domingo, 30 de junio de 2024

concierto: Film symphony orchestra Clasictacular

 Ayer tuve la oportunidad de asistir, al nuevo espectáculo de la Film Symphony Orchestra en el que, para variar, nos ofrecieron un auténtico recital de piezas de la música clásica. Un concierto en el que, una vez más el maestro Constantino y su orquesta, acompañados por un coro de jóvenes de Madrid y la soprano Paloma Friedhoff, la mezzosoprano Blanca Valido, el tenor José Darío Cano y el barítono Javier Agudo dieron lo mejor de si para una audiencia que no paró de disfrutar en todo el evento. Desde aquí, dar las gracias una vez más a la Film Symphony por las entradas de cortesía para el concierto.

Dirigidos por Constantino Martínez, el concierto se dividió en dos partes, estando bastante bien ambas de ellas. Me resulta complicado quedarme con una en específico, ya que en ambas hubo momentos espectaculares, y que me consiguieron emocionar bastante. Cada una de las partes, sobre todo cuando se trataba de pequeñas suites, tenían nombres cuanto menos peculiares, tal y como confesaba Constantino antes de su presentación y como podréis ver a continuación.

Da lo mismo que se trate de bandas sonoras, o, como en este caso de música clásica, el maestro Orts sigue poniendo la misma pasión, ilusión y energía en las introducciones a lo que vamos a oír. Es alguien que ama su trabajo, y eso es algo que consigue transmitir a la audiencia que acude a ver cada uno de los eventos de esta orquesta.

Para empezar, el maestro Orts decidió comenzar con Así habló Zaratustra de Richard Strauss, para, acto seguido subir las pulsaciones a la audiencia con el O Fortuna de Carmina Burana, compuesta por Carl Off. Simplemente impresionante, si ya de por sí resulta increíble oírlo en CD, imaginad lo que es verlo en directo.

Era el momento de bajar las pulsaciones, aunque fuese de manera momentánea, para conocer las peripecias de Peer Gynt, con la música compuesta por Edvard Grieg, con las piezas La mañana y En la gruta del rey de la montaña. Esta segunda me gustó bastante, ya que comienza de manera lenta, para ir ascendiendo en intensidad, y que refleja la huida del protagonista del rey troll que quiere capturarlo para siempre.

No nos habíamos repuesto del todo, cuando Las valquirias de Richard Wagner hicieron su aparición, además de manera presencial, puesto que la soprano y la mezzosoprano hicieron acto de presencia, caracterizadas como las famosas guerreras vikingas, encargadas de llevar a los caídos en combate al Valhalla.

En mitad de esta primera parte, Constantino nos contó el origen del concierto de año nuevo, ya que hizo una selección de diversos momentos musicales que todos hemos oído alguna vez en nuestra vida. Esta selección de temas llevaba por nombre Das Neujahrskonzert, bei dem man ein schitzelchafft. Los instantes musicales escogidos fueron el Danubio azul, Rosas del sur, Tritsch-tratsch, compuestas por Johan Strauss. El cascanueces de Chaikovsky sustituyó de forma breve a Strauss, quien volvió a aparecer de nuevo en los temas Truenos y rayos, Vals del emperador, Polka Pizzicato, Sangre vienesa y Voces de primavera. El Vals de los patinadores de Émile Waldteufel fue la penúltima pieza escogida antes de que la ya famosa Marcha Radetsky cerrase esta selección.

Pese a que en el programa aparecía la famosa Marcha Radetsky de Johann Strauss, el director se negó a tocarla. Cosa que, por supuesto, acabó sucediendo, ya que el primer violín, a la que su director se despistaba, empezaba a tocarla, acompañado de la orquesta, parando en cuanto su director se giraba. Lo que fue uno de los momentos más divertidos de esta primera parte y que, como no podía ser de otra forma, fue acompañado con las palmas de los espectadores, animados por el propio Constantino.

En el momento de introducir la siguiente pieza, El cuento del zar saltarín, el vuelo del moscardón de Nikolái Rimski-Kórsakov, Constantino advirtió que, pese a su brevedad, era una de las piezas más complicadas de tocar, debido a la intensidad de la misma. En mitad de la pieza, los miembros del coro intentaban ahuyentar a un invisible moscardón, produciéndose un instante de complicidad entre el tema que estaba sonando y todos los allí presentes.

El siguiente segmento, que llevaba por nombre Insalatina di 6 opere da gustare in un sospireto, ya os dije que eran nombres un tanto peculiares, supuso una estupenda mezcla entre la música y los temas vocales, que aparecieron en no pocas ocasiones a lo largo del mismo. Los temas que formaron parte de esta pieza fueron Los cuentos de Hoffmann, creado por Jacques Offenbach, al que siguió El barbero de Sevilla de Rossini, que fue sustituido por Tosca, la inmortal pieza compuesta por Puccini. En este momento hizo instante de aparición Lakmé, y su dúo de las flores creado por Léo Delibes. Un momento que me encantó, tanto por la pieza musical como por el instante vocal de la soprano y la mezzo. Después nos fuimos de boda, con la marcha nupcial del Sueño de una noche de verano de Felix Mendelsshon, instante en el que aparecieron tanto la soprano y la mezzo, como el tenor y el barítono, portando los respectivos ramos de flores. Pero, lo mejor estaba por llegar, ya que el barítono entonó el Nessun Dorma, perteneciente a Turandot y creado por Puccini, Me encantó. Es increíble oírlo en directo.

Como parte final, antes de poner el punto y seguido al espectáculo las siguientes piezas denominadas por Constantino como Risotto di otto danze da mangiare nelle vacanze, estuvieron formadas por Pavana de Gabriel Fauré; la Danza macabra de Saint-Säens; el Capricho español de Korsakov; la Danza húngara n 5 de Brahms; la Danza del sable de Jachutiarán; las Danzas polovtsianas de Borodin y las dos últimas piezas fueron más alegres, puesto que tocaron el Can-Can de Orfeo en los infiernos obra de Offenbach y, para poner el punto y final a esta primera parte el Mambo de West Side Story compuesto por Bernstein. Esto me sorprendió, ya que se alejaba de los ofrecido hasta ahora.

Una vez recuperados del primer momento del espectáculo, era la hora de comenzar la segunda parte del mismo. La cual llevaba por nombre 3 antipasti di Carmen all'arrabiata. Y que estaba compuesta por el  Preludio, Habanera y la canción del toreador, pertenecientes a la opera Carmen.

Aquí, Constantino dejó salir su faceta más traviesa y juguetona, ya que quería que la audiencia gastara una pequeña broma a Paloma. Así, cuando fuese a comenzar su parte de la Habanera, el público tenía que decir uy, cada vez que comenzase a cantar su parte. Un instante bastante divertido, pero que se vio compensado por el talento de la soprano, que luego estuvo acompañada por sus compañeros y el coro en el instante de cantar la ya mencionada canción del toreador.

Acto seguido, hizo acto de aparición la Cavalleria rusticana, de Pietro Mascagni. Simplemente impresionante, fue uno de los momentos que más me gustaron de todo el concierto, y que podéis ver a continuación, para que podáis verlo por vosotros mismos:

Después de este instante tranquilo, era la hora de subir las pulsaciones. Para ello, nada mejor que la obertura de Guillermo Tell, creada por Rossini, y quién muchos recuerdan por ser el tema de El llanero solitario.

En pizza quattro stagione di Vivaldi y Richter, Constantino ya nos avisó de lo que nos íbamos a encontrar. Lo que no me imaginaba es que se quedaba corto a la hora de describirlo. Fue uno de los instantes más bonitos de todo el espectáculo, no solo por la ejecución de la pieza, sino por el modo en que lo hicieron, con la pequeña participación del coro.

Aquí llegó el que sin duda fue, al menos en mi opinión, el momento más ligero y divertido de todo el espectáculo, en el que participaron Antoñito, el sobrino de Constantino, y su máquina de escribir para tocar La máquina de escribir, compuesta por Leroy Anderson. Me gustó mucho, tanto por la complicidad entre la orquesta y el maquinista, como por la química que se estableció entre tío y sobrino, tal y como podéis ver a continuación:

Poco a poco, el concierto iba llegando a su final. Iba quedando poco para que el evento acabase. Así La boda de Luis Alonso, de Gerónimo Giménez, me sorprendió bastante. Si bien ya había oído buena parte de la selección de temas, éste no me sonaba en absoluto, y me gustó bastante.

La penúltima selección, denominada Mizza dozzina di opere alla puttanesca, compuesta por diversos temas operísticos entre los que nos encontramos con Aida de Verdi; Gianni Schicchi de Puccini; Nabucco de Verdi; Una furtiva lagrima de Donizetti; el Coro de soldados de Gounod y La traviata de Verdi, hicieron emocionarme bastante. Si bien no he ido nunca a una opera, si que reconozco las diversas arias que interpretaron y que ganan bastante oídas en directo.

La Obertura 1812 de Chaikovski, fue la encargada de poner punto y final al evento. Una pieza que escuchada en directo es aún más espectacular de lo que esperaba.

Los bises no se hicieron esperar y O sole mío y Funicula y funicula pusieron, ahora sí, punto y final a un espectáculo y consiguió que los asistentes al mismo, dejaran el recinto con una sonrisa de oreja a oreja.

Esperemos que, en un futuro, la FSO vuelva a hacer un concierto de estas características, y que se alejan a lo que nos tienen acostumbrados, Yo, desde luego, si el año que viene hacen algo por el estilo pienso repetir.



sábado, 22 de junio de 2024

libro: León, el solitario

Hoy vuelve al blog, un autor que hace poco apareció por aquí, pero, en esta ocasión, lo hace en un terreno que no había pisado anteriormente. Y, la verdad, es que ha salido bastante airoso de esta nueva aventura, en la que nos presenta a un personaje que bebe de Jack Reacher, Frank Castle y unas gotas del Charles Bronson más justiciero, que tantas tardes de disfrute nos ha proporcionado a los aficionados al séptimo arte. Desde aquí, dar las gracias al autor por el ejemplar de cortesía con la que ha sido posible la reseña.

Escrito por Pablo Carnicero de la Cámara, la trama nos cuenta como Matías León, experimentado militar, regresa a su casa para asistir al funeral de su madre, cuando interrumpe un ataque a una mujer. Lejos está de imaginar las consecuencias que esto traerá, puesto que se verá envuelto en una aventura en la que tendrá que poner a prueba todas sus habilidades, si es que quiere salir airoso de la misma.

Tal y como se puede ver por el argumento, bebe, y mucho, de las cintas de justicieros encarnados por Charles Bronson o, de manera más reciente, Liam Neeson y Keanu Reeves. Y es que León, nuestro protagonista, busca justicia por varios acontecimientos que no conviene desvelar, para no destapar algunas de las sorpresas que nos tiene preparadas el autor.

Pablo ha puesto en esta obra su lado más macarra. Ya que, a lo largo del libro, nuestro protagonista soltará no pocas frases lapidarias, antes de darle matarile al secuaz o malo de turno. Es como leer en palabras un cómic del Castigador más bestia, o una cinta cualquiera del vengador encarnado por Bronson, es una aventura perfecta para desconectar el cerebro, y dejarse llevar por las peripecias de este militar, cuyo pasado se nos va desvelando poco a poco.

Después de ofrecernos novelas que beben del pulp, la novela negra más clásica, o, de forma más reciente la fantasía en esta ocasión el autor ha dejado salir su lado más gamberro, para ofrecer a sus lectores una obra que, desde que empieza, deja claras sus intenciones de hacer pasar un buen rato a todos los que se acerquen a la misma.

Ya desde que el escritor me dijo de que iba, me atrapó. Diablos, si soy el primero que disfruta viendo a Bronson, y diversos imitadores, ir pegando tiros y cargándose a todos los maleantes que le van saliendo por el camino, sin que apenas sufra ningún daño. Y pobre de aquél que se le ocurra herirle, puesto que conocerá el lado más temible del justiciero de turno.

La obra transcurre en el espacio de varios meses, y, si algo hay que destacar de la misma, es que el protagonista no es un saco de músculos sin cerebro. Ya que cuenta con buenas infraestructuras, y recursos, ya sean humanos o técnicos, que le ayudan a llevar su labor a cabo, como se demuestra en no pocos instantes de sus peripecias.

León no es un buen tipo, es alguien con muy malas pulgas, con problemas de control de la ira y el alcohol. Es decir, alguien que dista mucho de ser perfecto, alguien a quien no te gustaría tener como enemigo, pero si como aliado si las cosas vienen mal dadas, y si amenazan tu vida.

Varios son los momentos a destacar, sobre todo aquellos que tienen que ver con escenas de acción o de violencia, las cuales están bastante presentes. Lo que hace que, su lectura, sea muy rápida y ligera de leer. Pero, si tuviera que escoger un momento determinado, sería el primer instante en el que León da muestras de sus habilidades contra aquellos que quieren atacar a la muchacha.

La acción de la trama tiene lugar en gran parte en España, sobre todo en Madrid, ciudad en la que el autor nos desvela una vida criminal que va desde las clases más bajas, a aquellos que se mueven en las altas esferas.

Tanto si os gustan los cómics de el Castigador, o los de su contrapartida en DC Vigilante, o las ya mencionadas cintas de Bronson y cía, es un libro que no debéis dejar pasar.




miércoles, 19 de junio de 2024

libro: La otra Disney. Volumen 2 (1968-1989)

No hay duda de que Disney, forma parte de la vida de muchos aficionados al séptimo arte y que crecieron con las producciones de la casa del ratón. Ya sea con sus películas en vídeo, ya sean de dibujos animados o no, o con sus series animadas para televisión. En este segundo volumen, se analizan aquellas producciones de imagen real que fueron lanzadas una vez que Disney falleció, algunas corriendo mejor suerte que otras, tal y como se explica en la entrada de hoy.


Escrito, tal y como sucedió con el anterior volumen, por Alberto Corona y cuya reseña podéis encontrar aquí, el autor analiza y reseña de manera bastante pormenorizada, aquellos filmes que fueron realizados en los años que indica el título, siendo en su mayoría de imagen real, quedando de esta forma fuera los de animación, pese a que los mismos se nombren de pasada.

Me cuesta ser objetivo e imparcial, con este tipo de ensayos. Ya sea porque muchos de los filmes aquí analizados forman parte de mi vida, bien sea porque les tengo un cariño especial o, pura y simplemente, porque me encantan ya que los vi en un determinado momento y su visionado me marcó.

Uno de los ejemplos a lo dicho en el párrafo anterior, sucede con Se nos ha perdido un dinosaurio. Cinta que vi siendo niño y que, cada vez que podía, volvía a  alquilar para verla de nuevo. No es la mejor película de la historia de la compañía, ni mucho menos, pero, que demonios, ver a Peter Ustinov haciendo el ganso caracterizado como oriental, o ver a las niñeras repartiendo estopa ya merece la pena su visionado.

O Pedro y el dragón Elliot. Aquí no puedo estar de acuerdo con la opinión del autor. Ya he dicho hace un párrafo, que aquí cuesta ser imparcial. Es una película de mi infancia, hace poco la pude revisar y, si bien su recuerdo sigue siendo el mismo, ahora con el paso del tiempo puedo ver parte de los fallos que son señalados por Alberto. Pese a ello, es una cinta que siempre tiene un lugar especial dentro de mi corazón y memoria cinéfila.

Y es aquí, tal y como indica Alberto, que se puede acusar a la peli de racismo. Estamos hablando del año 1975, y por aquella época aún estaba normalizado, aunque cada vez menos, que actores occidentales encarnasen a asiáticos. Baste citar como ejemplos a Mickey Rooney en Desayuno con diamantes o a John Wayne en El conquistador de Mongolia, dando vida a Gengis Khan. Es por lo que hoy día, no se puede ver a esta producción con los mismos ojos que cuando se lanzó hace casi 50 años.

A lo largo de sus poco más de 600 páginas, el autor analiza un buen puñado de cintas. Ya que no solo nos vamos a encontrar con las principales que forman parte de cada capítulo, sino que, dentro de las mismas, nos encontramos con más. Como si se tratase de las famosas Matrioshkas rusas, una película guarda dentro de si otra, por lo que nos vamos a ir encontrado con tres o cuatro cintas analizadas a la vez, hasta volver a la que se estaba analizando desde un principio. Pero que esto no os asuste, ya que la prosa de Alberto hace que podamos seguir el hilo de lo que está analizando, sin que en ningún momento llegue a confundirnos.

Algo que me sorprendió saber, o que había olvidado, y que pude descubrir a lo largo de sus páginas, es que hay intérpretes o guionistas que trabajaron para la compañía del ratón. Así pues, Jodie Foster formó parte de la factoría Disney, en títulos como Viernes Loco o El secreto del castillo, estando acompañada en esta última por David Niven. En cuanto al capítulo de guionistas, sorprende saber que dos personas tan alejadas a Disney, como pueden ser Stuart Gordon y Brian Yuzna, formaron parte del guion de Cariño he encogido a los niños. Y es que, tal y como reza la canción "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida".

Si algo queda claro a lo largo de este volumen, es que a Disney, desde que falleció su creador, le costó encontrar su camino, ya que si bien algunas de sus propuestas eran éxitos de taquilla, algunos inesperados como Los más torpes del Oeste, en otros les costaba a duras penas conseguir recaudar su presupuesto. Y, pese a ello, hoy parte de esas cintas son consideradas clásicos de culto, baste citar El abismo negro. En su momento no tuvo mucho éxito, pero, con el transcurrir del tiempo, se ha convertido en uno de los clásicos de Disney de primeros de los ochenta, tal y como ocurre con Condorman, simpática mezcla del cine de superhéroes y James Bond, o El carnaval de las tinieblas, incursión dentro del género de terror por parte de la compañía, que se unía a otros filmes de la misma compañía como Los ojos del bosque, La montaña embrujada o la ya citada El abismo negro.

En esto hay que aplaudir a la compañía, ya que con el transcurrir de los años iba arriesgándose a la hora de ofrecer a la audiencia producciones alejadas de los musicales o comedias, amén de las de animación, y que conformaban la seña de identidad de la casa del ratón Mickey. Lo que, con el pasar de los años, fue evolucionando a sellos dentro de la compañía como Touchstone o Buena vista. Que estaban en Disney, pero que ofrecían propuestas para el público no infantil.

Como no podía ser de otra forma, a lo largo del libro encontramos no pocas fotografías, ya sean de instantes del film que se está analizando, o alguno que se cita, o los ya famosos fotocromos que servían para acompañar al film en el momento de su lanzamiento en la gran pantalla. Lo que hace que los recuerdos vuelvan a acudir a nuestra mente.

He de decir que, a medida que iba leyendo, no podía sino dejar de admirar el trabajo de investigación que ha tenido que llevar a cabo Alberto a la hora de sacar adelante el proyecto. Han debido de ser horas de visionado de cintas, pero también de ir investigando las numerosas citas a pie de página que nos vamos a ir encontrando en los diferentes capítulos que conforman el ensayo.

Este es un ensayo que, a lo largo de su lectura, nos mantiene con una sonrisa en la boca constante. Nos recuerda, al menos en mi caso, a aquellas tardes de videoclub en el que mirábamos las cintas blancas de Disney y nos costaba escoger que título alquilar para el fin de semana. Y es por eso que, si tuviera que escoger un olor que identificase al libro, sería a nocilla y zumo, o chucherías y coca cola, que era como se veían esas pelis.

Una vez más, felicitar desde aquí a la editorial por editar este tipo de ensayos, que están hechos para gente que nos criamos en los videoclubs y que amamos al cine. Y eso es algo que transmiten los diferentes autores, consiguen contagiarnos su pasión por lo que estamos leyendo.


lunes, 17 de junio de 2024

película: Bad boys. Ride or Die

El pasado 7 de junio, se estrenó la nueva entrega de la saga protagonizada por Will Smith y Martin Lawrence, y que ya tiene la friolera de 20 años. Una cinta en donde la comedia y la acción tienen un papel primordial, y en la que la química de sus dos protagonistas, además de las escenas de acción, es esencial para que la saga siga funcionando como el primer día. Así pues, veamos que nuevas peripecias les esperan a nuestros chicos malos favoritos.


Dirigida como la anterior entrega por Adil El Arbi y Bilall Faliah, y escrita por Chris Bremmer y Will Beal, la trama nos cuenta como Mike Lowrey, Will Smith, y Marcus Burnett, Martin Lawrence, se verán envueltos en una peligrosa aventura cuando intentan investigar la verdad que se oculta tras la acusación de corrupción de su fallecido capitán Howard, Joe Pantoliano, lo que les pondrá en el punto de mira tanto de los cárteles de droga, como de agentes corruptos.

Además de los intérpretes arriba citados, en el reparto también nos encontramos con Rhea Sheehorn, encarnando a la hija del fallecido capitán Howard; Paola Núñez retomando su rol como la capitana Rita Secada; Dennis Greene, que vuelve a encarnar a Reggie el yerno de Marcus o Jacob Scipio como Armando, el hijo de Mike.

He de decir que me sorprendió saber de esta nueva entrega. La anterior me gustó, pero no sabía que iban a tardar tan poco en realizar una nueva cinta. Y, la verdad, es que está muy entretenida. Nuestros chicos malos ya no hacen las locuras que hacían antaño, a pesar de que de vez en cuando hagan alguna de las suyas.

Una vez más, tal y como he dicho hace unos párrafos, uno de los aspectos a destacar es la química entre ambos protagonistas, la cual se mantiene intacta después de 20 años. Si bien Lawrence carga con algunos de los mejores gags de la cinta, Smith también tiene sus golpes de humor y oportunidades para lucirse en la partes más físicas del film.

Si bien la producción tiene buenas escenas de acción, algunas de ellas pueden llegar a ser un poco caóticas, sobre todo la que tiene lugar en los instantes finales del film. Algo que se puede apreciar en el tiroteo final, entre los héroes y los villanos de turno. En algunas ocasiones, puede llegar a marear un poco, debido a los constantes giros de cámara que introducen los realizadores. No digo que esté mal rodado, pero haber dejado quieta la cámara no le hubiera venido mal en absoluto.

Aquí se echa en falta la mano de Bay, realizador que dirigió las dos primeras entregas y que está acostumbrado a ofrecernos set pieces de acción bastante chulas. Baste recordar la persecución de La Roca o las batallas entre Autobots y Decepticons en las dos primeras partes de Transformers, además de habernos ofrecido esa maravilla de film de acción, y una de sus mejores obras, como es 13 horas: Los soldados secretos de Bengasi, donde se dan de la mano buenas interpretaciones, y muy buenas secuencias de acción.



Otro de los aspectos a destacar, es su duración inferior a las dos horas, lo cuál es de agradecer. No le hacen falta tramas secundarias, con las que alargar el metraje de forma innecesaria. Lo que hoy día es algo casi normal en la mayoría de producciones que se estrenan en la gran pantalla. 

Casi desde el comienzo del film, los directores ya ponen la directa y apenas sueltan el acelerador, lo que hace que la cinta pase volando. Cuando miré el reloj, ya había pasado casi una hora de metraje. La trama avanza de manera rápida, pero uno se entera de lo que pasa. Es decir, no cuentan las cosas de manera atropellada.

Mientras escribo estas líneas, las cifras de taquilla no podían resultar mejores para esta película, y es que ha doblado su presupuesto, por lo que no sería nada raro no volver a ver a estos chicos malos de vuelta más pronto que tarde. Aquí se puede poner como ejemplo, la frase "los viejos rockeros nunca mueren" ya que ambos actores han resultado ser clave en la recaudación y, quién sabe, si no han podido ser lo que inauguren la época de taquillazos, ahora que viene el período estival.

Smith necesitaba este éxito como agua de mayo, y a recuperar parte del favor del público que perdió a raíz del incidente en los premios de la academia de hace un par de años. Por lo que parece ser, la audiencia ya lo ha perdonado. Y es que, no hay que negar que el que fuera El príncipe de Bel Air, tiene un carisma arrollador y su presencia garantiza, salvo excepciones, un buen fajo de billetes para las arcas del estudio que produzca su nueva propuesta.

Tanto si sois seguidores de la saga, como si os gusta el cine de acción, esta es una peli que no deberíais dejar pasar. Es la ocasión ideal para agarrar un cubo de palomitas, un refresco gigante, como hice yo, y dejarse llevar por dos horas de pura diversión.

A continuación, el tráiler:



Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

sábado, 15 de junio de 2024

concierto: Bruce Springsteen Madrid 2024

El día 14 de junio, era una fecha que miles de aficionados al rock teníamos marcada en rojo. Ese día, el Boss tocaba en la segunda de sus fechas en nuestro país, tras un primer concierto el pasado miércoles, ayer volví a verle por séptima vez, curiosamente 20 años atrás hice lo mismo por primera vez en lo que fue el estadio de La Peineta. Y, como no podía ser de otra forma, fue una experiencia increíble.

Diez minutos pasaban de las nueve de la noche, cuando la banda empezó a subir al escenario. Uno por uno, fueron recibidos con una gran ovación, hasta llegar a la salida de Van Zandt y Springsteen que fueron los que se llevaron los mayores aplausos. Ante nosotros, tres horas de puro rock and roll, en las que Bruce lo dio todo, interactuando con la audiencia y volviendo a demostrar estar en plena forma. Las dudas que teníamos sobre su voz, quedaron disipadas en los primeros instantes del evento.

A lo largo de 30 canciones, Bruce hizo un recorrido por la mayor parte de su discografía, desde los primeros discos, hasta el más reciente lanzamiento. Una selección impresionante, con bastantes sorpresas con respecto al concierto celebrado apenas 48 horas antes. Y esto es algo que me sorprendió, pensaba que más o menos habría pocas novedades, pero en realidad fueron cerca de 12 canciones las que hubo con respecto al miércoles.

Una de las que no me esperaba fue Adam raised a cain. Yendo de camino al concierto con mi pareja, fuimos oyendo diversos discos de Bruce. Llegado el momento, empezó a sonar el directo de 3 cds y, en el primer disco, empezó a sonar el tema que he indicado en el principio de este párrafo. Le dije a mi chica que esto era un temazo. Imaginaos mi alegría, cuando empezaron a sonar los primeros acordes de esta canción

Otra de las sorpresas que nos tenía preparada el Boss, fue la aparición por primera vez en la gira del tema The power of prayer, perteneciente al álbum Letter to you. Precisamente hablando de discos, fue el Darkness of the edge of town, el que se llevó el gato al agua, puesto que siete de las canciones pertenecientes al álbum homónimo, fueron tocadas por Bruce y sus muchachos.

Uno de los instantes mágicos de la noche, fue cuando estaba anocheciendo y las primeras notas de Prove it all night empezaron a sonar en el Metropolitano. Ignoro si la canción fue escogida a propósito, o si simplemente, se dio la coincidencia, pero, desde luego fue algo bastante chulo.

Tal y como sucediera el año pasado, cuya reseña podéis leer aquí uno de los primeros temas en sonar fue No surrender, con la diferencia que la canción fue la que inauguró el evento y en el concierto celebrado ayer sonó en cuarto lugar. Pero no importaba, Bruce aún tiene cuerda para rato y no cree en la rendición.

Una de las señas características del Boss, es la alternancia de temas más tranquilos, con otros más cañeros. Como si de un electrocardiograma se tratase, las pulsaciones suben y bajan, e incluso en un determinado momento del evento Bruce consiguió calmarlas del todo. Fue en el tema Last man standing, cuando se dirigió al público y, gran acierto por parte de la organización, subtitularon lo que decía, ya que la canción va unida a un suceso relacionado con la vida del cantante de New Jersey. Y, tal y como ocurriera el año pasado en Barcelona, fue subtitulada. Pero no sería la primera vez, puesto que volvió a ocurrir en el final del concierto.

Poco antes de los bises, sonó Thunder road, uno de los temas que no puede faltar en el amplio repertorio de Springsteen, y que sirvió para llevar al público a una de las partes más cañeras del evento, donde sonaron de forma prácticamente seguidas Born in the U.S.A; Born to run; Glory days; Dancing in the dark; Tenth avenue freeze out y el Twist and shout de los Beatles y que, de un tiempo a esta parte, se ha convertido en el tema que suele anteceder al final de concierto.

Final en el que Bruce se quedó solo, con su guitarra acústica para entonar I'll see you in my dreams, donde los subtítulos volvieron a hacer su aparición. Springsteen no pudo cerrar de mejor forma el final del evento, ya que el mismo fue un sueño hecho realidad para gran parte de los que estábamos allí reunidos. 

Si tenéis oportunidad de verle no lo dudéis y hacedlo. El lunes volverá a actuar en Madrid, para luego coger el puente aéreo a Barcelona para dos conciertos el jueves y el sábado que viene. Es de estos artistas a los que hay que ver, por lo menos una vez en la vida. 

A sus 74 años, demuestra que aún le queda cuerda para rato, y que el apodo de "el jefe" es algo que se ha ganado con todas las de la ley.

Este escenario vacío, fue testigo minutos después
de un concierto impresionante

sábado, 8 de junio de 2024

libro: Lucifer, pacto fáustico y posesión diabólica (el ocultismo en el cine vol. 3)

Una vez más, vuelve a aparecer por este blog, un ensayo bastante interesante acerca del ocultismo en el séptimo arte. Si ya en anteriores entregas, sus máximos responsables nos llevaron por la senda del vudú y del terror rural, en la reseña de hoy, se ocupan de una de las figuras por excelencia dentro del terreno de lo oculto en el cine. Tal y como avanza el título de la entrada de hoy, los escritores del ensayo se ocupan de analizar la figura del ángel caído Lucifer, quien, a lo largo de los años, ha sido el protagonista de no pocos filmes en la historia del cine. Así pues, vamos a armarnos de agua bendita y crucifijos, y veamos que nos depara el presente volumen. 

Coordinado por Xavi Torrents, que también apareció en los anteriores volúmenes, cuyas reseñas podéis leer aquí y aquí los autores que colaboran en la entrada de hoy, se encargan de realizar un análisis pormenorizado sobre aquellas producciones que tienen en el diablo, ya sea como figura principal o como alguno de sus acólitos, a la figura central de la trama.

Si bien las entregas predecesoras me gustaron, la que hoy se reseña la he disfrutado aún más. Bien sea por la figura analizada, por las películas analizadas o, simplemente por como está escrito, es un libro que he disfrutado de principio a fin.

Si algo hay que reconocer, a los implicados en cada uno de los tomos, es el amor y el entusiasmo que ponen a la hora de analizar cada una de las cintas que conforman cada uno de los ensayos. No solo por el análisis pormenorizado que realizan, sino también por como lo cuentan. Amén de las numerosas citas que nos podemos encontrar a lo largo de sus páginas, cada una correspondiente a la entrada que se realiza.

El ensayo consta de cinco partes, estando dedicada cada una de ellas a un aspecto correspondiente sobre la figura del ángel caído. Así, en la primera de ellas, se encargan de introducir a la figura de Lucifer a lo largo de la historia de la humanidad, no solo en los textos bíblicos, sino también en la mitología griega. Y es que, tal y como se nos desvela en el primer capítulo del libro, el dios Pan, guarda no pocas similitudes con Satán, tanto por la forma de corromper, como por su aspecto físico. Y no hay que olvidar que la figura del sátiro por excelencia, es el protagonista de la excelente colección de relatos El gran dios Pan, escrito por Arthur Machen.

Ya en la segunda, los colaboradores del escrito, nos empiezan a introducir a la figura de Lucifer en el séptimo arte, a través de sus primeras incursiones en el mismo, con filmes como Fausto de Murnau o la imprescindible Häxan, la brujería a través de los tiempos de Christensen, por citar dos ejemplos de los cuatro de los que se nombran aquí. Huelga decir, que recomiendo el visionado de ambos.

Dentro de esta segunda parte, damos un pequeño salto en el tiempo, para situarnos en la época de la Gran Depresión, y es que, no resulta complicado ver la larga mano del príncipe de las tinieblas en la crisis económica que azotó el mundo en las primeras décadas del siglo XX, algo que se puede apreciar en El hombre que vendió su alma, dirigida por Dieterle.

Una vez pasada la gran crisis económica, y siguiendo en esta segunda parte, los autores dan un gran salto en el tiempo cinematográfico, para narrarnos como el diablo y la sexualidad van de la mano. Algo que se puede apreciar en títulos como La monja poseída, Pactar con el diablo, La tienda o la magnífica El corazón del ángel, por nombrar los casos más conocidos dentro de este apartado dentro de la segunda parte. Aquí se puede apreciar como el cine fue evolucionando, algo que se fue notando no solo en el séptimo arte en general, sino también en los diversos géneros que forman parte del mismo.

Ya en la tercera parte, los autores hablan de la figura del Anticristo. Como no podía ser de otra forma tanto La semilla del diablo como La profecía, son citados y analizados. Y es que, no se podría hablar de la figura del hijo de Lucifer, sin nombrar a estos dos filmes clave del género de terror de los años 70. Incluso hay espacio para nuestro cine, en la producción de Alex de la Iglesia El día de la bestia, donde nuestros héroes tendrán que impedir el nacimiento del hijo del ángel caído en la navidad madrileña de mediados de los años 90.

En el penúltimo capítulo, los escritores hablan de la posesión demoníaca. Y si hay que hablar de posesiones, la primera producción que a uno se le viene a la cabeza es El exorcista, la cual es analizada de forma extensa. Pero no solo hay espacio para Regan, sino también para el cine mexicano en Alucarda, la hija de las tinieblas o la muy reivindicable Fallen protagonizada por Denzel Washington, por citar algunos ejemplos de este apartado.

Para cerrar el ensayo, nada como hacerlo con una buena dosis de carcajadas y risas. Y es que, a pesar de que su figura no pueda ser tomada a broma, el diablo también ha protagonizado alguna que otra comedia a lo largo de la historia del séptimo arte. Baste citar como ejemplo El diablo dijo no, dirigida por Lubitsch; Al diablo con el diablo, protagonizada por Brendan Fraser o ya en el terreno de la animación South Park: Más grande, más largo y sin cortes. En estas tres producciones, el demonio causa más carcajadas que temor.

Tal y como he avanzado hace unas líneas atrás, es un ensayo que a los aficionados al terror, entre los que me incluyo, vamos a disfrutar de principio a fin. No solo por como está explicado, sino también por la forma en la que está escrito. Aquí los autores apenas usan lenguaje técnico, salvo cuando es necesario para explicar algún que otro detalle. Lo que nos vamos a encontrar es, no solo la opinión de los colaboradores sobre las cintas analizadas, sino también alguna que otra anécdota relacionada con los títulos analizados. Se nota mucho la pasión que han puesto los autores a la hora de analizar las pelis.

Tal y como ocurre con los anteriores volúmenes, el presente ensayo cuenta con no pocas ilustraciones, muy chulas todo hay que decirlo, sino también con numerosos fotogramas y posters de las cintas que se analizan, algunas de ellas bastante reconocidas para los aficionados al género de terror.

Tanto si estáis interesados en la figura de Lucifer dentro del séptimo arte, como si queréis descubrir aquellos filmes relacionados con la figura del señor de las tinieblas, es un volumen que no deberíasis dejar pasar.

La editorial Dilatando Mentes, no para de ofrecer multitud de alegrías a los aficionados a la lectura. Ya sea en forma de ensayos o de prosa. Esperemos que sigan en la misma senda, y que nos sigan ofreciendo grandes dosis de diversión.