra, ni lo pretende. Es más, la historia que nos cuenta la hemos visto más de una vez en la gran pantalla, y aún así consigue mantener la atención de los espectadores durante sus poco más de noventa minutos. Acompañadme en una aventura donde uno de los mejores piratas informáticos, hará lo que sea para salir airoso del lío en el que se ha metido por una buena causa. Listos? Allá vamos.

Dirigida en 2001 por Dominic Sena, la trama es la siguiente: Stanley Johnson, rol de Hugh Jackman, es un hábil pirata informático ya retirado. Pero cuando la sexy y misteriosa Ginger Knowles, interpretada por la bella Halle Berry, le pone en contacto con el peligroso pero encantador Gabriel Shear, con los rasgos de Jonn Travolta, sabe que se está metiendo en un lío. Pero hará todo esto por una buena razón, mientras tanto nuestro protagonista intentará ser arrestado por el incasable agente J.T. Roberts, papel de Don Cheadle. La aventura ha comenzado.

Todavía me acuerdo de cuando vi esta cinta en el cine. Fue por verano más o menos y no había mucha gente, su inicio es desde luego espectacular y con diferencia de lo mejor de la cinta. Empieza muy fuerte, para luego no alcanzar las cotas de interés que plantea su comienzo, aún así consigue entretenernos lo que resta de duración. Este es un ejemplo más de lo que es un placer culpable, sabemos que lo que vemos no es del todo bueno, pero mientras lo vemos uno no puede evitar pasárselo pipa.

A ello ayuda sin duda alguna sus protagonistas. Todos ellos pasándolo en grande, sobre todo un Travolta ejerciendo de villano con mucho carisma. En lo que respecta a Jackman, ya empezaba a dar muestras de un encanto que se irían confirmando según avanzaba su filmografía. Y Halle Berry fue la más lista de los tres, pidió una pasta gansa por enseñar los pechos y en su siguiente film, que le acabaría reportando un Oscar, lo hizo gratis. De tonta no tiene un pelo esta chica.

Posamos en plan casual y molón a la vez.

Hay un par de secuencias que merecen rescatarse, la primera ya la he mencionado y es la que abre el film. Otra es por supuesto, aquella en la que nuestro protagonista intenta acceder a los ordenadores de la CIA en menos de un minuto mientras le practican una felación. Otra es el final de la cinta, que sin desvelar nada, dejará contenta a la audiencia, sobre todo si ha sabido disfrutar del juego que nos han propuesto sus máximos responsables.

De nuevo, este es un ejemplo en el que crítica y público apenas coinciden. Los primeros sacando fallos a cascoporro a una película, cuya única función es entretener algo que no parecen entender los críticos más sesudos, cómo si nunca hubieran sido jóvenes y dejarse llevar por las peripecias de los actores. Los segundos, por contra, saben lo que van a ver, les podrá gustar más o menos, pero no van con el cuchillo en la boca, preparados para sacar el hacha a la mínima de cambio.

Aquellos que no hayáis visto el film, cosa que dudo puesto que lo pasan cada dos por tres y repite más que la morcilla de Burgos, siempre es una buena oportunidad para descubrirla. Los que por el contrario, ya lo habéis hecho, no está de más el volver a verla para ver que tal ha aguantado el paso del tiempo. En opinión de quién esto suscribe, nada mal.

A continuación el trailer:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.


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