sábado, 22 de junio de 2024

libro: León, el solitario

Hoy vuelve al blog, un autor que hace poco apareció por aquí, pero, en esta ocasión, lo hace en un terreno que no había pisado anteriormente. Y, la verdad, es que ha salido bastante airoso de esta nueva aventura, en la que nos presenta a un personaje que bebe de Jack Reacher, Frank Castle y unas gotas del Charles Bronson más justiciero, que tantas tardes de disfrute nos ha proporcionado a los aficionados al séptimo arte. Desde aquí, dar las gracias al autor por el ejemplar de cortesía con la que ha sido posible la reseña.

Escrito por Pablo Carnicero de la Cámara, la trama nos cuenta como Matías León, experimentado militar, regresa a su casa para asistir al funeral de su madre, cuando interrumpe un ataque a una mujer. Lejos está de imaginar las consecuencias que esto traerá, puesto que se verá envuelto en una aventura en la que tendrá que poner a prueba todas sus habilidades, si es que quiere salir airoso de la misma.

Tal y como se puede ver por el argumento, bebe, y mucho, de las cintas de justicieros encarnados por Charles Bronson o, de manera más reciente, Liam Neeson y Keanu Reeves. Y es que León, nuestro protagonista, busca justicia por varios acontecimientos que no conviene desvelar, para no destapar algunas de las sorpresas que nos tiene preparadas el autor.

Pablo ha puesto en esta obra su lado más macarra. Ya que, a lo largo del libro, nuestro protagonista soltará no pocas frases lapidarias, antes de darle matarile al secuaz o malo de turno. Es como leer en palabras un cómic del Castigador más bestia, o una cinta cualquiera del vengador encarnado por Bronson, es una aventura perfecta para desconectar el cerebro, y dejarse llevar por las peripecias de este militar, cuyo pasado se nos va desvelando poco a poco.

Después de ofrecernos novelas que beben del pulp, la novela negra más clásica, o, de forma más reciente la fantasía en esta ocasión el autor ha dejado salir su lado más gamberro, para ofrecer a sus lectores una obra que, desde que empieza, deja claras sus intenciones de hacer pasar un buen rato a todos los que se acerquen a la misma.

Ya desde que el escritor me dijo de que iba, me atrapó. Diablos, si soy el primero que disfruta viendo a Bronson, y diversos imitadores, ir pegando tiros y cargándose a todos los maleantes que le van saliendo por el camino, sin que apenas sufra ningún daño. Y pobre de aquél que se le ocurra herirle, puesto que conocerá el lado más temible del justiciero de turno.

La obra transcurre en el espacio de varios meses, y, si algo hay que destacar de la misma, es que el protagonista no es un saco de músculos sin cerebro. Ya que cuenta con buenas infraestructuras, y recursos, ya sean humanos o técnicos, que le ayudan a llevar su labor a cabo, como se demuestra en no pocos instantes de sus peripecias.

León no es un buen tipo, es alguien con muy malas pulgas, con problemas de control de la ira y el alcohol. Es decir, alguien que dista mucho de ser perfecto, alguien a quien no te gustaría tener como enemigo, pero si como aliado si las cosas vienen mal dadas, y si amenazan tu vida.

Varios son los momentos a destacar, sobre todo aquellos que tienen que ver con escenas de acción o de violencia, las cuales están bastante presentes. Lo que hace que, su lectura, sea muy rápida y ligera de leer. Pero, si tuviera que escoger un momento determinado, sería el primer instante en el que León da muestras de sus habilidades contra aquellos que quieren atacar a la muchacha.

La acción de la trama tiene lugar en gran parte en España, sobre todo en Madrid, ciudad en la que el autor nos desvela una vida criminal que va desde las clases más bajas, a aquellos que se mueven en las altas esferas.

Tanto si os gustan los cómics de el Castigador, o los de su contrapartida en DC Vigilante, o las ya mencionadas cintas de Bronson y cía, es un libro que no debéis dejar pasar.




No hay comentarios:

Publicar un comentario