Dirigida en 1987 por Fabrizio Di Angelis, la trama es la siguiente: Anthony, rol de Kim Stuart, es un joven norteamericano que viaja a Filipinas para reunirse con su padre. Allí al poco de llegar es atracado por unos delincuentes y tiene un encontronazo con Quino, papel de Enrico Torralba, al que humilla poco después cuando este intentaba propasarse con María, con los rasgos de Jannelle Barretto. Quino como venganza propina una paliza que le deja medio muerto en un bosque, pero será encontrado por el maestro Kimura, interpretado por Ken Watanabe ( nada que ver con el interprete de El Último Samurai ), que le instruirá para que pueda vengarse del villano.
Oh Italia. País de gran cultura, de una buena gastronomía, lugar del Neorrealismo y de algunas de las mujeres más bellas de la gran pantalla. Pero también donde se han hecho mayor número de exploitations de éxitos de taquilla de Hollywood. Esto es la ley de la igualdad, las gallinas que entran por las que van saliendo. Seamos claros, esta cinta es al buen cine lo que el KFC a la cocina de diseño. Y aún así, pese a sus numerosos defectos, uno la tiene aprecio.
Tal vez sea por sus numerosos pases que tuvo en los primeros años de vida de Telecinco, que echo la saga casi al completo y nos tragabamos sin pudor alguno, ya que no había nada mejor que ver los fines de semana de nuestra adolescencia. Pero si la pillabas empezada te decías a ti mismo, pos vamos a ver que tal, las risas estaban aseguradas. Pese a que la intención del film distaba mucho de ser una comedia. De nuevo este es uno de los casos en los que dices, una peli tan mala que no le quedará más remedio que decir Coño si hasta tiene gracia.
El que se lleva la palma sin duda alguna es el maestro Kimura. Lejos de la sabiduría de Miyagi, que enseñaba a utilizar la violencia solo como último recurso, este sensei aboga por todo lo contrario. Por soltar hostias como panes a la primera de cambio y a enseñar un golpe mortal, que nuestro protagonistas utilizará a modo de ensayo contra una vaca que pasaba por ahí. Muy bien hombre, promoviendo la violencia y encima orgulloso de ello.
Cómo era eso? Te doy una hostia y te pongo a bailar?
Que nadie se lleve a engaños cuando vea el film. Soso, aburrido, mal dirigido, peor escrito y de las interpretaciones mejor ni hablar, he visto actuaciones de teatros infantiles que resultan más creíbles que estos personajes. Y aún así, no puedes apartar los ojos de la pantalla mientras la ves. Te preguntas si la nueva chorrada que suelten o que veas estará a la altura de la anterior, y no solo no lo está, si no que la supera. Cosa harto difícil, pero no imposible para todos los implicados en la producción.
Esta cinta la vi en su momento en uno de sus pases por Telecinco, así como las dos o tres continuaciones. Luego ya le perdí la pista, pero crear 6 continuaciones de una cinta que no tenía que haber pasado de la primera tiene merito. Los protagonistas principales solo repitieron en la secuela, sino me equivoco, siendo reemplazados a partir de allí en tramas que eran lo mismo pero con un par de cambios y con intérpretes distintos.
Recomiendo verla solo para aquellos que tengáis una mente sin prejuicios a la hora de ver cine malo de serie B más bien tirando a Z. El resto mejor ni acercarse, no vaya a ser que la sarta de maldiciones y de sapos y culebras que soltéis por vuestra boca, llegue a oídos de la iglesia y os excomulguen. Aunque si le explicáis la razón de vuestro cabreo, tal vez os perdonen y puede que incluso os den una recompensa por haber aguantado sus 87 minutos como unos campeones. Los que ya la hayáis visto, pues sabéis lo que hay y siempre es buen momento para verla con amigos, cervezas y pizza.
A continuación el trailer:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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